tag:blogger.com,1999:blog-68171187946590405622024-02-19T01:11:49.326-08:00Historia de la Marina de GuerraDedicado a la historia de la navegación, desde sus primitivos comienzos hasta la actualidad, sus batallas, sus tácticas su tecnología.Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.comBlogger41125tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-45640274914885620252021-12-01T13:01:00.000-08:002021-12-01T13:01:23.489-08:00La lucha por el mercado asiático<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoULHBuMlEpSYoKNFb6eCAuaxyOB2KW6PMT1XXdFoGOJw_W5nDSh19SZ3K3cjjvTC_yoxfKoatv35SK3XBOpQiWozTV8oC25e6HUBRIU3EktqVEVqeFUR_MJV-D8JqdrWgsRo2l_VLKxru/s2138/N%25C2%25BA+67.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1858" data-original-width="2138" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoULHBuMlEpSYoKNFb6eCAuaxyOB2KW6PMT1XXdFoGOJw_W5nDSh19SZ3K3cjjvTC_yoxfKoatv35SK3XBOpQiWozTV8oC25e6HUBRIU3EktqVEVqeFUR_MJV-D8JqdrWgsRo2l_VLKxru/s320/N%25C2%25BA+67.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Barcos mercantes holandeses capeando un duro temporal en la ruta hacia Asia. Óleo pintado en 1673 por Willem van de Valde.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En el siglo XVII, los ingleses y los holandeses se lanzaron a una carrera comercial y colonial a través del índico en pos del mercado de las <b>Indias Orientales</b>. Durante el siglo XVI, éste fue explotado casi en exclusiva por los portugueses, quienes vieron cómo su hegemonía iba cayendo de forma progresiva ante el avance de los mejores y más poderosos navíos de las <b>Compañías de las Indias Orientales</b> de <b>Inglaterra</b> y <b>Holanda</b>. Esta larga aventura es una de las más intensas de la historia de la navegación.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">El corso contra los portugueses y los relatos de Van Linschoten</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU_uDfsA7Kbrt7_CsiNDy4qIY71pNUEj7UaiHX_8fKBRae7hz1rR_mvxY250cUvSNxMx09NfV8-Cn1cQa9GiEIE8WuKC6mvpqOY3Bw2jTbt9Xva29Kt0L-RvvOA9VmRzfpAFCuPA1Zhkdt/s1372/N%25C2%25BA+68.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1227" data-original-width="1372" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgU_uDfsA7Kbrt7_CsiNDy4qIY71pNUEj7UaiHX_8fKBRae7hz1rR_mvxY250cUvSNxMx09NfV8-Cn1cQa9GiEIE8WuKC6mvpqOY3Bw2jTbt9Xva29Kt0L-RvvOA9VmRzfpAFCuPA1Zhkdt/s320/N%25C2%25BA+68.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Grabado que muestra uno de los frecuentes ataques corsarios holandeses a una carraca portuguesa de la ruta de las Indias Orientales.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Independientemente de los conflictos políticos por los que Inglaterra, Holanda y Francia habían estado inmersos en todo tipo de enfrentamientos internos y externos, hubo una serie de acontecimientos marítimos que no pasaron desapercibidos a los gobiernos de estos países y a los comerciantes implicados. En primer lugar, fueron las capturas de galeones portugueses (frecuentes en la época, casi siempre por parte de los corsarios) las que mostraron a los ingleses las inmensas riquezas que atesoraban aquellos barcos y que suponían la principal fuente de financiación de las arcas portuguesas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Uno de estos apresamientos fue trascendental en el devenir de la historia de la colonización de Asia: la captura del galeón portugués <i>Madre de Deus</i>. En una típica acción corsaria perpetrada por los ingleses, el majestuoso buque fue atacado en junio de 1592 cuando regresaba a <b>Lisboa</b>, procedente de <b>Goa</b>, la próspera plaza portuguesa situada en la costa oeste de la <b>India</b>; poco se sabía en <b>Europa</b> de este lugar, debido al celo con que los portugueses ocultaban los detalles sobre el lugar y las grandes riquezas que éste les proporcionaba. El <i>Madre de Deus</i> navegaba entre las <b>Canarias</b> y las <b>Azores</b>, cuando fue directamente atacado por tres galeones ingleses que redujeron a su tripulación y se hicieron con el control del barco. al descender a las bodegas, el comandante de la flota, sir <b>John</b> <b>Burrough</b>, se encontró con un fabuloso tesoro: las primeras cubiertas estaban llenas de arcones repletos de monedas de oro, objetos de plata y piedras preciosas (en el inventario que presentó más tarde, <b>Burrough</b> destacó "las perlas más finas y perfectas que jamás había visto"); las bodegas estaban cargadas con más de 500 toneladas de especias (pimienta, clavo, nuez moscada y canela, principalmente) y con unos cien frascos de almizcle, un producto apreciadísimo por la industria perfumera de la época. <b>Burrough</b> no pudo impedir el pillaje de su propia tripulación; de hecho, era común en muchos barcos que iban al corso que todos los hombres de la tripulación se llevaran parte del botín. Pero, en esta ocasión, el comandante inglés intentó preservar la mayoría de las riquezas para mostrarlas en el puerto de <b>Darmouth</b> y aumentar así su prestigio, una práctica habitual de los capitanes corsarios para divulgar sus éxitos y conseguir distinciones y prebendas de sus gobiernos. Cuando el <i>Madre de Deus</i> arribó a <b>Darmouth</b>, impresionó en primer lugar por su magnífico porte, y sólo después por lo que escondían sus bodegas. Se trataba de un típico galeón portugués de finales del siglo XVI concebido para la ruta de Oriente.</span></div></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-29693736500136763792021-10-27T13:04:00.028-07:002021-11-30T11:51:56.336-08:00La colonización de Norteamérica<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUf7BiNtivOC436xvvjBdLkga5DHTFQQB7Znr9rTMCOly4IUQ3q_kWrefO9kW5WKeWdAuqhunu-42HzWi90I3NjKRyq8TIRLbMr61hCaPLYfu9YjFOd-c5b0Bo4jcOmEVqyDBrCQhRw7Ay/s2111/N%25C2%25BA+46.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1562" data-original-width="2111" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUf7BiNtivOC436xvvjBdLkga5DHTFQQB7Znr9rTMCOly4IUQ3q_kWrefO9kW5WKeWdAuqhunu-42HzWi90I3NjKRyq8TIRLbMr61hCaPLYfu9YjFOd-c5b0Bo4jcOmEVqyDBrCQhRw7Ay/s320/N%25C2%25BA+46.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">El Mayflower, símbolo de la colonización de la costa este norteamericana</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La colonización masiva de la costa este norteamericana fue un fenómeno sin precedentes que llevó a ingleses, holandeses y franceses a aventurarse por la ruta del Atlántico Norte, en lo que fue una carrera exploratoria y colonial que cambió sensiblemente la mentalidad europea de la época. Se creó el mito del "nuevo mundo" y se produjo el movimiento migratorio más importante de la historia de la humanidad. También nació un nuevo territorio de excepcional importancia naval, que fue escenario de constantes enfrentamientos.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Durante el siglo XVI, la apertura hacia <b>Asia</b> y la recién descubierta <b>América</b> fue un importante acontecimiento político, económico y militar en la <b>Europa </b>de la época. <b>Portugal</b> y <b>España</b> fueron los líderes indiscutibles de la apertura hacia los nuevos mundos, mientras que el resto de las potencias europeas, plenamente inmersas en sus propios problemas, no pudieron seguir a <b>España</b> y <b>Portugal</b> en su expansión por ultramar. Durante las últimas décadas del siglo XVI, las <b>Provincias Unidas</b> de los <b>Países Bajos</b> lucharon por su independencia de <b>España</b>; <b>Francia</b> estuvo implicada en diversas guerras europeas y en graves conflictos religiosos, e <b>Inglaterra</b>, aliada con <b>España</b> por el enlace de <b>Felipe II</b> con <b>María Tudor</b>, estaba desarrollando su reforma protestante y era incapaz de enfrentarse abiertamente al monarca español.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La imagen del <b>Imperio Colonial español</b> que, tras la unión con <b>Portugal</b> realizada por <b>Felipe II</b>, se extendía por todo el globo, despertó la rivalidad de las demás potencias europeas, que iniciaron sus propias expansiones a partir de 1600, empezando una cerrada lucha por la preponderancia en las nuevas tierras. Iniacialmente, los intereses eran comerciales y, a medida que los asentamientos se fueron desarrollando, se tornaron claramente coloniales.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mientras que en <b>Inglaterra</b> y <b>Holanda</b> se fundaron a principios de siglo la <b>East India</b> <b>Company</b> y la <b>Vereenigde Oost Indische Compagnie </b>respectivamente, empresas dedicadas al comercio con <b>Asia</b>, la <b>West-Indische Compagnie</b> holandesa, que comerciaba con <b>América</b>, no se fundó hasta 1621. El primer país que desarrolló una empresa de explotación de los territorios de<b> América</b> fue <b>Francia</b>, con la <b>Compagnie d`Occident</b>. Todas estas compañías fueron los auténticos motores de la colonización, al fomentar y popularizar el mito del "nuevo mundo" entra la sociedad de la época, lo que provocó un movimiento migratorio sin precedentes, Inicialmente, estas empresas se fundaron pensando en las riquezas de la <b>América tropical</b>, pero sus dirigentes enseguida se dieron cuenta de que <b>América del Norte</b> era también un territorio lleno de posibilidades económicas y de esperanzas para iniciar una nueva vida para miles de ciudadanos.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La fundación de Jamestown y la figura de John Smith</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggHHNDKicSxkB0c3qygi2TOWsMNbM4pUC0LLb-_li2CgdH7MOS3Kylr_uWzx_7CYBsNe5jPbVFlNB0gI5RfW88FYxybbIsV5z1AWzst8vbzEqI42SrsJIVDcOea6NEuzh6IEe9PG-jP7fE/s2874/N%25C2%25BA+48.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2058" data-original-width="2874" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggHHNDKicSxkB0c3qygi2TOWsMNbM4pUC0LLb-_li2CgdH7MOS3Kylr_uWzx_7CYBsNe5jPbVFlNB0gI5RfW88FYxybbIsV5z1AWzst8vbzEqI42SrsJIVDcOea6NEuzh6IEe9PG-jP7fE/s320/N%25C2%25BA+48.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Mapa anónimo realizado por los primeros colonizadores de Norteamérica</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mientras que los viajes desde <b>Europa</b> a <b>Centroamérica</b> y <b>Sudamérica</b> se venían efectuando por la ruta de los alisios, los buques que iban a <b>Norteamérica</b> lo hacían por la ruta del <b>Atlántico Norte</b> y fueron, lógicamente, los países del <b>norte de Europa</b>, <b>Holanda</b>, <b>Inglaterra</b> y <b>Francia</b>, los que estaban geográficamente mejor situados para realizar estos viajes. La primera acción específicamente colonizadora en <b>América del Norte</b> se realizó en el mes de abril de 1607, cuando tres naves inglesas de la recientemente formada <b>Compañía</b> <b>de Virginia,</b> entraron en la bahía de <b>Chesapeake</b> y desembarcaron a 105 colonos en la desembocadura del río <b>James</b>. Allí se creó <b>Jamestwon</b>, el primer emplazamiento organizado en la costa este norteamericana. Los tres buques eran de desplazamiento ligero, el <i>Susan Constant,</i> de 100 toneladas, el <i>Godspeed</i>, de 40 y el <i>Discovery</i>, de 20, y se adentraron, no sin dificultad, por las aguas de la bahía plagadas de peligrosos bajíos.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A aquella zona de <b>Jamestown</b>, cuyo fuerte se hallaba todavía en pie, había llegado unos 20 antes una expedición inglesa, que escogió este emplazamiento por la protección de su ensenada y, en honor de la reina <b>Isabel I</b>, la <b>Reina Virgen</b>, fue bautizada como <b>Virginia</b>. En la desembocadura del río <b>James</b> abundan las marismas, cuya insalubridad provocó numerosas enfermedades entre los colonos; sin embargo, constituía una excelente base para las exploraciones río arriba y disfrutaba de la riqueza de los frondosos bosques madereros que rodeaban la zona.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los que lograron desembarcar en 1607 estaban ansiosos por asentarse, decididos a no dar marcha atrás y volver a sufrir las penurias de semejante viaje. Durante el primer verano, la mayoría de los colonos se pusieron a buscar oro inmediatamente en la desembocadura de los ríos, pero la inminencia del invierno y la hostilidad de los nativos les convencieron de la necesidad imperiosa de organizarse. Fue entonces cuando empezó a destacar un personaje que fue clave en la historia de la colonización americana: <b>John Smith</b>, un aventurero capitán del ejército ingles que se había embarcado con la ambición de descubrir nuevas tierras. <b>Smith</b> había sido contratado por la <b>Compañía de Virginia</b>, y su misión principal era la de crear una estructura colonial que garantizase la rentabilidad de la explotación de las nuevas tierras.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El capitán inglés, que en aquel momento tenía 27 años, se constituyó pronto en líder indiscutible de la colonia y organizó a los hombres, desarrollando una explotación agraria y pesquera para la propia supervivencia de la comunidad. Más adelante, cuando la subsistencia ya estaba asegurada, planificó la explotación maderera como la principal actividad para proporcionar beneficios a la compañía. Esta actividad fue fundamental en el devenir del proceso colonial de la costa este americana y contribuyó de forma notable al desarrollo de la Marina inglesa.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Smith</b> también se dedicó a cartografiar con gran precisión la costa este; dibujó mapas que se publicaron posteriormente, acompañados de notas y recomendaciones para la navegación, que despertaron gran interés en <b>Inglaterra</b>.<b> Smith</b> también aportó diarios crónicas en los que describía de forma entusiasta las nuevas tierras para animar a otros colonos ingleses a superar las penalidades del viaje. Les aseguraba que el asentamiento les abriría perspectivas de iniciar prósperos negocios madereros, pesqueros, peleteros y mineros. En sus escritos se narran las primeras relaciones de los colonos de <b>Virginia</b> con los nativos; de entre sus relatos se hizo famosa la historia de <b>Pocahontas</b>, hija del jefe indio <b>Powhatan</b>, quien al parecer salvó a <b>Smith</b> de la muerte y jugó un papel decisivo en la pacificación de las relaciones entre nativos y colonos.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La publicación de sus escritos contribuyó notablemente al inicio de la corriente migratoria entre <b>Inglaterra</b> y<b> América</b> a lo largo del resto del siglo <b>XVII</b>. Durante aquella época, en <b>Inglaterra</b> se estaban produciendo grandes cambios religiosos y convulsiones sociales, que proporcionaron la decisión de numerosos ciudadanos en situaciones muy difíciles, económicamente y también por cuestiones religiosas, de lanzarse a la aventura e iniciar una nueva vida en América.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">Los puritanos ingleses</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOia4m8T7NforPE7syQVUSQzIdZPqMJAtyWlGtB_w5fa_rT7ASoUzSbtAynsCJ7KWqPmFhwkbxuykJ93Q_OArzzcWYTylwtZ4im_NiXuDS4qAiNYKfmlPBnaikWKPDpwQzqjN1-ff8pO1O/s1019/N%25C2%25BA+51.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="773" data-original-width="1019" height="243" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOia4m8T7NforPE7syQVUSQzIdZPqMJAtyWlGtB_w5fa_rT7ASoUzSbtAynsCJ7KWqPmFhwkbxuykJ93Q_OArzzcWYTylwtZ4im_NiXuDS4qAiNYKfmlPBnaikWKPDpwQzqjN1-ff8pO1O/s320/N%25C2%25BA+51.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Los mapas de John Smith fueron una referencia para los futuros colonos de la costa este norteamericana. Smith los trazó con notable precisión mientras pescaba el bacalao y cazaba ballenas por la zona durante 1614 y 1615. Un mapa como éste fue utilizado en el Mayflower en 1620.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los disidentes de la iglesia protestante inglesa formaban uno de los colectivos más interesados en los mapas y las crónicas de <b>John Smith</b>. Por aquella época, una comunidad constituida por protestantes escindidos, que vivía autoexiliada en <b>Holanda</b>, decidió preparar una expedición combinada, formada por su propio grupo y otro que saldría de <b>Inglaterra</b>, hacia las nuevas tierras, con el objetivo de asentarse y practicar libremente su religión. Inicialmente, fletaron dos barcos: el <i>Speedwell</i>, en el que embarcaría el grupo de <b>Holanda</b>, y el <i>Mayflower</i>, que se les uniría en <b>Southmpton</b> con el grupo de <b>Inglaterra</b>. La expedición iba a estar patrocinada por un grupo de comerciantes, pero finalmente no se llego a un acuerdo y los peregrinos partieron sin fondos y tan sólo con sus pertenencias, entre las que las herramientas y las semillas constituían el bagaje más importante para asentar la colonia.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ambos barcos partieron el 5 de agosto de 1620 con la intención de aprovechar el buen tiempo, pero los problemas surgieron a los dos días: el <i>Speedwell </i>presentaba preocupantes vías de agua en el casco que obligaron a regresar al puerto de <b>Darmouth</b>, para calafatearlo. Después de intensos trabajos, llegaron a la conclusión de que el <i>Speedwell</i> era incapaz de soportar la travesía y decidieron abandonarlo y embarcar a todos los peregrinos en el <i>Mayflower</i>, cuyo capitán, <b>Christopher Jones</b>, consideró que era suficientemente amplio para albergarlos a todos. Sin embargo, una docena de pasajeros y unos veinte tripulantes desistieron ante la perspectiva de atravesar el<b> Atlántico</b> hacinados en un barco sobrecargado.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">El <i>Mayflower</i> rumbo a un nuevo mundo</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNLDYIhokgpSwWPNh2wu54lI7a_DPL7KdEnSjmqoJ7AV3209_QqWzjl2cF_40yS-Nj-wgONllO68TxA-Bi26UQbo83BN4FAXm7PX7INehgkbVoAKkebDqUKuBtNmnSC0UZ_GnnAQIF1lT3/s1589/N%25C2%25BA+52.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1162" data-original-width="1589" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNLDYIhokgpSwWPNh2wu54lI7a_DPL7KdEnSjmqoJ7AV3209_QqWzjl2cF_40yS-Nj-wgONllO68TxA-Bi26UQbo83BN4FAXm7PX7INehgkbVoAKkebDqUKuBtNmnSC0UZ_GnnAQIF1lT3/s320/N%25C2%25BA+52.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;"><i>Escena en el interior del Mayflower durante su travesía por el atlántico Norte. Grabado de la época.</i></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El 16 de septiembre de 1620, el <i>Mayflower</i> logró finalmente zarpar con 101 peregrinos, 34 tripulantes y dos perros como animales domésticos. Los futuros colonos eran 70 hombres y 31 mujeres, con edades comprendidas entre los 20 y los 50 años. Aunque el <i>Mayflower</i> era el barco de mayor tamaño que hasta la fecha había partido en una expedición a Norteamérica, no estaba concebido para el transporte de pasajeros, por lo que éstos tuvieron que instalarse como mejor pudieron en la cubierta inferior, donde estaban los cañones (el <i>Mayflower</i> embarcaba dos por banda), en las cabinas de popa y en el entrepuente. Los escritos de algunos peregrinos relatan la dureza de las condiciones en que se realizó la travesía, las estrecheces, el mareo permanente de muchos de ellos y el hedor de la sentina combinado con la falta de higiene de gran parte de los viajeros. Cuando hacía buen tiempo, los peregrinos pasaban la mayor parte del tiempo en cubierta e incluso cocinaban en ella; cuando las condiciones meteorológicas empeoraban, no se cocinaba y subsistían a base de galletas secas, salazones, guisantes y cerveza. Muchos viajeros se lesionaron por los duros impactos de las olas que los proyectaban contra las maderas del casco. Las penurias de este viaje pronto se hicieron famosas en Gran Bretaña, e influyeron en la colonización de la costa este norteamericana, frenando a muchas familias que temían morir en condiciones terribles. Durante la travesía, realizada en la inclemente época otoñal, el <i>Mayflower</i> se comportó notablemente en los más duros temporales. La tripulación, sin embargo, tuvo un motivo serio de preocupación, cuando, después de varios días de mar de proa, un peregrino descubrió que uno de los principales baos estaba resquebrajado. Según relatan las crónicas, el pánico cundió entre los pasajeros y el capitán <b>Jones</b> estuvo considerando seriamente la posibilidad de volver con vientos de popa a <b>Inglaterra</b>; sin embargo, con unas piezas de hierro, la tripulación realizó una reparación de emergencia que se consideró, y de hecho lo fue, segura.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A principios de noviembre, cuando los gélidos vientos árticos comenzaban a soplar de forma inquietante para los peregrinos, éstos empezaron a percibir el aroma de los bosques de la costa este norteamericana, hasta que, el día 9 de aquel mes, el vigía avistó la silueta del <b>cabo Cod</b>. El <i>Mayflower</i> navegó costeando en dirección sur, hacia la desembocadura del río <b>Hudson</b>, en una región que ellos denominaban <b>Virginia del Norte</b> y que en la actualidad es el <b>Estado de Nueva York</b>. Sin embargo, los peligrosos, bajíos de la zona y las duras rompientes casi les hicieron naufragar, por lo que decidieron virar hacia el norte, para dirigirse a las costas descritas en las precisas cartas náuticas de <b>John Smith</b>. De este modo, doblaron el cabo de<b> Cod</b>, entraron en la protegida bahía y fondearon frente a la costa que hoy ocupa la ciudad de <b>Provincetown</b>. Había concluido un viaje de 63 días, que se saldó con sólo dos muertes por enfermedad, un viaje muy positivo si se compara con las decenas de muertos por escorbuto y disentería que se daban en las travesías de las rutas del sur. Durante este tiempo nació un bebé que recibió el nombre de <b>Océano</b>. Los colonos arribaron a la zona con una temperatura gélida, que anunciaba el duro invierno de la costa este descrito por <b>Smith</b> y otros exploradores, por lo que planearon pasar el invierno usando como refugio y base de operaciones el <i>Mayflower</i>. Con la chalupa realizaron varias exploraciones por la zona, sufriendo la hostilidad de los nativos, pero descubriendo las excelencias del pequeño puerto natural que <b>Smith</b> describió como <b>Plymouth</b>, donde el <i>Mayflower</i> fondeó el 15 de diciembre.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por aquel entonces, los colonos ya habían comenzado a sufrir las consecuencias del riguroso clima, que se sumaban a la dureza del viaje y a la mala alimentación. Al no encontrar verduras y frutos comestibles en los desolados páramos del cabo <b>Cod</b>, el escorbuto empezó a hacer estragos, cobrándose cuatro vidas sólo en las primeras semanas de fondeo; cuando el <i>Mayflower</i> recaló frente a <b>Plymouth</b>, la tuberculosis y la neumonía se cebaron en la sufrida comunidad, segando la vida de la mitad de los peregrinos. De este modo, cuando, al llegar la primavera, la situación se estabilizó, sólo 53 personas, entre colonos y tripulantes, permanecían con vida. Los escritos de los peregrinos, en especial los de uno de sus líderes, <b>William Bradford</b>, reflejan las penurias de aquel invierno, en el que sólo media docena de miembros de la comunidad se mantuvo completamente sana.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con la mejora del tiempo en primavera, los peregrinos empezaron a construir sus casas para afianzar el asentamiento. En un principio no encontraron nativos de los que defenderse, puesto que la tribu <b>Patuxet</b> que habitaba la zona, había desaparecido casi por completo debido a una epidemia de viruela unos cuatro años antes. Los colonos encontraron a uno de los supervivientes de los <b>Patuxet</b>, llamado <b>Tisquantum</b>, que se mostró amistoso y ayudó a los colonos a negociar con las tribus de los territorios vecinos, y les proporcionó una inestimable ayuda en el reconocimiento de la flora y la fauna del lugar.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">La dura pero imparable colonización</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjXl1ez-P_l6v6z-JUdZeQXKNuPnF89nCsyZbV7yYMGAFGy-Iq6nX8gUQicU8PkvEEtFPdU7aSfuTxUn-RVOyAaopD1Cn-yG1aUFyt7Q94ip1W9lzhF6oaF61YnCXuIwFXDRNivQ1KfnF4/s3010/N%25C2%25BA+53.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1895" data-original-width="3010" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjXl1ez-P_l6v6z-JUdZeQXKNuPnF89nCsyZbV7yYMGAFGy-Iq6nX8gUQicU8PkvEEtFPdU7aSfuTxUn-RVOyAaopD1Cn-yG1aUFyt7Q94ip1W9lzhF6oaF61YnCXuIwFXDRNivQ1KfnF4/s320/N%25C2%25BA+53.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Óleo de William Halsall (1882) que representa al Mayflower fondeado en la ensenada de Plymouth durante el crudo invierno de 1620.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Tras los peregrinos del <i>Mayflower</i>, otros 35 colonos llegaron a América un año después, a bordo del <i>Fortune</i>, el segundo barco que arribó a <b>Plymouth</b>. La noticia del asentamiento en la bahía de <b>Plymouth</b> corrió como la pólvora en <b>Inglaterra</b>, y fueron muchos los que se mostraron dispuestos a embarcar hacia las nuevas tierras. Sin embargo, los que inicialmente tenían motivos más poderosos para emigrar eran los disidentes religiosos, especialmente la comunidad de los puritanos, también de origen calvinista pero mucho más radical e intolerante que la de los disidentes embarcados en el <i>Mayflower</i>. Éstos habían desarrollado una comunidad de relativo poder socioeconómico al margen de la sociedad inglesa. Los puritanos estaban dirigidos por un noble rural, <b>John Winthrop</b>, que tenía ideas muy claras sobre cómo organizar la explotación de las nuevas tierras. El líder puritano veía en ellas el sueño mítico de crear una comunidad nueva que, partiendo de cero, siguiera sus severos preceptos a rajatabla.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Winthrop</b> planeó una expedición desde <b>Southampton</b> con 17 barcos de diferentes tamaños que, según sus características y capacidad de carga, transportarían personas, ganado o mercancías. Los viajeros puritanos fueron llegando al puerto acompañados de rebaños y corrales enteros, así como de caballos, bueyes, asnos y mulas. Como la mayoría se negaron a abandonar sus animales, los barcos se fueron sobrecargados mucho más de lo aconsejable. Al final del invierno de 1630, los expedicionarios partieron hacia el nuevo mundo. Decidieron que un primer grupo de siete barcos partiría en convoy y los 10 restantes les seguirían uno a uno. El buque insignia era el <i>Arbella</i>, un galeón mercante algo más pequeño que el <i>Mayflower</i>, donde viajaban <b>Winthrop</b> y buena parte de los líderes más destacados del grupo.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El viaje fue dramático. Los sobrecargados barcos del primer grupo se vieron castigados por una fuerte tormenta a la semana escas de partir. Muchos barcos estuvieron a punto de zozobrar, por lo que la tripulación se vio obligada a arrojar por la borda a los animales más pesados, pereciendo varios tripulantes arrastrados por el oleaje. Después de la tormenta llegaron las enfermedades, como la disentería. En su diario, <b>Winthrop</b> daba cuenta de las penalidades y anotaba las muertes de los peregrinos embarcados en el <i>Arabella</i>; pero, a media travesía, el relato se detuvo bruscamente y sólo se conocen los avatares del resto del viaje gracias a las cartas que envió a los inversores y el resto de sus compañeros una vez arribaron a <b>Nueva Inglaterra</b>. Se supone que <b>Winthrop</b> no quiso alarmar ni a unos ni a otros, para que la corriente migratoria siguiera el curso cuidadosamente planificado. Así, se desconoce el número exacto de peregrinos y tripulantes que fallecieron, pero probablemente fue muy elevado. Ninguno de los 17 barcos se perdió, y el número de colonos que llegaron al nuevo mundo rondaba el millar.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La ruta seguida por el <i>Mayflower</i> y la que adoptaron los barcos de los puritanos que les siguieron para atravesar el Atlántico era la septentrional, la contraria a la de <b>Colón</b>, que aprovechaba los alisios por el sur para luego remontar la costa este con la corriente y los vientos favorables. La ruta por el norte era mucho más directa, ya que duraba como máximo uno dos meses y medio, frente a los más de tres meses (a veces hasta cinco si los alisios caían) de la ruta meridional; pero era mucho más dura y peligrosa para la integridad de los barcos y del pasaje. Los barcos recibían mayoritariamente el viento y el mar de proa, por lo que las maniobras eran continuas, fatigosas y con más averías. Además, esta ruta era mucho más fría y afrontaba de lleno la zona de las borrascas atlánticas, que generaban temporales muy duros; por tal motivo, era inicialmente impracticable en invierno.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">Los recursos de la madera y la pesca</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvAiN5Vz6yOpWjqKgclApnsAnQRD-sSzfHltKO9CF43tlQ0jOIfyAUnv3JTs8MyMBeZMltwcP7hyphenhyphenJzN6oVUP6qNpdFyggLCrZvppIuVqO768ztm8RK20stWKznytrTbYx5zYbLDZudv9pH/s2160/N%25C2%25BA+55.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2160" data-original-width="1453" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvAiN5Vz6yOpWjqKgclApnsAnQRD-sSzfHltKO9CF43tlQ0jOIfyAUnv3JTs8MyMBeZMltwcP7hyphenhyphenJzN6oVUP6qNpdFyggLCrZvppIuVqO768ztm8RK20stWKznytrTbYx5zYbLDZudv9pH/s320/N%25C2%25BA+55.tif" width="215" /></a></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Grabado que muestra los primeros tratos de los colonos asentados en la zona de Plymouth con los indígenas</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Winthrop</b> organizó la comunidad en base a la explotación de los numerosos recursos naturales de la nueva tierra. Después de prosperar en la agricultura y ganadería, estableció los pilares de lo que sería en pocos años el más floreciente negocio de <b>Nueva Inglaterra</b>: la construcción de barcos. Contaba con todos los elementos para el éxito del negocio: bosques interminables de excelente madera; mano de obra barata, procedente de los numerosos campesinos ingleses en paro dispuestos a emigrar; una situación estratégica en la ruta del <b>Atlántico Norte</b>, y la contratación de los mejores carpinteros de ribera ingleses y holandeses.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Winthrop</b> creó aserraderos y astilleros en la bahía de <b>Massachusett</b>, desde <b>Plymouth</b> a <b>Permaquid</b>, destacando los de<b> Medford, Boston</b> y <b>Salem</b>. en la década de 1640, se botaron barcos memorables, como el <i>Blessing of the Bay</i>, el primero que se construyó en 1631 en la zona, o el <i>Desire</i>, un carguero capaz y robusto que despertó admiración cuando, al año siguiente desembarcó su cargamento de pieles, madera, salazones y aceite de bacalao en <b>Southampton</b>. La arribada del <i>Desire</i> fue la mejor tarjeta de presentación de la nueva industria de construcción naval norteamericana. pues llegaron una sucesión de pedidos que garantizaron su éxito.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La industria naval de Nueva Inglaterra prosperó rápidamente y en 10 años pasó a ser una feroz competidora de los asentados astilleros ingleses. La riqueza maderera, tanto en calidad como en cantidad, de los bosques de la costa este, constituyó un elemento decisivo en el equilibrio político-económico que establecieron las nuevas colonias con <b>Europa</b>, y especialmente con la metrópoli, durante los dos siglos posteriores. Las maderas más apreciadas correspondían a los enormes bosques caducifolios y a los pinares, cuya calidad era especialmente indicada para la construcción naval. El descubrimiento de los "bosques que se extendían hasta el infinito" según palabras de <b>Winthrop</b>, que suscribían los relatos de <b>John Smith</b> coincidió en el tiempo con las dificultades de abastecer los astilleros de madera europea, que escaseaba debido a la sobreexplotación, específicamente a la tala incontrolada y la expoliación de los bosques que la carrera naval del siglo XVII había causado. Los portugueses hacia ya tiempo que conseguían la madera en las <b>Indias</b> <b>Orientales</b>, al igual que los holandeses, y los españoles explotaban los bosques tropicales de <b>Centroamérica</b> con diversa fortuna. <b>Inglaterra</b>, sobre todo, aunque <b>Francia</b> también, tuvieron que encarar el problema de la escasez de la madera a finales del siglo XVII, por lo que la explotación de los bosques norteamericanos vino a significar una de sus prioridades económicas y militares. La industria naval de <b>Nueva Inglaterra</b> llegó a construir en 1750, al cabo de unos 100 años de su fundación, un tercio de todos los barcos ingleses; por su parte, los franceses, realizaron un proceso similar, aunque ni mucho menos de tal magnitud, en las explotaciones madereras de <b>Nueva Francia</b>, en el actual<b> Quebec</b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El avance de la construcción naval en <b>Nueva Inglaterra</b> permitió también el desarrollo pesquero de los colonos. Durante los primeros años posteriores a los primeros asentamientos, éstos se dedicaron a la pesca costera en pequeñas embarcaciones. Al disponer de barcos mayores y más sólidos, comenzaron a faenar en alta mar, en los ricos bancos de bacalao, caballa y merluza de <b>Terranova</b>, compitiendo directamente con los pescados ingleses y holandeses que venían faenando en aquella zona desde hacía casi un siglo. Los pescadores norteamericanos pronto aprendieron cómo mejorar las capturas y concibieron los veleros más resistentes y marineros de su época.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">Francia y Holanda en la costa este</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBrDsvjHlYSMapoFBhg3MkeCk7MY5WabGT3MPKXrXfU1HovGQUsjyIy-cGKY1YTV_EFo3v9528FlIy3nOs_XynHQmNl5RHz30D73BBsuOU0KBBbY9BwRFgOW4uJNahxs_O-VXQJwK_-slB/s1841/N%25C2%25BA+58.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1098" data-original-width="1841" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBrDsvjHlYSMapoFBhg3MkeCk7MY5WabGT3MPKXrXfU1HovGQUsjyIy-cGKY1YTV_EFo3v9528FlIy3nOs_XynHQmNl5RHz30D73BBsuOU0KBBbY9BwRFgOW4uJNahxs_O-VXQJwK_-slB/s320/N%25C2%25BA+58.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Montmorenency Falls, en Quebec, Canadá, los saltos de agua descubiertos por el explorador francés Samuel de Champlain.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El siglo XVII supuso para <b>Francia</b> la renovación de su interés por las nuevas tierras de <b>Norteamérica</b>. Siguiendo la iniciativa de <b>Jacques Cartier</b>, quien en el siglo anterior había explorado los ríos del norte, nuevos viajeros y descubridores como <b>Pierre de Guast</b>, señor de<b> Mont</b>, <b>Samuel de Champlain</b> y <b>Étienne Brûlé</b> habían vuelto a despertar a principios del siglo XVII el interéspor las misteriosas regiones más allá del lago <b>Erie</b>; también iniciaron la búsqueda de un paso hacia el oeste, una ruta naval que permitiera acceder de una forma más rápida al continente asiático, aunque fuera a través de los ríos navegables.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Después de los viajes de <b>Champlain</b>, época en la que se llegó a fundar la ciudad de <b>Quebec</b> como capital de la<b> Nueva Francia</b>, pocas iniciativas francesas se habían realizado para explorar los territorios más allá de los <b>Grandes Lagos</b>, cuando los ingleses ya estaban asentados en <b>Nueva Inglaterra</b>. Pero la expansión del comercio hacia<b> Asia</b> llevó a <b>Francia</b> a plantearse de nuevo el descubrimiento de un paso hacia el <b>Pacífico</b> que le permitiera sacar provecho de su inmejorable posición geográfica y poder competir con <b>Inglaterra</b> y <b>Holanda</b> en el floreciente comercio con las <b>Indias Orientales</b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">La colonización de Norteamérica</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWx_ZXgBDXc3G0ygvhrqgDttU3NQ_F07o9BwWic0gMH18DeaZv6cfuN56I4bXglrtqeCcuDvszH4xr4tZtQOAXGnXDRHB_ViduiD2tFikIHvQCUN-oQXRESkAiJpfwxgyTH72Ou21LNCOG/s1702/N%25C2%25BA+59.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1293" data-original-width="1702" height="243" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWx_ZXgBDXc3G0ygvhrqgDttU3NQ_F07o9BwWic0gMH18DeaZv6cfuN56I4bXglrtqeCcuDvszH4xr4tZtQOAXGnXDRHB_ViduiD2tFikIHvQCUN-oQXRESkAiJpfwxgyTH72Ou21LNCOG/s320/N%25C2%25BA+59.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Grabado con la imagen de la ciudad de Nueva Amsterdam, la actual Nueva York, en la época de la colonización de los holandeses.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La denominada <b>Nueva Francia</b> (posesiones territoriales francesas al norte de <b>Nueva</b> <b>Inglaterra</b>) era un territorio en el que la colonización se había desarrollado muy lentamente, tanto por la severidad de sus inviernos y lo inhóspito de sus bosques como por la hostilidad de los indios, principalmente los <b>iroqueses</b>, <b>mohawh</b> y <b>seneca</b>. Las pieles eran la única riqueza que podía atraer a los colonos; la madera era excelente y muy abundante, pero su transporte a <b>Francia</b> era tan costoso que hacía su comercialización prácticamente imposible, a no ser que se encontrara una ruta navegable por los caudalosos ríos de la zona hacia el océano <b>Pacifico</b>. Esa posibilidad haría posible la rentabilidad del comercio de la madera y de otros muchos productos desde <b>Europa</b> a <b>Asia</b>, pues se ahorrarían miles de millas, tal como apuntaban los conocimientos ya bastante precisos que por aquella época se tenían de las dimensiones del globo terráqueo. Éste fue el principal motivo de que en la corte francesa se retomara la idea del paso al oeste que los exploradores de finales y principios de siglo habían buscado con ahínco.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mientras los ingleses iniciaban la colonización de la costa este norteamericana y los franceses lo hacían al norte de las tierras exploradas por éstos, los holandeses ya estaban en la zona, pues hacía tiempo que habían empezado a establecer asentamientos. Al igual que en la expansión hacia las <b>Indias Orientales</b>, los holandeses no tenían el mismo ánimo colonial de los ingleses, sino que sus intereses eran fundamentalmente comerciales. En este sentido, a principio de siglo, sus exploraciones tenían como objetivo buscar asentamientos y puertos que les facilitara el comercio de las pieles con los indios. El único territorio colonizado por los holandeses fue <b>Nueva Holanda</b>, una ciudad cercana a <b>Nueva Amsterdam</b>, la actual <b>Nueva York</b>, plaza fundada en 1624 por la <b>Compañía Holandesa</b> de las <b>Indias</b> <b>Occidentales</b>. Un agente de dicha compañía, <b>Peter Minuit</b>, compró a los indios la isla de <b>Manhattan</b> por unas 60 guineas (unos 24 dólares actuales) con la intención de extender diversos asentamientos a lo largo del río <b>Hudson</b>, cuya principal dedicación fuese el comercio de pieles. Éstos llegaron a alcanzar <b>Fort Orange</b> (la actual <b>Albany</b> y fueron prácticamente monopolizados por la <b>Compañía</b>. Este hecho, junto a la división casi feudal de las tierras desanimó a los posibles colonos holandeses, que acabaron por abandonar la idea de emigrar a la zona. <b>Nueva Amsterdam</b> era el mejor puerto natural de aquel territorio, lo que propició que, en 1664, una flota inglesa atacara la ciudad, conquistándola en un solo día. La población fue rebautizada con el nombre de <b>Nueva York</b> y, aunque los holandeses la retomaron en 1673, quedó definitivamente en manos inglesas en virtud del tratado de <b>Westminster</b> de 1674.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">Los Grandes Lagos, el Mississippi y Luisiana</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghXqVsJNF9kEnWaHuCRTka0qm6ow57Qdp7FNrGwNvuzhqmKl8kJvE3DzBKtBu_3sFH3CVOmKZmTBMBw7maBVumPNk0JsMA-3usZPBogm31uXyhtCst7f4C12A29l4x5X40B2rCJe425h9y/s2127/N%25C2%25BA+62.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1700" data-original-width="2127" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghXqVsJNF9kEnWaHuCRTka0qm6ow57Qdp7FNrGwNvuzhqmKl8kJvE3DzBKtBu_3sFH3CVOmKZmTBMBw7maBVumPNk0JsMA-3usZPBogm31uXyhtCst7f4C12A29l4x5X40B2rCJe425h9y/s320/N%25C2%25BA+62.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">La Salle descendiendo en canoa por el rió Mississippi con la bandera de Francia en la proa. Ilustración del siglo XIX.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El aventurero francés <b>Robert Cavalier de La Salle</b>, residente en la isla de <b>Montreal</b>, puso en práctica, con todas sus consecuencias, la idea del descubrimiento de un paso hacia el <b>Pacífico</b>. <b>La Salle</b> se propuso encontrar un paso navegable hacia <b>Oriente</b> a través de los ríos que afluían a los <b>Grandes Lagos</b>. De las historias que contaban los indios, <b>La Salle</b> prestó especial atención a la que hablaba de la existencia del "gran río" que no era otro que el <b>Mississippi</b>, y su descubrimiento se convirtió en su objetivo primordial.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>La Salle</b> vendió sus propiedades para obtener los fondos necesarios para montar una primera expedición a pie y en canoa por la región de <b>Ohio</b>. El explorador llegó hasta la actual <b>Louisville</b> (<b>Kentucky</b>), asentamiento que él mismo creó, dándole el nombre del rey de <b>Francia</b>, lo que le granjeó, la amistad del gobernador de <b>Nueva Francia</b>, el conde de <b>Frontenac</b>, Cuando la <b>Salle</b> volvió a <b>París</b> para recabar fondos para su proyecto, lo hizo con una carta de recomendación de <b>Frontenac</b> al rey <b>Luis XIV</b>. El explorador se ganó el reconocimiento del monarca y regresó a <b>Norteamérica</b> con suficiente dinero para construir un barco con el que emprender el viaje por los <b>Grandes Lagos </b>hacia el oeste. En <b>Paris</b>, <b>La</b> <b>Salle</b> conoció a <b>Henri de Tonty</b>, un italiano, soldado de fortuna, que se convirtió en su más fiel amigo y aliado; un compañero que iba a ser fundamental en su vida futura. En 1679, un año después de regresar a<b> Nueva Francia</b>, <b>La Salle</b> y <b>De Tonty</b> emprendieron el primer y fundamental paso de su proyecto: la construcción del barco de vela para explorar los <b>Grandes Lagos</b> hacia el misterioso y desconocido <b>Oriente</b>. En un par de meses, <i>Le Griffon</i>, un barco que desplazaba de 45 a 60 toneladas, según cálculos posteriores, y que aparejaba dos palos, fue construido en un aserradero cercano a la conjunción de <b>Cayuga Creek</b> y el río <b>Niágara</b>, donde <b>La Salle</b> hizo construir el fuerte del mismo nombre, y fue botado en el lago <b>Erie</b>. Mientras, el fraile franciscano <b>Louis Hennepin</b>, que se había unido al proyecto, exploraba las gigantescas cataratas, convirtiéndose luego en el primer europeo en describirlas y dibujarlas. El nuevo barco era el primer velero que surcaba las aguas de los <b>Grandes Lagos</b> y el <b>Seigneur de la Salle</b>, que había sido nombrado noble, tenía también en mente crear una flota comercial por los lagos y ríos de la zona. Esta idea despertó una mezcla de admiración y desconfianza entre los comerciantes y jesuitas de la zona, quienes veían en las actividades de <b>La Salle</b>, admirado por los indios seneca, un elemento desestabilizador del pujante comercio de pieles y del espíritu de las misiones cuyo primer empeño era la evangelización de los indígenas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El clima de los Grandes Lagos es especialmente duro en otoño, cuando se producen fuertes tormentas debido al choque de los vientos fríos del norte con los cálidos y húmedos del sur que remontan los valles los valles de los grandes ríos de <b>Norteamérica</b>. En el centro de un lago como el <b>Erie</b>, que tiene 340 km de longitud por casi 90 km en la zona más ancha, estas tormentas pueden llegar a levantar un oleaje considerable, por lo que la navegación se asemeja mucho a la marítima. La Salle intuyó esta situación y diseñó el buque <i>Le Griffon</i> como si de un barco oceánico se tratara, pese a las limitaciones que imponía la navegación fluvial. El navío iba armado con cinco cañones y su casco era de líneas marineras. La expedición de <b>La Salle</b> partió hacia el oeste el 7 de agosto de 1679, una época cercana a las violentas tormentas otoñales. <b>La Salle</b>, secundado por <b>Henri de Tonty</b>, <b>Louis Hennepin</b> y 34 hombres, atravesó el lago <b>Erie</b> costeando la ribera norte. Al llegar al extremo oeste del lago, viró hacia el norte atravesando el actual río <b>Detroit</b>, luego el lago <b>Saint Clair</b> y el río del mismo nombre para desembarcar en el lago <b>Huron</b>. El barco remontó el lago hacia el norte hasta que, al llegar al estrecho <b>Mackinac</b>, una violenta tormenta les detuvo. A mediados de septiembre era demasiado tarde para aventurarse hacia el oeste, por lo que <b>La</b> <b>Salle</b> ordenó cargar el barco con pieles y madera para luego regresar. Sin embargo, el <i>Le</i> <i>Griffon </i>desapareció y nunca más se supo de él.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mientras esto ocurría, <b>La Salle</b> y sus hombres habían descendido en canoa por el lago <b>Michigan</b> y se havían instalado en la inmediaciones del río <b>Illinois</b>, donde el explorador fundó <b>Fort Grévecoeur</b>. La noticia de la pérdida del <i>Le Griffon</i> le llegó a <b>La Salle</b> prácticamente al mismo tiempo que sus hombres iniciaban un motín. Fue un duro golpe para el plan del aventurero francés, pero junto con <b>De Tonty</b>, superaron todas las vicisitudes y, en el verano de 1682, tres años después de haber partido la expedición, llegaron a la desembocadura del río<b> Illinois</b> en el <b>Mississippi</b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El descubrimiento del "gran río" puso eufóricos a los exploradores, pero pronto quedaron decepcionados al darse cuenta de que el río corría casi constantemente hacia el sur en lugar del oeste, como hubieran deseado. Descendieron con las canoas, hasta la desembocadura en el golfo de <b>México</b>. <b>La Salle</b> comprendió que se hallaba en un enclave estratégico para controlar el mar<b> Caribe</b> y luchar contra la hegemonía española. Tomó posesión del amplio territorio adyacente a la desembocadura del río en nombre de <b>Luis XVI</b> y lo llamó <b>Luisiana</b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">Una nefasta expedición</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirO_RqyYmHvps2sqot3Zgd-m9hYI-ovPtzxNmqe5yCIoiwdgNG3_qBWFJW2M0xlR2qOXK6DPw63xD3_icRl9uzskeP1oDolWX_sI7LlgPQjAAe0Z3uVA8QKDIGulhqqktBiE7Fk9iIPqs9/s1887/N%25C2%25BA+63.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1887" data-original-width="1292" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirO_RqyYmHvps2sqot3Zgd-m9hYI-ovPtzxNmqe5yCIoiwdgNG3_qBWFJW2M0xlR2qOXK6DPw63xD3_icRl9uzskeP1oDolWX_sI7LlgPQjAAe0Z3uVA8QKDIGulhqqktBiE7Fk9iIPqs9/s320/N%25C2%25BA+63.tif" width="219" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Grabado que muestra a La Salle tomando posesión del valle del Mississippi en nombre de Luis XIV.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>La Salle</b> regresó al río <b>Illinois</b>, y fundó y organizó una colonia con varios miles de indios. Esta decisión fue muy mal vista en <b>Quebec</b>, donde el conde de <b>Frontenac</b> había sido reemplazado por un gobernador hostil a las ideas de <b>La Salle</b>. Éste decidió regresar a <b>Francia</b> y presentar al rey<b> Luis XIV</b> un ambicioso plan para colonizar <b>Luisiana</b> e invadir una parte de los territorios españoles en <b>México</b>. La idea de <b>La Salle</b> consistía en reclutar 200 soldados franceses y, con la ayuda de varios barcos bucaneros y de unos 15.000 indios, atacar a los españoles. La idea era algo desatinada, pero el monarca accedió a los deseos de <b>La Salle</b>, fundamentalmente porque en aquel momento estaba en guerra con <b>España</b> y, tenía poco que perder. Puso a disposición de <b>La Salle</b> cuatro barcos, el <i>Belle</i>, el <i>Foly</i>, el <i>Saint-Fran-Çois</i> y el <i>Aimable</i>, y los fondos necesarios para la campaña.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El 24 de julio de 1684, el explorador y los soldados zarparon de <b>La Rochelle</b> para lo que iba a ser una de las misiones navales más trágicas de la historia. A los pocos días de navegación, estallaron fuertes disputas entre <b>La Salle</b> y el capitán del <i>Belle</i>, que dividieron a la tripulación, creando un ambiente de amotinamiento que persistió durante el resto del viaje. Más tarde, una tormenta destrozó el aparejo del <i>Aimable</i>, que tuvo que regresar para ser reparado. Para colmo de males, ya en aguas de las <b>Antillas</b>, el <i>Saint-François</i> fue capturado por los filibusteros, perdiéndose definitivamente. En <b>Santo Domingo</b>, tras reunírseles el <i>Aimable</i>, <b>La Salle</b> zarpó para encontrar la desembocadura del <b>Mississippi</b>, a la que había llegado en canoa dos años antes.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sin embargo, nunca llegó. Un tremendo error en la navegación, probablemente por guiarse con cartas erróneas, provocó varios fallos en la estima, que los llevó a 400 millas al oeste de la desembocadura del <b>Mississippi</b>, en la actual bahía de <b>Matagorda</b>, estado de <b>Texas</b>. Los percances continuaron: el <i>Aimable </i>se hundió tras sufrir una vía de agua, la tripulación del <i>foly</i> desertó y decidió volver a <b>Francia</b> por su cuenta, y los hombres que desembarcaron sufrieron una epidemia desconocida, justo cuando comenzaban la construcción de <b>For-Saint-Louis</b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>La Salle</b> creyendo que se encontraba en un brazo de mar de la desembocadura del <b>Mississippi</b>, el mes de octubre de 1685, el francés organizó una exploración por la costa dividiendo a sus hombres en dos grupos; unos iban en canoas y los otros en el <i>Belle</i>. La operación fracasó nuevamente, además de causar la pérdida de 40 hombres, la mayoría asesinados por los indios. Un mes más tarde, <b>La Salle</b> lo intentó de nuevo, pero volvió a fracasar, perdiendo esta vez el <i>Belle</i>, que quedó embarrancado en un bajío. Los indios no cesaban de hostigarlos y la moral de sus hombres decayó a causa del agotamiento y las enfermedades.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>La Salle </b>no se desanimó y planeó pedir ayuda a los colonos de los asentamientos del río <b>Illinois</b> que él mismo había fundado años atrás. Desde allí, esperaba llegar a los <b>Grandes</b> <b>Lagos</b> desplazándose con canoas y conseguir un barco que les llevara de regreso a <b>Francia</b> por el río <b>San Lorenzo</b>. Dejando una guarnición de 20 hombres en <b>Fort-Saint-Louis</b> y con los 17 que se encontraban en mejor estado de salud, el 12 de enero de 1687 partieron hacia el norte, pero se perdieron. Estalló entonces un motín a bordo que acabó con el asesinato de <b>La Salle</b> el 20 de marzo. Sólo cinco supervivientes lograron alcanzar las tierras del norte y regresar a <b>Francia</b>, pero su solicitud de ayuda para los hombres de la guarnición de <b>Fort-Saint-Louis</b> nunca fue atendida por la corte. Al año siguiente, una expedición española que exploraba las costas de <b>Texas</b> buscando la desembocadura de río <b>Colorado</b> encontró el emplazamiento. La fortaleza había sido quemada y arrasada; y por doquier había señales inequívocas de una epidemia de fiebres y restos de los hombres de <b>La Salle </b>masacrados por los indios. Los españoles redujeron a una tribu y con ellos encontraron unos pocos niños franceses, hijos de los colonos que viajaron con <b>La Salle</b>, que sobrevivían retenidos por los nativos. Los españoles los rescataron y los enviaron de regreso a <b>Francia</b> desde el puerto mexicano de <b>Veracruz.</b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La figura de <b>Robert Cavalier de La Salle</b> cayó en el olvido, en buena parte por la incomodidad política que, al conocerse públicamente los hechos, representaba para la corte de <b>Luis XIV</b> el abandono de los expedicionarios. Los navegantes tomaron buena nota de los peligros de las exploraciones mal planificadas, pues fue ésta la causa que prevaleció como explicación oficiosa al trágico desenlace de la arriesgada aventura.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En 1995, unos arqueólogos norteamericanos encontraron los restos del <i>Belle</i> al este de la península de <b>Matagorda</b> e iniciaron una excavación minuciosa. En 2006, la <b>Texas</b> <b>Historical Comission</b> inició un museo con los restos restaurados del barco y con la gran cantidad de objetos hallados junto al pecio. La figura de <b>La Salle</b> volvió a cobrar vigencia como uno de los más sacrificados exploradores de <b>Norteamérica</b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">La recuperación del <i>Belle</i></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i><br /></i></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjspNhOIyesqATbSJQzw-82yBSzDzW1PlUVwKF4ZF2XUEZofLGilEr0JQRhN3r1D02Dd3ytj-vhd5IMhy2HoYCoq8SBATLMV4ss5LsHiYVYMIH4ecBDrh9n5H3J4jEyI7tm9Kr50cQEzn08/s1566/N%25C2%25BA+66.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1169" data-original-width="1566" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjspNhOIyesqATbSJQzw-82yBSzDzW1PlUVwKF4ZF2XUEZofLGilEr0JQRhN3r1D02Dd3ytj-vhd5IMhy2HoYCoq8SBATLMV4ss5LsHiYVYMIH4ecBDrh9n5H3J4jEyI7tm9Kr50cQEzn08/s320/N%25C2%25BA+66.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Los restos del Belle, tal como se encontraron en las primeras excavaciones realizadas en la playa de Matagorda (Texas).</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: justify;">Después de que los españoles descubrieran los restos del <i>Belle</i>, al cabo de un año escaso de su hundimiento, el pecio quedó en el olvido, a pesar de la intensa colonización que experimentó la zona durante las décadas siguientes. No se puso en marcha ninguna iniciativa dirigida a investigar el suceso e intentar encontrar pistas sobre el paradero del infortunado barco durante casi tres siglos, hasta que, en 1970, la <b>Texas Historical comissión</b> inició un proyecto específicamente encaminado a encontrar los restos del buque que utilizaron <b>La Salle </b>y su tripulación en su intento por alcanzar el río <b>Mississippi</b>.</div><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: justify;">En 1995, un equipo de arqueólogos dirigido por <b>Barto Arnold</b>, descubrió el <i>Belle</i> a unos 20 pies de profundidad, al este de la península de <b>Matagorda</b>. Del casco sólo se conservaba una pequeña parte del costillar, y de la quilla sólo quedaba a la vista la única parte que resistió a la voraz broma. Otro hallazgo en el interior del barco fue un esqueleto humano completo y varios restos de huesos. también se encontraron un sinfín de objetos diversos: barriles de pólvora, recipientes de vino y agua, mosquetones, pistolas, balas de plomo, cañones de bronce, restos del aparejo y múltiples objetos personales, como crucifijos, pipas, vasos, etc. Todos los restos fueron recuperados cuidadosamente y desmontados para su posterior reconstrucción.</div><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: justify;">En la actualidad, la <b>Texas Historical Comission</b> está preparando un museo con todos estos restos arqueológicos y una reconstrucción del barco, cuyos trabajos de montaje se iniciaron en el año 2000. Se trata de un proceso tecnológico muy delicado, ya que las maderas deben recibir un tratamiento especial para evitar que se desintegren tras permanecer tres siglos enterradas y sometidas a la acción marina.</div><div class="separator" style="clear: both; font-size: large; text-align: justify;">Desde que los navegantes lusos <b>Vasco de Gama </b>y <b>Álvares Cabral</b> abrieran la ruta hacia las <b>Indias Orientales</b> por el océano<b> Índico</b>, a finales del siglo XV, los portugueses se dedicaron a explorar prácticamente con total exclusividad el comercio marítimo con <b>Asia</b>. La denominada "<b>Ruta de Oriente</b>" había sido desarrollada cada vez con mayor precisión por los comerciantes portugueses, quienes paulatinamente fueron creando importantes bases comerciales de carácter colonial, que llegaron a extenderse desde la costa este de <b>África</b> hasta las islas<b> Molucas</b>. Las potencias del norte de <b>Europa</b>, especialmente <b>Inglaterra </b>y <b>Holanda</b>, que se habían mostrado reticentes a desplegar su poder naval más allá de las costas de <b>Europa</b>, a principios del siglo XVII, se interesaron súbitamente por las entonces denominadas <b>Indias Orientales</b>.</div></span></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-92055617256938741852021-10-27T12:06:00.004-07:002021-10-27T12:06:39.395-07:00La guerra franco-holandesa como banco de pruebas<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL-0SE8NNZqhgLgZjeiUQ449x7xzf0OI71nWmPLDxT5WT6_ewV-0Cczi6uxVCgjEM-VmZ8OF3UyK-ebB7zYaz9joApvpNghbTrr3DKB7KcM9aMKKA9Yeg6ZxrPOmc4es6MWjO9UKHsHUvz/s1190/N%25C2%25BA+45.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="763" data-original-width="1190" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL-0SE8NNZqhgLgZjeiUQ449x7xzf0OI71nWmPLDxT5WT6_ewV-0Cczi6uxVCgjEM-VmZ8OF3UyK-ebB7zYaz9joApvpNghbTrr3DKB7KcM9aMKKA9Yeg6ZxrPOmc4es6MWjO9UKHsHUvz/s320/N%25C2%25BA+45.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Guillermo de Orange desembarca en el puerto de Brixham, el 3 de noviembre de 1688, reclamado por los protestantes para convertirse en Guillermo III, rey de Inglaterra</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En 1672, <b>Luis XIV</b> de <b>Francia</b> organizó la invasión de la república holandesa. El monarca, quien había firmado con los ingleses el tratado de <b>Dover</b> dos años antes, contó con el apoyo de la nueva Marina británica. De este modo indirecto, los ingleses iniciaron su tercera guerra contra los holandeses en los que iba de siglo. El ataque francés fue contenido por <b>Guillermo III de Orange</b>, quien tomó la célebre decisión de abrir los diques que rodeaban <b>Amsterdam</b> para inundar una buena parte del país. Mientras tanto, en el mar, <b>De Ruyter</b> atacaba las flotas inglesas y francesas en <b>Soley Bay</b> en 1672 y en <b>Ostende</b> y <b>Kijkduin</b> en 1673. Los ingleses firmaron la paz con los holandeses en febrero de 1674, en el tratado de <b>Westminster</b>. En 1673, <b>España</b>, la <b>Santa Sede</b> y <b>Lorena</b> formaron una alianza y se pusieron de parte de los holandeses para atacar a<b> Francia.</b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero, de 1674 a 1678, los ejércitos franceses, ayudados por <b>Suecia</b>, por aquel entonces su único aliado, atacaron <b>Flandes</b> y las posiciones holandesas a lo largo del <b>Rin</b>, logrando importantes avances. La guerra concluyó, básicamente, a causa del agotamiento financiero de los contendientes, llegándose al tratado de <b>Nimega</b> en 1678, en el que <b>Francia </b>obtuvo importantes beneficios, como la incorporación de amplios territorios en <b>Flandes</b>.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Otra vertiente de esta Guerra se desarrolló en el <b>Mediterráneo</b>. En 1674, los sicilianos se sublevaron contra los españoles. El 22 de abril de 1676, a la altura de <b>Augusta</b>, la flota francesa de <b>Duquesne</b> acudía en auxilio de los sublevados cuando se topó con la flota holandesa. Se trataba de la escuadra que comandaba el almirante <b>De Ruyter</b>, cuyo buque insignia era el magnífico <i>Zeven Provincien,</i> de 100 cañones y tres cubiertas. La batalla no tuvo un claro vencedor, pero los holandeses lograron que <b>Sicilia</b> continuara bajo el poder español; sin embargo, el precio que pagaron fue alto: un cañonazo dejó sin piernas a</span><b><span style="font-size: large;"> </span><span style="font-size: large;">M</span></b><span style="font-size: large;"><b>ichiel</b> <b>Adriaanszoon de Ruyter</b>, quien murió en la cubierta de su propio barco. La muerte del almirante supuso un duro golpe para <b>Holanda</b>, donde era considerado como un héroe nacional, y este hecho, en cierto modo, marcó el inicio de su lento declive naval.</span></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-51898783023288766012021-10-25T12:46:00.005-07:002021-10-26T12:29:54.782-07:00Las novedosas velas de estay<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2IfZSVFLg7jLFwSYNmXVVZ9bYj5L9nNI-RhUAMl3mGbrb7sXs5l4729p1BhNOgIKVRbcjboOCxrniACnpQ_V9RxFHbqXcQ_TNmr5KhUDhmI3fHj3sIwHl_YC1DcxGSuUNIIwD5-0dMeAv/s2129/N%25C2%25BA+44.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1626" data-original-width="2129" height="244" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2IfZSVFLg7jLFwSYNmXVVZ9bYj5L9nNI-RhUAMl3mGbrb7sXs5l4729p1BhNOgIKVRbcjboOCxrniACnpQ_V9RxFHbqXcQ_TNmr5KhUDhmI3fHj3sIwHl_YC1DcxGSuUNIIwD5-0dMeAv/s320/N%25C2%25BA+44.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;"><i>Puerto con la </i>Villa Medici<i>, óleo de claude de Lorena (1637). En la proa del barco de línea que aparece en primer término se puede apreciar el torrotito con la sobrecebadera cargada en el bauprés.</i></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En la década de 1670 aparecieron las velas de estay entre los palos, una novedad importante en el aparejo. Denominadas comúnmente "entrepalos", las primeras velas de este tipo eran triangulares y de cuchillo, y se aplicaron a los tres palos: la vela de estay de mayor, la de gavia y la de mesana. Éstas, sin embargo, no se desarrollaron en los barcos de rangos superiores hasta bien entrada la década de 1680, cuando, después de apreciar sus ventajas, especialmente la ganancia de velocidad con el viento de través, fueron incorporadas a la mayoría de barcos de línea. El incremento de superficie velica, aportado principalmente por las velas de estay, complicó la maniobra de cubierta, que registró un aumento de la cabullería y de la complejidad de las maniobras; en contrapartida, el sensible incremento de la velocidad cuando el viento incide perpendicularmente sobre el barco, se tradujo en los 13 nudos que lograron alcanzar los navíos con velas de entrepalos, algo inusual hasta entonces.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero la adopción de estas velas obligó a los contramaestres a dictar normas muy precisas sobre el orden de la maniobra a bordo. Con el aumento de la complejidad de la jarcia de labor y de las maniobras, el puesto del contramaestre se revalorizó en grado extremo en los nuevos barcos, y las tripulaciones eran seleccionadas con mayor rigor. Estas circunstancias encarecieron los presupuestos de las marinas de guerra a causa de la necesaria formación previa y del aumento de salarios de los marineros.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En las velas de proa también hubo nuevas aportaciones, como el torrotito, una vela cuadrada que se que se instaló en el extremo del bauprés, sostenida por un pequeño mastelero, un poco más a proa de la cebadera. El torrotito solucionó en buena medida el principal problema que tenían los barcos más pesados de aquella época, que, al ser todavía más altos de popa que de proa, eran de difícil gobierno con vientos portantes ( los que inciden en el barco entre el través y la popa). Los holandeses y los ingleses fueron los primeros en adoptar el torrotito, y sus barcos mejoraron notablemente su capacidad de gobierno. Pero esta vela, también denominada sobrecebadera, era incómoda de manejar y poco práctica, y desapareció definitivamente hacia 1730, al ser sustituida por los foques.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">la competencia técnica entre Inglaterra y Francia</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Inicialmente, los holandeses quedaron algo al margen delas rígidas clasificaciones a las que fueron sometidos los barcos ingleses y franceses. En los combates contra los holandeses, los barcos ingleses se mostraron en general superiores debido, fundamentalmente, a su mayor tamaño y calado (lo que les proporcionaba una mayor estabilidad) y al mayor número de "grandes cañones" que transportaban. La superioridad artillera inglesa fue notable durante prácticamente toda la época en la que los cañones se cargaban por la boca. Sin embargo, hacia el último tercio del siglo XVII, la superioridad de los nuevos barcos de línea franceses comenzó a manifestarse ante los ingleses. Las reformas impulsadas por <b>Colbert</b>, quien puso especial énfasis en desarrollar un sofisticado sistema de construcción en los astilleros, basado en una aproximación científica al diseño y a la construcción naval, empezó a dar sus frutos. El propio <b>Samuel Pepys</b>, que por entonces era Secretario de Marina inglesa, señalaba el hecho de que un barco de guerra francés de 70 cañones presentaba la primera cubierta de cañones a una altura de cuatro pies por encima de la línea de flotación, mientras que un barco inglés equivalente la tenía sólo a tres pies. Así, el barco francés disponía de una manga mayor, características que, por otra parte, proporcionaba una plataforma más estable a los cañones.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta mayor manga preocupaba a <b>Pepys</b>. En uno de sus célebres diarios, se refleja la atención que atrajo el barco francés de 74 cañones <i>Superbe</i>, en una visita a Spithead en 1672. La majestuosa nave tenía una obra muerta sensiblemente más alta que su equivalentes inglesas, y <b>Pepys</b> escribió a sus maestros de ribera conminándoles a construir barcos con más manga. También encargó a sir <b>Anthony Deane</b>, el autor del célebre <i>The Doctrine of</i> <i>Naval Architecture</i>, construir una copia del <i>Superbe</i>, el <i>HMS Harwick</i>, del que se hicieron nueve ejemplares idénticos.</span></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-88815493122854925602021-10-20T12:10:00.004-07:002021-10-22T12:29:41.961-07:00La "línea de batalla" y las clasificaciones de los barcos<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijPSD1IxFN6MKi3xu9SIlW3WV8KxI85HCh1OvDVFeBDiF4jliwJkpNFETc5LOQhDBFYr74_0DBPgg_xETezL4B5weiRF5Nn4NwXVNoSTVQ2-N_t16JXlcDPLy3OCwWI92ryzwgS_Ksty5Z/s2123/N%25C2%25BA+39.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1627" data-original-width="2123" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijPSD1IxFN6MKi3xu9SIlW3WV8KxI85HCh1OvDVFeBDiF4jliwJkpNFETc5LOQhDBFYr74_0DBPgg_xETezL4B5weiRF5Nn4NwXVNoSTVQ2-N_t16JXlcDPLy3OCwWI92ryzwgS_Ksty5Z/s320/N%25C2%25BA+39.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Grabado que muestra varios barcos de línea navegando con viento duro. La estabilidad de los barcos de guerra mejoró notablemente en la segunda mitad del siglo XVII.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Uno de los factores más significativos de los combates navales entre holandeses, ingleses y franceses durante la segunda mitad del siglo XVII, fue la aparición de la denominada "línea de batalla". La finalidad de la "línea", en la que los barcos se colocaban proa con popa, siguiendo los movimientos del buque insignia que navegaba en primera posición, era la de poder concentrar la máxima potencia de fuego sobre el enemigo y recibir los menores daños posibles. También en aquella época, las tácticas militares terrestres vivían la efervescencia del combate en línea: los avances de la infantería, la disposición de la artillería y las cargas de la caballería se realizaban de forma ordenada y con todo el utillaje escrupulosamente alineado. Los militares aprovechaban de este modo la máxima concentración de fuego sobre el enemigo. Los estrategas navales fueron a buscar soluciones muy parecidas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La primera constancia que tenemos del uso de la formación en línea se remonta a la primera guerra anglo-holandesa. Hasta entonces, las batallas navales en el <b>Canal de la Mancha</b> y el mar del<b> Norte</b> se habían desarrollado con mucho viento y con un número escaso de barcos. Las crónicas narran unas batallas confusas, en las que los barcos se dispersaban de tal modo que tardaban luego varios días en reagruparse. Por el contrario, en los combates entre ingleses y holandeses, lucharon por primera vez dos flotas de muchos barcos que se alinearon lado a lado para el combate. La táctica consistía en mantener esa posición y bombardease sin descanso hasta que una no podía mantener la línea y quedaba a merced de su rival. La primera consecuencia de esta estrategia fue la necesidad de que las líneas se formasen con barcos de similares características. El mismo año de la guerra anglo-holandesa, los ingleses establecieron su primera clasificación de barcos de guerra, en tres clases, según los cañones que era capaz de transportar cada buque. Lo más significativo de esta ordenación era la exigencia de que los barcos de una misma clase debían poseer prestaciones casi idénticas; es decir, debían alcanzar la misma velocidad y tener la misma capacidad de maniobra. Estos requisitos eran fundamentales para mantener la línea con las mismas configuraciones de aparejo y, por tanto, con tripulaciones entrenadas con los mismos códigos de maniobras. Eso supuso la definitiva militarización de la Marina: de ese modo, se ganaba en eficiencia y se reducían los costes de producción de los barcos, que podían construirse con los mismos patrones y compartir armazones idénticos. Diecisiete años más tarde, los franceses establecieron su propia clasificación basándose en la eslora.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta nueva táctica de combate naval y el nuevo diseño de los barcos coincidió con cambios significativos en la estructura de los mismos. A mediados del siglo XVII, los castillos de proa y de popa disminuyeron notablemente hasta que desapareció prácticamente el de proa. A popa del palo mayor sólo aparecían la cubierta del alcázar y la toldilla. Los maestros de ribera buscaban bajar el centro de gravedad, con lo que el barco ganaba estabilidad, y ello permitía izar más superficie velica, ganando velocidad, pero también se volvieron más exigentes en cuanto a la necesidad de una tripulación bien preparada. Los barcos ganaron en capacidad de maniobra y gobernabilidad en todo tipo de condiciones meteorológicas. Para conseguirlo, se crearon aparejos de maniobra más sencilla y, aparte de que las líneas del casco permitían una mayor docilidad de la dirección, se adoptó la rueda de timón con guardines. Las ventajas de este nuevo sistema eran notables; por un lado, la rueda de timón permitía un mayor ángulo de giro de la pala, y con mal tiempo no se aplicaban ya aparejos especiales para gobernar, como ocurría en las timonerías de principios del siglo XVII. la rueda movía la pala mediante un sistema de transmisión con poleas que discurrían bajo cubierta, ésta se despejaba y se ganaba en precisión en la maniobra y el gobierno de la nave. Con todas estas mejoras, a los timoneles se les hizo más fácil mantener la línea de batalla con el alto grado de precisión exigido por los almirantes.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta evolución en el diseño y en la construcción de los cascos fue fundamental e influyó notablemente en el rápido desarrollo que experimentó el navío de guerra durante el siglo XVIII. En 1670, el miembro del Parlamento británico, sir <b>Anthony Deane</b>, publicó <i>Doctrine</i> <i>of Naval Arcitecture</i>, un manual considerado como una recopilación evolucionada de las referencias portuguesas que habían prevalecido durante la primera mitad del siglo. En este texto, <b>Deane</b> abogaba por abandonar definitivamente la construcción de los buques con un mismo patrón para todas las cuadernas y hacerlo asignando curvaturas específicas a cada una de ellas. <b>Deane</b> mostraba planos de barcos con las dos cubiertas más bajas continuas, disposición ideal para favorecer la instalación de línea de cañones.Siguiendo estas indicaciones, los maestros de ribera aumentaron también la curvatura de la parte baja de las cuadernas para lograr una mayor flotabilidad.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Este sistema se adoptó progresivamente en toda Europa y, a principios del siglo XVIII, todos los barcos de línea se construían según esta técnica. Así, se concibieron cascos basados en el concepto de las "líneas de agua", es decir, diferenciando las curvaturas de la obra muerta, más acusadas, para poder disponer así de más cubiertas artilladas y colocar más cañones en cada una de ellas. Progresivamente, se fueron construyendo de forma solida, con doble forro de roble, y se fue reforzando el casco longitudinalmente con tablones por debajo de los portillos de los cañones. Se formaban así grosores que iban de los 46 a los 65 cm, y en la obra viva se empezaron a añadir laminados de cobre para evitar los efectos destructivos de la broma. En la segunda mitad del siglo XVII, los ingleses fueron los primeros en introducir estos laminados de cobre en los cascos. La broma, también denominada teredo, es un caracol de caparazón cilíndrico originario del mar <b>Caribe</b> que horada y penetra en la obra viva de los cascos de madera, llegando a inutilizarlos para la navegación. La broma había sido un auténtico problema para las flotas de Indias españolas y portuguesas durante el siglo XVI, limitando notablemente la vida media de los barcos y obligando a las tripulaciones a revisar constantemente los cascos. El recubrimiento con cobre fue una gran solución contra la broma, pero añadió graves problemas de corrosión de las piezas de hierro del aparejo a causa del fenómeno de la electrólisis, lo que obligó a revisar constantemente todo tipo de pernos y clavos para evitar graves roturas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los avances en la solidez de los cascos fueron a la par con la ganancia en estabilidad. El arrufo, la curvatura de los cascos que hace elevar la proa y la popa, fue disminuyendo progresivamente, llegando, al final de la tercera guerra holandesa de 1675, a ser muy poco importante.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al desaparecer el castillo de proa, los maestros de ribera pronto se dieron cuenta de que de ese modo bajaba el centro de gravedad, con lo que el barco se volvía más estable y se podía izar más superficie bélica. Al conseguir una mayor velocidad, también eran capaces de mantener un ángulo de escora más aceptable para disparar los cañones de forma efectiva. El mayor inconveniente de estas características era que los barcos de línea precisaban indispensablemente de tripulaciones muy bien preparadas y estructuradas en especializaciones.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las necesidades de potencia bélica se pudieron cubrir gracias al avance que se registró en el aparejo, especialmente en la estructura de la arboladura y la jarcia; esto permitió que, a lo largo del siglo XVII, los barcos de guerra experimentaran sensibles cambios en la estructura del velamen; la experiencia de más de un siglo y medio de navegación oceánica había permitido desarrollar palos, masteleros y vergas más resistentes, sobre todo por las notables mejoras en los sistemas de unión de los masteleros mediante cofas y tamboretes, y de las vergas a los palos mediante racamentos. Gracias a ello, los carpinteros de ribera proyectaron arboladuras cada vez más altas que podían soportar un mayor número de velas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Para aumentar la superficie de velamen, los maestros especialistas en las jarcias diseñaron la pieza en la que se arraigaban los amantillos para regular la posición de las vergas por encima de las cofas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sin embargo, hasta 1650, el palo de mesana se mantenía con la misma estructura, con una verga menos que el trinquete y el mayor, incluso en las unidades más grandes, y no aparecieron los palos de mesana con dos velas cuadradas sobre la latina (sobremesana y perico) hasta las últimas décadas del siglo. Los franceses fueron los primeros en desarrollarlos en sus barcos de línea, y en seguida fueron adoptados por las Armadas de <b>Gran Bretaña</b>,<b> España</b> y <b>Holanda</b>.</span></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-2001188866689359292021-10-17T12:29:00.001-07:002021-10-17T12:29:25.610-07:00El nacimiento del barco de línea<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikRo-nz2pVO_VtdRpOeGZtprdl8O__BNjonpShhqz1tnpyjkiQyHy3aJ6FxemcgMAuy_R88EsB-Kj5_5A4xVF4cx82c_sJgZsdGeHwuhbxRXD-MTPjJuEV61JXZ6K4vl81uVqkE7gom24h/s1521/N%25C2%25BA+38.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1159" data-original-width="1521" height="244" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikRo-nz2pVO_VtdRpOeGZtprdl8O__BNjonpShhqz1tnpyjkiQyHy3aJ6FxemcgMAuy_R88EsB-Kj5_5A4xVF4cx82c_sJgZsdGeHwuhbxRXD-MTPjJuEV61JXZ6K4vl81uVqkE7gom24h/s320/N%25C2%25BA+38.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;"><i>En este óleo de Claude Gellée (1639) encargado por el rey de Francia Luis XIV, ya se aprecian los primeros cambios, (el bauprés dispone de cebaderas) que mejoraron los buques en aquel siglo.</i></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Tanto el administrador naval <b>Samuel Pepys</b> en <b>Inglaterra</b>, como el ministro de <b>Luis XIV</b>, <b>Jean-Baptiste Colbert</b>, en <b>Francia</b>, crearon sus respectivas Armadas a partir de un concepto de barco totalmente nuevo. En 1653, Oliver Crowell había ordenado redactar unas "Instrucciones de combate" para la Marina inglesa. En ellas se obligaba a los almirantes y oficiales a combatir formando filas con los buques, cada uno siguiendo la popa de su predecesor para oponer uno de los costados al enemigo y dirigir así el fuego sobre él. Las experiencias en los combates navales durante la guerra anglo-holandesa vinieron a confirmar la validez de estas instrucciones, lo que supuso un notable cambio en la concepción de la embarcación de guerra, originando el modelo que se denominó "barco de línea.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Este nuevo concepto de barco se desarrolló principalmente según los conocimientos acumulados durante la primera mitad del siglo XVII, época en la que los galeones españoles llegaron a su punto culminante y sirvieron de modelo a los ingleses y franceses para construir barcos más artillados. Estos conocimientos quedaron registrados básicamente en dos tratados publicados por los portugueses: el <i>Arte para fabricar y aparejar naos</i> (1611) de <b>Thomé Cano</b> y el <i>Liuro de traças de Carpintaria</i> (1616) de <b>Manuel Fernandes</b>. Estos manuales fueron los más consultados de la época y constituyeron la base técnica que permitió avanzar hacia la construcción de grandes unidades. A mediados del siglo XVII, los avances en artillería habían hecho del cañón naval el arma decisiva en los combates en el mar. Los cañones se distribuían a ambos lados de los barcos, alineados de proa a popa. Cada línea de cañones se disponía sobre una cubierta que debía ser lo más plana posible para que los artillero pudieran maniobrar fácilmente. Lógicamente, cuantas más cubiertas con cañones tuviera el barco, mayor era su capacidad de fuego y, por consiguiente, mayor su valor militar.</span></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-26466734994579748942021-10-14T12:38:00.001-07:002021-10-15T12:23:00.235-07:00Dos políticos clave en el desarrollo de la Marina de guerra<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizYhAIAN4sk_OFfMJ72du04E-JpVdKqzLTmMpT_dZq6btRcCdXCGnmMGQ2nZiKbebGKJqxIGBRgpWokBPHC2QZP4Z05SUEHE6rbRwTPOpWyI5terz9GfbwvpvTLixXI_FOOW3LjAGk5t-u/s779/N%25C2%25BA+37.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="749" data-original-width="779" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizYhAIAN4sk_OFfMJ72du04E-JpVdKqzLTmMpT_dZq6btRcCdXCGnmMGQ2nZiKbebGKJqxIGBRgpWokBPHC2QZP4Z05SUEHE6rbRwTPOpWyI5terz9GfbwvpvTLixXI_FOOW3LjAGk5t-u/s320/N%25C2%25BA+37.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Jean-Baptiste Colbert (1633-1703), secretario de Estado para la Marina e intendente de finanzas bajo el reinado de Luis XIV. Proyectó la industria naval francesa y convirtió a Francia en una potencia marítima.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Samuel Pepys</b> en <b>Inglaterra</b> y <b>Jean-Baptiste Colbert</b> en <b>Francia</b>, fueron dos personajes decisivos en el proceso de transformación de las marinas de guerra de la época. Hijo de un sastre de <b>Londres</b>, <b>Samuel Pepys</b> llegó a ostentar los cargos de secretario del <b>Almirantazgo</b> y presidente de la <b>Royal Society</b>, entre otros. Confidente de los reyes <b>Charles II</b> y <b>James II</b> y amigo de personajes como <b>Isaac Newton</b>, el escritor <b>John Evelyn</b> y el científico y arquitecto sir <b>Christopher Wren</b>, todos miembros fundadores de la <b>Royal</b> <b>Society</b> de <b>Londres</b>, <b>Pepys</b> fue el hombre políticamente más influyente de la época en Inglaterra y el principal impulsor de las ciencias y las humanidades en aquel país. Fueron famosos sus <i>Diarios</i>, que hoy son considerados como una excelente referencia de la sociología, la política, el arte y la ciencia de la época. <b>Pepys</b> era un hombre fascinado por el mar y los barcos. Durante la época en que estuvo al frente de la Marina inglesa (1660-1668), luchó con denuedo para convertirla en la más poderosa del mundo, convencido de que ésta iba a ser la principal baza que <b>Inglaterra</b>, como isla y como potencia colonial, iba a tener que jugar en su historia. <b>Pepys </b>vigilaba muy de cerca el trabajo de los famosos <b>P</b></span><span style="font-size: large;"><b>hineas</b> y <b>Peter Pett</b>, los maestros de ribera que habían creado el <i>Sovereign of the Seas</i>, y abogaba con firmeza por los navíos de tres puentes para sustituir a los clásicos galeones armados habituales de la primera mitad del siglo.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Promovido por el cardenal<b> Mazarino</b>, de quien fue su hombre de confianza, <b>Jean-Baptiste</b> <b>Colbert</b> ocupó el cargo de secretario de estado para la Marina e intendente de finanzas bajo el reinado de <b>Luis XIV</b>. La gestión de <b>Colbert</b> transformó profundamente la estructura económica de <b>Francia</b> y significó el fomento de la industria y el arte en general en el país galo, aunque las mejoras más notables quedaron de manifiesto en el ámbito naval. Cuando se puso al frente de la institución de la Marina,<b> Colbert</b> se encontró con que la flota había ido quedando anticuada y sin proyectos de renovación durante el mandato de <b>Mazarino</b>; entonces, se propuso afrontar se reestructuración y mejora como objetivos prioritarios de su mandato. Creó una clasificación de los barcos de guerra por zonas: barcos de línea en el <b>Atlántico</b>, ordenados por clases de forma similar a la inglesa, y galeras en el <b>Maditerráneo</b>; fortificó los puertos y estructuró los sistemas de señales. También logró crear, como en <b>Suecia</b>, una Marina absolutamente profesional, instalando escuelas navales en <b>Rochefort</b>, <b>Dieppe</b> y <b>Saint-Malo</b>. Logró que los magistrados enviaran a los convictos como galeotes (remeros) a las galeras mediterráneas. Bajo su mandato se modernizó el arsenal de <b>Tolón</b> y creó uno nuevo en <b>Rochefort.</b> Como amante del arte y muy en la línea de <b>Luis XIV</b>, fomentó la decoración de los barcos, encargando trabajos a los más prestigiosos artistas del momento, como <b>Pierre Puget</b>. <b>Colbert</b> hizo especial hincapié en las ayudas a la construcción naval francesa, estableciendo incentivos a los armadores que encargaban los barcos en <b>Francia</b>. Bajo su mandato, <b>Francia </b>no perdió el paso en el cambio marcado por <b>Inglaterra</b> y, a finales del siglo, se constituyó como segunda potencia naval del mundo.</span></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-3083941289027160402021-10-14T12:27:00.002-07:002021-10-14T12:27:40.215-07:00Los grandes cambios de mediados del siglo XVII<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjygnrdQmrsLBi4LJlOs5wKcjDquaqsU3p11IMzWg5kMHhGSjuoSOFeUWDIDkGRcN4BvsEFBa7VEbb3gLeKJ7-jJ1MruSHwk9WY5MyKK_txZRITugNk33sFPII9yO7GbcxcIpcijJNQ_gkc/s2845/N%25C2%25BA+36.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2131" data-original-width="2845" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjygnrdQmrsLBi4LJlOs5wKcjDquaqsU3p11IMzWg5kMHhGSjuoSOFeUWDIDkGRcN4BvsEFBa7VEbb3gLeKJ7-jJ1MruSHwk9WY5MyKK_txZRITugNk33sFPII9yO7GbcxcIpcijJNQ_gkc/s320/N%25C2%25BA+36.tif" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Óleo que representa la batalla de los Cuatro Días, en el contexto de la segunda guerra anglo-holandesa, una gran victoria del almirante holandés De Ruyter.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">A mediados del siglo XVII, tras decenios de constantes enfrentamientos navales entre las grandes potencias europeas, se produjeron una serie de acontecimientos clave en el devenir de la historia marítima mundial, que causaron una importante transformación del concepto que hasta entonces se tenía sobre los barcos en general, pero muy especialmente de los de guerra. Inicialmente, los protagonistas de esta transformación fueron <b>Inglaterra</b>, <b>Francia</b> y <b>Holanda</b>, aunque luego intervinieron los países escandinavos, especialmente <b>Suecia</b>. Estos países eclosionaron como potencias marítimas entre 1640 y 1670 aproximadamente, y las guerras y los conflictos de intereses comerciales con sus florecientes colonias marcaron la pauta de la transformación del valor estratégico y táctico del barco de guerra. En primer lugar, <b>Holanda</b> de había fortalecido notablemente después de haber estado guerreando interminablemente para liberarse del yugo español. Aunque la mayor parte de los combates de estas guerras se libraron en tierra, los más decisivos tuvieron lugar en el mar: la ya mencionada batalla de las <b>Dunas</b>, en 1639, supuso la confirmación de <b>Holanda</b> como potencia naval militar y la consolidación de la marina como elemento vital en la estrategia política, comercial y militar de las potencias europeas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las derrotas sufridas por los marinos ingleses frente a los holandeses no aceleraron el proceso de cambios con que ya se había iniciado el conflicto bélico. Por aquel entonces, <b>Samuel Pepys</b> era el administrador naval del rey <b>Carlos II</b> y estaba promoviendo profundos cambios en la organización de la Marina y fomentando el desarrollo de un nuevo concepto de barco de guerra.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Durante la primera guerra contra <b>Holanda</b>, los ingleses habían efectuado una clasificación de los barcos de guerra con la finalidad de organizar la Marina y trazar unas normas tácticas básicas para la batalla naval. En 1653, había nacido el concepto de "barco de línea"; es decir, un buque pensado para combatir formando una fila continua, la única forma de atacar todos a la vez al enemigo. Había seis tipos de barcos básicos, clasificados en clases en función del número de cañones que llevaba cada uno. Los franceses, alentados por <b>Colbert</b> y siguiendo su tradición de copiar y mejorar los barcos ingleses, también realizaron una clasificación similar algo mas tarde, en 1670.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con la especificación de las tácticas de combate y clasificación de los buques, comenzó una auténtica revolución en el diseño y concepción de los barcos de guerra que se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XVII, llegando a su plenitud en el XVIII. Atrás quedaban los galeones y los barcos singulares armados aleatoriamente. LaMarina de guerra se estructuraba rígidamente y aprovechaba las nuevas técnicas de construcción que se creaban en los talleres de los maestros de ribera para construir barcos mayores, más poderosos y maniobrables con los que dominar los mares.</span></div><p></p>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-21510888217565924332016-12-11T15:21:00.015-08:002021-10-12T12:10:02.633-07:00Todas las potencias en guerra<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAJKtgjYhuIDdJGIkkYIJ2Ca_AQwc4pmUNfFJeSHmZkphNyBxXcdAjLOnUzjSoBqyqK8LwCE3QZXE19HiSSmNraQfhWhnywO2cUS11OBYKfa7lLjT4IPbM_WGx2f9grTsreNeJyuVra6h3/s1600/N%25C2%25BA12.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAJKtgjYhuIDdJGIkkYIJ2Ca_AQwc4pmUNfFJeSHmZkphNyBxXcdAjLOnUzjSoBqyqK8LwCE3QZXE19HiSSmNraQfhWhnywO2cUS11OBYKfa7lLjT4IPbM_WGx2f9grTsreNeJyuVra6h3/s400/N%25C2%25BA12.tif" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Combate naval, según un óleo del pintor flamenco Cornelis de Weel, de mediados del siglo XVII.</span></div>
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<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
En <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa_Occidental">Europa occidental</a></b>, el siglo XVII vino marcado por la durísima competencia entre las potencias marítimas abocadas al<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Oc%C3%A9ano_Atl%C3%A1ntico"> Atlántico</a></b>. Las primeras en llevar el conflicto al <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Caribe">Caribe</a></b> y a las costas de Sudamérica fueron <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b>. Más tarde <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> entró de nuevo en guerra contra <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b>, y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> y<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda"> Holanda</a></b> mantuvieron dos sangrientas guerras que se libraron en el mar. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Noruega">Noruega</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dinamarca">Dinamarca</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_sueco">Suecia</a></b> dirimieron su poder naval en la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Kalmar">Guerra de Kalmar</a></b>.</span></div>
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El siglo XVII se inició con un notable incremento de la actividad marítima en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa">Europa</a></b>, tanto en el ámbito militar como en el comercial. La militarización masiva de los barcos provocó un problema técnico que no se resolvió aceptablemente hasta finales del siglo. La exigencia de una potencia de fuego cada vez mayor generaba, por un lado, un sustancial incremento del peso y, por otro, la necesidad de aumentar el número de cubiertas para alojar el cada vez más elevado número de cañones. Sin embargo, los estrategas militares se daban cuenta de la importancia que tenían la velocidad y la maniobrabilidad en los combates navales, por los que maestros de ribera se encontraban frecuentemente ante una situación contradictoria, difícil de resolver.</span></div>
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
En aquella época, los barcos se construían con métodos heredados, directamente y casi sin alteraciones, del siglo anterior. Se utilizaban procedimientos totalmente empíricos, sin ninguna base teórica, pues por aquel entonces se desconocían los principios de hidrodinámica y aerodinámica. Los carpinteros de ribera trasmitían sus conocimientos de maestro a discípulo, por lo menos hasta las últimas décadas del siglo XVI, cuando empezaron a publicarse los primeros tratados sobre construcción de barcos. En cada país de seguían los métodos tradicionales de la zona, y los maestros de ribera innovaban a menudo, copiando las características más interesantes de los barcos extranjeros que recalaban en sus costas. Esta situación se produjo principalmente a finales del siglo XVI y principios del XVII, época en la que confluyeron una gran variedad de buques de distintas características navegando por el mundo. Cada país, según sus circunstancias políticas, económicas y militares, incorporaba las distintas tendencias de diseño y las nuevas técnicas de construcción naval. Durante la primera mitad del siglo XVII,<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a"> España</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Venecia">Venecia</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Portugal">Portugal</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> e <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> fueron los países más innovadores. Los cambios en los métodos de construcción no se produjeron hasta la segunda mitad del siglo; fue en el momento en que se alcanzaron soluciones válidas al dilema entre la capacidad de carga de armamento y las cualidades marineras, que llevaron al desarrollo definitivo de los barcos de línea. De la misma época proceden los primeros proyectiles de cadena y los elementos rotatorios destinados a destrozar las velas y el aparejo de los barcos enemigos; estas tácticas fueron adoptadas de forma desigual por las marinas europeas, pero sentaron un precedente que influyó en el desarrollo naval de la segunda mitad del siglo XVII.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Los barcos de guerra de la primera mitad del siglo XVII</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEulgUk6SvsSbgh8dtB2sCbzaT_FbF7d4pOoSupXsSRkYxmQkLdppQEhyjgvBQ3MuYttGK3dBkJ8LBl1AtfXm6xCV8Yn7nqjh9AIAXpWJQGwHb8a1sbNVdzwFoUK6KrZLfdRxEUcHYytdt/s1600/N%25C2%25BA13.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="227" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEulgUk6SvsSbgh8dtB2sCbzaT_FbF7d4pOoSupXsSRkYxmQkLdppQEhyjgvBQ3MuYttGK3dBkJ8LBl1AtfXm6xCV8Yn7nqjh9AIAXpWJQGwHb8a1sbNVdzwFoUK6KrZLfdRxEUcHYytdt/s400/N%25C2%25BA13.tif" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Pintura italiana anónima que muestra una flota de barcos de guerra de la segunda mitad del siglo XVII colocándose para formar una línea de combate.</span></div>
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<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Durante el reinado de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a">Felipe II</a></b>, el gobierno español contrató clandestinamente los servicios de maestros de ribera igleses, como <b>William Lambert</b>, cuyo empleo fue promovido personalmente por el monarca. Estas contratas sólo fueron posible gracias a la información proporcionada por los servicios de inteligencia españoles en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b>, pero no acabaron de prosperar debido a las presiones políticas de un sector de la corte que no las veían con buenos ojos.Sin embargo, en 1589, <b>Julián de Isati</b> firmó un contrato para construir doce galeones de "estilo inglés" en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Vizcaya">Vizcaya</a></b> (que luego se conocieron como "los doce apóstoles"). También se encargaron galeones en astilleros portugueses, y algunos informes de espías ingleses de 1592, demuestran que los españoles construían galeones con maestros de ribera ingleses contratados de forma más o menos secreta, porque en aquel entonces <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> mantenía un constante conflicto naval con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b>.<br />
A principios del siglo XVII, el tamaño de los galeones españoles empezó a aumentar debido a las necesidades de rendimiento económico que exigía la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carrera_de_la_India">carrera de las Indias</a></b>. No existía una regulación que sirviera de forma efectiva para mitigar la progresiva pérdida de las cualidades marineras de los buques. Por aquella época, los políticos y militares españoles aún estaban perplejos por la inexplicable derrota de la<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Armada_Invencible"> Armada Invencible</a></b>, y no supieron ver la necesidad de renovar la flota adecuadamente. Mientras <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> se sentía cada vez más dependiente económicamente de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carrera_de_la_India">Carrera de las Indias</a></b>, su presencia como potencia en<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa"> Europa </a></b>disminuía progresivamente. Los galeones seguían siendo el referente naval en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>; sin embargo, en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa">Europa</a></b> se estaba gestando un nuevo concepto de barco de guerra. Para los españoles quedó patente la eficacia de los maniobrables y ligeros navíos holandeses en las sucesivas batallas en las que se enfrentaron.<br />
Según los expertos, los galeones más efectivos de principios del siglo XVII eran los portugueses. De entre ellos, los que se construían en la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/India">India</a></b> eran los más apreciados; se decía que un galeón portugués de este tipo duraba el doble que cualquier otro. Eran barcos construidos con la excelente madera de teca de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/India">India</a></b>, de mayor calidad para usos navales que el roble europeo; era una madera que ya escaseaba y resultaba cada vez más cara a causa del agotamiento de los bosques de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa">Europa</a></b>. En<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Portugal"> Portugal</a></b> también se vivió la carrera por conseguir galeones más voluminosos; mientras que en los tratados de marinería de la época se aconsejaba claramente no sobrepasar las 500 toneladas, los portugueses llegaron a navegar hacia <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">las Indias </a></b>con unidades que llegaron a las 1.000 toneladas. Estos barcos, poco maniobrables y de gran calado, hacían peligrosa la navegación por zonas de bajíos. Los cartógrafos portugueses llegaron a definir con gran precisión las derrotas recomendadas para viajar a la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">India</a></b>. En el siglo XVII, los maestros de ribera portugueses eran apreciados en toda <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa">Europa</a></b>. Tratados como el llamado<i> Arte para fabricar y aparejar naos </i>(1611) de <b>Thomé Cano</b> y el <i>Livro de Traças de Carpinteria</i> (1616) de <b>Manuel Fernandes</b>, se consideran las referencias escritas sobre la construcción de barcos más consultadas de la época, gozando de especial fama en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b>.<br />
Los holandeses, que no empezaron a construir barcos de guerra hasta mediados del siglo XVI, seguían siendo en el siglo XVII especialistas en mercantes. Los barcos holandeses no servían como referencia a los maestros de ribera de principios de siglo, ya que se diseñaban con las imposiciones de reducido calado de los bajíos de sus costas y por el paso del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Zuiderzee">Zuiderzee</a></b>, que era realmente peligroso para un galeón de la época. Por este motivo, en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b>, los barcos de más de 4,5 m de calado atracaban en puertos exteriores al <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Zuiderzee">Zuiderzee</a></b> y descargaban allí sus mercancías. Estos puertos disponían de muelles flotantes para este menester.<br />
Buenos ejemplos de la construcción holandesa de galeones durante el siglo XVII son el<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Aemilia_(buque)"> <i>Aemilia</i></a> y el <i>Júpiter</i>. El<i> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Aemilia_(buque)">Aemilia</a></i>, que fue luego el buque insignia del almirante holandés <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Maarten_Tromp&prev=search">Maarten Tromp </a></b>en la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_las_Dunas_(1639)">batalla de las Dunas</a></b>, era, por su reducido calado y sus 50 cañones, un ejemplo de nueva generación de galeones que surgía en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa">Europa</a></b>. El <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Aemilia_(buque)">Aemilia</a></i> presentaba importantes diferencias con, por ejemplo, el <i>Júpiter</i>, un galeón holandés de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%B1%C3%ADa_de_las_Indias">Compañía de las Indias</a></b>, que había sido botado 13 años antes y que había sido construido como copia de los galeones de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Flota_de_Indias">Carrera de Indias</a></b> españoles. El <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Aemilia_(buque)">Aemilia</a></i> tenía los castillos de menor altura y menor arrufo, lo que, aparte de otras ventajas, le permitía disponer de una mesana relativamente mayor, que repartía mejor el plano bélico y facilitaba el control del barco en las maniobras de cambio de amura.<br />
En cuanto a tecnología naval. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> fue la protagonista del siglo XVII, innovando y construyendo barcos cada vez más marineros y militarmente poderosos; estos avances la proyectaron definitivamente como la potencia naval de los siglos venideros. No es de extrañar que sea de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> de donde procede la mejor sistematización de las técnicas de construcción naval de la época. A principios del siglo XVII, los ingleses consideraban que el galeón ideal, el denominado "galeón isabelino" (debido a que se desarrolló durante el reinado de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_I_de_Inglaterra">Isabel I</a></b>), debía tener una relación entre la longitud de quilla respecto a la manga de 2,5-3 a 1. Por ejemplo, un galeón inglés de tamaño medio de finales del siglo XVI tenía una longitud en la parte recta de la quilla de 30,5 m, una manga de 9,7 m y un puntal de bodega de 3,65 m. Un barco de este tipo tenía una capacidad de carga de 385 toneladas y un tonelaje de 480; su armamento pesaba 35 toneladas y transportaba a 250 personas entre marineros, artilleros y soldados. En 1637, <b>Phineas</b> y <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Peter_Pett&prev=search">Peter Pett</a></b>, los más famosos maestros de ribera de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa">Europa</a></b>, construyeron el <i><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/HMS_Sovereign_of_the_Seas&prev=search">Sovereign of the Seas</a></i>, el primer navío de tres puentes que se considera representante de la "nueva línea" de galeones inspirados por los ingleses: cubiertas también con menor arrufo y sensible reducción de la altura de los castillos de proa y popa. Lo más impresionante de <i><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/HMS_Sovereign_of_the_Seas&prev=search">Sovereign of the Seas</a></i> eran sus 104 cañones, prácticamente el doble que la media de los barcos de la época. Se botó en el astillero de <b>Woolvich</b> y participó en las tres guerras anglo-holandesas. En realidad, era un barco lento y de engorrosa maniobra, pero que desató la fiebre del barco grande y poderosamente armado. En <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Venecia">Venecia</a></b> y en el resto de los países mediterráneos, el galeón llegó con retraso, aunque se impuso como nave comercial a mediados del siglo XVII y, más tarde, como base de las marinas de guerra. Estos galeones eran una copia de los portugueses y españoles primero, y de los más evolucionados modelos ingleses y holandeses después. De entre todos ellos, los venecianos y los genoveses fueron los más apreciados. En el siglo de los grandes cambios sociales y políticos, se había iniciado la carrera hacia buques más poderosos, como los de primera línea, los grandes barcos de guerra que se desarrollaron plenamente a partir de 1660 por parte de ingleses, franceses y holandeses, o más ligeros y rápidos, pero con un considerable poder ofensivo, como las fragatas, de cuya construcción los suecos se convirtieron en auténticos especialistas.<br /></span>
<br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Estalla la segunda guerra hispano-holandesa</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIQwA78i_T4HR5e6Ap4reCxmZLQuVe59vlEf-yrg3cVwlQDAuT1r6Fcr7IegOmYfx8jMFxksF76gcMQFeD5f6QMTN00v8AMqkUv98NtHPqSFoQwFr1OVp5RZf9FtFwF8gnyAaXecWz98wN/s1600/N%25C2%25BA17.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIQwA78i_T4HR5e6Ap4reCxmZLQuVe59vlEf-yrg3cVwlQDAuT1r6Fcr7IegOmYfx8jMFxksF76gcMQFeD5f6QMTN00v8AMqkUv98NtHPqSFoQwFr1OVp5RZf9FtFwF8gnyAaXecWz98wN/s400/N%25C2%25BA17.tif" width="297" /></a></div>
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">El famoso retrato ecuestre del conde duque de Olivares pintado por Velázquez. El valido llevó a España a intervenir en una serie de guerras navales que precipitaron la decadencia de su Armada.</span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
A la muerte de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_III_de_Espa%C3%B1a">Felipe III</a></b> en 1621, su hijo, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_de_Espa%C3%B1a">Felipe IV</a></b>, ascendió al trono de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>, situando al conde duque de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conde-duque_de_Olivares">Olivares</a></b> en el poder. Por aquella época. la Corona Española se encontraba en una grave crisis económica y con los estamentos militares en mala situación para enfrentarse a nuevos conflictos, pero el conde duque, hombre de tendencias megalómanas, llevó al país a una espiral bélica que acabó hundiendo su economía y desmantelando su ya menguado poder naval. De todos los enfrentamientos en los que participó la Armada, la reanudación de la guerra con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> fue el más nefasto para el país. Cuando el valido accedió al poder, expiraba la tregua de 12 años pactada con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> por<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_III_de_Espa%C3%B1a"> Felipe III</a></b>. Durante este periodo, las <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Provincias_Unidas_de_los_Pa%C3%ADses_Bajos">Siete Provincias Unidas</a></b> habían prosperado enormemente y su flota militar había crecido en número y calidad y estaba bien estructurada y modernizada. En <b><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=6817118794659040562#editor/target=post;postID=2151088821756592433;onPublishedMenu=template;onClosedMenu=template;postNum=0;src=link">España</a></b>, una buena parte de la corte y muchos consejeros de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">Felipe IV</a></b> estaban a favor de la renovación de la tregua, ya que por aquel entonces <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España </a></b>estaban implicadas en la sangrante <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_los_Treinta_A%C3%B1os">guerra de los Treinta Años</a></b>, que tenía lugar en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa_Central">Europa central</a></b>; sin embargo, el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conde-duque_de_Olivares">conde duque de Olivares</a></b> optó por la reanudación del conflicto, por meras razones de predominio comercial y marítimo. La primera manifestación bélica fue clara en este sentido: el 10 de agosto de 1621, el capitán general de la Armada, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fadrique_%C3%81lvarez_de_Toledo_y_Enr%C3%ADquez_de_Guzm%C3%A1n">Fadrique Álvarez de Toledo</a></b>, atacó y destruyo en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gibraltar">Gibraltar</a></b> una flota holandesa compuesta por 20 naves armadas y 30 mercantes que volvían a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> cargados de mercancías del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo">Mediterráneo</a></b>. Con tan sólo nueve galeones apostados en el estrecho, los españoles esperaron el paso de la flota holandesa, que fue tomada por sorpresa. En el combate, los holandeses perdieron cinco naves, que fueron incendiadas y hundidas. En el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa_septentrional">norte de Europa</a></b>, la guerra tuvo desenlaces desiguales y se desarrolló en diversos escenarios; uno de ellos fueron las pesquerías de arenque holandesas, atacadas por los españoles de forma periódica desde su base de<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dunkerque"> Dunkerque</a></b>, sobre todo en el periodo comprendido entre 1625 y 1634.<br /></span>
<br />
<span style="color: #3d85c6; font-size: large;"><br /></span>
<span style="color: #3d85c6; font-size: large;"><br /></span>
<span style="color: #3d85c6; font-size: large;">Conflictos en el Caribe</span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZr4ETx_qvDe_v85rCpzDe53bQEjswrs6RYICrY3i-S0pJFqaLSQgsh1nOCbJE5Bycf98hqVFH7oR-8UnxsUDI0_M6iMwdMr7itE0kj_qmJY2XO8kcXCngd0W9Q9TPZKd9gAlYO1nEp4EK/s1600/N%25C2%25BA18.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="247" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZr4ETx_qvDe_v85rCpzDe53bQEjswrs6RYICrY3i-S0pJFqaLSQgsh1nOCbJE5Bycf98hqVFH7oR-8UnxsUDI0_M6iMwdMr7itE0kj_qmJY2XO8kcXCngd0W9Q9TPZKd9gAlYO1nEp4EK/s400/N%25C2%25BA18.tif" width="400" /></a></div>
<span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Grabado que muestra un episodio de la guerra hispano-holandesa, cuando barcos holandeses de la Compañía de las Indias Occidentales capturan unos galeones españoles en 1628, frente a la ciudad de Matanzas, en Cuba.</span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
En la primera mitad del siglo XVII, se produjeron numerosos conflictos armados entre las potencias europeas, cuyo objetivo principal era el control del comercio marítimo, tanto en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo">Mediterráneo</a></b> como en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Oc%C3%A9ano_Atl%C3%A1ntico">Atlántico</a></b>. Pero fue en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9rica">América</a></b> donde el conflicto registró el más alto grado de enfrentamiento naval y donde tuvieron lugar las batallas más intensas y encarnizadas que se habían desarrollado en las <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias_Occidentales">Indias Occidentales</a></b> desde su descubrimiento. Durante el reinado de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_de_Espa%C3%B1a">Felipe IV</a></b>, la economía española dependía fundamentalmente de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Flota_de_Indias">carrera de Indias</a>.</b> Cuando el monarca accedió al trono, el comercio con<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9rica"> América</a></b> se encontraba en su apogeo, aunque ya con claros síntomas de decadencia. Las causas de este deterioro tenían que ver con las constantes guerras en que se vio envuelta la Corona Española durante la segunda mitad del siglo XVI, que se financiaron con el oro y la plata conseguidas en<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9rica"> América</a></b>. Durante los últimos años del reinado de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_III_de_Espa%C3%B1a">Felipe III</a></b>, los recursos que llegaban de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9rica">América</a></b> eran insuficientes para mitigar el déficit del tesoro español y el país entró en un círculo vicioso: la falta de recursos para el cuidado de la flota, cuyos barcos envejecían y no se reponían, atrasaba los viajes; cuantos menos viajes se realizaban, menos riqueza llenaba las arcas del Estado. Durante el reinado de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_de_Espa%C3%B1a">Felipe IV</a></b>, las cosas empeoraron con la pésima gestión de los virreyes y el azote de la piratería caribeña, de modo que la decadencia se aceleró de tal forma que, a mediados de siglo y hasta la <b>guerra de Secesión</b> del primer cuarto del siglo XVIII, los armadores organizaban convoyes sólo cada cuatro o cinco años, con lo que la situación económica empeoró significativamente.<br />
Los holandeses y los ingleses, que por aquel entonces eran aliados de la Corona, conocían el problema de la dependencia de la economía española del comercio con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">las Indias</a></b>, y de la situación precaria en la que se encontraban las arcas de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_Austria">los Austrias</a></b>. Por ello, ambos países incrementaron la guerra corsaria y llevaron el conflicto al <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Caribe">Caribe</a></b> y a las costas de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Brasil">Brasil</a></b>. En 1624, una flota holandesa se apoderó de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Salvador_de_Bah%C3%ADa">Salvador de Bahía</a></b>. Al año siguiente, la ciudad fue retomada por un ejército formado por soldados españoles, portugueses e indios, que comandó el capitán general de la Armada, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fadrique_de_Toledo_Osorio_(1580-1634)">Fadrique Álvarez de Toledo</a></b>. Por aquel entonces, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Portugal">Portugal</a></b> era una región autónoma anexionada a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> desde la época de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a">Felipe II</a></b>, y sus posesiones en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indonesia">Indonesia</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Brasil">Brasil</a></b> eran constantemente fustigadas por los holandeses.<br />
Hubo varios enfrentamientos en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Caribe">Caribe</a></b> entre holandeses y las fuerzas combinadas hispano-lusas, con episodios de importancia, y aunque <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> se llevó al final la mejor parte, sufrió un enorme desgaste que dejó en evidencia la dificultad de su Armada para mantener un conflicto en ultramar. El mayor éxito holandés fue la captura, en 1628, de una flota de galeones españoles, en la plaza cubana de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Provincia_de_Matanzas">Matanzas</a></b>. Este hecho motivó la reacción del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conde-duque_de_Olivares">Conde-duque de Olivares</a></b>, quien hizo que el rey prohibiese todo comercio con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_de_Gran_Breta%C3%B1a">Gran Bretaña</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Diecisiete_Provincias">las Provincias Unidas</a></b>. En 1630, extendió esta medida a<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia"> Francia </a></b>y parte de los estados alemanes. Como consecuencia de ello, la economía española se vio perjudicada e influyó en el futuro del conflicto.<br />
Pero fue en la costa de<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Brasil"> Brasil</a></b> donde tuvieron lugar los más intensos enfrentamientos. Los holandeses reanudaron sus ataques en 1630. En esta ocasión, una expedición subvencionada por la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%B1%C3%ADa_Neerlandesa_de_las_Indias_Occidentales">compañía holandesa de las Indias Occidentales</a></b> tomó <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Pernambuco&prev=search">Pernambuco</a></b>, la actual <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Recife">Recife</a></b>, y <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Olinda&prev=search">Olinda</a>.</b> Los españoles perdieron los territorios comprendidos entre la isla de <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Maranao_people&prev=search">Maranhão</a></b> y la zona del curso bajo el<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%ADo_San_Francisco_(Brasil)"> río San Francisco.</a></b> Una flota bajo el mando de <b>Adriaan Janszoon-Pater</b>, con base en <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Pernambuco&prev=search">Pernambuco</a></b>, mantenía bloqueadas las costas brasileñas. Situada en el extremo oriental del continente sudamericano, entre el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cabo_San_Roque">cabo de San Roque</a></b> y la desembocadura del<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%ADo_San_Francisco_(Brasil)"> río San Francisco</a></b>, <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Pernambuco&prev=search">Pernambuco</a></b> constituía un emplazamiento de gran valor estratégico, puesto que desde allí se controlaba el tráfico marítimo de norte a sur del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Oc%C3%A9ano_Atl%C3%A1ntico">Atlántico</a></b>, entre el cabo y la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_de_Noronha_(islas)">isla de Fernando de Noronha</a></b>, que explotaba la gran riqueza en caña, maderas, especias y minerales que se embarcaban en las costas brasileñas.<br />
El gobierno español decidió enviar una flota para reforzar las débiles guarniciones. Se reunió en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lisboa">Lisboa</a></b> una escuadra bajo el mando de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Oquendo">Antonio de Oquendo</a></b>, almirante de la Armada del Mar Océano. La escuadra estaba compuesta por once galeones y cinco naos ligeras, y el almirante arbolaba su insignia en el galeón <i>Santiago</i>. La escuadra acompañaba en convoy a una flota hispano-portuguesa de buques mercantes y doce carabelas que transportaban 3.000 hombres.</span><br />
<br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La batalla de los Abrolhos</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQAwqOHryoFmFEeKNvbMeijkD7O7UO6MbXUNK8X-StmRZc6wyeeOHL0WibJYpZcZMchCKkBU_Wq1hi4h9PyYUXW2lD-yPEZSVKwKdHd38UoTizF0jroGSQ0PCMoak7gDEqOcvAzJfz7cSt/s1600/N%25C2%25BA19.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="326" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQAwqOHryoFmFEeKNvbMeijkD7O7UO6MbXUNK8X-StmRZc6wyeeOHL0WibJYpZcZMchCKkBU_Wq1hi4h9PyYUXW2lD-yPEZSVKwKdHd38UoTizF0jroGSQ0PCMoak7gDEqOcvAzJfz7cSt/s400/N%25C2%25BA19.tif" width="400" /></a></div>
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Óleo de Juan Bautista Maino que representa la recuperación de Salvador de Bahía por Fadrique Álvarez de Toledo. Éste aparece representado en el tapiz de la derecha, junto a Felipe IV y el conde-duque de Olivares.</span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
La flota partió de<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lisboa"> Lisboa</a></b> el 5 de mayo de 1631, y al cabo de 68 días de navegación, arribó a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Capitan%C3%ADa_de_la_Bah%C3%ADa_de_Todos_los_Santos">Bahía de Todos los Santos</a></b>, en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Brasil">Brasil</a></b>, seriamente amenazada por los holandeses. Allí reforzaron la guarnición, y luego zarparon hacia <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pernambuco">Pernambuco</a></b> con 20 naos mercantes que se agregaron al convoy. En la madrugada del 12 de septiembre de 1631, los españoles avistaron la flota holandesa al mando del almirante <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=nl&u=http://www.smitruhland.net/getperson.php%3FpersonID%3DI4529%26tree%3Dsmitkwartier&prev=search">Adriaan Janszoon-Pater</a></b>, que volvía de saquear la isla de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_Santa_Mar%C3%ADa_(Azores)">Santa María</a></b>. La nave capitana y la almiranta holandesa eran galeones de 900 y 1.000 toneladas, armados con cincuenta cañones. <br />
Se entabló un duro combate a unas 240 millas del archipiélago de los <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archipi%C3%A9lago_de_Abrolhos">Abrolhos</a></b>, que comenzó a las 08:00 h del 12 de septiembre. La escuadra holandesa avanzaba desplegada en formación de media luna. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Oquendo">Oquendo</a></b> realizó una hábil maniobra con el <i>Santiago</i>, cayendo a barlovento de la capitana holandesa, que quedó cegada por el humo del inteso fuego artillero. <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=nl&u=http://www.smitruhland.net/getperson.php%3FpersonID%3DI4529%26tree%3Dsmitkwartier&prev=search">Janszoon-Pater</a></b> trató de escabullirse, pero no lo logró; su nave quedó atrapada por los garfios de abordaje españoles, cuyos fusileros disparaban intesantemente desde las cofas. Otro galeón holandés se situó a barlovento del <i>Santiago</i>, aunque fue rechazado por otros barcos españoles que acudieron en auxilio de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Oquendo">Oquendo</a></b>, y el barco holandés tuvo que retirarse. A las 16:00 h, el combate aún estaba sin definir. Al fin, un taco encendido disparado por un cañón del<i> Santiago</i>, prendió fuego en la capitana holandesa. El fuego llegó a la santabárbara y el buque saltó por los aires, muriendo el almirante <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=nl&u=http://www.smitruhland.net/getperson.php%3FpersonID%3DI4529%26tree%3Dsmitkwartier&prev=search">Janszoon-Pater</a></b> y la mayoría de sus hombres. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Oquendo">Oquendo</a></b> se apoderó del estandarte halandés y puso en fuga al resto de los buques de la flota holandesa. Los españoles perdieron dos galeones y contabilizaron 585 muertos y 201 heridos; los holandeses perdieron tres galeones y sumaron 1.900 muertos y un número indeterminado de heridos. Cinco días después, ambas escuadras se avistaron de nuevo, pero el almirante <b>Tir</b>, que sucedió en el mando a <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=nl&u=http://www.smitruhland.net/getperson.php%3FpersonID%3DI4529%26tree%3Dsmitkwartier&prev=search">Janszoon-Pater</a></b>, eludió el combate a pesar de su manifiesta superioridad numérica. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Oquendo">Oquendo</a></b> llevó tropas de refuerzo a las zonas menos guarnecidas y regresó a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>. El 21 de noviembre arribó a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lisboa">Lisboa</a></b>, donde fue recibido con vítores, En 1633, se produjo un segundo episodio de enfrentamiento entre españoles y holandeses en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Am%C3%A9rica">América</a></b>. Varias escuadras españolas bajo el mando de <b><a href="http://blog.todoavante.es/?p=2137">Lope de Hoces</a></b> tomaron audazmente la isla antillana de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_San_Mart%C3%ADn">San Martín,</a> </b>que había sido ocupada por los holandeses. El ataque duró toda una semana y acabó con la rendición de los neerlandeses. <br /></span>
<b><br /></b>
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La gran batalla de Pernambuco</span><br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha8zfsPxcb7JVcrkhjVZ4czdMmK9vG5Y9WDwCIyAnXaUMDhZ-yTAr2B5Npr_PorTepitlSpE_9TLP_df9UbN7U7mtTAx_RJHBJs9h8E_Dx7edfvBjOzkPn-ROCaf0Z_1-8hQbOGud4Oj_8/s1600/N%25C2%25BA23.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="257" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEha8zfsPxcb7JVcrkhjVZ4czdMmK9vG5Y9WDwCIyAnXaUMDhZ-yTAr2B5Npr_PorTepitlSpE_9TLP_df9UbN7U7mtTAx_RJHBJs9h8E_Dx7edfvBjOzkPn-ROCaf0Z_1-8hQbOGud4Oj_8/s400/N%25C2%25BA23.tif" width="400" /></a></div>
<span style="clear: left; display: inline; font-size: x-small; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioIKKEr11-SrFhALe7PWTJN9RxYKVxv62q5JouXi9bDHLR-9H-D3r8tj3PIf5idYFZDGMgj977N1ih9DBgqsY5NOkv_58WurZ2vcPI4mWbsjw2IXn9RQVMzj_Tauvy3I7pxRyt_h9cvuNW/s1600/N%25C2%25BA23.tif" style="clear: left; display: inline; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><span style="color: #990000;">Imagen de la batalla de Pernambuco, el 12 de septiembre de 1631. La flota española, capitaneada por Lope de Hoces, logró vencer a la holandesa.</span></a></span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
Fue el propio <b><a href="http://blog.todoavante.es/?p=2137">Lope de Hoces</a></b> quien, dos años más tarde, protagonizó el mayor combate naval entre ambas potencias en aguas de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">las Indias</a></b>. Fue en <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Pernambuco&prev=search">Pernambuco</a></b>, hacia donde había partido una flota hispano-portuguesa desde <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lisboa">Lisboa</a></b>, el 7 de septiembre de 1635. La flota arribó a la ciudad el 20 de noviembre, cayendo sobre los barcos holandeses que estaban fondeados en la costa. De nuevo, los bajos fondos ayudaron a los galeones holandeses, cuyo poco calado les permitió ponerse a salvo de la acometida española. Después de que los barcos de <b><a href="http://blog.todoavante.es/?p=2137">Lope de Hoces</a></b> lograran desembarcar los refuerzos, ambas flotas se encontraron en mar abierto, entablándose un durísimo combate. Los españoles vencieron por poco margen; la propia nave capitana de <b><a href="http://blog.todoavante.es/?p=2137">Lope de Hoces</a></b> y la almirante perdieron los masteleros del palo mayor, que tuvieron que ser reparados durante la noche del primer enfrentamiento. Las crónicas de la época relatan la agotadora labor de los marinos de ambos bandos, quienes, después de haber estado combatiendo con dureza de sol a sol, pasaron la noche reparando sus maltrechos aparejos, para empezar de nuevo el combate al despuntar el alba. Después de haber colocado un aparejo de fortuna en el maltrecho palo mayor de la almiranta española, el combate se reanudó con intensidad.<br />
</span><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Al mediodía, la nao de <b><a href="http://blog.todoavante.es/?p=2137">Lope de Hoces </a></b>se encontró en medio de la escuadra holandesa, posición en la que tuvo que luchar hasta la puesta del sol, saliendo finalmente indemne. Después de otro día de combates, en el que los españoles fueron claramente superiores, las naves holandesas se retiraron con grandes pérdidas. Sin embargo, los holandeses ocuparon la región hasta 1654, instalando extensas y productivas plantaciones de caña de azúcar bajo la competente autoridad de <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=fr&u=https://fr.wikipedia.org/wiki/Jean-Maurice_de_Nassau-Siegen&prev=search">Jean-Maurice de Nassau-Siegen</a></b>. En este tiempo, construyeron una ciudad bien planificada, que constituyó el fundamento de la actual <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Recife">Recife</a></b>. En 1644, <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=fr&u=https://fr.wikipedia.org/wiki/Jean-Maurice_de_Nassau-Siegen&prev=search">Nassau-Siegen</a></b> renunció a su cargo para protestar contra la explotación dirigida por la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%B1%C3%ADa_Neerlandesa_de_las_Indias_Occidentales">Compañía Holandesa de las Indias Occidentales</a></b>. Después de su partida, los colonos portugueses, amparados por <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Portugal">Portugal</a></b> que se había independizado de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> en 1640, se rebelaron contra el poder holandés. En 1654, al cabo de diez años de luchas, los <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pa%C3%ADses_Bajos">Países Bajos </a></b>capitularon y, en 1661, renunciaron a sus reivindicaciones territoriales sobre <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Brasil">Brasil</a></b>, que pasó a manos portuguesas.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La batalla de las Dunas </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj__k8jZVI_wZlbtvEc6XDXgS5xmuyeHwyFpx3HuZf5BeB0dsnes5mHzyUKnp9XhvBgZiZApSvxdK8b_cNKq2HZH0tBqmfirnie6hzhbCWHwRsG7wxL53LdiUOKWCg9fsJN_RDh1unXZ8rr/s1600/N%25C2%25BA24.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"> </a><span style="clear: left; color: #cc0000; display: inline; font-size: x-small; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjowEjY1scecQHzPnEyGO6wtSLfE7liUqiZYfsmCUjuArvN3F8pDg9JhxXw-d4ePHT6IL0YTbG-BFKEs_svURQTBxGOJpzvgS_6w0dheisf0KTZE8mQTqHh3TGOy-CuKHw1AVojp-E-45kw/s1600/N%25C2%25BA24.tif" style="clear: left; display: inline; font-size: small; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">La batalla de las Dunas marcó el inicio del descalabro naval español en Flandes</a></span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
Desde el punto de vista naval, la guerra con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> llegó a su punto culminante en la batalla de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_las_Dunas_(1639)">las Dunas</a></b>, donde la flota española sufrió una severa derrota cuando intentaba reforzar al ejército de <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=ca&u=https://ca.wikipedia.org/wiki/Flandes&prev=search">Flandes</a></b>. En agosto de 1639, se formó en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz">Cádiz</a></b> una parte de la escuadra que debía operar en <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=ca&u=https://ca.wikipedia.org/wiki/Flandes&prev=search">Flandes</a></b>: 23 buques con 1.679 hombres de mar. El 20 de julio, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Oquendo">Antonio Oquendo</a></b> recibió el mando de la flota cuando ésta recalaba en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_Coru%C3%B1a">La Coruña</a></b>. En este puerto se le unieron otros barcos, hasta llegar a las 70 unidades preparadas para el combate. El 5 de septiembre, la flota española zarpó con el estandarte de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_de_Oquendo">Oquendo</a></b> izado en el <i>Santiago</i>.<br />
</span><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Según las precisas instrucciones del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_de_Orange">príncipe de Orange</a></b>, los holandeses habían dividido sus fuerzas en dos escuadras: una de 50 galeones y 10 fluyuts, comandada por el almirante <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=nl&u=https://nl.wikipedia.org/wiki/Maarten_Harpertszoon_Tromp&prev=search">Maarten harpertszoom Tomp</a></b>, que izaba su insignia en el <i>Aemilia</i>, y otra de 40 buques menores y 10 fluyuts, a las órdenes del almirante <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Johan_Evertsen&prev=search">Johan Evertsen</a></b>. Ambas flotas se encontraron a la altura del paso de Calais y, el 21 de octubre de 1639, los españoles sufrieron una clara derrota. Los holandeses arrollaron a la flota española, gracias a que sus barcos, más cortos de quilla y ligeros de peso, lograron maniobrar con gran audacia por los bajíos de la costa. Es necesario señalar que la flota española incorporaba un buen número de galeras, un tipo de barco ya anticuado para el combate, que fueron literalmente aplastadas por los galeones holandeses. Además, los galeones españoles también eran anticuados, con altos castillos de proa y de popa, lo que reducía de forma manifiesta su maniobrabilidad.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El almirante <b><a href="https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=nl&u=https://nl.wikipedia.org/wiki/Maarten_Harpertszoon_Tromp&prev=search">Maarten Harpertszoom Tromp</a></b> se desquitó en nombre de su país por la derrota de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pernambuco">Pernambuco</a></b>. Este descalabro fue un desastre para <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>, ya que vino acompañado de otra derrota en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Brasil">Brasil</a></b>, de las sublevaciones de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Portugal">Portugal</a> </b>y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Catalu%C3%B1a">Cataluña</a></b> y de la guerra con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a></b>; un cúmulo de circunstancias adversas que, unidas a su depauperada economía, significó un duro golpe para el poder naval español, ya en proceso de decadencia. Las hostilidades con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> terminaron en 1648 con la firma de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Paz_de_Westfalia">Paz de Westfalia</a></b>, que supuso un giro radical de la situación: temporalmente, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> pasó de ser enemigo de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> a colaborador.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">España, de nuevo en guerra con Inglaterra</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmWfjOndRpGBcFRTlUJC-Jq3ZgnmIBmU_Jm91Reo27MFPZ3ZIJHOGdkLpLohAVls9DMUbNM7Ah9Z6uUEcCNVFVfKyWEpWZpyjlXpKPZ8HOxrWtefScpCj0Xdzh_iP3042zQsJswNjxI_zN/s1600/N%25C2%25BA22.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1318" data-original-width="1600" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmWfjOndRpGBcFRTlUJC-Jq3ZgnmIBmU_Jm91Reo27MFPZ3ZIJHOGdkLpLohAVls9DMUbNM7Ah9Z6uUEcCNVFVfKyWEpWZpyjlXpKPZ8HOxrWtefScpCj0Xdzh_iP3042zQsJswNjxI_zN/s320/N%25C2%25BA22.tif" width="320" /></a></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIFV3w5eGNBgBg6arC_4zxxhu7f6BWutQspEs9GEKlF9isXXy6hamw5GFp_P8QRjG41Opqhib9kte-mjG8_PETk_5gwwVwOCiigRvyarPp4muIMvPetyJPaexGy0OC9yWJvS-bHCnQRb4w/s1600/N%25C2%25BA22.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: #cc0000; font-size: x-small; text-align: justify;">Famoso óleo del pintor holandés Cornelis Pieterrsz de Mooy que muestra un galeón neerlandés entrando en un puerto, mientras un grupo de ciudadanos protagoniza una reyerta en un pantalán.</span></a></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Mientras las hostilidades y los enfrentamientos entre <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España </a>no cesaban, las relaciones de la monarquía española con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra </a>y<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia"> Francia</a> se complicaron enormemente. En 1625, a la muerte de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jacobo_I_de_Inglaterra_y_VI_de_Escocia">Jacobo I</a>, llegó al trono inglés <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_I_de_Inglaterra">Carlos I</a>, un monarca claramente hostil a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a>. Su actitud beligerante era debida principalmente al agravio que sufrió el monarca cuando aún era <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_I_de_Inglaterra">príncipe de Gales</a>: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_de_Espa%C3%B1a">Felipe IV</a> le prometió la mano de su hija, para luego retirar el compromiso, tras una oscura maniobra política instigada por el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conde-duque_de_Olivares">conde duque de Olivares</a>.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Una de las primeras órdenes del nuevo rey fue el ataque a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz">Cádiz</a> con una potente escuadra de 90 naves, a las órdenes de lord Wimbledon, con un ejército atacante cercano a los 10.000 hombres. Parece que el relato de los deseos del rey pertenece más a una leyenda negra que a la realidad; es mucho más probable que, en lugar de un acto de despecho del rey, en realidad, el principal motivo de este ataque estuviera relacionado con las informaciones de la inteligencia inglesa sobre la inminente arribada al puerto de<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz"> Cádiz</a> de una gran flota de galeones de Indias que transportaban mercancías por valor de 16 millones de ducados; una fortuna cuya pérdida sería un golpe mortal para la ya depauperada economía española.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El plan que había diseñado Wimbledon consistía en desembarcar y tomar las defensas del puerto, de modo que sus naves pudieran fondear en la bahía a la espera de la llegada de los galeones españoles. El ataque resultó fallido, pues, aunque una parte de los soldados ingleses lograron desembarcar, las tropas del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_el_Bueno_(1579-1636)">duque de Medina Sidonia</a> los rechazaron y persiguieron por las costas de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Andaluc%C3%ADa">Andalucía</a>. Finalmente, los ingleses lograron reembarcar y retirarse.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La fortificación de Cádiz</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwcnBCG1BeS8NnVRnxBXfYBYNad1yOcvJevY8jhVqXjTV7iKP_xzhpJMYoh5mzz_te7P92ZNo_nFxoa5N4qsy74WU6q6aO7gW-dl4l4Eof23AvMgG4YXuTMjxoMhdQsic37RoH5M-LFpHo/s1600/N%25C2%25BA26.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="688" data-original-width="1091" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwcnBCG1BeS8NnVRnxBXfYBYNad1yOcvJevY8jhVqXjTV7iKP_xzhpJMYoh5mzz_te7P92ZNo_nFxoa5N4qsy74WU6q6aO7gW-dl4l4Eof23AvMgG4YXuTMjxoMhdQsic37RoH5M-LFpHo/s320/N%25C2%25BA26.tif" width="320" /></a></div>
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<br /></div>
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<span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">La construcción de las defensas del puerto de Cádiz convirtió la plaza en una fortaleza inexpugnable. En la ilustración se muestra a los astilleros repeliendo desde la batería de San Felipe un ataque naval a finales del siglo XVII.</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El fracaso de la expedición naval anglo-holandesa contra <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz">Cádiz</a> sirvió para que los estrategas españoles tomaran conciencia de la importancia de fortificar la plaza, cuyo puerto había ido cobrando un protagonismo esencial para controlar y proteger las expediciones españolas a las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">Indias</a>; éstas utilizaban principalmente los puertos de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sevilla">Sevilla</a> y la ribera del Guadalquivir. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz">Cádiz</a>, puerto de recalada de muchos galeones de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">Indias</a>, ofrecía al enemigo la posibilidad de sustanciosas capturas, puesto que su orografía permitía a una flota bien dotada establecer un bloqueo como el que había realizado lord Wimbledon. Inmediatamente, y con el apoyo personal del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conde-duque_de_Olivares">conde-duque de Olivares</a>, se incrementaron las defensas de las murallas, se colocaron nuevos parapetos y piezas de artillería más poderosas y se aumentó la guarnición. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz">Cádiz</a> emprendía así su cada vez mayor protagonismo como base militar, al tiempo que los puertos de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sevilla">Sevilla</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sanl%C3%BAcar_de_Barrameda">Sanlúcar</a> iniciaban una lenta pero progresiva decadencia. A finales del siglo XVII, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz">Cádiz</a> y el puerto francés de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tol%C3%B3n">Tolón</a> se convirtieron en las principales bases militares del sur de<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa"> Europa</a>. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El éxito de la defensa de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1diz">Cádiz</a> junto a la recuperación en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Brasil">Brasil</a> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_de_Bah%C3%ADa">Bahía de Todos los Santos</a> a los holandeses, fue utilizado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conde-duque_de_Olivares">Olivares </a>para emprender una campaña propagandística sin precedentes en el Estado español. Se exageró la eficacia de las fuerzas españolas, claramente inferiores en número, ocultando su manifiesta desorganización y la improvisación con que actuaron, sin mencionar los errores tácticos de Wimbledon. Esta campaña se fue consolidando al sucederse los relativos éxitos españoles en la guerra. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">En Flandes</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Breda_(1625)">la rendición de Breda</a>, el 5 de junio de 1625, a las fuerzas del marqués de<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ambrosio_Sp%C3%ADnola"> Spínola</a>, fue también un hecho destacable en la guerra contra Inglaterra y Holanda. Fue una capitulación honrosa, que el Ejército español reconoció como tal, admirando la valentía de los asediados, dirigidos por<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Justino_de_Nassau"> Justino de Nassau</a>, hermano de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mauricio_de_Nassau">Mauricio de Nassau</a>, gobernador de los Países Bajos, ambos hijos de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_de_Orange">Guillermo de Orange</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ana_de_Sajonia">Ana de Sajonia</a>. Como consecuencia del ambiente relativamente triunfante que se respiraba en<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a"> España</a>, grandes artistas se hicieron eco del inducido optimismo, con obras tan famosas como <i>La defensa de Cádiz</i>, de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Zurbar%C3%A1n">Zurbarán</a> y <i>La rendición de Breda </i>o <i>Las lanzas</i> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Vel%C3%A1zquez">Velázquez</a>, así como obras teatrales como<i> El Brasil restituido</i>, de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lope_de_Vega">Lope de Vegas</a>, y El <i>sitio de Breda</i>, de<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Calder%C3%B3n_de_la_Barca"> Calderón de la Barca</a>. </span></div>
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<br /></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Francia entra en la guerra</span></div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC0MiUTQ19ydapuYyqbZUhsZop6Yo1OAB5aAEXdKFwaZWiwKUEReNVcPqTwf0CBu6d4U9NYZh0JLsjgKkh1VwsZW99oCabpFT4oYxtHh70znbScV7CT3nsKcjSm8LvjWpLvrBjKq9TBoPW/s1600/N%25C2%25BA28.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="734" data-original-width="984" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC0MiUTQ19ydapuYyqbZUhsZop6Yo1OAB5aAEXdKFwaZWiwKUEReNVcPqTwf0CBu6d4U9NYZh0JLsjgKkh1VwsZW99oCabpFT4oYxtHh70znbScV7CT3nsKcjSm8LvjWpLvrBjKq9TBoPW/s320/N%25C2%25BA28.tif" width="320" /></a></div>
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<br /></div>
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<span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Mapa del sitio de Fuenterrabía. El 3 de julio de 1638, la ciudad fue asediada por la flota francesa al mando de Enrique II de Borbón.</span></div>
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<br /></div>
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La guerra de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a> contra <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a> se desarrolló paralelamente a la que mantenía contra <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a>. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a>, aunque era un país católico, rivalizaba con el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sacro_Imperio_Romano_Germ%C3%A1nico">Sacro Imperio Romano</a> y con<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a"> España</a>, y entró en la guerra en el bando protestante por iniciativa del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cardenal_Richelieu">cardenal Richelieu</a>, a la sazón primer ministro de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_XVIII_de_Francia">Luis XIII</a>. La primera acción militar francesa fue el bloqueo a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%A9nova">Génova</a> con una flota muy potente, pero que no resistió el ataque de las galeras del segundo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lvaro_II_de_Baz%C3%A1n">Márques de Santa Cruz</a>, quien logró dispersarla, no sin pagar un alto precio por ello. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a>, derrotada, firmo la paz en<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Monz%C3%B3n_(Huesca)"> Monzón</a>, en marzo de 1626. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a> hizo lo propio en 1630, con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_I_de_Inglaterra">Carlos I</a>, paz que se mantuvo hasta 1655, permitiendo un respiro a<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_IV_de_Espa%C3%B1a"> Felipe IV. </a></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
En 1631, se firmó una nueva paz con <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a> que duró menos de cuatro años, puesto que en 1635, el monarca francés, instigado por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cardenal_Richelieu">Richelieu</a> "quien consideraba que el poder español constituía una seria amenaza", reanudo las hostilidades. En 1638 se produjo un hecho clave en el litigio entre ambos países: <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a> intentó llevar la guerra al territorio español. Una escuadra al mando del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Henri_d%27Escoubleau_de_Sourdis">arzobispo de Burdeos </a>ayudó a bloquear por mar <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fuenterrab%C3%ADa">Fuenterrabía</a>, pero los españoles lograron rechazarla. En 1641, ya muerto <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cardenal_Richelieu">Richelieu</a> y sustituido por el cardenal <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cardenal_Mazarino">Mazarino</a>, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a> pasó a respaldar oficialmente la sublevación de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Catalu%C3%B1a">Cataluña</a>. El 24 de octubre de aquel mismo año, se firmó la paz de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Westfalia">Westfalia</a>, que reguló la situación política europea. De hecho, se estableció un regimen de equilibrio entre las potencias que evitaba el predominio de una de ellas, y que supuso el fin de un largo conflicto en el que se vieron involucrados los estados de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa_Central">Europa central</a>, y que culminó con la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_los_Treinta_A%C3%B1os">guerra de los Treinta Años</a>. La principal consecuencia de este tratado de paz fue el reconocimiento de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Provincias_Unidas_de_los_Pa%C3%ADses_Bajos">Provincias Unidas </a>(República de los Países Bajos Unidos) como estado independiente, lo que tuvo una espacial trascendencia en el futuro inmediato, al convertirse el nuevo estado en un colaborador de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a>, contra la que había estado luchando durante casi un siglo. Pero la guerra de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a> contra <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia </a>continuó en aguas de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A1poles">Nápoles</a>, donde una escuadra española al mando de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Jos%C3%A9_de_Austria">Juan José de Austria</a> contuvo la sublevación de los napolitanos incitados por los franceses. En 1652, la misma escuadra cercó la ciudad de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Barcelona">Barcelona</a>, acabando con la sublevación catalana y expulsando a los franceses de los territorios españoles, excepto del<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Rosell%C3%B3n"> Rosellón</a>. El inicio del conflicto entre <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a>, en 1655, se generó debido a la invasión inglesa de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jamaica">Jamaica</a> aquel mismo año, y al ataque, en 1657, a la flota de la Carrera de las Indias en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tenerife">Tenerife</a>. Estas hostilidades debilitaron la precaria situación de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a>. En 1659 se firmó el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_los_Pirineos">Tratado de los Pirineos</a>, que significó el fin de la guerra entre <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a>.</span></div>
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<br /></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La guerra de Kalmar y la poderosa Marina sueca</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwqKEMklrh-F1rY9H59uSVUZvJ4fqwGfAxBSxBTnK0qsGvUdfsu-jZuTUEzSUliSGqDFrJc2mH8LzXWenIO8IcSbn8rFS0-Aw-hOzn2u4mAALCLTc9Y7XgWcp7ADN-FdDsQBuz3EjyuWQD/s1600/N%25C2%25BA30.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1135" data-original-width="1431" height="253" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwqKEMklrh-F1rY9H59uSVUZvJ4fqwGfAxBSxBTnK0qsGvUdfsu-jZuTUEzSUliSGqDFrJc2mH8LzXWenIO8IcSbn8rFS0-Aw-hOzn2u4mAALCLTc9Y7XgWcp7ADN-FdDsQBuz3EjyuWQD/s320/N%25C2%25BA30.tif" width="320" /></a></div>
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<br /></div>
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<span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">El socorro de Génova por el marqués de Santa Cruz, óleo de Antonio de Pereda que conmemora una de las primeras victorias de España contra Francia.</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Mientras se desarrollaba la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_los_Treinta_A%C3%B1os">guerra de los Treinta Años</a> en el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa_Central">centro de Europa</a>, los países escandinavos guerreaban por el control de los pasos del Báltico al <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_del_Norte">Mar del Norte</a>, necesario para el comercio del pescado y las pieles de la región. Entre 1611 y 1613, el rey<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cristi%C3%A1n_IV_de_Dinamarca"> Christian IV</a> de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Dinamarca">Dinamarca</a> declaró la guerra a <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Suecia">Suecia</a> después de que el monarca danés <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_IX_de_Suecia">Carlos IX</a>, hubiera reclamado la soberanía de la región de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Finnmark">Finnmark</a>, una zona estratégica para el acceso al<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Oc%C3%A9ano_Atl%C3%A1ntico"> Atlántico</a> desde el<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_B%C3%A1ltico"> Báltico</a>. La guerra recibió el nombre del puerto sueco de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Kalmar">Kalmar</a>, situado frente al estratégico paso de la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%96land">isla de Öland</a>, que había caído en manos danesas en 1611. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Suecia">Suecia </a>perdió la guerra y tuvo que reconocer la supremacía de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Noruega">Noruega</a> y <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Noruega">Dinamarca</a> en el tratado de <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Kn%C3%A4red">Knäred</a>, firmado en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Finnmark">Finnmark</a>, en enero de 1613. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_IX_de_Suecia">Carlos IX</a> murió al iniciarse la guerra de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Kalmar">Kalmar</a>, dejando el trono a su hijo <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_II_Adolfo_de_Suecia">Gustavo Adolfo</a>, que tenía sólo 16 años. La regencia fue encomendada al aristócrata <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Axel_Oxenstierna">Axel Oxenstierna</a>. Sin embargo, el joven príncipe tomó el poder absoluto a los pocos meses, pasando a denominarse <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gustavo_II_Adolfo_de_Suecia">Gustavus II Adolphus</a>. Como la mayoría de los gobernantes de la <b>Europa</b> de su época, el joven rey también era un firme creyente en el poder de la Marina y en la minuciosa organización del ejército. Firmemente dispuesto a convertir Suecia en un gran país, analizó los errores tácticos y estratégicos de la guerra de <b>kalmar </b>y dispuso unas estrictas normas para el servicio militar de la ciudadanía: sólo los campesinos podían ser reclutados para la infantería, cuyos oficiales debían vivir en las granjas, combinando la instrucción con el cultivo de la tierra; la caballería y la marina serían ejércitos exclusivamente formados por profesionales a plena dedicación.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta estructura facilitó la creación de un cuerpo de marina que, aparte de la instrucción militar, se dedicó a la investigación y al desarrollo de la industria naval. Siguiendo el ejemplo de lo que hizo <b>Richelieu</b> en esa misma época, el rey sueco abogó por la contratación de los más famosos maestros de ribera del momento, como el holandés <b>Harri</b> <b>Hybertszoon</b>, a quien se le encargó la construcción del infortunado <b><i>Vasa</i> </b>en el año 1626.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El desastre del vasa significó un punto de inflexión en la concepción de los grandes galeones de guerra. Se hizo evidente que para compaginar el poder artillero y la capacidad naval, el diseño de los buques tenía que evolucionar. <b>Suecia </b>contaba con un factor muy favorable para la construcción de armas poderosas: la excelente calidad del cobre y del acero de las minas del norte del país. Los ingenieros suecos lograron desarrollar una artillería móvil muy efectiva que, a causa de su relativa ligereza, era extremadamente apreciada para armar barcos de guerra. <b>Gustavo II Adolfo </b>murió en combate en 1632 en la batalla de <b>Lützen,</b> en plena guerra de los <b>Treinta Años</b>. La única descendiente del monarca, su hija <b>Cristina,</b> tenía sólo seis años, por lo que volvió a encomendarse la regencia a <b>Axel</b> <b>Oxenstierna, </b>que<b>,</b> al cabo de dos años, concluyó la gran obra administrativa de <b>Gustavo II</b> <b>Adolfo</b>, redactando una nueva <b>Constitución</b>; ésta fue un modelo de eficiencia y sentó las bases del gran desarrollo naval que experimentó <b>Suecia</b> en la segunda mitad del siglo. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Una época de cambios</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Una serie de acontecimientos clave en el devenir de la historia marítima mundial se produjeron después de la convulsa primera mitad del siglo <b>XVII</b>. Debido a ello, tuvo lugar una importante transformación del concepto que hasta entonces se había tenido de los barcos de guerra. Los protagonistas de esta transformación fueron inicialmente <b>Inglaterra,</b> <b>Francia</b> y<b> Holanda</b>, aunque luego intervinieron de forma notable los países escandinavos, especialmente <b>Suecia</b>. Estos países aparecieron como potencias navales aproximadamente entre 1640 y 1670, aprovechando, entre otros factores, el declive español y las guerras y los conflictos de intereses comerciales, que marcaron la pauta de la transformación del valor estratégico y táctico del barco de guerra. En primer lugar,<b> Holanda</b> se había fortalecido notablemente después de haber estado guerreando interminablemente para liberarse del yugo español. Aunque la mayor parte de los combates de estas guerras se libraron en tierra, los más decisivos tuvieron lugar en el mar. <b>La batalla de las Dunas</b>, en 1639, había supuesto la confirmación de <b>Holanda</b> como potencia naval militar y la consolidación de la marina como elemento vital en la estrategia política, comercial y bélica de las potencias europeas. el poderío naval holandés era manifiesto, y la actividad de la <b>Compañía</b> <b>Holandesa</b> de las <b>Indias Orientales</b> crecía año tras año, proporcionando pingües beneficios en un comercio muy diversificado, que se desarrollaba prácticamente en todo el mundo.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Inglaterra frente a Holanda</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4T1IGLimGXhAATJQp0GMedRFEGK2wfEH6iTkzB_mLxY0A5k6xzWTPCBgP06CDdHZa2PW4slKEW-pj9BrP6hzRVO0IX8RF4ulrC3UrJzl3usVl4im_wxyMut_pM_cKhn-gj46cIhIQy5dY/s1276/N%25C2%25BA31.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1276" data-original-width="944" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4T1IGLimGXhAATJQp0GMedRFEGK2wfEH6iTkzB_mLxY0A5k6xzWTPCBgP06CDdHZa2PW4slKEW-pj9BrP6hzRVO0IX8RF4ulrC3UrJzl3usVl4im_wxyMut_pM_cKhn-gj46cIhIQy5dY/s320/N%25C2%25BA31.tif" width="237" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: justify;"><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Retrato de Oliver Cromwell, el estadista inglés que dirigió las fuerzas parlamentaris entre 1653 y 1658. Su gobierno fue el que dictó la famosa Navigation Act, un documento que marginaba drásticamente el comercio marítimo holandés y que dio lugar a la primera guerra anglo-holandesa del siglo XVII (1652).</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Entre 1642 y 1651, en <b>Gran Bretaña</b> se vivió un devastador periodo de guerra civil entre parlamentarios y monárquicos. Esta guerra, que había sido precedida de otra contra los escoceses, llevó a la constitución de la <b>Commonwealth</b> (<b>Mancomunidad Británica de</b> <b>Naciones</b>), compuesta por países independientes que compartían lazos con Inglaterra, y cuyo principal objetivo era la cooperación internacional en el ámbito político y económico.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De 1653 a 1658, esta organización fue dirigida por <b>Oliver Cromwell</b>. Este político, un hombre de amplias miras, era plenamente consciente de la importancai que tenía para Inglaterra disponer de una Armada poderosa. Aparte de ser una isla, el provechoso comercio de ultramar y el creciente poder de las colonias proyectaban a <b>Gran Bretaña</b> como el principal imperio colonial después de la caída del hispano-portugués creado por<b> Felipe II</b>. Mientras las <b>Siete Provincias</b> combatían duramente a los españoles en <b>Flandes, Inglaterra y Holanda</b> habían sido aliados. Sin embargo, los ingleses pronto chocaron con la fortalecida <b>Holanda</b>, cuya expansión y floreciente comercio en <b>América y Asia</b> eran entendidos por los británicos como una seria competencia. Una de las principales procupaciones de <b>Oliver</b> <b>Cromwell</b> fue asegurar la supremacía inglesa en los mares del mundo entero. Esta decisión llevó a su gobierno a dictar la <b>Navigation Act</b>, un documento que aparentemente pretendía regularizar y ordenar el comercio marítimo inglés, pero cuyo verdadero objetivo era el de atacar y dificultar el comercio holandés con <b>América y Asia</b>. La guerra contra <b>Holanda</b>, iniciada por <b>Cromwell</b> en 1652, muestra una política encaminada a romper el monopolio comercial holandés sobre el tabaco, el azúcar, las pieles, los esclavos y el bacalao.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La primera guerra anglo-holandesa: el mar, escenario exclusivo</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik1-EluJzv-jsz6DEbUp3blmTDgPVby6uqmKad_eowvV1IQ1vCRV0T9BW__kRINizSEqCG1VlEfO7gASJnD-301LBQObU3EZPf4YmGG1OMJuFVoJhKnulpRulGSjpdoXqBLh-g-DSH4NoM/s1397/N%25C2%25BA+32.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1098" data-original-width="1397" height="252" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik1-EluJzv-jsz6DEbUp3blmTDgPVby6uqmKad_eowvV1IQ1vCRV0T9BW__kRINizSEqCG1VlEfO7gASJnD-301LBQObU3EZPf4YmGG1OMJuFVoJhKnulpRulGSjpdoXqBLh-g-DSH4NoM/s320/N%25C2%25BA+32.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Balleneros holandeses de mediados del siglo XVII. La caza de la ballena y la pesca del arenque fueron dos de las actividades holandesas que se vieron perjudicadas por la <b>Navigation Act</b> del gobierno inglés.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La promulgación de la <b>Navigation Act,</b> en 1615, significó el inicio de la política proteccionista inglesa que se prolongó a lo largo de los siglos posteriores. Esta ley obligaba a que toda la flota que comerciaba con <b>Inglaterra</b> estuviera compuesta por barcos construidos en los astilleros ingleses, y que su tripulación estuviera compuesta como mínimo por un 75 % de británicos. A corto plazo, estas disposiciones fueron especialmente perjudiciales para <b>Holanda</b>, cuyas mercancías no podían ser transportadas por ningún inglés ni desembarcadas en los puertos de la misma nacionalidad. En realidad, el Acta fue usada por los ingleses como pretexto para sus prácticas corsarias indiscriminadas contra los mercantes, pesqueros y balleneros holandeses, lo que provocó la indignación de los comerciantes de las <b>Provincias Unidas</b>. La primera acción represiva, consecuencia directa de la Aplicación del Acta, fue la destrucción de una pequeña flota holandesa en el<b> Canal de</b> <b>la Mancha.</b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La guerra entre <b>Inglaterra y Holanda</b> estalló de forma abierta el 8 de julio de 1652. Si se exceptúa el episodio de la <b>Armada Invencible</b> entre <b>España e Inglaterra</b>, ésta fue la primera guerra exclusivamente naval de la historia. La primera confrontación del conflicto se dio en el <b>Canal de la Mancha</b>. El 1 de diciembre de 1652, <b>Maarten Tromp </b>había zarpado al mando de una flota compuesta por 88 barcos de guerra del puerto holandés de <b>Hellevoetsluis </b>escoltando un gran convoy que se dirigía a las <b>Indias</b>. Al llegar al estrecho de <b>Dover</b>, <b>Tromp</b> dejó seguir al convoy y ordenó a su flota virar hacia las costas inglesas en busca de barcos enemigos. El 9 de diciembre se encontró con una flota de 42 barcos comandada por <b>Robert Blake</b>, pero el mal tiempo fue la causa de que ambos bandos decidieran no entrar en combate. Al día siguiente, hacia las 15:00 h, en medio de unas adversas condiciones meteorológicas, se inició el combate a la altura del cabo de <b>Dungeness</b>. Los holandeses lograron hundir cinco barcos ingleses u capturar otros dos, en tan sólo dos horas. <b>Maarten Tromp</b> sólo perdió un barco y, al caer la noche, <b>Blake </b>se retiró hacia las Dunas.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sin embargo, la flota inglesa, mejor armada y más numerosa que la holandesa, fue obteniendo pequeñas victorias consecutivas a lo largo del año siguiente, que culminaron con la batalla de <b>Texel (Terheide)</b>. En el duro enfrentamiento, que duró dos días, del 8 al 10 de agosto de 1653, ambos contendientes sufrieron importantes pérdidas y <b>Maarten Tromp</b> quien, paradójicamente, luchaba contra quienes le habían nombrado caballero pocos años antes pereció en el combate. La muerte de <b>Tromp</b> fue un duro golpe para los holandeses. Las bajas por ambas partes fueron muy elevadas, especialmente para los holandeses, que acabaron perdiendo la guerra. En abril de 1654, ambos países firmaron la paz en el <b>Tratado</b> de <b>Westminster</b>. Entre otras exigencias, el tratado obligaba a los holandeses a saludar al pabellón inglés en el<b> Canal de la Mancha</b>, a reparar los daños causados en las batallas, a pagar derechos por pescar en aguas inglesas y a aceptar el derecho de inspección de sus barcos.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La Francia emergente de Richelieu y Mazarino</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG1HFs7BOOxkLuALyqjcJiAp7DXud7CtWDnVFbFJ-PMnOAl-uvs5qP0_ByBZAM3m0ScwnTftXI69KkNCBInTw4A62CJh3iNcoqZjeQQuFSEOgCA_vpztLNdLiFWr-1uKKWUnqfCRsFLE0O/s2117/N%25C2%25BA+33.tif" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1574" data-original-width="2117" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgG1HFs7BOOxkLuALyqjcJiAp7DXud7CtWDnVFbFJ-PMnOAl-uvs5qP0_ByBZAM3m0ScwnTftXI69KkNCBInTw4A62CJh3iNcoqZjeQQuFSEOgCA_vpztLNdLiFWr-1uKKWUnqfCRsFLE0O/s320/N%25C2%25BA+33.tif" width="320" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><i><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Grabado de la época que representa una escena de la batalla de Texel (Terheide). En el duro enfrentamiento murió Maarten Tromp, el héroe de las Dunas.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Francia</b> también experimentó importantes cambios internos y de política exterior que desembocaron en un planteamiento marítimo nunca visto hasta entonces en su historia. El ascenso del cardenal <b>Richelieu</b> en 1624, como primer ministro de <b>Luis XIII</b>, supuso una importante reforma económica y un cambio notable en la orientación naval francesa. Una de las primeras decisiones en las que intervino <b>Richelieu</b> fue la toma de la isla de <b>Ré</b>, ocupada por los <b>hugonotes</b>. En aquella época, se vivía en<b> Francia</b> una importante división religiosa. Los <b>hugonotes</b> eran protestantes y, según <b>Richelieu</b>, formaban un estado dentro del estado, dado que mantenían el poder político y militar en importantes ciudades francesas. Por sus simpatías hacia la <b>Inglaterra</b> protestante, los <b>hugonotes</b> significaban también un peligro interno para una <b>Francia</b> en expansión y en declarada competencia con su vecino holandés. El principal centron de poder <b>hugonote</b> se encontraba en la ciudad atlántica de <b>La Rochelle</b> y en la vecina isla de <b>Ré</b>.<b> Richelieu</b> puso cerco a la ciudad y a la isla por tierra y mar durante un año, tomando ambas plazas en 1628. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>España</b> practicó un doble juego político; por un lado, prometió ayudar a <b>Richelieu</b>, en aras de la defensa del catolicismo, y por otro, alentó la rebelión de los <b>hugonotes</b> para mantener ocupado al cardenal y aprovechar el conflicto interno para extender su hegemonía en el norte de <b>Italia</b>.<b> Richelieu</b> respondió enérgicamente enfrentándose a <b>España</b>, y alargó los conflictos entre ambos países durante el periodo en que ostentó el poder. Algunas de estas confrontaciones se dieron en el mar, como ocurrió en el sitio de <b>Fuenterrabía.</b></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La toma de la isla de <b>Ré</b> sirvió para que el cardenal se convenciera aún más de la importancia de la Marina de guerra. A partir de este momento, contrató a los mejores maestros de ribera europeos, principalmente holandeses, y creó una red de espionaje en los principales puertos para recabar información sobre los diseños de los nuevos buques que se iban botando. <b>Richelieu</b> estuvo bien informado de los avances navales ingleses. Ya en 1638, ordenó construir el flamante <i>La Couronne</i> como respuesta inmediata al impresionante <i>Sovereign of the Seas </i>inglés. Fue el primer paso en la construcción de una poderosa flota que iba a ser utilizada no sólo contra <b>España</b>, el enemigo por antonomasia, sino para contrarrestar la creciente preponderancia de <b>Inglaterra</b> y <b>Holanda</b> en el mar. Tras la muerte de <b>Richelieu</b> en 1642 y la ascensión al trono de <b>Luis XIV</b>, el cardenal <b>Mazarino</b> pasó a ejercer el cargo de primer ministro.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Mazarino</b> continuó la política de <b>Richelieu</b>, cuyo máximo objetivo era asentar la supremacía de <b>Francia</b> en <b>Europa</b>, especialmente frente a <b>Inglaterra</b> y <b>España</b>, y aplastar los focos internos de oposición a la monarquía. Sin embargo, en el mandato del cardenal <b>Mazarino</b>, la Armada francesa no fue una de sus principales preocupaciones, por lo que sufrió un progresivo abandono que duró hasta la llegada de <b>Jean Baptiste Colbert</b> a la secretaría de Marina en 1668.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La segunda guerra anglo-holandesa</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnpM_IEPaVrWHfIsI3hbtVME9GToWneohbXHSKYtzzCtrZSmvzvJ6owVDd9mGdN4d1HlN2XiSR9h3JXyCfVnoowGlN4FTofUHXLzvTWVBF712cRsEb2Lk2PpG5jX6Qdx5fnp1bWRZEGtqZ/s1702/N%25C2%25BA+34.tif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1702" data-original-width="1345" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnpM_IEPaVrWHfIsI3hbtVME9GToWneohbXHSKYtzzCtrZSmvzvJ6owVDd9mGdN4d1HlN2XiSR9h3JXyCfVnoowGlN4FTofUHXLzvTWVBF712cRsEb2Lk2PpG5jX6Qdx5fnp1bWRZEGtqZ/s320/N%25C2%25BA+34.tif" width="253" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: justify;"><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Asedio a la isla de Ré. Situada frente a La Rochelle, la isla fue uno de los pilares de la resistencia hugonote contra los católicos, y fue finalmente tomada por las fuerzas del cardenal Richelieu en 1628.</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">al finalizar la primera guerra anglo-holandesa con el <b>Tratado de Westminster</b>, la rivalidad comercial entre <b>Inglaterra</b> y <b>Holanda</b> Siguió activa e incluso se trasladó a las emergentes colonias de la costa este norteamericana y a las africanas de <b>Guinea</b>, En 1655, un año después de la firma del tratado, los ingleses atacaron la posesión holandesa de <b>Nueva</b> <b>Amsterdam</b> (la actual <b>Nueva York</b>). al cabo de diez años, en 1665, los ingleses declararon de nuevo la guerra a<b> Holanda</b>, iniciando la denominada segunda guerra anglo-holandesa. Los ingleses obtuvieron una primera victoria clara en <b>Lowestoft,</b> pero las siguientes batallas fueron ganadas por los holandeses, comandados por uno de los mejores marinos de la época: <b>Michiel Adriaanszoon de Ruyter</b>. De <b>Ruyter</b> comenzó su carrera naval en <b>Dinamarca</b>, luchando contra <b>Suecia</b> en el <b>Báltico</b>, en 1659. Ascendió rápidamente a almirante de la <b>Armada de Holanda</b>, después de haber combatido con éxito a los ingleses en la <b>Guinea africana</b>, defendiendo los intereses de la <b>Compañía Holandesa de las Indias</b> <b>Orientales</b>. En la segunda guerra anglo-holandesa, que duró de 1665 a 1667, derrotó claramente a los ingleses en la batalla de los <b>Cuatro Días</b> (junio de 1666) y en la de <b>Medway</b> (junio de 1667), en la que la mayor parte de la escuadra inglesa fue destruida, circunstancia que aceleró la firma del tratado de <b>Breda</b>. La única victoria inglesa en esta guerra fue en la batalla del <b>Día de San Jaime</b>, en agosto de 1666. De<b> Ruyter</b> imputó la derrota al almirante<b> Cornelis Tromp</b>, hijo de <b>Maarten Tromp,</b> quien fue apartado del mando. Sin embargo, en 1673,<b> De Ruyter</b> rehabilitó a <b>Tromp,</b> reconciliándose con él.</span></div></div></div></div></div>
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-44793131854676841382016-11-21T15:08:00.001-08:002021-08-09T11:54:24.628-07:00El siglo: XVII la necesidad de dominar el mar<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFwhQk-TRhM63aA_CgnoR8xQhbTX7JGwoEB5Nb5RccZyajnW84lVhhL8OHvyBT9SUUlO9oNdkmKwwNr6BJlVdo0oRJFIB-uB8oKqd-adaw5mHb3uaSl0XTkghPetD2Q8It3VRyOqdWNQSO/s1600/N%25C2%25BA4.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFwhQk-TRhM63aA_CgnoR8xQhbTX7JGwoEB5Nb5RccZyajnW84lVhhL8OHvyBT9SUUlO9oNdkmKwwNr6BJlVdo0oRJFIB-uB8oKqd-adaw5mHb3uaSl0XTkghPetD2Q8It3VRyOqdWNQSO/s400/N%25C2%25BA4.tif" width="400" /></a></div>
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<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Durante el siglo XVII, la estrategia política y militar de las potencias europeas tuvo que tener en cuenta la importancia decisiva de los barcos para luchar en las continuas guerras que enfrentaban a España, Dinamarca, Francia, Holanda, Inglaterra, Suecia y Rusia y, especialmente, cuando se inició la colonización de los continentes americano y asiático. Durante la primera mitad del siglo, se desarrolló un nuevo tipo de buque diseñado para la guerra en el mar: el barco de línea, una plataforma artillera capaz de combatir en cualquier punto del globo, en cualquier estación del año y en condiciones climáticas desfavorables.<br /></span>
<br /><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La paz entre Inglaterra y España</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg75D4-dgdtdlhT1uGwtyySdH8qrjWl7O3f6liv8hhaaHvuxIE9E9JUP2hSO_jaNRRstso05mPfH5OSQsOjTVTAiqmMRoAEV9Z0GTDEvT2Ckq5vzMVi2UIpUoPdaJNTmIAhB_dtWuMinv2Q/s1600/N%25C2%25BA5.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg75D4-dgdtdlhT1uGwtyySdH8qrjWl7O3f6liv8hhaaHvuxIE9E9JUP2hSO_jaNRRstso05mPfH5OSQsOjTVTAiqmMRoAEV9Z0GTDEvT2Ckq5vzMVi2UIpUoPdaJNTmIAhB_dtWuMinv2Q/s400/N%25C2%25BA5.tif" width="400" /></a></div>
<br />
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Plano del sitio de Ostende. La toma de la ciudad fue la batalla que más vidas costó en la larga guerra de España en Flandes.</span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
Después del desastre de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Armada_Invencible">Armada Invencible</a></b>, el siglo XVII comenzó con perspectivas de paz. Tras la muerte de la reina <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_I_de_Inglaterra">Isabel I</a></b> y bajo el reinado de su sucesor en 1603,<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jacobo_I_de_Inglaterra_y_VI_de_Escocia"> Jacobo I</a></b>, se produjo la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Londres_(1604)">Conferencia de Somerset</a></b>, también conocida como <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Londres_(1604)">Tratado de Londres</a></b>, en la que se logró la paz entre <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Inglaterra">Inglaterra</a></b> y<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a"> España</a></b> en 1604. Las condiciones del tratado fueron bastante favorables a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>, pero a la vez acabaron definitivamente con las esperanzas españolas de invadir <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Inglaterra">Inglaterra</a></b>. La guerra religiosa había terminado con costes muy altos para ambos países, especialmente para <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Inglaterra">Inglaterra</a></b>, ya que el tesoro inglés estaba arruinado por el conflicto y por otros onerosos gastos, como los continuos suministros a los rebeldes protestantes de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>. Por otra parte, durante la transición del siglo XVI al XVII, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Inglaterra">Inglaterra</a></b> sufrió graves reveses, como la peste y muy malas cosechas. Por todo ello, los ingleses necesitaban la paz tanto como los españoles. Según las condiciones del tratado, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Inglaterra">Inglaterra</a></b> renunciaba a prestar ayuda a los <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pa%C3%ADses_Bajos">Países Bajos</a></b>, abría el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Canal_de_la_Mancha"> Canal de la Mancha</a></b> al comercio español y suspendía oficialmente la actividad corsaria; a cambio, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> se comprometía a dar facilidades a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Inglaterra">Inglaterra</a></b> para el comercio con las <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">Indias</a></b>. Sin embargo, en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Europa">Europa</a></b> la tensión aumentaba. Los intereses dinásticos, las perspectivas coloniales que habían suscitado los descubrimientos, y las rutas comerciales abiertas por los españoles y los portugueses, movilizaron a las potencias europeas con franca salida al mar. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_Inglaterra">Inglaterra</a></b> ya había iniciado su expansión, y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Holanda">Holanda</a></b> y<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia"> Francia</a></b> empezaban el mismo proceso. Un escenario de suma importancia en la evolución de esta situación lo constituía la interminable guerra que los españoles mantenían en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flande</a>s.</b></span><br />
<b><br /></b>
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El deterioro español en flandes</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7fE81Tss77vNAY8ou3MjqdbDkermR1fJwWzZguOpNgr3vxvPZorrcvai-ZxjQbo0FXtZRpn53-4YS3rDA-QpgEfxRnZvZR89q4du4VjfNbwmkRGET2aE1p2lMo_eI0H1Fg-1RavFXp8BL/s1600/N%25C2%25BA7.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7fE81Tss77vNAY8ou3MjqdbDkermR1fJwWzZguOpNgr3vxvPZorrcvai-ZxjQbo0FXtZRpn53-4YS3rDA-QpgEfxRnZvZR89q4du4VjfNbwmkRGET2aE1p2lMo_eI0H1Fg-1RavFXp8BL/s400/N%25C2%25BA7.tif" width="400" /></a></div>
<br />
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Óleo de Juan de Toledo que muestra la crudeza de un abordaje entre galeras en el Mediterráneo, en el segundo tercio del siglo XVII, cuando españoles, turcos y venecianos luchaban por la supremacía en el mar.</span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
Después de la paz con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a></b> acordada en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Paz_de_Vervins">Tratado de Vervins,</a></b> en mayo de 1598, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a">Felipe II</a> </b>había entregado el gobierno de los <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pa%C3%ADses_Bajos">Países Bajos </a></b>a su hija, la infanta <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_Clara_Eugenia">Isabel Clara Eugenia</a></b>, y a su futuro marido, el archiduque<b><a href="http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=alberto-archiduque-de-austria"> Alberto</a>. </b>La voluntad del rey era que ambos gobernaran con un estatuto de semiindependéncia. Las provincias holandesas del sur aceptaron, pero las septentrionales siguieron luchando. Bajo el reinado de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_III_de_Espa%C3%B1a">Felipe III</a></b>, quien sucedió a su padre <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a">Felipe II</a></b> a finales de 1598, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> continuó en guerra con los holandeses en tierras de<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca"> Flandes</a></b> y en aguas del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Canal_de_la_Mancha">Canal de la Mancha</a></b>, en las costas de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Portugal">Portugal</a></b> y en el<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Estrecho_de_Gibraltar"> estrecho de Gibraltar</a></b>. Pero fue precisamente en los <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pa%C3%ADses_Bajos">Países Bajos </a></b>donde más violentos y decisivos fueron los enfrentamientos.<br />
En 1602, los hermanos <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ambrosio_Sp%C3%ADnola">Federico y Ambrosio Spínola</a></b>, pertenecientes a una de las familias de armadores más influyentes de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/G%C3%A9nova">Génova</a></b>, acordaron con el gobierno español el envío de tropas y barcos genoveses a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ambrosio_Sp%C3%ADnola">Ambrosio Spínola</a></b> se encargó de enrola 1.000 hombres para operaciones militares terrestres, y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_Sp%C3%ADnola">Federico</a></b> se ocupó de la formación de un escuadrón de galeras para las operaciones marítimas.Varias de las galeras de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_Sp%C3%ADnola">Federico </a></b>fueron destruidas por los barcos de guerra ingleses en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Canal_de_la_Mancha">Canal de la Mancha</a></b>, y el propio <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Federico_Sp%C3%ADnola">Federico</a></b> resultó muerto en un combate contra los holandeses el 24 de mayo de 1603. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ambrosio_Sp%C3%ADnola">Ambrosio</a></b> recorrió con su ejército una larga distancia hasta llegar a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>, y durante los primeros meses de su estancia en el territorio, el gobierno español barajó la posibilidad de emplearlo en nuevos planes para invadir Inglaterra, que no llegaron a concretarse. A finales de año, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ambrosio_Sp%C3%ADnola">Ambrosio</a></b> regresó a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Italia">Italia</a></b> para conseguir más hombres y, a su regreso, en septiembre de 1603, se concentró en el sitio de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ostende">Ostende</a></b> aportando 8.000 soldados que se unieron a las fuerzas del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Archiducado_de_Austria#Duques_y_Archiduques_de_Austria">archiduque de Austria</a></b>, que habían iniciado el sitio en 1601. Fue uno de los más cruentos episodios de la lucha de los holandeses para liberarse del yugo de los monarcas de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_Austria">Casa de Austria</a></b>. El genovés combatió duramente por tierra y mar contra <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mauricio_de_Nassau">Mauricio de Nassau</a></b>, quién conquistó <b><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Sluis">Sluis</a></b> pero no pudo evitar la caída de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ostende">Ostende</a></b> en septiembre de 1604.<br />
La toma de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ostende">Ostende</a></b> comportó grandes pérdidas de hombres y materiales. Se calcula que murieron cerca de 50.000 soldados en cada bando y los marinos españoles pudieron comprobar por vez primera la eficacia de las naves y de los marinos holandeses combatiendo en aguas de poco calado que conocían a la perfección. La irrupción de una flota en el conflicto había tomado por sorpresa a los flamencos y significó un punto de inflexión estratégico, cuyas consecuencias se hicieron evidentes en las décadas siguientes. Hasta entonces, la Marina holandesa había sido básicamente comercial, compuesta por galeones armados y mercantes de diversa índole. La lucha contra los españoles fue la causa principal del progresivo desarrollo de sus barcos que, a mediados del siglo XVII, llegaron a constituir una de las más poderosas flotas europeas que se incorporó definitivamente a la navegación de ultramar.<br />
<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ambrosio_Sp%C3%ADnola">Ambrosio de Spínola</a></b>, a la sazón<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ambrosio_Sp%C3%ADnola"> Marqués de Spínola </a></b>y general de todas las tropas españolas en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>, continuó su lucha contra <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mauricio_de_Nassau">Mauricio de Nassau</a></b> con relativo éxito, hasta que el desgaste económico que suponía la contienda para la depauperada economía de la nación española, que dependía casi exclusivamente del cada vez más inestable comercio con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Indias">las Indias</a></b>, llevó a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> en 1607 a tratar la firma de un armisticio de ocho meses, a partir del mes de mayo, con el<b><a href="https://books.google.es/books?id=WJVRAAAAcAAJ&pg=PA391&lpg=PA391&dq=Consejo+de+los+Estados+Generales+de+las+Provincias+Unidas&source=bl&ots=v0NUidZS64&sig=CYmLdtLMKovlpMOfW7cVC3Sjse8&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwi_17-4r8LQAhUDtRoKHdkVBwgQ6AEIHzAB#v=onepage&q=Consejo%20de%20los%20Estados%20Generales%20de%20las%20Provincias%20Unidas&f=false"> Consejo de los Estados Generales de las Provincias Unidas.</a></b><br />
La suspensión de las hostilidades se refería sólo a las operaciones terrestres, y los holandeses dieron una inmediata respuesta el mismo mes atacando <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gibraltar">Gibraltar</a></b>. La flota española resultó vencida y los almirantes de ambos bandos perecieron en el cruento combate: El holandés <b><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jacob_van_Heemskerk">Jacobo Heemskirk</a></b> y el español <b><a href="https://books.google.es/books?id=l-4RtqO3bFYC&pg=PR91&lpg=PR91&dq=Juan+%C3%81lvarez+D%C3%A1vila&source=bl&ots=BntOx4K1Ys&sig=FvaMP5HcX0CpIj5W_r8-Vz-rYxY&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjSxf3ws8LQAhXHUhQKHQJhCIIQ6AEITTAO#v=onepage&q=Juan%20%C3%81lvarez%20D%C3%A1vila&f=false">Juan Álvarez Dávila</a></b>. Este hecho demuestra que, a principios del siglo XVII, las Armadas, en especial la holandesa, no eran consideradas todavía como parte formal del ejercito y el mar era algo militar y políticamente distinto al combate en tierra firme. A raíz del descalabro de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Gibraltar">Gibraltar</a></b>, los españoles instaron a los holandeses a aplicar el armisticio también en el mar. Finalmente, gracias a la intervención de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia"><b>Francia</b></a>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> y varios principados alemanes, se firmó en 1609 una tregua de 12 años, y el reconocimiento de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> a las <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Diecisiete_Provincias">Provincias Unidas</a></b> como un estado libre e independiente. Fue el comienzo del apogeo comercial y marítimo de los holandeses.</span><br />
<br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La situación en el Mediterráneo</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqdSezdB_4jdkanXGDN8HHQJtpwl2e4fsf-OlPNN5RF5-7PqRzdJb2cl6N8JWUvEilvUAjWrvuhQQ7iuIhUamtkMzGlcdUJZJ5FDo_tFMkipaJXTZ5Rt3CVWgWFdGhcIHO4hUZCnOzzEZD/s1600/N%25C2%25BA8.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqdSezdB_4jdkanXGDN8HHQJtpwl2e4fsf-OlPNN5RF5-7PqRzdJb2cl6N8JWUvEilvUAjWrvuhQQ7iuIhUamtkMzGlcdUJZJ5FDo_tFMkipaJXTZ5Rt3CVWgWFdGhcIHO4hUZCnOzzEZD/s400/N%25C2%25BA8.tif" width="400" /></a></div>
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Óleo que muestra uno de los numerosos episodios navales que se vivieron en el Mediterráneo entre turcos y españoles durante el siglo XVII.</span><br />
<br /><span style="font-size: medium;">
Mientras <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> iba perdiendo poder en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>, en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo">Mediterráneo</a></b>, las hostilidades con los turcos y los berberiscos continuaron con duros enfrentamientos navales. Los ataques contra las costas españolas eran imparables. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A1poles">Nápoles</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sicilia">Sicilia</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Cerde%C3%B1a">Cerdeña</a></b>, territorios por entonces controlados por <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>, sufrían las constantes <i>razzias</i> de los corsarios, al igual que <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Islas_Baleares">Baleares</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Valencia">Valencia</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Catalu%C3%B1a">Cataluña</a></b>. Los berberiscos llegaron incluso a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Canarias">Canarias</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Galicia">Galicia</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Asturias">Asturias</a></b>. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Armada_Espa%C3%B1ola"><b>La Armada Real de Galeras</b></a> era enérgica en cuanto tenía ocasión de atacar una flota definida, pero esto ocurría raras veces. Tan solo en siete ocasiones señaladas se dio esta circunstancia: en 1610 y en 1614, tuvo lugar la limpieza de corsarios de<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Larache"> Larache</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_M%C3%A1rmara">Mármora</a></b>; en 1611, <b>Rodrigo de Silva</b> apresó una flota del rey de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marruecos">Marruecos</a></b>; en 1612, las galeras napolitanas del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lvaro_de_Baz%C3%A1n">marqués de Santa Cruz </a></b>destruyeron una flota turca en la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_Goleta">Goleta</a></b>; en 1614, <b><a href="https://books.google.es/books?id=JLTA2t_73vQC&pg=PA418&lpg=PA418&dq=octavio+aragon&source=bl&ots=S_Si3Eape9&sig=yK5DAJQ8k7WPAigbJGuGnYjlRPU&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwip9-qemd7QAhUFMBoKHXfvAAQQ6AEIQjAI#v=onepage&q=octavio%20aragon&f=false">Octavio Aragón</a></b> expulsó de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Malta">Malta</a></b> a los turcos; esta isla era uno de los objetivos primordiales de los otomanos dentro de su estrategia de control del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo">Mediterráneo</a></b>. Finalmente, en 1616, una escuadra al mando de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Rivera">Francisco de Rivera</a></b> hizo una incursión en las propias costas de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Turqu%C3%ADa">Turquía</a></b>, diezmando la flota turca y, en 1618, el almirante de la Armada, <b><a href="http://blog.todoavante.es/?p=3311">Miguel de Vidazábal</a></b>, atacó una flota turca que regresaba de saquear <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Canarias">las Canarias</a></b>.<br />
Estas constantes escaramuzas fueron debilitando el poder naval español en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo">Mediterráneo</a></b>, que además competía por el control de la zona con la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_de_Venecia">República de Venecia</a></b>, con la que mantenía muy malas relaciones desde la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Lepanto">batalla de Lepanto</a></b>. Los conflictos con los holandeses y con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_Saboya">los Saboya</a></b>, por los que los venecianos tomaron partido contra <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b>, acabaron por romper los vínculos que les habían unido en épocas anteriores. Al cabo de 50 años escasos del fracaso de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a"> Liga Santa de Lepanto</a></b>, por orden del duque de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_T%C3%A9llez-Gir%C3%B3n_y_Velasco">Osuna</a></b>, Virrey de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A1poles">Nápoles</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sicilia">sicilia</a></b>, una flota española comandada por<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Rivera"> Francisco de Rivera y Medina</a></b>, almirante de las galeras de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%A1poles">Nápoles</a></b>, se dedicó durante los años 1617 y 1618 a fustigar a los mercantes venecianos. Este hostigamiento llevó a su enfrentamiento en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ragusa_(Sicilia)">Ragusa</a></b>, en la costa adriática, donde la flota de la <b><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-563075">Serenísima República</a></b> fue derrotada. Tampoco hubo entonces declaración previa de guerra, y las acciones marítimas volvían a desarrollarse de forma independiente de los acuerdos políticos. Detenidas las hostilidades, el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_T%C3%A9llez-Gir%C3%B3n_y_Velasco">duque de Osuna</a></b> instigó la denominada <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Conjuraci%C3%B3n_de_Venecia">"Conjura contra Venecia"</a></b>, que consistió en introducir mercenarios en la ciudad con la finalidad de incendiar el famoso Arsenal, la casa de la Moneda y la Aduana para facilitar la entrada de las tropas españolas. Descubierta la conjura en la que, como dato anecdótico, algunos implicaron al famoso escritor <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Quevedo">Francisco de Quevedo</a></b>, quien huyó de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Venecia">Venecia</a></b> disfrazado de mendigo y ante las protestas venecianas,<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_III_de_Espa%C3%B1a"> Felipe III</a></b> ordenó destruir al <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_T%C3%A9llez-Gir%C3%B3n_y_Velasco">duque de Osuna</a></b>, logrando una tregua con <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Venecia">Venecia</a></b>.<br />
<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_T%C3%A9llez-Gir%C3%B3n_y_Velasco">El Gran Duque de Osuna</a></b> fue un excelente táctico naval. Creó una importante escuadra formada por galeones y galeras conjuntamente. Las galeras servían de ayuda a los galeones, ya que podían sacarlos de un combate o, cuando el viento era escaso, ayudarles a formar la línea, convirtiéndose en auxiliares muy importantes, gracias a su excelente velocidad y a su potencia de fuego; también eran útiles como trasporte de los soldados de infantería.</span><br />
<br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El Arsenal de Venecia</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX_u2tp88EEuS22PvBr0pHK-BmhZbLzGTVFY_RqSeGI1AoDYAQU2FcyYQVe6PkYbUSEDXMBvEW5hdYO-tMjWgCk3yXbFxVV-NbqQRn08bmENEsDIa4imIRoNqSx9KKurUPu0sFw1yHK-1_/s1600/N%25C2%25BA10.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX_u2tp88EEuS22PvBr0pHK-BmhZbLzGTVFY_RqSeGI1AoDYAQU2FcyYQVe6PkYbUSEDXMBvEW5hdYO-tMjWgCk3yXbFxVV-NbqQRn08bmENEsDIa4imIRoNqSx9KKurUPu0sFw1yHK-1_/s400/N%25C2%25BA10.tif" width="400" /></a></div>
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Detalle de la actividad portuaria frente a la plaza de San Marcos en Venecia, a mediados del siglo XVII.</span><br />
<br />
<span style="font-size: medium;"><b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arsenal_de_Venecia">El Arsenal</a></b>, el famoso astillero de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Venecia">Venecia</a></b>, tuvo su época de esplendor durante el siglo XVI, y la fama que se había ganado durante esa época se prolongó a lo largo de todo el siglo XVII. En sus talleres se construían buques encargados por todas las potencias del mundo, por su indiscutible calidad. Sin embargo, fue necesario analizar el resultado de las batallas navales contra ingleses y holandeses de principios de siglo; el objetivo era que los marinos españoles, venecianos y genoveses se dieran cuenta de la manifiesta inferioridad de las galeras y galeazas, que eran los barcos que hasta entonces de habían construido en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arsenal_de_Venecia">arsenal de Venecia</a></b>, frente a los rápidos y bien armados galeones de los<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pa%C3%ADses_Bajos"> países del mar del Norte</a></b>. La propulsión a remo de las galeras y galeazas era eficaz en los recorridos relativamente cortos y para la cambiante meteorología del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo">Mediterráneo</a></b>, pero, obviamente, era absolutamente inviable utilizar los remos en una travesía atlántica o de largo recorrido. Este inconveniente se puso de manifiesto a finales del siglo XVI. A la inferioridad en el combate de las galeras y galeazas, por su lentitud frente a los galeones, había que añadir su alto coste y la poca rentabilidad de su tripulación. Por todo ello, el siglo XVII marcó la lenta pero inevitable decadencia de las galeras y galeazas, que no desaparecieron hasta mediados del siglo XVIII. Sin embargo, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Venecia">Venecia</a></b> continuó disfrutando de una amplia y variada flota mercante y militar, compuesta principalmente por galeras y galeazas, que la mantuvo como gran potencia del <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Mediterr%C3%A1neo">Mediterráneo</a></b> durante todo el siglo XVII, con constantes enfrentamientos con el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_otomano">Imperio otomano</a></b>; por su parte, los turcos siguieron usando este tipo de naves hasta bien entradi el siglo XVIII.</span></div>
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-71499097768699917742014-02-16T13:55:00.002-08:002021-08-09T12:00:17.987-07:00La Armada Invencible<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhjKTyFXblvpvPaYXKSUlI4sIze7tLXVBmvo6kJNW6WVEK4tey0MM228p-QbxQ4g9frHn8Ibr9c8cMj-aqccHDDjhsxNztnj8K_7YF7bYb_gK_Nz9PRpwWMzUDGkfgRlEEBF1SDo9Ao_0V/s1600/Imagen+22.tif" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" closure_lm_677107="null" dta="true" height="207" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhjKTyFXblvpvPaYXKSUlI4sIze7tLXVBmvo6kJNW6WVEK4tey0MM228p-QbxQ4g9frHn8Ibr9c8cMj-aqccHDDjhsxNztnj8K_7YF7bYb_gK_Nz9PRpwWMzUDGkfgRlEEBF1SDo9Ao_0V/s1600/Imagen+22.tif" width="320" /></a></div>
<div style="border-bottom: medium none; border-color: initial; border-left: medium none; border-right: medium none; border-style: none; border-top: medium none; border-width: medium;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><i>Grabado que muestra a la Armada Invencible naveando por el Canal de a Mancha en 1588. En primer término, a la iquierda, una galeaza.</i></span></div>
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Afinales del siglo XVI, la gran expansión conial española se paralizó debido a su enfrentamiento con Inglaterra. En una oscura guerra de transfondo religioso, mezclada con aspiraciones dinásticas, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a">Felipe II</a></b> ordenó la invasión de Inglaterra mediante una vasta operación naval que dio pie a uno de los más terribles fracasos de la historia marítima militar. El desastre de la denominada Armada Invencible fue un duro golpe para el Imperio español y marcó el inicio de su decadencia naval y política.<br />
Pese al éxito de los avances geográficos y políticos, la corte de<b> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_I_de_Espa%C3%B1a">Carlos I</a></b> mostró muy poco entusiasmo ante las perspectivas abiertas tras el viaje de<b> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_de_Magallanes">Fernando de Magallanes</a></b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_de_Magallanes"> </a>y de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Sebasti%C3%A1n_Elcano"><b>Juan</b> <b>Sebastián El</b> <b>cano</b></a>. Los españoles no disponían de una flota preparada para establecer rutas rentables a distancias tan enormes. Por otra parte, la llegada de las <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Islas_Molucas">Molucas</a> por el Oeste creó un nuevo conflicto con Portugal, país al que pertenecía el archipiélago, según el meridiano que definía el Tratado de Tordesillas suscrito por los<b> Reyes Católicos</b> y<b> Juan II</b> a raíz del primer viaje de <b>Colón</b>. Pero la ambigüedad de esta línea en el Pacifico, debido a los importantes errores de cálculo sobre el perímetro de la Tierra con la que se había trazado, dio al traste con su utilidad y llevó a portugueses y españoles a sentarse de nuevo en Zaragoza en 1529 para reconsiderar los acuerdos Tordesillas. El 22 de abril se firmó el Tratado de Zaragoza, por el cual las Molucas quedaban en manos portuguesas, a cambio de 250.000 ducados, y tan sólo las islas Filipinas fueron consideradas como colonia española en el océano Pacífico. Por otra parte, en 1530, finalizó la conquista de México iniciada en 1519 por <b>Hernán Cortés</b>, y, en 1531, <b>Pizarro</b> partió de Panamá para conquistar Perú, objetivo que logró en 1533. En 1533 y 1538, los españoles conquistaron los territorios de los actuales Ecuador y Colombia y, en 1541, Chile. Las fotas españolas se beneficiaban del excelente desarrollo del galeón, una nave que se mostraba capaz y eficiente para las labores mixtas de transporte y combate que requerían las rutas de los territorios recién descubiertos.<br />
Los barcos españoles comenzaron a dominar el océano atlántico, y el <b>Imperio de Carlos I </b>se iba extendiendo con una rapidez extraordinaria por una parte importante del continente americano. En poco más de 30 años, el emperador español logró que sus posesiones aumentaran en una extensión diez veces superior a la de los reinos europeos que había heredado.<br />
En el Caribe, los españoles se encontraron ante un mar lleno de peligros que les costó mucho de cartografiar. La cuenca caribeña forma un mar casi cerrado, parecido al Mediterráneo, y sólo encontraron una manera de entrar y salir en función de los vientos dominantes y de los numerosos y temibles arrecifes y bancos de arena. Se entraba entre las Islas de Barlovento y las de Sotavento, por el actual paso de Martinica, entre las islas de Martinica y Dominica, y luego había que limitarse a seguir los vientos y corrientes dominantes de Este a Oeste que empujaban hacia el golfo de México, siempre navegando al sur de la Hispaniola y de Cuba. en esta ruta, la aproximación al canal de yucatán, entre el cabo Catoche y el cabo San antonio, en la isla de Cuba, era siempre conflictivo por su vulnerabilidad a los ataques piratas. Éstos eran más frecuentes al regreso, cuando los convoyes navegaban cargados de valiosas mercancías. Para salir del Caribe, los españoles utilizaban tres opciones: el paso de la Anegada, entre San Martín y las islas Virgenes; el canal de la Mona, entre la hispaniola y Puerto rico, y el canal de viento, entre Cuba y la Hispaniola. en La Habana se reagrupaban para formar convoyes, salían por el estrecho de florida y aprovechaban la corriente del golfo y los vientos del oeste primaverales para cruzar el atlántico rumbo a las Azores, o bien directamente a las costas gallegas españolas, preferentemente hacia el puerto de Vigo, para, después de dejar parte de loa carga, regresar a Sevilla y a Cádiz. durante el siglo XVII, la proliferación de barcos piratas en el Caribe parecía imparable y se convirtieron en la principal amenaza para los galeones de la Ruta de las Indias. Sin embargo, los ataques de los piratas no eran la única causa de las sangrías que sufrían las flotas españolas; los naufragios provocados tanto por los fenómenos meteorológicos como por los errores de navegación a causa de la inexactitud de las cartas nàuticas, fueron numerosos y a menudo catastróficos.</span><br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Inglaterra y Francia frente a España</span><br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;"><br /></span>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC5nJ4P_EbQoYixo3a2bZf9mgENxWqT6IEAH3ZEmVzSr5pZPA_cchwEXjA4fsGhgLy8IXEdSefae5WRYLRxET1AqX7TQkp5Dm2wY8CyaYPTdKKo-yDkAYNZQSGV9KIQUK2xkrYjVRJrLdB/s1600/imagen+26.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC5nJ4P_EbQoYixo3a2bZf9mgENxWqT6IEAH3ZEmVzSr5pZPA_cchwEXjA4fsGhgLy8IXEdSefae5WRYLRxET1AqX7TQkp5Dm2wY8CyaYPTdKKo-yDkAYNZQSGV9KIQUK2xkrYjVRJrLdB/s1600/imagen+26.tif" width="252" /></a></div>
<span style="color: #0b5394; font-size: large;"><br /></span>
<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><i>Retrato de Giovanni Verrazano, navegante florentino al servicio de Francia, que descubrió el río Hudson.</i></span><br /><span style="font-size: medium;">
Esta espectacular expansión preocupó especialmente a Inglaterra y Francia. Ambos países eran potencias emergentes dentro del panorama político europeo, y entraron en colisión directa con España, aunque también se preocuparon por otros motivos. El anglicanismo, cuyo desarrollo se inició en 1517 con la publicación de la Tesis de<b> Martín Lutero</b>, situó a Inglaterra en un enfrentamiento directo con el catolicismo defendido a ultranza por<b> Carlos I</b>. Mientras tanto, en Francia, que estaba enfrentada a España por el dominio de los territorios italianos, el rey<b> Francisco I </b>cuestionó el Tratado de Tordesillas y luego el de Zaragoza. Para los franceses, España y Portugal se estaban repartiendo el mundo con la connivencia papal, situación que de ninguna manera iban a tolerar. Tanto Inglaterra como Francia dejaron de lado su preocupación por el dominio del mar y se sumaron a la pugna por los descubrimientos hacia el Oeste. Desde 1498, cuando <b>John Cabot</b> viajó a las costas de Norteamérica, Inglaterra no había impulsado ningún viaje de exploración oceánica. Los esfuerzos de <b>Enrique VIII </b>se centraron en crear una poderosa Marina de guerra, más como arma de defensa y ataque que de exploración y conquista. Al morir el rey inglés en 1547, el mismo año que <b>Francisco I </b>de Francia, sus sucesores,<b> Eduardo IV</b> y <b>María Tudor</b>, no tuvieron apenas tiempo de emprender proyectos navales de envergadura, debido a su breve reinado. No fue hasta la llegada de <b>Isabel I</b> cuando Inglaterra dio un paso decidido en el campo de la exploración naval y de las conquistas territoriales.<br />
</span><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
La idea de la existencia de un paso por el noroeste del Atlántico, que permitiera dejar a babor el continente americano y alcanzar Asia por una ruta más corta que la de<b> Magallanes</b>, era especialmente atractiva para los países del norte de Europa, como Inglaterra y Francia, que tenían la ruta de los alisios más lejos que los españoles y portugueses. Los lusitanos, además, controlaban los pasos por las Canarias, las Azores y Cabo Verde, creando una imponente barrera militar a todo intento de navegar hacia el Sur. Encontrar ese paso navegable se presentaba como una magnífica alternativa para competir con los españoles en ultramar: Inglaterra ya lo había intentado sin éxito con <b>John Cabot</b>, y Francia lo hizo financiando la expedición del florentino<b> Giovanni Verrazano</b>. El navegante, nacido en Florencia en 1485, se puso al servicio de <b>Francisco I</b> de Francia. En 1524 entró en el río <b>San Lorenzo</b>, cuya desembocadura ya había descubierto <b>Cabot</b>, y navegó por la costa este de Norteamérica hasta el río Hudson, siendo probablemente el primer europeo en navegar por la rada de la actual Nueva York. <b>Verrazano</b> buscó sin éxito el ansiado paso, pero aportó abundantes datos sobre la configuración de la costa de Norteamérica, noticias que hicieron aumentar el interés de los países del norte de Europa por la costa septentrional de América. En 1527, <b>Verrazano </b>partió hacia Brasil en una nueva expedición, en la que pereció. Las causas de su muerte son misteriosas, aunque parece generalmente aceptado que fue apresado por los españoles en la costa de Cádiz y ejecutado por sus actividades corsarias al servicio de Francia; sin embargo, algunos sostienen que encontró la muerte a manos de los nativos guaraníes.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Felipe II frente a Isabel</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX9eRC1V4UHQir-vjHkIjUnJIVrPFVv0i93bvCLOxRLv8ovn-7peh83OQkvQDgbHqywi2uXNtWJjZTxQ9xIYl2wdUF6YKGSQ2A3tA6lGflY-Q2fJLI3d0lPImyeDsnll8I2RcmKbioNYy2/s1600/Imagen+25.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX9eRC1V4UHQir-vjHkIjUnJIVrPFVv0i93bvCLOxRLv8ovn-7peh83OQkvQDgbHqywi2uXNtWJjZTxQ9xIYl2wdUF6YKGSQ2A3tA6lGflY-Q2fJLI3d0lPImyeDsnll8I2RcmKbioNYy2/s400/Imagen+25.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<i style="color: #990000; font-size: small; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX9eRC1V4UHQir-vjHkIjUnJIVrPFVv0i93bvCLOxRLv8ovn-7peh83OQkvQDgbHqywi2uXNtWJjZTxQ9xIYl2wdUF6YKGSQ2A3tA6lGflY-Q2fJLI3d0lPImyeDsnll8I2RcmKbioNYy2/s1600/Imagen+25.tif" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;">Uno de los primeros galeones españoles que se desarrollaron a partir de mediados del siglo XVI.</a></i></div>
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Pero el gran enfrentamiento entre potencias europeas que tuvo lugar en el siglo XVI se gestó entre Inglaterra y España. En 1556,<b> Carlos I</b> abdicó a favor de su hijo <b>Felipe II</b>. El nuevo monarca heredó el más vasto imperio que nunca se había conocido en la historia. Un imperio en el que "nunca se ponía el Sol", pero que obligaba a un muy costoso mantenimiento, que pronto, iba a pasar factura. En 1581, <b>Felipe II</b> reclamó sus derechos sucesorios a la corona de Portugal, puesto que era nieto de<b> Manuel I</b>, logrando así la gran aspiración de sus bisabuelos, los <b>Reyes Católicos</b>, de unificar la Península Ibérica. En el Mediterráneo, <b>Felipe II</b> se involucró en una guerra contra el Imperio otomano, instigando la Liga Santa.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Al estallar en Europa las guerras religiosas, especialmente intensas en Francia, <b>Felipe II</b> tomó parte activa a favor de los católicos, lo que le llevó a un enfrentamiento directo con Inglaterra y al inicio de un sangrante conflicto en sus territorios de los Países Bajos. La confrontación con Inglaterra, aparte de ser religiosa, era dinástica. Al morir<b> María Tudor</b>, esposa de <b>Felipe II</b>, las relaciones con la sucesora del trono inglés, <b>Isabel II</b>, se enrarecieron gravemente. La reina inglesa luchó contra los catolicos escoceses, a los que derrotó, y fomentó de forma significativa los ataque a los intereses españoles, desde los Paises Bajos hasta los ataques corsarios a los galeones de la flota de Indias en aguas de América. Para esta estrategia contó con la ayuda de uno de los personajes más notables desde el punto de vista de las aventuras marítimas de la segunda mitad del siglo XVI:<b> Francis Drake</b>.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Fracis Drake, el primer gran corsario</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOlkLt-kNNqw_GBU5Ybq-vgMPWV8nI6BNFcRFsQDEsobusytdN6Pc8uDmw-3B9o1AWTjGkVHh0jC_It4ID_1Qxbwr8Z99o1lxmjKP4HcG11jes4_SZ0gjAffUwwgvLxImzExjO6RbIrtDt/s1600/1590_or_later_Marcus_Gheeraerts%252C_Sir_Francis_Drake_Buckland_Abbey%252C_Devon.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisAGYoW0f6I3m09clzLG6gsuBj7vkcN8c_rXW2jo5U3TJFZJUCBQh5hs6ipTci2ynsqm5t8VUurdOoTtKHjGz758Xv5jTPHchQoEcwKSC0EMyqS02d0MSSMUzsR_vISgYmv7dCJm7wq3Lf/s1600/1590_or_later_Marcus_Gheeraerts%252C_Sir_Francis_Drake_Buckland_Abbey%252C_Devon.jpg" style="clear: left; display: inline; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: #990000; font-size: x-small; text-align: justify;">Retrato de Francis Drake según un óleo de Marcus Gheeraerts el Viejo (1516- 1604) expuesto en el Museo de Plymouth (Inglaterra). El corsario Drake fue nombrado caballero por la reina Isabel I el 4 de abril de 1581.</span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
En 1576, la reina <b>Isabel II </b>encargó a <b>Francis Drake</b> una expedición con tres objetivos concretos: atravesar el estrecho de Magallanes y explorar la costa oeste de Norteamérica en busca del paso del noroeste; establecer relaciones con otros pueblos todavía no sometidos por España y Portugal y, por último hostigar a los barcos españoles allí donde los encontrara. Fue una de las primeras "patente de corso" que se dieron en la historia de la navegación tras el descubrimiento de América, y<b> Drake</b> la llevó a su máxima expresión.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Con una flota de cinco barcos capitaneados por el <i>Pelican</i>, un gran león mercante armado con 18 cañones, <b>Drake</b> partió de Plymounth y se dirigió a las islas de Cabo Verde.Capturó varias naves portuguesas y secuestró al excelente piloto <b>Nuño da Silva</b>, buen conocedor de la América Central Y Meridional. Dos meses después, recaló en el puerto de San Julián, en la costa de la actual Argentina, y logro reprimir un motín al inicio del invierno austral. Antes de reemprender su viaje, el 17 de agosto, <b>Drake</b> rebautizó al <i>Pelican</i> con el nombre de <i>Golden Hind </i>y prescindió de los dos barcos menores de la flota.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Tras navegar por el estrecho de Magallanes, entró en el Pacífico, pero un fuerte temporal lo desvió hacia el Sur, lo que le hizo descubrir el que se denominó paso de <b>Drake</b> y que confirmó que el estrecho de Magallanes no era el único paso entre Sudamérica y la que denominaban "Terra incognita Australis". Uno de los buques que le acompañaban desapareció en medio de la tormenta, y el otro quedó tan maltrecho que tuvo que regresar a Inglaterra. <b>Drake </b>remontó con el <i>Golden Hind</i> la costa sudamericana y hostigó a los barcos y puertos españoles, llegando a capturar un valioso cargamento de oro y plata en la costa de Perú. Navegó hacia el Norte, buscando el paso hacia Europa, y llegó a la latitud de la actual Vancouver.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Como los españoles habían puesto precio a su cabeza, decidió volver por el Oeste atravesando el océano Pacífico y el Índico, una alternativa que no estaba prevista en su plan de viaje inicial. Zarpó de la costa americana el 17 de junio de 1579, y arribó el 30 de septiembre a las islas Palau. Luego navegó 9.700 millas seguidas hasta Sierra Leona, donde arribó el 22 de julio de 1580. Finalmente, arribó al puerto de Plymouth el 26 de septiembre de 1580, tras dos años, diez meses y dieciocho días de viaje. El botín con el que <b>Drake</b> regresó a Inglaterra ascendió a unas 800 libras de oro, 20 toneladas de plata, 13 cofres de monedas de oro y plata y numerosos cofres de perlas y piedras preciosas, lo que vino a significar una cantidad superior al presupuesto anual inglés votado en el Parlamento aquel mismo año.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La vuelta al mundo de Francis Drake</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0rOSNpPeUZ54ed2LojaloVSn40l3OPzoBmwr0Sd6hQ65JsZkplhlEOLDLyfZRVVqo8gmUGCvyUiCGAF_3mcyP1f0Xhol3yGSHvLKHrUUgemUOeZrK6dDZNaLJOen_DTZbUN60A5-72gEO/s1600/N%25C2%25BA+1.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0rOSNpPeUZ54ed2LojaloVSn40l3OPzoBmwr0Sd6hQ65JsZkplhlEOLDLyfZRVVqo8gmUGCvyUiCGAF_3mcyP1f0Xhol3yGSHvLKHrUUgemUOeZrK6dDZNaLJOen_DTZbUN60A5-72gEO/s400/N%25C2%25BA+1.tif" width="400" /></a></div>
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<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado del siglo XIX que muestra a Sir Francis Drake dirigiendo el ataque al emplazamiento español de Puerto Rico en 1598.</span></div>
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<span style="font-size: medium;"><b>Francis Drake</b> fue el primer capitán de barco en circunnavegar el mundo, puesto que <b>Fernando</b> <b>Magallanes </b>murió en Filipinas y <b>Juan Sebastián de Elcano</b>, que fue quien completó el periplo, no fue capitán del <i>Victoria</i> hasta después de la muerte del marino portugués. Al igual que el<b> Cano</b>, la hazaña de <b>Drake</b> no fue voluntaria sino consecuencia de su plan de huida del acoso de los españoles cuando se encontraba en la costa de California. En aquella época, ningún marino se hubiera aventurado a realizar un viaje de aquellas características , de tan alto coste y con casi nulos beneficios económicos.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Sin embargo, su circunnavegación tuvo importantes consecuencias en la actitud de Inglaterra frente a la expansión marítima. Desde el punto de vista geográfico, los navegantes ingleses eran conscientes de la importancia que tenía encontrar el paso del Atlántico al Pacífico y asumieron la vastedad del continente americano.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Uno de los episodios más misteriosos del viaje de <b>Drake </b>fue su estancia con los indios norteamericanos en un lugar de la costa del Pacífico, que en su libro póstumo, <i>World Encompassed</i>, denominó Nova Albion. Los estudiosos de <b>Drake</b> no se ponen de acuerdo en cuál de los fondeaderos ancló el Golden Hind, una fría mañana de junio de 1579, para reparar la nave, y dónde permaneció más de cinco semanas conviviendo pacíficamente con los indios norteamericanos que, según él mismo afirmó, le obsequiaron con una placa metálica que nunca se encontró. Muchos sostienen que lo hizo en la actual bahía de <b>Drake</b>, una ensenada abierta, situada a 37º 5` de latitud, unas 40 millas al norte de la actual San Francisco. Otros opinan que fue en la bahía de Bodega, un estiramiento brumoso de la costa, cerca de 20 millas al norte de la bahía de<b> Drake</b>. También hay investigadores que se decantan por la actual Whale Bay. El motivo de la polémica es la anotación de 38º 30´ de latitud que <b>Drake</b> plasmó en su diario de a bordo. Según la exactitud de los sistemas de navegación de la época, es adecuado suponer un margen de error de 30 millas. También hay historiadores que afirman que este dato fue registrado voluntariamente de forma errónea por<b> Drake</b> para confundir a los españoles en el caso de ser capturado, y que la latitud correcta se situaría sobre los 44º, es decir, a media altura de la costa del actual estado de Oregón.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El rápido deterioro de las relaciones entre España e Inglaterra</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixecEqIhbrtrZTQXJItDTSJfJhNT4xv-kewPMq4GxC8ODwQAl-MjCeSkwRWpRdFremaOIKQuZ66hS2VbQ3mA7J6gCT_8eZGFh1-ew5QwGD5MVDCZZv6zoqHHAuiJO9qKX416ZOitTDxGKI/s1600/N%25C2%25BA+3.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixecEqIhbrtrZTQXJItDTSJfJhNT4xv-kewPMq4GxC8ODwQAl-MjCeSkwRWpRdFremaOIKQuZ66hS2VbQ3mA7J6gCT_8eZGFh1-ew5QwGD5MVDCZZv6zoqHHAuiJO9qKX416ZOitTDxGKI/s400/N%25C2%25BA+3.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra a Isabel I nombrando caballero a Francis Drake en la cubierta de su barco, atracado en Depford. El dibujante no respetó los hechos históricos, puesto que la reina no asistió a la ceremonia.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
En 1581, la reina de Inglaterra decidió nombrar a <b>Francis Drake</b> caballero en una fastuosa ceremonia. Sin embargo, fue el embajador francés quien finalmente presidió el acto, puesto que la reina decidió no hacerlo personalmente, encontra de lo habitual, para no irritar al gobierno de España, así como a una parte de su propia corte que menospreciaba a <b>Drake</b> al considerarle un corsario. <b>Isabel I </b>dispuso que el<i> Golden Hind </i>fuera conservado en el Támesis para admiración de la época y de la posteridad. Aunque la reina no estuviera presente, el homenaje a<b> Drake </b>indignó a la diplomacia española y fueron muchos los miembros de la corte de <b>Felipe II</b> que abogaron por una enérgica intervención militar contra Inglaterra.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><b>Isabel I</b> prosiguió alentando las acciones corsarias de <b>Drake</b>, para atacar los intereses comerciales españoles en América. En 1586, <b>Drake</b> asaltó Santo Domingo, Cartagena y San Agustín. En 1587, su audacia le llevó a Cádiz, uno de los más importantes puertos españoles, donde destruyó dieciocho barcos y apresó otros seis. Estos ataques se sumaron a los de otros corsarios ingleses, como <b>John Hawkins</b> y <b>Walter Raleigh</b>, y a los de los piratas pescadores de los Países Bajos al servicio del príncipe de Orange, también alentados por la reina de Inglaterra. Este cúmulo de ofensivas deterioraron seriamente las relaciones entre España e Inglaterra y se convirtieron en un argumento político-militar añadido al enfrentamiento religioso.<b> Felipe II </b>pensó seriamente en acelerar la invasión de Inglaterra para destronar a <b>Isabel I</b> e instaurar el catolicismo en el país. Una operación militar de este tipo ya había sido proyectada desde hacía años por un sector de la corte española, y muy especialmente por los gobernantes de Flandes. También la Santa Sede, con el interés puesto contra el protestantismo, había tomado cartas en el asunto. El papa <b>Sixto V</b> prometió un millón de ducados a <b>Felipe II</b> para la financiación de la guerra contra Inglaterra. La decapitación de la católica <b>María Estuardo</b>, el 8 de febrero de 1587, fue el detonante que impulsó a <b>Felipe II</b> a poner en marcha los planes de invasión. El monarca ordenó a <b>Álvaro de Bazán</b>, marqués de Santa Cruz, la preparación de una gran flota para desembarcar en Inglaterra. <b>Álvaro de Bazán </b>era el marino de más prestigio de toda la historia de la Armada española. Había destacado en la batalla de Lepanto y hacía poco había liderado una campaña de gran éxito contra Portugal, con la ocupación de la isla Terceira, en las Azores. En esta invasión nació históricamente la infantería de Marina, ya que, por primera vez, fueron embarcadas fuerzas de tierra para la ocupación de la playa y el territorio de la isla.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El marqués de Santa Cruz concibió el siguiente plan: navegar directamente desde Lisboa (desde 1581, Portugal pertenecía a la Corona Española) hacia el estuario del Támesis, donde se aseguraría una cabeza de playa en Margate y se enviarían a tierra tropas suficientes para abrirse camino a través de Kent y luego tomar Londres. El almirante español propuso inicialmente crear una gigantesca flota compuesta por 150 grandes barcos y otros 400 de apoyo, con 95.000 hombres a bordo, de los cuales, 55.000 corresponderían a las tropas invasoras; el presupuesto de la operación se calculó en cuatro millones de ducados. El prestigio militar y naval de <b>Álvaro de Bazán</b> influyó para que <b>Felipe II</b> creyera en el probable éxito de la operación. También es posible que el monarca español estuviera influenciado por el convencimiento de que los marinos y los barcos españoles eran superiores a los ingleses. La tradición marítima de España, adquirida tanto con la conquista de América como con los éxitos de<b> Magallanes</b> y <b>Elcano</b>, era evidentemente superior a la de Inglaterra. Por otra parte, los mandos de la gran Armada eran oficiales expertos en la carrera de Indias y en la exploración de América. Todo ello contribuyó a la gestación de un gran error.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La grande y Felicísima Armada</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaC4D6But1lkwsSXO3MWfKQt2IDwpoen2Ah4R9CkBngmsAO9SFKDjqjoZp8cgaoAjc-dAnfQoGYwZLNHnikJTZTRHQ-kx2XMWQe0RbhpukHTyCxSZijT61YG9Yld7tUDt5L6W0I12KPpRk/s1600/N%25C2%25BA+4.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaC4D6But1lkwsSXO3MWfKQt2IDwpoen2Ah4R9CkBngmsAO9SFKDjqjoZp8cgaoAjc-dAnfQoGYwZLNHnikJTZTRHQ-kx2XMWQe0RbhpukHTyCxSZijT61YG9Yld7tUDt5L6W0I12KPpRk/s400/N%25C2%25BA+4.tif" width="290" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra uno de los galeones de la Armada española que atacó Inglaterra.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Pese al triunfalimos conque se inició la operación, el presupuesto era excesivo para el erario español. Los tesoreros de la corte consideraron totalmente desorbitado el desembolso inicial y, para agravar la situación, el papa<b> Sixto V </b>retrasó la entrega de la suma prometida, condicionándola al momento del desembarco en Inglaterra. Antes estas dificultades, el monarca español optó por una alternativa mucho más económica: reducir el número de naves a 132 y utilizar sólo al ejército que operaba en Flandes, cuyos hombres serían recogidos por la flota en su camino hacia Margate. Estas tropas, formadas por unos 30.000 hombres, cruzarían el Canal de la Mancha en 150 pequeñas lanchas de desembarco, escoltadas por las de la gran Armada.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Esta solución complicaba notablemente la operación, puesto que introducía nuevos parámetros, realmente inciertos, como la disponibilidad real de las tropas de Flandes, por entonces ocupadas en un conflicto contra los rebeldes holandeses. Además aumentaron las dificultades técnicas y logísticas del embarque de un ejército de tal magnitud, debidas fundamentalmente a la estructura de los puertos de Flandes y al poco calado de sus costas; eran operaciones marítimas de una envergadura que hasta entonces nadie había realizado. Pero los problemas de<b> Felipe II</b> no harían más que aumentar. El 9 de febrero de 1588, murió<b> Álvaro de Bazán</b>; fue sustituido por <b>Alonso Pérez de Guzmán y Sotomayor</b>, duque de Medina Sidonia, hombre de grandes dotes organizativas y conocedor del armamento artillero, aunque su experiencia naval y su prestigio entre los marinos eran considerablemente menores. A principios de marzo,<b> Alejandro Farnesio</b>, duque de Parma, quien estaba al mando de las tropas de Flandes, informó a <b>Felipe II</b> sobre sus dudas ante la posibilidad de llegar a reunir los 30.000 hombres que se le pedían. <b>Farnesio </b>se había mostrado inicialmente favorable a la invasión; pero luego, ante las dificultades que tenía para mantener a raya a los holandeses, sugirió al monarca otra vía de solución: la negociación con <b>Isabel I</b>, una posibilidad que la reina veía con buenos ojos, pues evitaría una guerra que se adivinaba tremendamente costosa. Además, la posibilidad de un pacto con Inglaterra, permitiría a España concentrarse en sofocar la revuelta en Flandes. Sin embargo, el monarca español siguió con la idea inicial y aceleró la formación de la gran Armada a la que llamó Grande y Felicisima Armada, que, más tarde, sería conocida como la Armada Invencible. Para reunir las 132 naves, se ordenó que regresaran las mejores unidades de Nápoles y de Sicilia y los galeones de la Armada del Océano. Se consideró que serían suficientes para enfrentarse a la flota de unos 100 barcos de los ingleses, en su mayoría de escaso tonelaje y con tan sólo 15.000 hombres. Oficiales de prestigio como <b>Juan Martín de Recalde</b>, <b>Alonso de Leyva</b>, <b>Miguel de Oquendo</b> y <b>Hugo de Moncada</b> se hallaban entre los cuadros de mando españoles, que confiaban en su superioridad marinera y táctica.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Una travesía llena de incertidumbre</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZObsDgrNcp2sM9N6CTH7G9tS8jsiulkauvF6Quyy0sk73jf9XnuehuYJbjjicVVOVyS8-O_fbFMGrxM_qzFHG9i8KQZ4cP3GVrX4ib_wZdoMtHLZ4DLVUkJOjTGiTAEEwIWAYmFIOXZfw/s1600/N%25C2%25BA+2.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="307" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZObsDgrNcp2sM9N6CTH7G9tS8jsiulkauvF6Quyy0sk73jf9XnuehuYJbjjicVVOVyS8-O_fbFMGrxM_qzFHG9i8KQZ4cP3GVrX4ib_wZdoMtHLZ4DLVUkJOjTGiTAEEwIWAYmFIOXZfw/s400/N%25C2%25BA+2.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Incendio de la ciudad de San José, en la isla Trinidad, por parte de Walter Raleigh, en plena campaña de hostigamiento contra las posesiones españolas en América.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
A finales de mayo de 1588, la Armada española abandonaba el puerto de Lisboa y el estuario del Tajo rumbo a Inglaterra. La flota debía ser autosuficiente por lo menos durnate un año, e iba a navegar estrictamente unida para evitar cualquier ataque con abordaje. La constituían 22 galeones y 108 barcos de diversos tipos, entre los que había galeazas y galeras; éstas se mostraron de inmediato inadecuadas para las aguas del Atlántico. A los pocos días, se hizo evidente la dificultad de mantener unida a una flota de buques de tan diversas características marineras y, para agravar la situación, a la altura de las costas gallegas se desencadenó un violento temporal que obligó a la Armada a refugiarse en la rada de La Coruña. Desde allí, <b>Medina Sidonia</b> envió un informe a <b>Felipe II</b> haciéndole partícipe de sus dudas sobre la capacidad de los barcos y de los marinos embarcados para enfrentarse a las condiciones climáticas atlánticas y para avanzar con éxito hasta Londres, una vez desembarcados. Al mismo tiempo, al monarca le habían llegado noticias del cardenal <b>Allen </b>en las que éste aseguraba que los católicos ingleses se sublevarían inmediatamente contra la reina tan pronto tuvieran noticias del desembarco español. Por consiguiente, pese a las reticencias de<b> Medina Sidonia</b>,<b> Felipe II</b>, entusiasmado ante la idea de la rebelión católica, decidió seguir adelante.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El 12 de julio de 1588, la Armada zarpó de La Coruña para navegar directamente hacia el Canal de la Mancha, atravesando el golfo de Vizcaya. El día 22, se desencadenó una tormenta del suroeste, característica del verano en aquella zona y, al amanecer del día 28, unos cuarenta barcos se habían separado sustancialmente del grueso de la flota. Al reagruparse, fueron avistados en la entrada del canal por el capitán inglés <b>Thomas Fleming</b>. Éste navegó a toda velocidad hacia Plymouth para dar la alarma. Allí se encontró con <b>Sir Francis Drake</b> quien, según cuenta la leyenda, estaba jugando a los bolos. Lejos de alarmarse, <b>Drake</b> le dijo, supuestamente, a <b>Fleming</b> "Tenemos tiempo de acabar la partida. Luego venceremos a los españoles". Después, se dirigió a su barco para escoltar a <b>Fleming</b>, pero el mal tiempo mantuvo a los buques ingleses retenidos en el puerto. La alarma fue transmitida inmediatamente por los faros situados en la costa británica y por los correos a caballo que partieron de Plymouth.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Mientras las naves de<b> Medina Sidonia</b> alcanzaban la longitud de la costa de Cornualles, en los demás puertos ingleses, la flota real, comandada por el almirante <b>Charles Howard de Effingham</b>, primo de <b>Isabel I</b>, se preparaba para la defensa. Los británicos calcularon en un principio que los españoles iban a efectuar un desembarco navegando directamente hasta sus costas, y por ello se hacián fuertes en los principales puertos del este; desconocían que la ruta de <b>Medina Sidonia</b> era mucho más larga, puesto que debía atravesar el Canal de la Mancha para alcanzar Flandes, embarcar allí las fuerzas de infantería destacadas e incorporar las lanchas de desembarco al convoy; éstas supuestamente, debía tenerlas preparadas el duque de <b>Parma</b>. Por ese motivo, la flota navegaba muy lentamente, ya que <b>Medina Sidonia</b> no quería llegar a Dunkerque, el puerto donde se había acordado realizar el primer embarque de los soldados de Flandes, antes de que llegara la confirmación definitiva de la puesta a punto de las tropas por parte del gobernador de los Países Bajos.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Primer combate y problemas de mando para Medina Sidonia</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2kvruBQIcpAoPWNHqmwkKL7Y_Kl86etps6HondGDwfhDOMEFCh-ehfVQ4D8F_qLfdoHGmE2NcEnQgNlxDNwZQLDR_yitTUTUCPZoFQNAXnoUBCoqA0BUpgtF_5xUZS52b_9WZWYVL4pzY/s1600/N%25C2%25BA+5.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2kvruBQIcpAoPWNHqmwkKL7Y_Kl86etps6HondGDwfhDOMEFCh-ehfVQ4D8F_qLfdoHGmE2NcEnQgNlxDNwZQLDR_yitTUTUCPZoFQNAXnoUBCoqA0BUpgtF_5xUZS52b_9WZWYVL4pzY/s400/N%25C2%25BA+5.tif" width="343" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Retrato de Isabel I, reina de Inglaterra, a la que se enfrentó Felipe II con la expedición de la Armada Invencible y el intento de invasión de las Islas Británicas.</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
La mañana del 31 de julio de 1588, mientras la flota avanzaba en formación de media luna a la altura de Fowey, los españoles avistaron una alineación de 91 velas inglesas. Desde el<i> San Martín</i>, se lanzó una primera salva, al tiempo que se alzaba el estandarte real; luego se abrió fuego contra la línea de galeones ingleses sin dar en el blanco. Por su parte, los buques ingleses se dedicaron a hostigar los flancos de la formación española. La táctica de los británicos desconcertó a los españoles, que se dieron cuenta rápidamente de que el gran problema que iban a tener era su inferioridad artillera, pues los ingleses disponían de piezas de mayor alcance, podían cargarlas varias veces en poco tiempo y eran más precisos en el tiro. Los españoles habían previsto un solo disparo, puesto que basaban su táctica en el abordaje, donde sus bien entrenados infantes, que por aquella época era el cuerpo militar mejor preparado del mundo podían sacar el máximo partido.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Sin embargo, los ingleses sabían muy bien cuál era su ventaja y evitaron a toda costa el cuerpo a cuerpo. Se dedicaron a hostigar al enemigo con continuas escaramuzas, acercándose, disparando y alejándose; estas tácticas, si bien no causaron graves daños a los españoles, desconcertaron a sus hombres. Un incedio en la capitana de la escuadra de <b>Oquendo</b>, el <i>Santa Ana</i> y la pérdida del bauprés del <i>Nuestra Señora del Rosario</i>, capitana de la escuadra comandada por <b>Pedro de Valdés</b>, fueron los perjuicios más notables. </span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Un error inicial</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVN1-6R7r3-mqTddHlk3sqZ3rWZ0Wm8mJQ4OnLaK3DQ2CDirdOfgVjTcJ1PTtd7_6tfkIZkH99ieAlKq7XcGJQfsr05fXzxi7uMmsfvRHl-od3hwUNlzk3yrCy-0eCf_JfpdRKtyJJ58ua/s1600/N%25C2%25BA+8.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVN1-6R7r3-mqTddHlk3sqZ3rWZ0Wm8mJQ4OnLaK3DQ2CDirdOfgVjTcJ1PTtd7_6tfkIZkH99ieAlKq7XcGJQfsr05fXzxi7uMmsfvRHl-od3hwUNlzk3yrCy-0eCf_JfpdRKtyJJ58ua/s400/N%25C2%25BA+8.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra el hostigamiento de los galeones ingleses a los flancos de la formación de la Armada de Medina Sidonia, que avanzaba en formación de media luna para protegerse mejor.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Avanzando penosamente, la flota española alcanzó al atardecer la punta Start, a la entrada de la bahía de Lymey. Allí, uno de los oficiales españoles, <b>Hugo de Moncada</b>, hijo del virrey de Nápoles, que comandaba el grueso de las galeazas napolitanas, vio la oportunidad de atacar a los barcos ingleses alejados de la formación. <b>Moncada</b> le pidió autorización a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b> para encabezar el ataque y éste se la negó. El oficial montó en cólera y algunos mandos españoles interpretaron la negativa de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia </a></b>como un acto de cobardía, lo que aumentó el desconcierto entre la ya muy cansada tropa. Fue un incidente que resultó clave en el desarrollo de la misión.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Al día siguiente, los ingleses <b>Charles Howard</b> y <b>Francis Drake</b>, al mando de sus propios barcos, se dedicaron a hostigar a los españoles al más puro estilo corsario, una estrategia que conocían sobradamente. Su objetivo era que los españoles los persiguieran y rompieran así su formación; sin embargo,<b> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor"> </a>no cayó en la trampa y aguanto los ataques. La situación cambió al cabo de unas horas, ya que los ingleses se convencieron de que los españoles nunca abandonarían la formación para atacarlos y se relajaron, desgrupando buena parte de sus barcos. Esto proporcionó una gran ventaja a los españoles, y<b> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b>, quien había modificado la orden de batalla dando instrucciones por escrito a todos sus capitanes, ordén a <b>Moncada </b>que atacaran con sus galeazas a los dispersos buques ingleses. Sin embargo,<b> Moncada</b>, probablemente enojado aún con su superior, desobedeció la orden en un acto de insubordinación. Era el 1 de agosto de 1588, y la Grande y Felicísima Armada perdió la que fue quizá su única oportunidad de cambiar las tornas a su favor.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Batalla en Portland Bill y nueva estrategia inglesa</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBb0uRAx-ADLDARhZvNyhgdEylAe_pPdY4EkPbNcBKhaX3BngD2K6T4VniJNRS3qUpc85WvIBKMGX4QMOZlmE1coSJQL0K5FVMXEGE29mp0iofqnU6HnuKFcqLKLXmqZJcBiFmP3q9SEKh/s1600/N%25C2%25BA+9.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBb0uRAx-ADLDARhZvNyhgdEylAe_pPdY4EkPbNcBKhaX3BngD2K6T4VniJNRS3qUpc85WvIBKMGX4QMOZlmE1coSJQL0K5FVMXEGE29mp0iofqnU6HnuKFcqLKLXmqZJcBiFmP3q9SEKh/s400/N%25C2%25BA+9.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">En este mapa inglés de la época se distinguen las formaciones de las flotas española e inglesa durante el enfrentamiento frente a Portland Bill.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Al día siguiente, los barcos ingleses lograron reagruparse y lanzar un ataque contra el flanco encarado a tierra de la formación en media luna española, que fue repelido sin dificultad. La lucha se desarrolló de sol a sol hasta la altura de Portland Bill, en el extremo oeste de la bahía de Weymouth. Durante el transcurso del combate, los españoles intentaron varias veces utilizar su principal baza: abordar a los barcos ingleses. Nunca lo consiguieron, pues éstos se escabullían a mayor velocidad. Fue un hostigamiento en el que tan sólo se malgastaron municiones por ambos bandos, sin que llegaran a producirse daños severos; sin embargo, a los españoles, faltos de puertos seguros de avituallamiento, estos combates, poco definidos pero constantes, les ocasionaban un desgaste preocupante, sobre todo cuando aún no tenían la certeza del definitivo embarque de las tropas de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>. La noche anterior, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor"><b>Medina Sidonia</b> </a>había logrado enviar un barco con un correo para <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>, pero aún no había recibido respuesta.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
En estas circunstancias, la moral de los españoles decaía. La de los ingleses, ignorantes de la dependencia de sus enemigos de la ayuda procedente de Flandes, tampoco era alta, ya que no habían logrado causar daños decisivos a la Armada invasora y ésta podría llegar sin demasiados problemas hasta el estuario del Támesis, que era donde creían los ingleses que los españoles iban a desembarcar. Con el enemigo una vez allí, no estaban seguros de poder repeler y evitar el asalto. Seriamente preocupado, <b>Howard</b> convocó a sus oficiales en un consejo nocturno para decidir una nueva estrategia. Entre todos acordaron que el objetivo principal consistía en romper la sólida formación española y detener su avance hacia el este. Para intentar conseguirlo, decidieron dividir la flota en cuatro escuadrones, bajo el mando de <b>Charles Howard</b>, <b>Francis Drake</b>, <b>John Hawkins</b> y <b>Martin</b> <b>Frobisher</b>, respectivamente.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Sin embargo, aun siguiendo estas directrices, el ataque del 3 de agosto discurrió de forma muy similar a los anteriores. Los rápidos galeones ingleses primero hostigaban, evitaban la proximidad y luego retrocedían, para volver a la carga, mientras los españoles tendían a navegar hacia el este. La persistencia en acercarse a la costa francesa acabó por alertar a <b>Howard</b>, que empezó a comprender la maniobra de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b> y a colegir que su objetivo principal estaba relacionado con la necesidad de contar con las tropas españolas apostadas en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b>. Los barcos ingleses optaron entonces por empujar a la flota española hacia el noreste, lejos de la costa francesa, objetivo que consiguieron al final del día.</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El fiasco del duque de Parma</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZb8S6k1okTGL7udIDvNPood4QOEy6MKH0SiXCptNFpnICW4E99zKfXdq_fHayf_ZQODaJlBNxLBDyaZmhijrl2YTFmTILO3LR4hxYO_eK4Y37rsqEBOacXdwJBNQdP0r9esvk3PS5rHQ-/s1600/N%25C2%25BA+10.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="243" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZb8S6k1okTGL7udIDvNPood4QOEy6MKH0SiXCptNFpnICW4E99zKfXdq_fHayf_ZQODaJlBNxLBDyaZmhijrl2YTFmTILO3LR4hxYO_eK4Y37rsqEBOacXdwJBNQdP0r9esvk3PS5rHQ-/s400/N%25C2%25BA+10.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra uno de los enfrentamientos entre las Armadas española e inglesa en el canal de la Mancha, a la altura de la isla de Wight.</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El 7 de agosto de 1588, un correo de Flandes anunció que el duque de <b>Parma</b> no se encontraba en Dunkerque, así que tampoco había noticias de las lanchas de desembarco ni de las tropas previstas.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
En realidad, los españoles desconocían la postura de <b>Alejandro Farnesio</b>, quien había decidido que la invasión de Inglaterra era una misión imposible y había cuestionado esta decisión a<b> Felipe II</b> por escrito en varias ocasiones; su principal motivación para ello era la necesidad de mantener consigo las tropas en Flandes por el continuo hostigamiento al que se veía sometido por parte de los rebeldes holandeses.<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor"> <b>Medina Sidonia </b></a>decidió dirigirse directamente a Calais con la idea de entrevistarse con el gobernador de flandes en Dunkerque. La flota española se avitualló y descansó en Calais. Hacía poco que la ciudad se había liberado del dominio inglés, y la población, católica, acogió favorablemente a los españoles, en contra de las autoridades oficiales, que mantenían una actitud de distanciamiento con España a causa de sus antiguos enfrentamientos.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Obligado por las peligrosas corrientes de la zona donde la Armada estaba fondeada,<b> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia </a></b>ordenó levar anclas y dirigirse hacia Dunkerque. Para levantar la moral de sus oficiales, lesdijo que el encuentro con el Elército de Flandes era inminente. Por la noche, los ingleses lanzaron un insólito ataque, enviando ocho naves en llamas contra la flota española. Algunas estallaron al ser interceptadas. Esta estratagema la habían aprendido los ingleses del ingeniero italiano <b>Federico Giambelli</b>, quien se había hecho famoso años antes por sus peculiares inventos artilleros y explosivos. Los buques españoles no sufrieron daños de importancia, pero en la maniobra evasiva se alejaron del rumbo deseado. Consciente de las dificultades y del cariz que tomaban los acontecimientos,<b> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b> pensó en organizar la defensa para mantener a sus barcos lo más agrupados posible y evitar las embarrancadas en los bajos fondos de la zona. Decidió evitar el ataque a los ingleses, a pesar de las presiones de buena parte de sus capitanes, que interpretaron de nuevo este comportamiento como un acto de cobardía.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La batalla de Gravelinas y un aciago regreso</span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiX4h3Kw_7yOiZNDEaMyHKAGIllA-1gh0T8HfY_5hxRvK9N-vS5o0XlenyokPl7N1zvvWOhq8b_V-6RbId0q8gCEInXjwesntRMq29DKCpQuAijXheik3pP1TaNRjZHGeJvfLFZN5s9OUx/s1600/N%25C2%25BA1.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiX4h3Kw_7yOiZNDEaMyHKAGIllA-1gh0T8HfY_5hxRvK9N-vS5o0XlenyokPl7N1zvvWOhq8b_V-6RbId0q8gCEInXjwesntRMq29DKCpQuAijXheik3pP1TaNRjZHGeJvfLFZN5s9OUx/s400/N%25C2%25BA1.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifBh7_PglPcyAb1tOIP98sktIQHQ5LWz_V8epFG_xQ0Qa7Djq9bX992JjfA5Hg3WGwh-jwuzS3kt-SjIrSbhaajYyTYMcJFxj1e8EHCKXsN_AxMhUuw34f2i68tA7HqQdgC9z-R-GNo51Q/s1600/N%25C2%25BA1.tif" style="clear: left; display: inline; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><span style="font-size: x-small; text-align: justify;">Ba</span></a><span style="clear: left; display: inline; font-size: x-small; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifBh7_PglPcyAb1tOIP98sktIQHQ5LWz_V8epFG_xQ0Qa7Djq9bX992JjfA5Hg3WGwh-jwuzS3kt-SjIrSbhaajYyTYMcJFxj1e8EHCKXsN_AxMhUuw34f2i68tA7HqQdgC9z-R-GNo51Q/s1600/N%25C2%25BA1.tif" style="clear: left; display: inline; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">es en el Canal de la Mancha. Este grabado muestra un combate encarnizado, que seguramente nunca tuvo lugar.</a></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifBh7_PglPcyAb1tOIP98sktIQHQ5LWz_V8epFG_xQ0Qa7Djq9bX992JjfA5Hg3WGwh-jwuzS3kt-SjIrSbhaajYyTYMcJFxj1e8EHCKXsN_AxMhUuw34f2i68tA7HqQdgC9z-R-GNo51Q/s1600/N%25C2%25BA1.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: #990000; font-size: x-small; text-align: justify;">rcos dirigidos por Francis Drake atacan a los galeones español</span></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
El enfrentamiento más directo y contundente entre ambos bandos se produjo el 8 de agosto, frente a la población costera de Gravelinas. Los ingleses, conscientes de que la situación les era favorable y de que tenían su gran oportunidad para desmantelar la Armada española, atacaron con una intensidad nunca vista; sin embargo, lo que parecía que iba a ser una gran batalla no fue más que otro enfrentamiento con mucho fuego pero con poca destrucción, aunque mucho más intenso que los anteriores y de resultados especialmente negativos para los españoles.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Con una potencia artillera superior, los ingleses hubieran podido arrasar a la Armada española de no ser por la acertada decisión de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor"><b>Medina Sidonia</b> </a>de evitat la disgregación de la flota. Ésta era la primera vez que los españoles se veían obligados a combatir en el mar con una táctica diferente a la que, en realidad, imitaba de la las batallas terrestres, y que tanto éxito les había proporcionado hasta entonces; el acercamiento y abordaje. Los ingleses, en cambio, disparaban desde lejos, se alajaban y volvían a acercarse sin dejarse atrapar en la distancia corta. Su superioridad artillera se puso de manifiesto de nuevo y, cuando parecía que su labor de desgaste estaba dando sus frutos y los españoles corrían el peligro de disgregarse, a media tarde se les acabó la munición y los barcos ingleses tuvieron que regresar a sus bases. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Los españoles se defendieron como mejor pudieron y con relativo éxito, pues al concluir la batalla tan sólo habían perdido tres galeones, lo que elevaba las perdidas hasta el momento a seis barcos. Sin embargo, las bajas en la flota española rondaban los 600 muertos, 800 heridos y un número difícil de determinar de marinos y soldados hechos prisioneros. Los ingleses perdieron sólo unos 60 hombres y ningún barco, lo que demostró su clara superioridad. Al día siguiente, se desencadenó una tormenta que arrastró al grueso de los barcos españoles hacia la peligrosa costa. Cuando el desastre parecía inevitable, el viento roló, permitiendo a los pesados galeones españoles maniobrar mar a dentro, salvándose <i>in extremis</i> de lo que hubiera sido una catastrófica embarrancada general.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
La batalla de Gravelinas habia hecho mella en la moral de los españoles. Con el fiasco del duque de <b>Parma </b>consumado, la falta de municiones, pertrechos y provisiones hacía prácticamente imposible continuar la campaña prevista, pese a que el grueso de la flota seguía aparentemente en buen estado. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b> reunió a sus capitanes para decidir la estrategia a seguir. Estaban en una situación muy comprometida: el regreso por el Canal de la Mancha resultaba impracticable debido a los vientos dominantes en agosto, que eran del oeste y del sudoeste, es decir contrarios, y por la presencia de los galeones ingleses que estaban al acecho, en franca superioridad de munición y con el viento a favor. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor"><b>Medina Sidonia</b> </a>optó entonces por la única alternativa que le quedaba: dar la vuelta circunnavegando Escocia por el Norte y luego regresar por el oeste de Irlanda para aprovechar así el apoyo de los puertos católicos escoceses e irlandeses, enemigos de Inglaterra. Emprender este viaje al final del verano (la peor época de los mares del Norte) y con una flota diezmada por el agotamiento y la falta de provisiones, era una aventura de muy mal pronóstico, pero era la única forma de sortear los barcos ingleses. Una opción alternativa para <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b> era conducir la flota a <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b> y tratar de reorganizase con la ayuda de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Farnesio_(duque_de_Parma)">Farnesio</a></b>; pero la incertidumbre acerca de la disposición de este último y la incapacidad de los puertos flamencos para acoger a una gran flota le hicieron desistir.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Fue el inicio de una larga agonía que comenzó con la orden de arrojar por la borda a los caballos y las mulas que todavía sobrevivían, para ahorrar agua y aligerar los barcos de peso. Los temporales, la falta de ayuda de los católicos escoceses del rey <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jacobo_V_de_Escocia">Jacobo</a></b> y la inesperada hostilidad de los irlandeses, que atacaron a los españoles que se protegían en sus costas, fueron las causas de que apenas la mitad de la flota regresara dispersa al puerto de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Puerto_de_Santander">Santander</a></b>, el 23 de Septiembre de 1588. Se perdieron en total 60 barcos y cerca de 20.000 hombres, entre ellos cinco de los doce mejores capitanes de la Marina española. Los daños materiales fueron enormes y el prestigio naval español sufrió un duro golpe del que no logró recuperarse nunca. Los ingleses bautizaron sarcásticamente a la flota española como "<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Armada_Invencible">Armada Invencible</a></b>", tomando al pie de la letra una declaración de<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a"> Felipe II</a></b>, y así ha pasado a la historia.</span></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Acumulación de factores Adversos</span></div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgODOyvRk407truSpx0eB-KZRkVyU4AXZvhuYlbJtlTesZcedffCOYu1WFurVbXfa_HbLhxnIJeIULfkOuwqYSPWu0lybH210rly7Qfpc5GW64G2iSXWJit16VAYHMMrpf2_Ex5IOUWum0e/s1600/N%25C2%25BA2.tif" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgODOyvRk407truSpx0eB-KZRkVyU4AXZvhuYlbJtlTesZcedffCOYu1WFurVbXfa_HbLhxnIJeIULfkOuwqYSPWu0lybH210rly7Qfpc5GW64G2iSXWJit16VAYHMMrpf2_Ex5IOUWum0e/s400/N%25C2%25BA2.tif" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;">Representación de una escaramuza en la batalla de Gravelinas, la más importante de las libradas entre la Armada Invencible y los ingleses.</span></div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
Muchos han sido los análisis realizados por los historiadores sobre las causas del desastre de la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Armada_Invencible">Armada Invencible</a></b>; la mayoría coinciden en que se sumaron diversos factores contrarios al éxito. El primer factor negativo fue la estrategia general de la empresa presentaba demasiados elementos de incertidumbre, lo que dejaba en evidencia la defectuosa organización del primer mentor de la campaña, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lvaro_de_Baz%C3%A1n">Álvaro de Bazán</a></b>, quien arriesgó demasiado al planificar las enormes necesidades de avituallamiento de la flota. <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Alonso_P%C3%A9rez_de_Guzm%C3%A1n_y_Sotomayor">Medina Sidonia</a></b>, cuya gestión de mando no muestra grandes errores y sí muchos aciertos, palió en cierta medida estas deficiencias. Aún así, la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Armada_Invencible">Armada Invencible</a></b> dependía demasiado de la ayuda de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Regi%C3%B3n_Flamenca">Flandes</a></b> para, no sólo desembarcar en <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b>, sino también para meramente sobrevivir, como los hechos demostraron. Otro factor importante fue la superior maniobrabilidad y velocidad de los barcos ingleses sobre los alterosos galeones españoles y sus lentas galeras y galeazas, totalmente inadecuadas para combatir en el Atlántico. Por otra parte, las tripulaciones inglesas no estaban divididas en marinos y soldados, como ocurría en las españolas, sino que cada hombre era marino y guerrero al mismo tiempo, lo que disminuía notablemente el peso embarcado, la adaptabilidad en combate y las necesidades de avituallamiento. A todo ello hay que sumar la tan cacareada meteoroligía adversa, que <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a">Felipe II</a></b> remarcó con la frase "No envié a mis barcos a luchar contra los elementos".En verdad, la meteorología causó los mayores daños a la Armada, pero lo hizo después de que ésta abandonara la confrontación con los ingleses en el <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Canal_de_la_Mancha">canal de la Mancha</a></b>, y no antes. Finalmente, el factor más desequilibrante fue la superioridad táctica de los ingleses, que combatían en sus aguas, pudiendo avituallarse cada día sin tener que proteger los barcos de intendencia; todo lo contrario de los españoles, que acarreaban cerca de cincuenta transportes no aptos para el combate y que era necesario proteger por su gran vulnerabilidad.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a">Felipe II</a></b> no buscó cabezas de turco y se preocupó de forma excepcional de los heridos y de las familias de los fallecidos. El monarca, empecinado en su lucha contra el protestantismo, intentó sublevar a los católicos de<b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Irlanda"> Irlanda</a></b> contra <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> en otras dos ocasiones: en 1596, con la flota destruida por un temporal antes de salir de aguas españolas, y en 1597, con el envío de otra escuadra que fue destrozada también por el mal tiempo. <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_II_de_Espa%C3%B1a"><b>Felipe II</b></a> murió al año siguiente, dejando al Imperio español con tres frentes simultáneos de gran desgaste: los <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Pa%C3%ADses_Bajos">Países Bajos</a></b>, <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b> y <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francia">Francia</a></b>. La catástrofe de la Armada Invencible marcó el inicio de la decadencia naval y política de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Espa%C3%B1a">España</a></b> y el inicio del poder naval de <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Inglaterra">Inglaterra</a></b>.</span></div>
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-42585451781092390732013-09-22T15:19:00.004-07:002014-02-15T12:06:49.343-08:00El nacimiento de un nuevo poder naval<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7NYLXOhdBZJ0iw0VuIiWuBEOlXCeUTEFVHOewck4xr6LRMM6zkmRNjuo2Rvbu195dlujODA_egWAVi5v6m4uAKaM2xiomAblrS-bkgbnEtSxAMn-m-ap_6QVRcgnLS34YSVCCLU91Bu3j/s1600/imagen+1.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7NYLXOhdBZJ0iw0VuIiWuBEOlXCeUTEFVHOewck4xr6LRMM6zkmRNjuo2Rvbu195dlujODA_egWAVi5v6m4uAKaM2xiomAblrS-bkgbnEtSxAMn-m-ap_6QVRcgnLS34YSVCCLU91Bu3j/s320/imagen+1.tif" height="220" width="320" /></a></div>
<br />
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que representa una nao española de finales del siglo XV donde se aprecia la incorporación de las piezas de artillería.</span></i></div>
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<div style="text-align: justify;">
Durante la primera mitad del siglo XVI, coincidiendo con la expansión de la navegación oceánica, se produjo un cambio importante en la evolución de los barcos al hacerse ineludible la incorporación de la artillería. Esto significó no sólo un cambio en la concepción de las embarcaciones, si no también en los planteamientos de la estrategia política mundial y en la exploración y conquista de nuevos territorios . Las naves artilladas se convirtieron en un instrumento de poder imprescindible para afrontar la expansión ultramarina y conformaron el escenario donde se iba a librar la gran batalla por el poder mundial económico, político, militar y cultural durante los siglos venideros.</div>
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Las primeras grandes expediciones náuticas de los portugueses y españoles se realizaron básicamente con naos y carabelas, embarcaciones, sobre todo las primeras, muy adecuadas para la navegación oceánica. Estos barcos fueron armados con un discreto número de cañones a principios del siglo XV; a finales de éste, el desarrollo del cañón hizo que los barcos se equiparan cada vez con mayor número de piezas de artillería. Los primeros cañones se introdujeron en los barcos hacia 1340 en Inglaterra y, a partir de este momento, su uso fue uno de los fundamentos esenciales que marcaron la con figuración de los barcos a vela oceánicos. El armamento de fuego se hizo necesario para cualquier actividad marítima, ya fuera de exploración o de comercio. La importancia estratégica que significaba el dominio del mar motivó que las potencias europeas invirtieran importantes sumas en el desarrollo y construcción de nuevos barcos, y, en el siglo XVI, se empezaron a diferenciar claramente los barcos de guerra y los mercantes.<br />
La incorporación del cañón generó muchos problemas de peso y estabilidad en la estructura de los barcos, y no se tenían suficientes datos como para decidir que una pieza de artillería, su munición y, sobre todo, su dotación, fueran más eficaces en combate que el equivalente de su peso en arqueros. Los primeros cañones pedreros, que disparaban bolas de hierro de 15 a 20 libras, pesaban alrededor de dos toneladas y, al disponerse en los castillos de proa y de popa, como se hizo al principio, generaron un grave problema de estabilidad. Las naos artilladas pasaron en poco tiempo a alcanzar las 1.000 toneladas, lo que redujo substancialmente su velocidad y maniobrabilidad. Cuando los cañones empezaron a disponerse en los costados de las naves, el problema de la estabilidad se solucionó en parte, ya que la disposición de las portas cercanas a la línea de flotación permitió bajar el centro de gravedad de la nave y con ello mejorar su estabilidad.<br />
El progresivo aumento del número de cañones y también de su potencia, originó un importante cambio en la táctica naval. Los barcos ya no eran meras plataformas de transporte de tropas para el abordaje, sino que también eran capaces de destruir a distancia a otros barcos y, lo que fue más decisivo, atacar objetivos terrestres. De este modo, una flota de barcos artillados pasó a convertirse en una seria amenaza para los puertos y las poblaciones costeras, que no tuvieron más remedio que instalar baterías artilleras orientadas al mar para su defensa.<br />
<br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Enrique VIII crea la "Royal Navy"</span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirIW2cD3DgS6gPTijsouUp9WNrNywqYqVQv85juRsOyvBY_u9NRYG3oGowohxWsTWzOoHxCZV6rX6u5VOAXy66f6-d8i74iRkbJWi1tGnjoVECxPLbyktLiq7CV2fMRyPYV9dWugbCL4L5/s1600/imagen+2.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirIW2cD3DgS6gPTijsouUp9WNrNywqYqVQv85juRsOyvBY_u9NRYG3oGowohxWsTWzOoHxCZV6rX6u5VOAXy66f6-d8i74iRkbJWi1tGnjoVECxPLbyktLiq7CV2fMRyPYV9dWugbCL4L5/s320/imagen+2.tif" height="320" width="298" /></a></div>
<br />
<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Ilustración a color del Henry Gráce à Dieu, conocido popularmente como Grat Harry, uno de los grandes barcos ingleses de los inicios de la Royal Navy.</span></i><br />
<br />
El rey <b>Enrrique VIII</b> de Inglaterra impulsó la creación de una Armada inglesa al ordenar construir un buen número de barcos de gran tamaño, especialmente concebidos para el uso de la artillería. El primero de ellos, el<i><b> Mary Rose</b></i>, que fue bautizado así en honor a la hermana menor del rey, fue construido en Portsmouth en 1505. Con una dotación de 200 marineros, 185 soldados y 30 artilleros, el <i><b>Mary Rose</b></i> logró una brillante hoja de servicios como buque insignia del almirante <b>Edward Howard</b> en su lucha contra Francia. En 1536, el propio <b>Enrique VIII </b>ordenó la remodelación del buque, al que se le instalaron 91 cañones y numerosas culebrinas y falconetes. El<i> <b>Mary</b> <b>Rose</b></i> se hundió en 1545, al escorar por una racha de viento que desplazó parte de la carga, lo que propició la entrada de agua por las portas, que estaban abiertas.<br />
Otro de los grandes barcos de la época de <b>Enrique VIII</b> fue el <i><b>Henry Gráce à Dieu</b></i>, conocido popularmente como <i><b>Great Harry</b></i>, obra del maestro de ribera <b>William Bond </b>y construido en el arsenal de Woolwich. Era un gran barco de 50 metros de eslora, 15 de manga y unas 1.400 toneladas de desplazamiento, cuyo diseño derivaba directamente de las grandes carracas portuguesas de la época. Fue el primer buque concebido exclusivamente como barco militar o de guerra, sin opción de ser utilizado como mercante. Incorporaba 180 piezas de artillería, y en los altos castillos de proa y de popa se habían instalado 126 serpentines para atacar las cubiertas y el aparejo del enemigo. Pese a que no disponía de muchos grandes cañones, el<i><b> Great Harry</b></i> era una auténtica plataforma artillera flotante, que basaba su poder en concentrar la máxima cantidad de fuego sobre la cubierta y el aparejo de los barcos enemigos desde la altura de sus castillos. Como ocurrió con el <i><b>Mary Rose</b></i>, el <i><b>Great Harry</b></i> resultó muy poco marinero. Fue botado en 1514 y, de 1536 a 1539, fue sometido a una profunda modificación con el propósito de corregir sus defectos, entre otros, disminuir la obra muerta y acortar la eslora.<br />
Sin embargo, el majestuoso buque inglés, que llevaba una dotación de 400 marineros, 260 soldados y 40 artilleros, nunca pudo demostrar todo el potencial para el que fue concebido. En cuanto acabó de construirse, prácticamente ya quedó obsoleto, pues en aquel momento los ingleses necesitaban más patrulleros rápidos y maniobrables contra las incursiones francesas, en vez de enormes barcos para luchar en grandes batallas que no tenían lugar. El <i><b>Great Harry</b></i> tuvo también una vida accidentada y en él se registró un motín en la isla de Wight. En 1547 fue rebautizado como <i><b>Edward </b></i>en honor del nuevo monarca <b>Eduardo</b> <b>VI</b>. Al poco tiempo, fue trasladado al estuario del río Humble, donde acabó sus días incendiado tras ser alcanzado por un rayo en 1553, curiosamente el mismo año de la muerte del rey<b> Eduardo</b>.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Los primeros buques de guerra de la Royal Navy</span><br />
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Una de las largas culebrinas que iban instaladas en las cubiertas superiores de las primeras carracas. Eran piezas de largo alcance pero de escaso calibre.</span></i><br />
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El <i><b>Great Harry</b></i>, el gran buque de guerra inglés de principios del siglo XVI, fue sometido a una profunda modificación entre 1536 y 1539; sin embargo, aquella enorme plataforma artillera quedó rápidamente inservible, puesto que los estrategas británicos se dieron cuenta de la mayor eficacia de los patrulleros ligeros, rápidos y maniobrables, de gran utilidad contra las incursiones de los franceses.<br />
En 1933, lod restos del<i><b> Great Harry</b></i> fueron localizados y rescatados de los fondos lodosos del río Hamble. Al analizar los restos, los arquólogos pudieron constatar que la estructura del gigantesco barco derivaba de los barcos ingleses de la primera mitad del siglo XV, con un castillo de proa más grande y alto; sin embargo, heredaba claramente el porte y la forma de las grandes carracas portuguesas, como la enorme <i><b>Santa</b></i> <i><b>Catarina do Monte Sinaï</b></i>, que se construyó el mismo año que el barco inglés, en 1514. Por ello, cabe resaltar que fue muy importante la influencia de las carracas portuguesas, excelentemente construidas en los barcos ingleses de aquella época. Los grandes castillos de aquellas naves, de los que el <i><b>Santa Catarina do</b></i><br />
<i><b>Monte Sinaï</b></i> fue el mejor ejemplo, impresionaron a los consejeros de <b>Enrique VIII</b>, quienes estaban convencidos de que la mejor forma de afianzar el poder naval era artillar los buques para que pudieran concentrar el mayor volumen de fuego posible sobre el enemigo, sin importar tanto la maniobrabilidad y la velocidad del buque. Sin embargo, hubo ya, a mediados del siglo XVI, numerosos detractores de esta idea, especialmente los que abogaban por la estrategia del corso: acercarse rápidamente al enemigo sin darle tiempo a reaccionar, dispararle y retirarse con la misma celeridad, para huir del posible contraataque.<br />
Sin embargo, <b>Enrique VIII</b>, además de impulsar la construcción de barcos poderosos, se ocupó de formar especial de establecer los cimientos del poder marítimo de Inglaterra, que ya fueron trazados durante el reinado de su antecesor,<b> Enrique VII</b>. El monarca, consciente de que la insularidad de Inglaterra obligaba a plantear muy seriamente la cuestión del poder naval, puso especial interés en proteger los intereses comerciales ingleses de la creciente expansión de las prácticas corsarias y utilizar nuevas rutas hacia el norte de Europa y el Mediterráneo. En 1546, creó el primer órgano administrativo de la Marina, el <i><b>Council of the</b></i> <i><b>Marine</b></i>, que se instaló en Londres, y que, posteriormente, se convertiría en el <i><b>Navy Board</b></i>; cuyo primer responsable era el<b> Lord High Admiral</b>, uno de los nueve Grandes Oficiales del Estado. Otra importante iniciativa del rey <b>Enrique VIII</b> fue la construcción de nuevos muelles, instalaciones portuarias y faros, que facilitaron la navegación costera; también se protegieron puertos y radas, con la inclusión de baterías artilleras en lo alto de las colinas cercanas a la costa. Al final del reinado del monarca inglés, la flota de guerra británica triplicaba el número de unidades en servicio, y estaba en condiciones de defender con garantías el<b> Canal de la Mancha</b>, la zona de mayor importancia estratégica para la defensa de la isla.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El galeón español y la Carrera de Indias</span><br />
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra dos galeones españoles de la Carrera de Indias en San Salvador, en el Caribe, a principios del siglo XVII. En la imagen se puede apreciar la evolución de sus cascos, más estilizados que los del siglo XVI.</span></i><br />
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Durante el siglo XVI, mientras los ingleses desarrollaban los primeros barcos de guerra, España pudo constatar la trascendencia del poder naval en la nueva era del barco artillado. Mientras que en el Mediterráneo las galeras mantenían su hegemonía, en el Atlántico eran las naos y las carracas las que se imponían ante el poco rendimiento de los remos de los veleros en las grandes distancias oceánicas. Por otra parte, la conquista y explotación de América obligó a España a desarrollar su flota con una doble finalidad: la guerrera y la comercial. Por su parte, los portugueses seguían utilizando las carracas como buques artillados. Algunos historiadores afirman que el desarrollo de las carracas se debió a una evolución del tamaño de las carabelas, nacida de la necesidad de incorporar un mayor número de piezas de artillería para proteger las vastas rutas comerciales. Pero las naos, carabelas y carracas pronto dejaron de ser eficaces para mantener la frenética actividad del transporte transatlántico de tropas y cargamentos en la que Portugal y España se vieron abocados en el transcurso del siglo XVI. Fruto de estas necesidades fue el nacimiento de un nuevo tipo de barco que iba a resultar trascendental para el desarrollo de la navegación oceánica, y en especial de las guerras navales que se avecinaban: el galeón.<br />
El galeón fue el resultado de un efectivo desarrollo de las características típicas de las naves que se habían utilizado hasta entonces: las carabelas y las naos, así como las galeras y las carracas. Por ello, no se puede considerar que el galeón sea de origen exclusivamente español; de hecho, a mediados del siglo XVI, este tipo de buque ya se construía también en los astilleros venecianos. En Inglaterra, después de la construcción de los grandes buques como el <i><b>Great Harry</b></i> o el <i><b>Mary Rose</b></i>, se botaron naves de menor tamaño, que pasaron a formar parte de la Armada inglesa y que se pueden considerar como galeones. Sin embargo, fueron sin duda los españoles quienes lo perfeccionaron y crearon inicialmente las mejores unidades; éstas fueron las protagonistas de la que se denominó <b>Carrera de Indias</b>, la ruta comercial hacia tierras de América que se iban conquistando.<br />
Estos galeones eran de líneas alargadas y su tajamar era parecido al espolón de la galera. Los castillos a proa y a popa seguían sobresaliendo, pero con menor altura y volumen que en las carracas, y su desplazamiento era mayor que el de las naos y galeras de su época. Como Sevilla fue el principal puerto de partida y arribada de la ruta de las Indias, los galeones se construyeron panzudos para reducir el calado y poder navegar sin problemas por el estuario del río Guadalquivir. Estas formas fueron las que inspiraron el diseño de los barcos de guerra que se construyeron en Europa a partir de la segunda mitad del siglo XVI.<br />
En 1503, después del cuarto y último viaje de <b>Colón</b>, la Corona española estableció por decreto la Cas de Contratación de Indias en Sevilla, un monopolio gubernamental creado para fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo Mundo. La colonización de las islas del Caribe aportó una preiada fuente de materias primas y elaboradas, como las perlas, los tintes y el azúcar de caña, que incentivaron a algunos comerciantes de espíritu aventurero a fletar barcos y realizar expediciones comerciales. Más adelante, las conquistas de México, en 1521, y de Perú, en 1533, supusieron la ampliación de las posibilidades comerciales basada en la explotación de los ricos yacimientos de oro y plata de estos países. Estos metales preciosos ya escaseaban en Europa a mediados del siglo XV, por lo que los descubrimientos de América fueron de un gran valor para los españoles. De este modo, España vivió la efervescencia del comercio con las Indias, originándose la <b>Carrera de Indias</b>, es decir, la navegación comercial impulsada por la Corona hacia las colonias del Nuevo Mundo.<br />
Los galeones resultaron los barcos idóneos para llevar a cabo los azarosos viajes comerciales. Oficialmente, según rezan las crónicas de la época, debían ser, fundamentalmente, "<i>barcos de carga con defensas</i>". Sin embargo, en los primeros años del siglo XVII, aparecieron dos nuevos tipos de barcos: los de la <b>Carrera de Plata</b> y los de la <b>Armada del Océano</b>. Los galeones de la <b>Carrera de Plata</b> fueron los que se ajustaron mejor al calificativo de "<i>barcos de carga con defensas</i>", ya que estaban concebidos para transportar mercancías, en especial metales preciosos; éstos iban cuidadosamente estibados en compartimentos especialmente reforzados para que pudieran resistir, tanto los fuertes embates del mar como los cañonazos de sus enemigos.<br />
El tonelaje de los galeones variaba entre las 300 y las 600 toneladas, aunque algunos llegaron a alcanzar las 1.200; su velocidad media era de 3 a 4 nidos cuando no iban sobrecargados, circunstancia que ocurría con frecuencia y que originó no pocos naufragios por embarrancadas o por temporales. El galeón de la <b>Carrera</b> <b>de Indias</b> o "<b>de Plata</b>", como también se le llamaba, fue un referente en su época que inspiró a los constructores de otros países; del mismo modo, los marinos de la<b> Carrera de Indias</b> fueron los pioneros de las tripulaciones de altura y sentaron las bases del desarrollo de la marinería hasta bien entrado el siglo XVIII. Portugal también construyó excelentes galeones, aunque durante muchos años siguió utilizando las eficaces carabelas y las poderosas pero lentas y poco manejables carracas.<br />
Los galeones españoles realizaban, generalmente, la que se denominó "ruta de los alisios": partían en otoño de los puertos del sur de España, en especial de Sevilla y Cádiz, y del Mediterráneo; después de hacer escala en Canarias, arribaban al Caribe tras una travesía que duraba entre 50 y 60 días y, a veces, algunos más. Iban agrupados en convoyes que, en los primeros años del siglo XVII, iban escoltados por los galeones de la Armada del Océano. La travesía se realizaba con los vientos alisios, que soplan regularmente del noreste durante el otoño y buena parte del invierno. Los destinos preferentes eran los puertos de Cartagena y Nombre de Dios, en Colombia, y Veracruz en México, donde descargaban tejidos de Castilla, vino de Andalucía y aceite. Pasaban el invierno en estos puertos y zarpaban con las bodegas repletas de oro, plata, perlas y azúcar de caña hasta La Habana, donde solían concentrarse para la vuelta. Ésta se llevaba a cabo buscando la corriente del golfo y los vientos favorables del oeste, que soplan principalmente en primavera y principios del verano. Los barcos navegaban hasta el norte de las Azores o recalaban en ellas, para luego alcanzar las costas españolas. Allí entraban en acción los galeones de la Armada del Océano, que eran los encargados de proteger a las naves de la Carrera de Indias de los ataques enemigos. La Carrera de Indias supuso una fuente de ingresos para las arcas del Reino, que se incrementó durante el siglo XVI. Entre 1510 y 1550, el tonelaje que transportaron los galeones españoles aumentó desde los 6 millones de toneladas a los 22, para luego crecer de forma más moderada hasta la década de 1610 a 1620, cuando llegó a una media de 40 toneladas de mercancías por año. Este comercio, basado en la expansión progresiva de las posesiones españolas de ultramar, parecía inagotable a largo plazo para la corte española y para los responsables de la Casa de Contratación de Indias. Sin embargo, en la década de 1570, la construcción española de galeones decayó sensiblemente, y las flotas que partían hacia las Indias se volvieron más heterogéneas y desorganizadas, con barcos incapaces de navegar contra el viento y de mantener la misma velocidad.<br />
Mientras tanto, en Europa, especialmente en Inglaterra, se desarrollaban barcos más perfeccionados y poderosos. Portugal estaba centrado en su expansión asiática y en la colonización de Brasil zonas que le correspondían por el Tratado de Tordesillas, y Francia estaba sentando las bases de su futuro poder naval, mientras que España seguía con su expansión hacia el Oeste. </div>
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-2597902378713503242013-08-02T15:22:00.001-07:002013-09-22T12:40:47.480-07:00Expansión y decadencia del Imperio español<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj19KDak6mjNL3fucVPAn15KphiCTAmqI21kFBT5JPEneCn9ibsiXqTRrHdwif2dmtu4UsOgkpCDGrhAzAmWp0XPG3Bky3OMg3Gu1FqtW-c4oYHau_pugLAgzwuPi9KNuqlv3_0l_yrtPYb/s1600/Scan.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj19KDak6mjNL3fucVPAn15KphiCTAmqI21kFBT5JPEneCn9ibsiXqTRrHdwif2dmtu4UsOgkpCDGrhAzAmWp0XPG3Bky3OMg3Gu1FqtW-c4oYHau_pugLAgzwuPi9KNuqlv3_0l_yrtPYb/s320/Scan.jpg" width="320" /></a></div>
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Durante el siglo XVI, <b>España</b> inició un vertiginoso proceso de expansión ultramarina, al tiempo que <b>Carlos I </b>consolidaba el reino como primera potencia mundial. Viajando en la expedición de <b>Magallanes</b>, <b>Juan Sabastián Elcano</b> dio la primera vuelta al mundo, lo que hizo posible tomar la medida exacta de sus dimensiones. El Imperio español fue heredado por <b>Felipe II</b>, quíen se empecinó en una guerra religiosa contra la protestante <b>Inglaterra</b>. El desastre de la<b> Armada Invencible</b> fue el comienzo de una larga decadencia para <b>España</b> y el inicio de las respectivas expansiones de <b>Holanda</b> e<b> Inglaterra</b>.</div>
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">La búsqueda de un paso hacia el Oeste y el plan de Magallanes</span></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5mOn4loRAbDa3UZpc6Df_ByOtctteU7y-h_VHzcHp03-f-wrzDG8EmH9T2BOscxK-ERziXwFfR742-1DSO-bKaEWgUUr03bcq67Maia7mbuu-PwhxCqfKNenjSoQwNlQrl6N3E4U4w2zP/s1600/scan+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5mOn4loRAbDa3UZpc6Df_ByOtctteU7y-h_VHzcHp03-f-wrzDG8EmH9T2BOscxK-ERziXwFfR742-1DSO-bKaEWgUUr03bcq67Maia7mbuu-PwhxCqfKNenjSoQwNlQrl6N3E4U4w2zP/s320/scan+2.jpg" width="267" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><i><span style="font-size: x-small;">Momento en el que Vasco Núñez de Balboa descubre el mar del Sur, que luego se conocería como océano Pacífico. Grabado a color del siglo XIX.</span></i></span></div>
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El 29 de septiembre de 1513, <b>Vasco Núñez de Balboa </b>descubrió el "<i>mar del Sur</i>" que se conocería luego como océano<b> Pacifico</b>. Lo hizo a la altura de la costa de <b>Panamá</b>, y su descubrimiento tuvo una gran significación histórica: reveló la existencia de un gran mar al otro lado de las "<b>Indias</b> <b>Occidentales</b>", por lo que se hizo necesario averiguar cómo llegar a él navegando; es decir, encontrar un paso desde el<b> Atlántico</b>, ya fuera por el norte de las nuevas tierras o por el sur. El nuevo continente, que se empezó a denominar <b>América</b> a partir de 1507, se mostraba como una tierra virgen cuya conquista ofrecía una prometedora explotación. Por aquel entonces, seguia vigente el Tratado de Tordesillas, que otorgaba a <b>España</b> los derechos de los descubrimientos hacia el Oeste y a <b>Portugal</b> los realizados hacia el Este, cuando los portugueses habían llegado ya a las <b>Molucas</b>. Todos los datos aportados por los navegantes españoles fueron estudiados a fondo por<b> Fernando de Magallanes</b>, un portugués que había caido en desgracia en su país tras haber sido injustamente acusado de robo, en 1513, durante una campaña en <b>Marruecos</b>. <b>Fernando de Magallanes</b> había adquirido experiencia como navegante en las diversas expediciones que había hecho a la <b>India</b> y a <b>Malaca</b>, en las que había probado su valía, su excepcional coraje y su capacidad de mando. Asesorado por su amigo <b>Ruy</b> <b>Faleiro</b>, matemático y astrónomo, el portugués estaba convencido de poder atravesar el<b> Pacífico </b>descubierto por <b>Núñez de Balboa</b>, del que erróneamente se creía que era un mar de una extensión no mayor que la del<b> Mediterráneo</b>. El error de <b>Magallanes</b> era similar al que tuvo <b>Colón</b>: si el genovés calculó erróneamente la longitud de<b> Cipango</b>, influenciado por las teorías de <b>Toscanelli</b>, <b>Magallanes</b> partía de los datos equivocados de <b>Ruy Faleiro</b> y del cartografo alemán <b>Martin Behaím</b>, quien había dibujado un mapamundi en el que aparecía un paso al sur de <b>América</b> que unía el <b>Atlántico</b> con el <b>Pacífico</b> mucho más al nortede donde está en realidad.<br />
El explorador portugués presentó un plan de navegación al rey<b> Manuel I</b> en el que se preveía llegar hasta las<b> Molucas </b>por el Oeste. Pretendía acceder al <b>Pacífico</b> por el extremo meridional de Sudamérica, que permanecía aún sin descubrir, pero que <b>Magallanes</b> suponía algo más al sur del Río de la Plata, alcanzando en su momento por <b>Américo Vespucio</b>. Al mismo tiempo, <b>Portugal</b> estaba llegando al limite de su capacidad de expansión marítima hacia el Este; la población del país rondaba el millón de habitantes y a duras penas podía mantener sus líneas de comercio marítimo con aceptables niveles de competitividad. Probablemente, <b>Manuel I</b> consideró las dificultades de embarcarse en una aventura de tan alto coste e incierto resultado. El monarca rechazó la idea y, además, por razones aún desconocidas, despreció públicamente a<b> Magallanes</b>.<br />
Herido en su orgullo, <b>Fernando de Magallanes</b> decidió acudir a la Corona española y viajó a <b>Valladolid</b>, donde fue recibido por el sucesor de los <b>Reyes Católicos</b>, su nieto <b>Carlos I</b>. El joven rey, de 18 años, habia sido coronado dos años antes. el futuro gran emperador había nacido en 1500, cuando<b> Alvares Cabral </b>descubría <b>Brasil</b> y<b> Colón</b> regresaba encadenado después de su tercer viaje; había crecido en la corte de <b>Flandes</b>, en pleno auge de las corrientes renacentistas europeas. El proyecto del portugués agradó al joven monarca y, ante la sorpresa de casi todos,<b> Carlos I</b> le prometió su apoyo. Esta decisión no terminó de agradar a algunos sectores de la corte, que no aprobaban el apoyo financiero por parte de la Corona, puesto que los beneficios se distribuirían entre el estado español y <b>Magallanes</b>; además, les preocupaba la reacción de <b>Manuel I</b>, precisamente en un momento en el que volvia a considerarse la posibilidad de unificar ambos reinos con una boda real. Finalmente, los atractivos comerciales que deparaba el paraíso de las especias acabaron por convencer a los cortesanos, y la resoludión del rey<b> Carlos I</b> de crear un gran imperio hizo el resto. Un año antes de que fuera proclamado emperador, <b>Carlos I de España y V de Alemania</b> se convirtió en el personaje clave del posterior desarrollo de la exploración española hacia el Oeste. Hasta aquel momento, la expansión española en<b> América</b> no había dado los frutos económicos ni políticos que inicialmente se esperaban tras los primeros viajes de <b>Colón</b>. Sin embargo, el mismo año en que <b>Magallanes</b> planeaba su viale, <b>Hernán Cortés</b> desembarcaba en <b>México</b> para conquistar el<b> Imperío</b> <b>azteca</b>, un hecho que les reportaría pingües beneficios al apropiarse de la plata y del oro que atesoraba el país centroamericano. Cinco años antes, en 1514, <b>Ponce de León</b> había descubierto <b>Florida</b> y <b>Juan Díaz de Solís</b> había partido en una expedición hacia el sur, en un intento de demostrar las teorías del paso al oeste de <b>Américo Vespucio</b>. <b>Juan Díaz </b>llegó hasta el<b> Río de la Plata </b>en 1516, donde encontró la muerte a manos de los indigenas.<b> Magallanes</b> había convencido al monarca español de que este estuario era el paso definitivo hacia las <b>Molucas</b>.<b> España</b> iniciaba una aventura de alto riesgo y de incierto éxito económico, puesto que, aun en el caso de descubrir la ruta a través del mar del Sur, no estaba clara su rentabilidad frente a la ruta del Este explotada por los portugueses.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">Un viaje muy accidentado</span></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzBvdFrrhrWsA-gluAtqP3tKrALvfJfl3zpCQUMtq4IS8BKBpZftUDX8vFnNWw0_yrFcXeGejFj300_L4sQT2sakKO6r5xDjADvoGuohXUrkBSYrRxI279YGT8gKvuo3UGRjb66jTJ54aK/s1600/scan+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzBvdFrrhrWsA-gluAtqP3tKrALvfJfl3zpCQUMtq4IS8BKBpZftUDX8vFnNWw0_yrFcXeGejFj300_L4sQT2sakKO6r5xDjADvoGuohXUrkBSYrRxI279YGT8gKvuo3UGRjb66jTJ54aK/s320/scan+3.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><i><span style="font-size: x-small;">Mapa del estrecho de Magallanes realizado en la segunda mitad dek siglo XVI.</span></i></span><br />
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<b>Magallanes</b> tuvo que hacer frente a graves problemas para organizar su expedición. El alto grado de deterioro de los cinco buques que le fueron asignados y el recelo de la corte y de los cardenales españoles ante la mayoría de marinos portugueses entre la tripulación, estuvieron a punto de hacer peligrar el viaje. Hubo acusaciones de traición y actitudes de tal desconfianza que<b> Magallanes</b> se vio obligado a jurar fidelidad al rey de <b>España</b> y a colocar a capitanes españoles al mando de sus naves, al tiempo que formaba dotaciones con abundante presencia internacional: alemanes, griegos, franceses, flamencos, italianos, malayos y africanos completaban las tripulaciones. Los barcos habían costado cerca de un millón y medio de maravedies, pero las reparaciones elevaron los gastos a dos millones más. Asimismo, hicieron falta 18 meses para dejar los maltrechos barcos debidamente preparados para el gran viaje, el más largo que nunca se hubiera planteado el hombre. Se trataba de naos de tres palos, con castillos mayores de lo habitual, que entrenaban nuevas velas y cuyas bodegas estaban adaptadas para albergar la gran cantidad de provisiones necesarias. <b>Magallanes</b> navegaba en la <b><i>Trinidad</i></b>, la capitana de la flota, que se completaba con las naos <b><i>Santiago</i></b>, <b><i>San Antonio</i></b>, <b><i>Concepción</i></b> y <b><i>Victoria</i></b>. A bordo de la <b><i>Trinidad</i></b> también se embarcó el veneciano <b>Antonio Pigafetta</b>, un caballero ansioso de aventuras, que sepresentó voluntario y que se convirtió en el principal cronista del viaje.<br />
El 10 de agosto de 1519 partieron los buques de <b>Sevilla</b> y, de nuevo tras muchos atrasos, el 20 de septiembre zarparon de <b>Sanlúcar de Barrameda</b>. Durante los primeros días del viaje se crearon fuertes tensiones entre<b> Magallanes </b>y los capitanes españoles a causa de las estrictas normas de navegación que el portugués había impuesto. Los vientos de proa, las calmas y las tormentas hicieron especialmente penoso el descenso por el Atlántico hasta el actual cabo <b>San Agustín</b>, en la costa brasileña, que los expedicionarios alcanzaron a finales de noviembre. Desde allí descendieron hasta <b>Rio de Janeiro</b>, donde se aprovisionaron y descansaron. El 26 de diciembre partieron de nuevo siguiendo la costa. Como ésta seguía una orientación hacia el sudoeste,<b> Magallanes </b>creyó que pronto encontraría el paso hacia el mar del <b>Sur</b>. Al entrar en el estuario del <b>Río de la Plata</b>,<b> Magallanes </b>navegó 15 días hacia el interior hasta convencerse de que era la desembocadura de un gran río. El 3 de febrero de 1520 dejó atrás la zona donde actualmente se ubica<b> Montevideo</b> y siguió descendiendo. Mientras tanto, iba en aumento el temor de las tripulaciones, pues nadie había previsto un descenso tan prolongado hacia el Sur.<br />
A finales de marzo, <b>Magallanes</b> decidió pasar el otoño y el invierno austral en una pequeña y protegida bahía de la <b>Patagonia</b>, que bautizó como<b> Puerto San Julián</b>. Se vio obligado a racionar las provisiones mientras se iniciaba la búsqueda de alimentos. El rigor del clima y las penalidades provocaron un motín, que el portugués controló ajusticindo a dos oficiales españoles y abandonando a un tercero en la desierta costa. <b>Magallanes</b> fue el primer navegante en comprobar las duras condiciones climáticas del hemisferio Sur, más frío y ventoso que el Norte. La latitud 49º 17`de <b>Puerto San Julián</b>, al Sur de la actual <b>Patagonia argentina</b>, es una zona especialmente azotada por el viento de marzo a septiembre. Los expedicionarios europeos nunca habían descendido tanto de latitud, y la perspectiva de tener que seguir haciéndolo en un clima tan severo fue una de las principales causas del motín y de la posterior deserción del<b><i> San Antonio</i></b>.<br />
Desde <b>Puerto San Julián</b>, <b>Magallanes</b> envió a la nao<b><i> Santiago</i></b>, al mando de <b>João Serraõ</b>, a explorar más al sur, pero el barco naufragó al embarrancar en medio de una fuerte tormenta. Sólo se ahogó un hombre, y los 27 supervivientes se quedaron en la actual <b>Santa Cruz</b>. <b>Magallanes</b> los rescató y desplazó la base de <b>Puerto San Julián</b> a <b>Santa Cruz</b>, donde aguardó dos meses hasta que, finalmente, el 18 de octubre zarparon de nuevo. Al cabo de tres días de navegación , avistaron una angosta ensenada flanqueada por altas cumbres nevadas que , tras su exploración, resultó ser el ansiado paso. al final de un ramificado estrecho se distinguía un amplio espacio abierto, que denominaron mar de las<b> Damas </b>y que más adelante se llamaría océano <b>Pacífico</b>. Sin embargo, el <b><i>San </i><i>Antonio</i></b>, la nave más grande de la flota y la que cargaba con mayor cantidad de provisiones, desertó antes de iniciar la exploración del estrecho. El 28 de noviembre de 1520, <b>Magallanes</b> ordenó partir hacia el Norte, y el paso había descubierto recibió el nombre de <b>Estrecho de Magallanes</b>.<br />
Los tres barcos remontaron las costas de <b>Chile</b> hasta aproximadamente el paralelo 30, donde <b>Fernando de Magallanes</b> ordenó virar mar adentro. La travesía del <b>Pacifico</b> duró tres meses y fue durísima, ya que, a causa del error de cálculo de<b> Magallanes</b>, que creía que la distancia a recorrer era mucho menor, las naves no estaban lo suficientemente pertrechadas para soportar la travesía. A finales de enero, el hambre y las enfermedades se habían cebado en los expedicionarios y ya no podían volver atrás. Finalmente, el 6 de marzo de 1521, cuando estaban al limite de sus fuerzas, avistaron las<b> Marianas</b>. Los isleños se aprovecharon de su estado de extrema debilidad, robándoles todo lo que encontraron en las cubiertas.<b> Magallanes </b>reunió a los pocos hombres que todavía resistían y ahuyentó a los nativos. Lograron aprovisionarse de alimentos frescos y se aprestaron a zarpar de nuevo. El 16 de marzo de 1521, alcanzaron las que <b>Magallanes</b> denominó islas de<b> San</b> <b>Lázaro</b>, que más adelante se conocerían como<b> Filipinas</b>, donde por fin pudieron descansar.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">La muerte de Magallanes</span></span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXPBVOgJfpDrHw3RdqmIsUxTvXBofReebjrNFw02MscykzVJ6rYFGv8NVIRZEA1S3NnlxkzvC9SbNt9VNVZhtrMNcvUlwXMq2fq1dVVRa8tihQPp5AwadQl07mAibcNKV6K_DKG6SG6sP_/s1600/scan+5.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXPBVOgJfpDrHw3RdqmIsUxTvXBofReebjrNFw02MscykzVJ6rYFGv8NVIRZEA1S3NnlxkzvC9SbNt9VNVZhtrMNcvUlwXMq2fq1dVVRa8tihQPp5AwadQl07mAibcNKV6K_DKG6SG6sP_/s320/scan+5.jpg" width="320" /> </a></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;"><span style="font-size: x-small;"><i>Magallanes, herido, es atacado mortalmente por un indigena cuando intentaba reunirse con el resto de sus hombres en la playa. Ilustración de autor desconocido del siglo XX.</i></span></span><br />
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Después de explorar el archipiélago de <b>San Lazaro</b> (<b>actual Filipinas</b>),<b> Magallanes </b>entabló buenas relaciones con los rajás locales. Esto le llevó a aliarse con unos de ellos para atacar a otro cacique rebelde, con un falta resultado, ya que, el 27 de abril de 1521, en un combate en la playa, el almirante portugués falleció junto a varios oficiales y marineros españoles y portugueses. Tras el desastre, el portugués <b>João Lopes Carbalho</b> tomó el mando y condujo las tres naves, cuya tripulación se había reducido a tan sólo 130 tripulantes, a seis meses de navegación errática por las costas filipinas; finalmente, decidieron vaciar y quemar la nao<b><i> Concepción</i></b> y los supervivientes se repartieron entre la nao <b><i>Trinidad</i></b> y la <b><i>Victoria</i></b>. Llegaron a <b>Borneo</b>, donde <b>Carvalho</b> demostró unas pésimas dotes de negociador con los rajás de la isla, hasta el punto de ser destituido por sus propios oficiales.<br />
Finalmente, el 6 de noviembre de 1521, casi 25 meses después de salir del puerto de <b>Sevilla</b>, llegaron a las ansiadas <b>Molucas</b>. Habían logrado su objetivo, además de comprobar, al tiempo, los graves errores de cálculo de <b>Colón</b> y del propio <b>Magallanes</b>. Sin embargo, lo más importante es que demostraron que la Tierra se podía circunnavegar. En las <b>Molucas</b> consiguieron un importante cargamento de 700 quintales de clavo que, con seguridad, podría amortizar buena parte de la expedición. A partie de ese momento, y a causa del acecho de los portugueses agravado por una vía de agua en la <b><i>Trinidad </i></b>que tuvo que ser reparada, la expedición se dividió. Los españoles del <b><i>Voctoria</i></b>, al mando de<b> Juan Sebastián Elcano</b> (anterior contramaestre del <b><i>Concepción</i></b>, y que había participado en el motín contra<b> Magallanes</b>, siendo perdonado por éste), regresaron hacia el Oeste, a través del<b> Índico</b>, mientras que la <b><i>Trinidad</i></b>, al mando de<b> Gonzalo Gómez de Espinosa y Carbalho</b>, lo hacía por el<b> Pacífico</b>. El destino de la nao <b><i>Trinidad</i></b> fue nefasto. Su intención de alcanzar <b>Panamá</b> y atravesar el istmo para embarcarse en el<b> Caribe</b> en otro barco con destino a<b> España</b>, nunca se llevó a cabo.<b> João Lopes Carvalho</b> murió de fiebres al finalizar los tres meses que duraron las reparaciones y, nada más partir, la nao se vio azotada por violentos vientos que la empujaron hacia el Norte. Más tarde, perdieron el palo mayor y los castillos de proa y de popa. Regresaron a las <b>Molucas </b>tan sólo 19 débiles y agotados marinos de los 54 que habían partido.<br />
Allí fueron capturados por los portugueses. En las mazmorras portuguesas murieron otros 15 marinos, hasta que al final sólo quedaron cuatro supervivientes que fueron devueltos a <b>España</b> al cabo de tres años.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Juan Sebastián Elcano da la vuelta al mundo</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg28d1NOmHypog5MdpVLDUPCDgqVZYEB2W2M7WxXmnK1cKFevmwifSA54Xn6QlpcYUe9sfxatBD0t_-zJVqwu3Oc6zlLIuz29ZjX2whzksAgF-QshZNoS-gyKV8IGlviw4kttjEXUnWXjTR/s1600/Scan.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg28d1NOmHypog5MdpVLDUPCDgqVZYEB2W2M7WxXmnK1cKFevmwifSA54Xn6QlpcYUe9sfxatBD0t_-zJVqwu3Oc6zlLIuz29ZjX2whzksAgF-QshZNoS-gyKV8IGlviw4kttjEXUnWXjTR/s320/Scan.tif" width="249" /></a></div>
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<i><span style="font-size: x-small;"><span style="color: #990000;">Grabado publicado en Alemania en 1603 que representa el combate en la isla de Mactán entre los indigenas y los marineros españoles, en el que murió Fernando de Magallanes</span>.</span></i><br />
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El 21 de diciembre de 1521,<b> Elcano</b> zarpó con la nave <i>Victoria</i> con la intención de llegar a España por el Este. Nadie lo había intentado nunca y la ruta estaba llena de peligros. El 25 de enero de 1522, comenzó la travesía del Índico desde Timor, pero los vientos no dejaron de soplar del oeste, dificultando enormemente la ruta hacia el cabo de Buena Esperanza. El 22 de marzo, cuando viraron hacia el Oeste rumbo al cabo, se dieron cuenta de que la nao <i>Victoria</i> hacía agua. La tripulación, que llevaba semanas a dieta de arroz y agua corrompida, se vio obligada a achicar agua de forma continua. Cuando la <i>Victoria </i>llegó al cabo de buena Esperanza, Una violenta tormenta rompió el trinquete y <b>Elcano</b> inició el ascenso por el Atlántico sin poder aumentar la velocidad de los buques para navegar durante menos días y poder mantener el racionamiento hasta las Canarias.<br />
Los españoles no tuvieron más remedio que recalar en las islas de Cabo Verde, posesión Portuguesa, so pena de perecer por inanición. Al llegar a puerto, se inventaron la historia de que venían del Caribe para que los portugueses no descubrieran que formaban parte de la perseguida expedición de <b>Magallanes</b>. La farsa se descubrió casi al mismo tiempo que los españoles se hubieron embarcado, y <b>Elcano</b> pudo zarpar in extremis. Finalmente, el sábado 6 de septiembre de 1522, la nao Victoria arribó a Sanlúcar con sólo 16 hombres de los 60 que habían partido de las Molucas.<b> Elcano</b> y los supervivientes navegaron más de 42.000 millas náuticas (unos 78.000 km) en tres años menos 14 días. <b>Carlos I</b> honró a <b>Juan</b> <b>Sebastián</b> <b>Elcano</b> con una modesta pensión y un escudo de armas en el que se ve un globo terráqueo con la leyenda <i>Primus circumdedisti me</i>, "El primero en circunnavegarme". Los marineros nunca llegaron a recibir su paga completa, a causa de los escasos beneficios de aquella expedición.<br />
Los 700 quintales de clavo, la única carga que se pudo salvar tras la gran peripecia, proporcionaron en el mercado de Amberes una cantidad de dinero 10.000 veces superior al coste de compra; sin embargo, este importe tan sólo sirvió para obtener un pequeño margen de beneficio después de amortizar los gastos de la expedición. Los banqueros sevillanos que la habían patrocinado obtuvieron mucho menos del 400% de beneficio, que era el previsto a tenor de lo usual en los viajes a América. Además, este margen lo tuvieron que compartir también con el emperador <b>Carlos I</b>.<br />
El viaje, sin embargo, conmovió al mundo científico y náutico. <b>Elcano</b> había demostrado que la Tierra podía circunnavegarse, pero los cálculos de<b> Magallanes</b> eran evidentemente erróneos. Los astrónomos y cartógrafos revisaron sus datos y por fin se tuvo una idea cabal de las dimensiones del globo terráqueo. En las islas de Cabo Verde, los navegantes supieron que llevaban un día de retraso como consecuencia de haber navegado de Este a Oeste, dando la vuelta a la Tierra. Esto confirmó las teorías sobre la esfericidad del planeta y del giro sobre su eje, y planteó a la ciencia náutica el gran problema del cálculo de la longitud, que no se resolvió hasta el invento del cronómetro marino en el siglo XVIII. <b>Elcano</b> aportó también interesantes datos sobre la climatología del globo y los problemas de la vida a bordo. El mundo dejó de crecer para los exploradores marinos.<br />
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-18679002387183464732013-07-30T14:32:00.000-07:002013-07-31T14:14:42.153-07:00Las "gales·<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFdEe8TqZ8hotUOEJfja9JyleO3OugQN4wGxLKmCyXNDpjHqSlH7UC1OsM_C_bJuWFM8DrF5t2k6pRmrC1TVPwf40MxD4WxxDqUfJWPatDLPCB5q-JRQk2wCDGVOneaLzJ0W4ZDHy1SnD6/s1600/Historia+004.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFdEe8TqZ8hotUOEJfja9JyleO3OugQN4wGxLKmCyXNDpjHqSlH7UC1OsM_C_bJuWFM8DrF5t2k6pRmrC1TVPwf40MxD4WxxDqUfJWPatDLPCB5q-JRQk2wCDGVOneaLzJ0W4ZDHy1SnD6/s320/Historia+004.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><i><span style="font-size: x-small;">Típica galocha portugesa del siglo XVI. Este tipo de naves eran muy similares a algunas galeras españolas que se incorporaron a la segunda Liga Santa.</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
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<div style="text-align: justify;">
A las galeras medievales se las denominó "gales" hasta bien entrado el siglo XV. Se trataba de un tipo de embarcación rasa, con menos obra muerta que las antiguas trirremes, más alargada y con el centro de gravedad más bajo, por lo que era más estable. Los bancos de los remeros ocupaban casi toda la eslora y en cada banco podían colocarse dos o tres remeros. En el siglo XIII, los términos birreme y trirreme dejaron de significar dos o tres órdenes de remos, como se entendía en la época griega y romana, y pasaron a referirse a los dos o tres remos por banco. Estas galeras eran del tipo denominado "de remos sencillos", en el que cada remo era manejado por un solo remero. Todos los remos estaban en un mismo plano con los toletes o escálamos de cada grupo, separados unos 25 centímetros entre sí, y los grupos de dos o tres remos distaban poco más de un metro. A mediados del siglo XV, con el nombre definitivo de galera, estas embarcaciones llegaron a su plenitud como barco de guerra en el <b>Mediterráneo</b>.</div>
<div style="text-align: justify;">
En 1534, apareció en <b>Venecia</b> un nuevo método de boga con remos más largos, llamados galochas, que se componían de dos piezas debido a su longitud; además, eran manejados por varios remeros en un mismo banco en lugar de por uno solo, como se hacía en las galeras de remo sencillo. En 1551, los mismos venecianos adaptaron el nuevo sistema a sus galeras mercantes, y se generalizó su uso antes de constituirse la<b> Liga Santa</b>. Aunque su sistema de propulsión principal era el remo, las galeras de alta mar disponían de las velas como complemento fundamental para la navegación. En el siglo XV y durante la primera mitad del XVI, las galeras arbolaban un solo palo con vela latina. Los venecianos lo arbolaban aproximadamente a algo menos de 1/3 de la eslora, a partir de la proa. Luego apareció, en algunos casos, un pequeño trinquete, trasladándose el mayor hacia el centro. Más tarde, se generalizaron los dos palos con el trinquete arbolado hacia proa y algo caído hacia el espolón, y con el palo mayor bastante más a proa de la cuaderna maestra. De este modo, se lograba el equilibrio de fuerzas necesario para gobernar y maniobrar sin grandes dificultades una nave tan larga. Más adelante, en las galeras catalanas y provenzales antes que en las venecianas, la vela del palo trinquete aumentó de tamaño y pasó a ser una vela concebida para incrementar la velocidad de la embarcación.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pese al avance de las embarcaciones propulsadas exclusivamente a vela, la galera siguió utilizándose en el Mediterráneo mientras se practicó el abordaje y la subsiguiente lucha cuerpo a cuerpo en las batallas navales. Para el abordaje, el<b> corvus</b> romano fue sustituido por el espolón de proa, que se levantó del agua para utilizarse de puente hacia la nave enemiga. La táctica principal que se aplicaba en el combate de galeras era destruir cuanto antes los remos del adversario. Para ello, lo más importante era la velocidad, para desbordar al enemigo y poder atacarlo con ventaja por el costado.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">Cañones y galeazas</span></span><br />
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El empleo del fuego artillero en las costas españolas se dio por primera vez en 1359, en <b>Barcelona</b>, cuando se disparó una lombarda desde una nao que formaba parte de las defensas del puerto al ser éste atacado por naves castellanas. el uso del cañón no se extendió hasta finales del siglo XIV, y la artillería naval se generalizó al cabo de un siglo. El proceso en las galeras comenzó con el montaje de cañones a proa, que sólo podían disparar frontalmente, como una clara prolongación de la capacidad destructiva del espolón. El montaje de un cañón de crujía, flanqueado por una o dos piezas artilleras de menor calibre a banda y banda, fue el siguiente paso. El cañón de crujía podía desplazarse hacia popa, ya que su cureña se podía deslizar sobre unas guías inclinadas para quedar así resguardado y trasladar su peso más al centro mientras se navegaba sin entrar en combate. Mientras que en los veleros las piezas artilleras se situaban principalmente en los costados, en las galeras se concentraban las armas de fuego en la proa; por su parte, la artillería de los costados estaba formada sólo por esmeriles, pedreros, culebrinas y falconetes, cuyo principal objetivo era proteger los remos de los ataques laterales.<br />
Con la incorporación de la artillería y la utilización de los galeotes o forzados, a mediados del siglo XVI, la dotación de las galeras se dividió de un modo insólito hasta entonces en el mar. A los encargados de las maniobras a vela se les llamaba "gente de mar"; eran los marineros tradicionales, por así decirlo, que también se encargaban de las piezas de artillería y de los servicios de la tripulación; luego estaba la "gente de remo" o "chusma", que eran los galeotes y los remeros libres que los mandaban. Finalmente, en las galeras militares, se contaba con la "gente de guerra", los soldados propiamente dichos, entre los que había especialistas arcabuceros y mosqueteros.<br />
Las galeras aumentaron de tamaño y pasaron a llamarse galeazas como término aumentativo. El incremento de tamaño más significativo fue el que tuvo lugar en Venecia, cuando se construyó una cubierta con un buen número de cañones por banda, situados sobre los remeros en las galeras mas grandes. En realidad, se trataba del intento de construir auténticas baterías flotantes ante el entusiasmo militar que despertó la llegada de la artillería, una práctica que llegó a generalizarse en todas las embarcaciones de la época.<br />
Las galeazas se incorporaron a las flotas inglesas hacia 1550, durante el reinado de<b> Enrique VII</b>. Estas naves arbolaban la configuración típica de los veleros de la época: tres palos, dos con velas cuadras y el de mesana con una latina. Eran naves muy grandes, de 61 metros de eslora, aunque con sólo 20 remos por banda, y estaban poco artilladas. Esto las hacía bastante más ligeras y maniobrables que las mediterráneas, aunque fracasaron totalmente en acción por su escasa potencia de fuego y por su vulnerabilidad.</div>
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-13637195104898442882012-10-01T15:02:00.000-07:002013-07-30T12:18:55.002-07:00La batalla de Lepanto<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhItK8Cvk9AaeObni5q6h6kfuS13bfW9G7T5zVMc2KX3mwuC1C4MZQaeoRkcX7El4TvLaIAQlEHoIn3YDUONUXwuInPWehPtIS6RAdvc3_psnpjGx1b7QR-p3AxCa861QzW2zl3cU0lKyaN/s1600/Juli%C3%A1n+008.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhItK8Cvk9AaeObni5q6h6kfuS13bfW9G7T5zVMc2KX3mwuC1C4MZQaeoRkcX7El4TvLaIAQlEHoIn3YDUONUXwuInPWehPtIS6RAdvc3_psnpjGx1b7QR-p3AxCa861QzW2zl3cU0lKyaN/s320/Juli%C3%A1n+008.jpg" width="320" /></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Episodio de un enfrentamiento entre Turcos y cristianos en la batalla de Lepanto. Óleo de Tintoretto conservado en el Museo del Prado de Madrid.</span></i></div>
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<div style="text-align: justify;">
La batalla de Lepanto fue la confrontación naval más dura librada hasta entonces en la historia. Murieron cerca de 33.000 hombres en tan sólo cuatro horas, la mayor pérdida de vidas humanas en la historia de las batallas tanto marítimas como terrestres. Fue también la mayor concentración de galeras nunca vista y supuso un freno decisivo a la expansión marítima otomana, aunque no logró terminar definitivamente con la piratería berberisca ni con el poder de la Sublime Puerta.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pese al éxito de Túnez, el poder otomano del sultán <b>Solimán II</b> no dejó de crecer, amparado desde Francia por <b>Francisco I</b>, rival de los españoles. La campaña había servido a <b>Carlos I</b> para conseguir un valioso aliado naval: la ciudad de Génova (en aquel momento de gran importancia estratégica para el control del Mediterráneo occidental), que durante los primeros treinta años del siglo XVI había sido controlada por Francia. <b>Andrea Doria</b> arrastró a la ciudad entera en favor de su alianza, para conseguir la independencia que el emperador español había prometido a cambio y que finalmente le otorgó. El gran almirante genovés pasó a desempeñar una labor fundamental en la estrategia española contra los otomanos, que iba a resultar decisiva en el futuro. Sin embargo, la falta de coordinación entre los estado cristianos del Mediterráneo occidental era evidente al no poder encontrar una causa común que les llevara a enfrentarse a la expansión turca. Los turcos, sin embargo, estaban bien coordinados y continuaban apoyando los ataques corsarios que, lejos de desaparecer, se recuperaron.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La Liga Santa</span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGA3tt3jMnVRDXWjfGSo2YCSCmuMg3Jo7t2ZHUbzTNUahs9UtHDb3ezstUSrTxzPPGlBRdfQgK77EY44R2UmiJPaO7vabaEcfq9Ni4oBWBXiuDBCByOA3-P_MDzVuQ7xHa_wXXcnFB36Bj/s1600/Juli%C3%A1n+009.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGA3tt3jMnVRDXWjfGSo2YCSCmuMg3Jo7t2ZHUbzTNUahs9UtHDb3ezstUSrTxzPPGlBRdfQgK77EY44R2UmiJPaO7vabaEcfq9Ni4oBWBXiuDBCByOA3-P_MDzVuQ7xHa_wXXcnFB36Bj/s320/Juli%C3%A1n+009.jpg" width="250" /></a></div>
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Óleo alegórico de la batalla de Lepanto pintado por Paolo Veronese. En él se muestra el profundo transfondo religioso que tuvo el enfrentamiento entre la flota de la Liga Santa y la otomana.</span></i><br />
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Toda esta situación llevó al Papa y a Venecia, Génova y España a unir sus fuerzas en 1538. Fue una alianza que no logró ninguno de sus objetivos debido a la falta de organización entre sus miembros, con sonados fracasos en Prevesa, en 1538, y en la toma de Argel, en el año 1541. En Prevesa, el almirante <b>Andrea Doria</b> fue derrotado por las desconcertantes tácticas de Barbarroja y, en Argel, <b>Carlos I</b> sufrió la derrota más humillante de su reinado.<br />
Al suceder a <b>Carlos I</b> en 1556, <b>Felipe II</b> decidió solventar el problema que su padre había dejado pendiente, aunque, en realidad, el monarca español estaba realmente más interesado en defender el catolicismo frente a los protestantes europeos que el cristianismo frente a los musulmanes. En 1560, el nonagenario <b>Andrea Doria</b> murió, y su sobrino nieto, <b>Juan Andrea Doria</b>, príncipe de Melfi, le sucedió al mando de la escuadra de galeras de Génova, manteniendo la alianza con España. el sucesor del gran almirante comenzó su mandato ese mismo año con una derrota en Djerba (Túnez), en la que perdió su galera capitana y en la que él mismo estuvo a punto de perecer. Esta derrota hizo que <b>Felipe II</b> decidiera construir por su cuenta una gran armada de galeras españolas, capaz de derrotar el poder naval turco sin tener que depender de otras alianzas. En 1565, el sultán<b> Solimán II</b> sitió la isla de Malta. pero la expedición organizada por el virrey español de Sicilia consiguió levantar el asedio turco. Fue una victoria que levantó la moral de los navegantes cristianos, al quedar demostrado que la flota turca no era invencible si se le oponía una fuerza bien organizada.<br />
En 1566 se produjo un hecho que dio un importante giro a la situación: el sultán <b>Selim II</b> sucedió a su padre <b>Solimán</b>. Las ideas panislamistas de <b>Selim</b> alarmaron a las potencias cristianas. <b>Selim</b> confirmó los peores augurios al atacar Chipre, que en aquel momento era territorio veneciano. La isla fue invadida con facilidad y 20.000 de sus habitantes fueron masacrados. <b>Selim II</b> amenazó acto seguido con llegar a Roma, lo que provocó una rápida reacción del papa <b>Pío V</b>; éste solicitó ayuda a todo el mundo cristiano, llamada a la que <b>Felipe II</b>, reticente hasta aquel momento a este tipo de alianzas, no dudó en responder.<br />
Con estos anteceden tes, no tardó en gestarse la segunda Liga Santa, aunque ya desde sus inicios suscitó grandes controversias. Los venecianos querían formar rápidamente una flota para recuperar Chipre, mientras que los españoles deseaban una alianza a largo plazo para dominar el Mediterráneo y acabar con los corsarios del norte de África. Finalmente, se llegó a un acuerdo y <b>Pío V</b> prometió financiar económicamente una gran flota. En febrero de 1571 se constituyó la Liga Santa entre la Serenísima República de Venecia, España, la orden de Malta y la Santa Sede. La alianza tenía validez por un periodo inicial de tres años, durante los cuales se reuniría una gran flota de galeras.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La gran concentración de Mesina</span><br />
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Vista de proa de la réplica de la galera Real, insignia de Juan de Austria, que se expone en el Museo Marítim de Barcelona, situado en las Reales Atarazanas, el mismo lugar donde fue construida pocos años antes de la batalla de Lepanto</span></i><br />
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A finales de agosto de 1571, la concentración de naves de la segunda Liga Santa recaló en Mesina. Don <b>Juan de Austria</b>, hijo ilegítimo del emperador <b>Carlos I</b>, que contaba apenas 22 años, fue puesto al mando de la que fue la mayor flota de galeras de la historia: 213 unidades, entre las que había 103 españolas, 86 venecianas, 12 pontificias y 12 genovesas. completaban la flota cristiana seis galeazas venecianas, medio centenar de naos de transporte y otros buques. Se embarcaron un total de 1.815 cañones y 84.420 hombres, de los cuales 28.000 eran soldados, 12.920 marineros y 43.500 remeros. Los capitanes de Don <b>Juan de Austria</b> eran el español <b>Alvaro de Bazán</b>, marqués de la Santa Cruz, el veneciano <b>Agustín</b> <b>Babarigo</b>, el genovés <b>Juan Andrea Doria</b> y el romano <b>Marco Antonio Colonna</b>. La Segunda Liga Santa supuso la gran oportunidad para el rey <b>Felipe II</b> de proporcionar a su hermano natural, <b>Juan de Austria</b>, como capitán general de la mar. El monarca español fue el primero en reconocer la estirpe real de <b>Juan de</b> <b>Austria</b> tras la muerte de su padre, <b>Carlos I</b>. <b>Felipe II</b> le profesó una gran estima, en contra de la opinión de una parte de la corte. <b>Juan de Austria</b> era un hombre apuesto, con fama de mujeriego, buen jinete y experto en armas, que, gracias a su exitosa campaña contra los moriscos y a sonadas victorias contra la piratería en el Mediterráneo, había alcanzado un gran prestigio militar. Su juventud no fue un obstáculo para que los almirantes de la Liga Santa lo aceptaran como jefe supremo. Su lema "cuando no se avanza se retrocede" se hizo famoso.<br />
Los cristianos y los turcos oficializaron una guerra de religión con el trasfondo de los intereses comerciales y de expansión en el Mediterráneo que movían a ambos bandos. Mientras los turcos de<b> Selim II</b> combatían en nombre de<b> Alá</b> dentro de la más ortodoxa Guerra Santa inspirada por el sultán, los cristianos defendían su religión frente a los enemigos seculares de ésta.<b> Juan de Austria</b> también tenía dotes de buen psicólogo y supo utilizar la baza de la religión para envalentonar a sus tropas. Organizó una gigantesca misa de campaña en un monte que dominaba la rada de Mesina, repleta de galeras. El acto religioso acabó en el más absoluto paraxismo, tal como lo describió el cronista <b>Gonzalo de Illescas</b>: "Al azar la hostia y el cáliz, fue tal la vocería de los soldados llamando en su ayuda a Dios y a su Madre Santísima, el ruido de las salvas de las artillerías, de las cajas de guerra, trompetas y clarines; el horror del fuego y del humo, del temblor de la tierra y estrmecimiento de las aguas, que pareció bajaba a juzgar el mundo Su Majestad Divina con la resurrección de la carne".<br />
Como era preceptivo en las batallas en las que participaban los cristianos españoles de aquella época, antes de entrar en combate, los capellanes de a bordo impartían la absolución de los pecados a las tropas. <b>Don Juan de Austria</b> también tuvo el buen tino de liberar de sus cadenas a los convictos condenados a la boga y prometerles la libertad si se alcanzaba la victoria. El comandante cristiano supo también azuzar el espíritu de venganza en españoles e italianos ( la mayoría de ellos procedentes de poblaciones costeras), recordándoles los padecimientos que habían sufrido tras cien años de incursiones corsarias musulmanas. El resultado de sus estrategias psicológicas y prácticas fue conseguir una predisposición excepcional de sus hombres para el combate, que jugó un decisivo papel en la victoria de la Liga Santa.<br />
El 15 de septiembre de 1571, <b>Don Juan de Austria </b>ordenó zarpar, y el día 26 decidió que la flota fondeara en Corfú. La isla, un dominio veneciano, había sido arrasada por los turcos con los barcos de una parte de la flota comandada por <b>Müezzinzade Alí Pachá</b> (nacido en Calabria como <b>Lucca Galani</b> y convertido en musulmán).Corfú se transformó entonces en el objetivo inmediato de la Liga Santa.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El gran enfrentamiento</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDHrA_0u5NCZsEgJxIaonCn2s0p6QyjActNI1vUdZcYlP9dolRFQwgCrDPelXocBUSOr2Z5mqkuzF3lvLzQue1wmVBTgexLK7fzZvq6HeaIhZD6WM5g1Nh4A0B08sYBLhEJF8bCvfVp0xh/s1600/Historia+006.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDHrA_0u5NCZsEgJxIaonCn2s0p6QyjActNI1vUdZcYlP9dolRFQwgCrDPelXocBUSOr2Z5mqkuzF3lvLzQue1wmVBTgexLK7fzZvq6HeaIhZD6WM5g1Nh4A0B08sYBLhEJF8bCvfVp0xh/s320/Historia+006.jpg" width="312" /></a></div>
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Óleo de Giorgio Vasari que muestra a la flota cristiana en formación, en la rada de Mesina, antes de zarpar hacia Lepanto. En el centro pueden distinguirse las seis galeazas venecianas.</span></i><br />
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Los cristianos localizaron a la Armada otomana en el golfo de Corinto y se aprestaron a acorralarla. La flota turca se componía de 208 galeras y 66 galeotas, fustas y demás naves de apoyo con 25.000 soldados, por lo que, comparada con la de los cristianos, las fuerzas se mostraban bastante equilibradas. Los turcos tuvieron el tiempo justo para formar su escuadra en la boca del golfo, sobrepasado el cabo Araxos. El choque entre los dos colosos se produjo el 7 de octubre de 1571 a las 07:30 H, al sudeste de la isla de Oxia. Ambas flotas se encontraron frente a frente con sus galeras alineadas formando tres grupos principales: uno central y las alas izquierda y derecha. cuando sus capitanes le preguntaron a <b>Juan de Austria </b>si celebraría consejo, su respuesta fue: "No es tiempo de razonar sino de combatir".<br />
<b>Don Juan</b> había decidido mantener el ala izquierda contra la orilla, y su principal preocupación era evitar que los musulmanes rompieran los flancos y tornaran la batalla en una lucha desorganizada en la que tendrían todas las de ganar. La responsabilidad del ala izquierda recayó sobre <b>Agustín Barbarigo</b>, con sus 64 galeras venecianas. En el ala derecha estaba situada la escuadra de<b> Juan Andrea Doria</b> y, en el centro, navegaba la <i>Real</i>, la galera de <b>Juan de Austria</b>, secundada por la capitana veneciana, comandada por <b>Sebastián Venerio</b>, y la de la Santa Sede, gobernada por <b>Marco Antonio Colonna</b>. En la retaguardia navegaba la escuadra de <b>Álbaro de Bazán</b>, y en vanguardia la escuadra de siete galeras rápidas de<b> Juan de Cardona</b>, con funciones de reconocimiento y de asistencia. Entre las naves de la flota destacaba la presencia de seis galeazas venecianas a las que se les había encomendado la misión de situarse en la vanguardia de la flota cristiana y romper la línea enemiga. Ante las dudas que se planteaban sobre su operatividad en combate, los nobles venecianos que las comandaban fueron obligados a realizar el curioso juramento de que con cada una de ellas harían frente a 25 galeras otomanas; finalmente, se colocaron cuatro al frente, quedando dos en reserva. Daba la escasa maniobrabilidad de las galeazas, éstas tuvieron que ser remolcadas por otras galeras para que pudieran situarse con suficiente antelación.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La gran batalla de Lepanto</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRq3ZVgr7DsFIA9U8tTYNlPEMoVH0i-lWRCCNhJLP8czDusEaosDQmoP_tIXqGcCFlYT0FpigwfNeCCsiNpRfEcDM68Dt2aeo9r3_8M27Nsvc7L5jhaPUQADxoNPYYDdVd_SD63m5ifsDj/s1600/Historia+007.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRq3ZVgr7DsFIA9U8tTYNlPEMoVH0i-lWRCCNhJLP8czDusEaosDQmoP_tIXqGcCFlYT0FpigwfNeCCsiNpRfEcDM68Dt2aeo9r3_8M27Nsvc7L5jhaPUQADxoNPYYDdVd_SD63m5ifsDj/s320/Historia+007.jpg" width="320" /></a></div>
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">La flota cristiana en formación se dirige al encuentro de la otomana.</span></i><br />
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A las 11:00 h, tal como había previsto <b>Juan de Austria</b>, las alas otomanas iniciaron un movimiento envolvente. La táctica de <b>Alí Pachá</b> era provocar el desorden para así poder llegar al centro de su formación, evitando el ataque frontal de las superiores galeras cristianas. Para ello ordenó al ala izquierda de su formación, comandada por<b> Uluch Alí</b>, que las naves navegaran hacia el sudoeste con la intención de realizar una maniobra para rodear el ala de<b> Juan Andrea Doria</b>. También ordenó al ala derecha de su flota, al mando de <b>Mohamed Suluk</b>, que aprovechara el menor calado de sus barcos para sobrepasar la formación de <b>Agustín Barbarigo</b>, ciñéndose a la costa.<br />
<b>Juan Andrea Doria</b> navegó también hacia el sur para no dejarse sorprender por la maniobra circular de <b>Uluch Alí</b> o, como sospecharon algunos, para no entrar en combate directo; al hacerlo, dejo una brecha en la formación que fue inmediatamente taponada por la escuadra de <b>Cardona</b>. Mientras tanto, las galeras de <b>Bazán</b> se apostaron en la retaguardia para cubrir cualquier contingencia.<br />
Hacia las 12: h, <b>Juan de Austria</b> dio la orden de ataque, que comenzó inmediatamente con la embestida de las galeazas contra el centro y el ala derecha de la flota otomana. Era la primera vez que los turcos veían aquellos enormes barcos, y vacilaron, perdiendo un tiempo precioso.<br />
Sin embargo,<b> Alí Pachá</b> ordenó finalmente abrir la formación y dejar pasar las naves cristianas sin atacarlas, lo que, si se hubiera intentado, hubiera roto su línea de batalla. Mientras cruzaban la línea enemiga, los cañones de las galeazas, muy superiores en alcance y en potencia al de las galeras turcas, lograron hundir dos barcos otomanos y dañar seriamente algunos más, lo que afectó significativamente la moral de las tropas turcas, especialmente cuando un disparo de la galeaza veneciana comandada por el constructor <b>Francesco</b> <b>Duodo</b> destruyó un fanal de la nave del almirante otomano<b> Alí Pachá</b>.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">El inicio de la batalla</span></span><br />
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<span style="color: #990000;"><i><span style="font-size: x-small;">Óleo del siglo XIX que muestra una escena de la batalla de Lepanto con una embarcación en primer término, que el artista creó como un híbrido entre una galera y una galeaza.</span></i></span><br />
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Mientras las galeazas cristianas cruzaban las líneas otomanas, el intento de los turcos de envolver las naves del veneciano <b>Agustín Barbarigo</b> fue un fracaso, ya que éste consiguió llevar a cabo la defícil maniobra de hacer pivotar sus naves hacia la parte de atrás de su flanco izquierdo. Mientras realizaban este movimiento, las galeras se cibrían usando su artillería de proa, a la espera de la orden para lanzarse al ataque cambiando el sentido de la boga. La maniobra fue un éxito debido, según los expertos, a la excelente estrategia cristiana, que había previsto este tipo de arriesgadas tácticas. Sin embargo, seis galeras turcas cayeron sobre la capitana veneciana, donde <b>Barbarigo</b> fue alcanzado mortalmente por una flecha en el ojo izquierdo. Su sobrino, <b>Juan Marino Contarini</b>, que fue en su rescate, también falleció en la escaramuza. Pese a la pérdida de sus jefes, las galeras venecianas redujeron en media hora las galeazas turcas; algunas de ellas embarrancaron en la costa, desde donde muchos de sus hombres huyeron tierra adentro.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">Tercios contra jenizaros</span></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4YdYl89sqdhGmz8Ee8KYYQ-1MRAe6QJZOH5CFFOROX2RW1_sAhfgXw1QJMfUoTybyQeT2WsVmSeUp-K7LkbMAPPiQUK8T_Q77Kos1_0G5oaQzkvV8Bd7_c86Gk_qt5ciR7rZI2yq-vYdi/s1600/1.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4YdYl89sqdhGmz8Ee8KYYQ-1MRAe6QJZOH5CFFOROX2RW1_sAhfgXw1QJMfUoTybyQeT2WsVmSeUp-K7LkbMAPPiQUK8T_Q77Kos1_0G5oaQzkvV8Bd7_c86Gk_qt5ciR7rZI2yq-vYdi/s320/1.tif" width="320" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000;"><span style="font-size: x-small;"><i>Juan de Austria derige la batalla desde el castillo de la galera Real.</i></span></span><br />
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La lucha fue terriblemente encarnizada en el centro de la formación, alrededor de la <i>Sultana </i>de <b>Alí</b> <b>Pachá</b> y de la <i>Real</i> de <b>Juan de Austria</b>. Los cristianos consiguieron mantener su formación y los almirantes enemigos ordenaron que sus galeras se aprestaran al ataque. El abordaje fue terrible; el espolón de la galera otomana penetró por la amura de la española hasta el cuarto banco, no sin antes recibir la <i>Sultana</i> una terrible descarga de la artillería de la <i>Real</i>. La capitana cristiana recibió también el ataque de las galeras de<b> Kara Hodja</b> <b>Mohamed Saiderbey</b>, que se colocaron junto a la popa de la <i>Sultana </i>para contribuir con sus soldados al abordaje de la <i>Real</i>. El combate cuerpo a cuerpo fue encarnizado y los 300 soldados de los Tercios Españoles embarcados en la <i>Real</i> la defendieron en medio de una lluvia de flechas y balas de arcabuz, saltando seguidamente a la Sultana desde la cubierta más elevada. Fue un enfrentamiento histórico, ya que, por primera y última vez, se enfrentaban las dos mejores unidades de infantería del siglo XVI: los tercios españoles y los jenizaros otomanos.<br />
La <i>Real</i> no contó con el apoyo de las galeras de la flota, puesto que, tanto las galeras españolas de <b>Luis de Requesens</b> y <b>Juan Bautista Cortés</b> como las capitanas de <b>Sebastián Veniero</b> y <b>Marco Antonio Colonna</b>, habían sido atacadas por varias galeras turcas y sólo podían disparar contra la <i>Sultana</i> desde una de sus bandas. El viejo general <b>Veniero</b>, de 77 años, al mando de la capitana de la <i>Serenísima</i>, no cesó de disparar arcabuzazos sobre los turcos desde su galera. Al mismo tiempo, <b>Juan </b>de <b>Austria</b> y <b>Alí Pachá</b> dirigían el combate desde sus respectivos castillos, en una lucha de evolución muy desigual, con constantes abordajes y contraataques por ambas partes; los arcabuceros españoles disponían de mayor potencia de fuego, pero las bajas de a <i>Sultana</i> eran rápidamente sustituidas por soldados de otras galeras.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">La heroicidad de Juan de Cardona y la venganza de Uluch Alí</span></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC2eH7zEbJFhjC42BLD_N_KrkQ8BfEp3BzY06qT2Z1t-tA6d0SeLiTl-DSge_F5ntpNZL424L2xp11P5BAeA7f4eWVgjIOd2QJaiD0ySWYnEnow3ktHhaeAIQdZj_-kf1wSbFhmzGKcNjz/s1600/3.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgC2eH7zEbJFhjC42BLD_N_KrkQ8BfEp3BzY06qT2Z1t-tA6d0SeLiTl-DSge_F5ntpNZL424L2xp11P5BAeA7f4eWVgjIOd2QJaiD0ySWYnEnow3ktHhaeAIQdZj_-kf1wSbFhmzGKcNjz/s320/3.tif" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><span style="font-size: x-small;"><i>Óleo de Antonio Brugada (1804 - 1863) que muestra uno de los momentos culminantes de la batalla de Lepanto: la galera Sultana De Alí Pachá y la real de Juan de Austria se enzarzaron en un terrible combate.</i></span></span><br />
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En el ala izquierda otomana, situada al sur del combate principal, estaban las galeazas comandadas por <b>Uluch Alí</b>; las fuerzas cristianas de <b>Juan Andrea Doria</b> bogaban hacia el sudoeste e iban aproximándose, el almirante genovés había hecho caso omiso del aviso de<b> Juan de Austria</b>, quien le hizo notar que estaba dejando el cuerpo central de la flota al descubierto. Súbitamente, una parte de las galeras de<b> Uluch Alí</b> viró al oeste para intentar penetrar por la brecha dejada por los cristianos. La maniobra fue hábil y tomó por sorpresa a <b>Gian Andrea Doria</b>; mientras tanto, <b>Juan de Cardona</b>, que navegaba con sus ocho galeras para taponar la brecha que dejaba <b>Doria</b>, decidió acudir en auxilio de a zona central cristiana, cuyas dificultades iban aumentando ostensiblemente. <b>Juan de Cardona</b> hundión la galera de <b>Pertev Pachá</b>, quien logró escapar herido en una galeota. Tras el éxito de su acción, que alivió el sector central cristiano,<b> Cardona</b> viró de nuevo hacia el sur en auxilio del ala derecha de<b> Doria</b>. En ese momento, las galeras de <b>Ulch Alí</b> se dirigían hacia la abertura dejada por <b>Doria</b> en un intento por alcanzar por la retaguardia el flanco del cuerpo central de la <b>Liga Santa</b>. <b>Cardona</b> se enfrentó con sus ocho galeras a las dieciséis de<b> Alí</b> en un combate confuso y desigual. Los hombres de<b> Cardona</b> fueron diezmados en pocos minutos por el fuego otomano, recibiendo el propio <b>Cardona</b> dos disparos de arcabuz. Pese al empeño y a la resistencia del catalán, siete galeras de <b>Alí</b> cayeron sobre el flanco derecho del sector central cristiano. <b>Uluch Alí</b> se abalanzó inmediatamente sobre la nave capitana de la <b>Orden de Malta</b>, comandada por el Prior de Mesina, <b>Fray Pedro Giustiniani</b>. El corsario otomano quiso vengarse de la humillación sufrida seis años atrás en su intento frustrado de tomar la fortaleza de la isla de Malta, cuando, pese a gozar de una superioridad de más de 10 a 1, los caballeros de la Orden resistieron el ataque hasta la llegada de la flota española; ésta obligó a los otomanos a levantar el sitio, no sin antes perder más de 15.000 hombres. En esta ocasión, la galera maltesa fue violentamente atacada; <b>Giustiniani</b> recibió cinco flechazos y fue dado por muerto por los turcos cuando abordaron la nave para remorcarla como trofeo de guerra. Sin embargo, el<b> Prior de Mesina</b> fue rescatado por los cristianos y vivió todavía un año más después de la batalla, con el honor de ser el único hombre que había derrotado en dos ocasiones a la Armada otomana.<br />
Las otras dos galeras maltesas también sufrieron un demoledor ataque, con grandes pérdidas. La galera pontificia de <b>Tommaso de Medici</b> también fue atacada por<b> Alí</b>, quien logró hundir una de las galeras de<b> Doria</b> que habían acudido en ayuda de <b>Juan de Cardona</b>.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">La victoria cristiana</span></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgka5bEtR_1qNy24LZhT56VCRDtnXNttyD18XZq07Q5O5gUaFungLTDiIiK0J5juJOGGmBcUnZadTdHZ4vPgPIyyXdhopITsOWFwEwyhlXRP-HxaLJFaxupWhzaci-bT-dkCLMR1w-32J1p/s1600/2.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgka5bEtR_1qNy24LZhT56VCRDtnXNttyD18XZq07Q5O5gUaFungLTDiIiK0J5juJOGGmBcUnZadTdHZ4vPgPIyyXdhopITsOWFwEwyhlXRP-HxaLJFaxupWhzaci-bT-dkCLMR1w-32J1p/s320/2.tif" width="210" /></a></div>
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<div style="text-align: justify;">
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<span style="color: #990000;"><span style="font-size: x-small;"><i>Arriba, el planteamiento inicial de la Batalla de Lepanto, con cuatro galeazas venecianas en vanguardia y el ala izquierda turca bogando hacia el sur, con la intención de abrir la formación cristiana. Abajo, la segunda fase de la batalla: los movimientos envolventes turcos fracasaron y la rápida intervención de la retaguardia cristiana evitó lo que hubiera significado un cambio en el transcurso del enfrentamiento.</i></span></span><br />
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La balanza se inclinó finalmente a favor de la <b>Liga Santa</b> cuando la escuadra de <b>Álvaro de Bazán</b> intervino desde la retaguardia. Bazán envió 26 galeras para reforzar el ala derecha, mientras que él mismo acudió en socorro del centro con tres galeras más. En el ala derecha española, la veneciana la <b>Donna</b> fue hundida por el certero fuego artillero turco, y la española la <b>Marquesa</b> sufrió muchas bajas, entre ellas la de su capitán,<b> Juan de Machado</b>. El ala izquierda turca se vio desbordaba y <b>Uluch Alí</b> huyó con unas cuantas galeotas hacia Prevesa, a través del canal de la isla de Oxia. En la zona central, el refuerzo de las cuatro galeras de <b>Bazán</b> fue decisivo y, aunque perdió dos de ellas, logró, gracias a la<i> Loba</i>, hundir una galera turca y capturar otra. Tras este éxito, los soldados de la <i>Loba </i>se unieron a los de la <i>Real </i>para luchar contra la <i>Sultana</i>. Finalmente, tras un durísimo combate, el castillo de popa de la galera turca fue ocupado por los soldados españoles, que mataron a todos los jenízaros. Entre los hombres de la cubierta se encontraba herido el gran almirante de la flota otomana<b> Müezzinzade Alí Pachá</b>. Un soldado le cortó la cabeza y la llevó ante<b> Juan de Austria</b>, quien, compungido, ordeno arrojarla al mar sin usarla como trofeo, pero los soldados desoyeron la orden y la alzaron sobre el castillo de la <i>Sultana</i>.<br />
Fue el fin de la resistencia turca, y la mayor parte de sus capitanes se rindieron a los de la<b> Liga Santa</b>.<b> Uluch Alí</b> abandonó la preciada galera de la <b>Orden de Malta</b> que estaba remolcando como botín. A bordo de la devastada embarcación, entre más de 300 cadáveres, se hallaba malherido su capitán<b> Fray Pedro Giustiniani</b>, quien fue rescatado por los hombres de <b>Doria</b>.<b> Uluch Alí</b> logró refugiarse en <b>Lepanto</b> con 25 galeras y 20 galeotas muy dañadas. Los españoles capturaron una galera que llevaba a bordo a los dos hijos de <b>Alí Pachá</b>, de 17 y 13 años. <b>Don Juan de Austria</b> los tomó bajo su protección y los trató de forma acorde con su rango.<br />
Tras la batalla, que finalizó al caer la tarde, las aguas del Golfo de Patras ofrecían un espectáculo dantesco, teñidas de rojo, infestadas de cuerpos y miembros humanos y de todo tipo de maderas y trozos de velas. Ante la tormenta que se avecinaba,<b> Don Juan de Austria</b> ordenó a las naves de la Liga recalar en la bahía de Petala y, junto a los jefes de las distintas flotas, se dispuso a hacer balance de la batalla.<br />
La victoria de la <b>Liga Santa</b>, aunque rotunda, conllevó un alto precio en pérdidas materiales y humanas. La estimación de las bajas cristianas se acercó a los 8.200 muertos y 7.784 heridos; las galeras hundidas o destrozadas fueron quince, aunque otras treinta tuvieron que ser desmanteladas devido a la gravedad de los daños. Los otomanos, por su parte, perdieron 205 galeras 15 de ellas hundidas y 190 capturadas y sus bajas se contabilizaron en más de 25.000 muertos y 8.000 prisioneros. Por todo ello, el balance de la batalla de<b> Lepanto</b> fue escalofriante: murieron unos 33.000 hombres en tan sólo cuatro horas, la mayor matanza hasta aquel momento en la historia de las batallas tanto marítimas como terrestres.<br />
Se calcula que unos 12.000 esclavos cristianos fueron liberados de los barcos capturados donde eran utilizados como galeotes. A bordo de las naves otomanas se encontró un importante botín en oro, joyas y brocados. Se ha descrito que sólo en la galera de <b>Alí Pachá</b> se encontraron 170.000 cequíes de oro. El rey de España recibió la mitad de todo el botín y la otra mitad se dividió entre la Santa Sede y Venecia; sin embargo, una décima parte de esta mitad fue asignada a <b>Don Juan de Austria</b>, en compensación por su valor y sus cualidades estratégicas. En la galera la <i>Marquesa</i> navegaba el joven de 24 años <b>Miguel de Cervantes</b>, quien se había unido a los <b>Tercios Italianos </b>seis meses antes. <b>Cervantes</b>, pese a sufrir de fiebres, pidió que se le asignara un puesto en las lanchas de combate. El objetivo de estas lanchas era el ataque a los flancos más débiles de las galeras enemigas aprovechando su relativa maniobrabilidad, aunque eran muy vulnerables al fuego desde la cubierta de las galeras.<i> La Marquesa</i> sufrió 40 bajas y 120 heridos, entre ellos el propio <b>Cervantes</b>, quien recibió un tiro en el brazo izquierdo, que le ocasionó la pérdida de movimiento de la mano; por este motivo se le conoce también como "<b>el manco de Lepanto</b>". <b>Cervantes</b> se quejó de la ingratitud de España para con sus soldados, alabando en su novela<i> <b>El Quijote</b></i> cómo el sultán reconocía mejor los méritos de gentes nacidas bajo otra religión que el rey español los de sus propios súbditos.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">Después de la batalla</span></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQUlzFWoOR7ZG9W_vjvBbQKSqzcar9an7Y-BC1r6_zD9bDQOL-TG2mNlKQKa4uUW0ChTpftQsqltVKZ28gsKs0lOuzWr6FcJbwbJxKYWkCWYFDJjwk7rzrAvqaO4kj0sMSvbUkuhHI-jTw/s1600/4.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQUlzFWoOR7ZG9W_vjvBbQKSqzcar9an7Y-BC1r6_zD9bDQOL-TG2mNlKQKa4uUW0ChTpftQsqltVKZ28gsKs0lOuzWr6FcJbwbJxKYWkCWYFDJjwk7rzrAvqaO4kj0sMSvbUkuhHI-jTw/s320/4.tif" width="254" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><i><span style="font-size: x-small;">Óleo del pintor italiano Andrea Michieli (1542 - 1617) que muestra uno de los momentos más intensos de la batalla de Lepanto.</span></i></span><br />
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<b>Juan de Austria</b> dispuso que las galeras más rápidas partieran inmediatamente para llevar la noticia de la victoria a los <b>Estados miembros de la Liga</b>. Las nuevas llegaron al rey <b>Felipe II</b> veinticuatro días después de la batalla. Su majestad se encontraba rezando las vísperas en la basílica de<b> El</b> <b>Escorial</b>, cuando un mensajero compareció muy excitado ante su presencia. El rey le dijo "Sosegaos. Vamos al coro y allí hablaremos mejor". Al conocer la noticia, el monarca completó los rezos y, acto seguido y como era su costumbre después de los acontecimientos bélicos, encargó una misa por las almas de los que habían muerto en la batalla.<br />
El grueso de la flota cristiana permaneció en <b>Petala</b> durante tres días, donde se organizaron las labores de reparación de las naves y se instaló un hospital de campaña para tratar a los heridos.<b> Juan de Austria</b> convocó un consejo para decidir las posteriores operaciones contra sus enemigos. Era evidente que este triunfo debía aprovecharse para dar el golpe de gracia a los otomanos, o simplemente aumentar el importante descalabro que había sufrido. Pero de nuevo entraron en liza los intereses encontrados de los componentes de la <b>Liga Santa</b>: los venecianos querían atacar el <b>Peloponeso</b> e incitar la insurrección en tierras de <b>Albania</b> y<b> Grecia</b>; algunos españoles querían atacar <b>Constantinopla</b>, mientras que, finalmente, <b>Juan de Austria</b> propuso atacar las fortificaciones otomanas en el golfo de <b>Lepanto</b> para controlar los estratégicos golfos de <b>Corinto y Patras</b>, y la propuesta fue aceptada.<br />
Mientras una parte de la escuadra regresaba a <b>Mesina</b>, en cuyo puerto fue recibida entre salvas y cantos alborozados, arrastrando por el agua los trofeos y banderas conquistados al enemigo según era costumbre, <b>Juan Andrea Doria</b> y <b>Ascanio de la Corna</b> se dirigieron a atacar las fortificaciones de <b>Lepanto</b>. Sin embargo, el 11 de octubre de 1571,<b> Juan Andrea Doria</b> desistió de su decisión de atacar los bien fortificados castillos turcos. El razonamiento de <b>Doria</b> era lógico: si bien la conquista era factible, el problema consistía en mantener luego las posiciones, puesto que se vería obligado a llevar a cabo una logística imposible de sostener, y era más que probable que las fortificaciones ocupadas volvieran a caer prontamente en manos otomanas. Por otra parte, el estado de la flota cristiana no permitía proseguir las acciones bélicas con garantías, por lo que <b>Doria </b>decidió regresar a <b>Corfú</b>, donde arribó el día 22 de octubre.<br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">El fin de la Liga Santa</span></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxgWsszQ8qaiSUQZphewN4vD6A0AH8idk7aTpWRsOb6QCZdlPyKZ1XugE2R_-sA3dGVQKHcFMa5x1sz5Ox9vZE65PusIpyqruW7gHgWgAbGCAJ6d0xySwOjYNgc8Cqb5PH7Qc8uLf5__K2/s1600/6.tif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxgWsszQ8qaiSUQZphewN4vD6A0AH8idk7aTpWRsOb6QCZdlPyKZ1XugE2R_-sA3dGVQKHcFMa5x1sz5Ox9vZE65PusIpyqruW7gHgWgAbGCAJ6d0xySwOjYNgc8Cqb5PH7Qc8uLf5__K2/s320/6.tif" width="264" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><i><span style="font-size: x-small;">Óleo alegórico del pintor veneciano Tiziano Vecelli ( 1488 - 1576) que muestra a Felipe II celebrando la victoria de Lepanto.</span></i></span><br />
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Tras la batalla de <b>Lepanto</b>, el poder naval otomano no quedó herido de muerte, pero la actividad corsaria descendió notablemente y los turcos nunca recuperaron la supremacía mantenida durante los años anteriores a la batalla. <b>La Liga Santa </b>prosiguió con una intensa campaña naval durante todo el año siguiente en las costas de <b>Morea</b>. Pese a sus notables esfuerzos para conseguirlo, no logró entablar el deseado combate definitivo para dar el golpe de gracia a los turcos. La causa principal de ese fracaso hay que atribuirla a <b>Uluch Alí</b>, quien rehusó la batalla en varias ocasiones durante los meses de agosto y septiembre de 1572. <b>Venecia</b> no había quedado sagtisfecha con el resultado de la batalla de<b> Lepanto</b>, ya que la pérdida de <b>Chipre</b> había sido un golpe especialmente duro para la <b>Serenísima República</b>. Los venecianos eran conscientes del propósito de la <b>Liga Santa</b> de atacar el norte de<b> África</b> en los próximos meses, como era el deseo de<b> Felipe II</b>. Así pues, firmaron un tratado de paz reconociendo las conquistas de los turcos y acordando un pago de 300.000 ducados a <b>Selim II </b>en el término de tres años, para que sus mercaderes tuvieran vía libre en el puerto de <b>Alejandría</b>. Al final, la suma pagada era menor que el coste de mantener la flota activa y el comercio cerrado.<b> Felipe</b> <b>II</b> se puso furioso cuando se enteró del tratado veneciano, y la <b>Liga Santa</b> se disolvió. Al año siguiente,<b> Don Juan de Austria</b> conquistó <b>Túnez</b> en su último combate contra los turcos antes de ser destinado a los<b> Paises Bajos</b>.<br />
La atención de <b>España</b> se centró en los protestantes del norte, mientras que el <b>Imperio Otomano</b> desvió su atención hacia <b>Persia</b>. El Mediterraneo perdió valor estratégico y, progresivamente, los piratas y corsarios berberiscos fueron ganando terreno y no fuero erradicados hasta el siglo XIX.</div>
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-20838775493305336032012-09-30T15:27:00.002-07:002012-10-01T14:17:55.014-07:00Cristianos contra musulmanes<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEtpNOTRnzzG5iESNMyWX4QsEC3jGYGjOrCf7E8WH2FBivTSy-SOzM2WqOBbEDpXHx1BDxYy_0GzrzmgNnY1oA5-gjB27hfWULS2cy38IygeU2jEWdCW0U9AY5lqMm0F_omEPV-_mVtlO8/s1600/Juli%C3%A1n+003.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEtpNOTRnzzG5iESNMyWX4QsEC3jGYGjOrCf7E8WH2FBivTSy-SOzM2WqOBbEDpXHx1BDxYy_0GzrzmgNnY1oA5-gjB27hfWULS2cy38IygeU2jEWdCW0U9AY5lqMm0F_omEPV-_mVtlO8/s320/Juli%C3%A1n+003.jpg" width="320" /></a></div>
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Durante el siglo XVI, el enfrentamiento en el Mediterráneo de las potencias occidentales cristianas contra el imperio Otomano llegó a su apogeo, Más de treinta años de hostigamiento corsario y de escaramuzas y combates de distinto signo remitieron tras la gran batalla de Lepanto, que logró contener la expansión otomana y supuso un importante cambio en la concepción de la guerra naval.<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;"> </span></span><br />
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;"> Lucha por el poder en el imperio Turco</span></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhORjliIU5cCNniuo5HzxmC1iTFcheQDHqwMFlTCS_TA0I5Ipe_HB_zyXHgQSIEnZzeAPcYXBVFRPZcXsPANy35NexW2SkqScw-eieK7rkKCUN8uDhe4lf_gnl1MvpBWjw5I73oPbLaSQmB/s1600/Juli%C3%A1n+004.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhORjliIU5cCNniuo5HzxmC1iTFcheQDHqwMFlTCS_TA0I5Ipe_HB_zyXHgQSIEnZzeAPcYXBVFRPZcXsPANy35NexW2SkqScw-eieK7rkKCUN8uDhe4lf_gnl1MvpBWjw5I73oPbLaSQmB/s320/Juli%C3%A1n+004.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><span style="font-size: x-small;"><i>Modelo de galera catalano-aragonesa empleada en la lucha contra la piratería berberisca.</i></span></span></div>
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Durante el siglo XVI, se prolongó en el Mediterráneo el periodo de notable inestabilidad que se había desencadenado al final de la Edad Media entre cristianos y musulmanes. Tras la caída de Constantinopla en 1452, la tensión llegó a su punto culminante, pues, aunque los árabes fueron expulsados de la península Ibérica, la presión que desde el este pasaron a ejercer los turcos se haría insostenible para las potencias occidentales cristianas. La Serenísima República de Venecia, los Estados Pontificios y España entraron en conflicto directo con el imperio Otomano.</div>
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<b>Mohamed II</b>, aprovechándose de la confusión y desmoralización que produjo la conquista de Constantinopla a los cristianos, conquisto Grecia, Serbia y Valaquia e hizo planes para atacar la península Itálica. Sin embargo, el sultán detuvo esta campaña para asentar su poder en el Mediterráneo oriental y ganar la isla de Rodas, donde se habían hecho fuertes los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, comandados por <b>Pierre d'Arbusson</b>. Los turcos atacaron Rodas con una flota de 160 galeras en mayo de 1481, pero fueron rechazados sistemáticamente durante dos meses de continuos intentos de desembarco. Las pérdidas fueron muy importantes para los turcos durante el prolongado asedio, y sumaron 9.000 muertos y 15.000 heridos. Este fracaso levantó la moral de los países cristianos y fue tenido muy en cuenta por los estrategas venecianos, quienes se dieron cuenta de que el mar era el punto débil del poder otomano. A la muerte de <b>Mohamed II</b>, envenenado por su médico a las pocas semanas del fracaso de Rodas, el imperio Otomano disfrutaba de una estructura administrativa bien organizada y de un sistema legal de inspiración islámica que constrastaba vivamente con la orientación política que estaba emergiendo en la Europa renacentista. Se desató una guerra de sucesión entre los hijos del sultán: <b>Beyacid II</b> tiunfó sobre su hermano <b>Yem</b>, quien se refugió primero en Rodas y posteriormente en el Vaticano. <b>Beyacid </b>se ofreció a pagar 40.000 ducados al papa <b>Inocencio VIII</b> para que retuviera a su hermano, y éste aceptó. Pero cuando <b>Alejandro VI</b>, el papa <b>Borgia</b>, asumió el pontificado en 1492, <b>Beyacid</b> ofreció 300.000 ducados por la muerte de su competidor, y <b>Yem</b> murió misteriosamente en Nápoles. <b>Beyacid II</b> fue sucedido en 1512 por <b>Selim I</b>, quien atacó Perdia, logrando conquistar Kurdistán, la Alta Mesopotamia y Siria entre 1514 y 1515. Al año siguiente, <b>Selim</b> derrotó a los mamelucos que gobernaban Palestina y Egipto, sometiendo estos territorios. En 1520, <b>Solimán el Magnífico</b> continuó la política expansionista, logrando conquistar dos bastiones de la cristiandad en Oriente: Belgrado y la isla de Rodas.</div>
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<span style="color: #0b5394;"><span style="font-size: large;">La piratería berberisca</span></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjODiiL-aaDhfVAM611mhcFB9sXb0WFyVj7kq5DRK0PXlaGHzVniEkJ83RxFAvUGoFn1JiH4WvtRI7wRoWkno5iBEExIMFzq_5AUSlb1W7IZh2EybXoNk5w-0VcUtDpnPmv5Eh3n4btearx/s1600/Juli%C3%A1n+005.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjODiiL-aaDhfVAM611mhcFB9sXb0WFyVj7kq5DRK0PXlaGHzVniEkJ83RxFAvUGoFn1JiH4WvtRI7wRoWkno5iBEExIMFzq_5AUSlb1W7IZh2EybXoNk5w-0VcUtDpnPmv5Eh3n4btearx/s320/Juli%C3%A1n+005.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000;"><i><span style="font-size: x-small;">Una de las innumerables torres de vigilancia contra las incursiones berberiscas que se alzaron en la costa española durante el siglo XVI. La de la fotografía corresponde a la de Punta Umbría, en la costa atlántica andaluza.</span></i></span></div>
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<b>Solimán</b> se propuso mejorar la Armada turca y alcanzar el mismo nivel de las potencias de Occidente. Ordenó construir galeras y mejoró los puertos, declarando la guerra marítima sin cuartel contra España, Venecia y la Santa Sede principalmente. Pero en su estrategia jugó una baza que le daba mayores réditos políticos y económicos: la piratería. A principios del siglo XVI, la piratería berberisca, instigada y apoyada por <b>Bayacid II</b> unos años antes, se había convertido en un serio problema para el comercio de Venecia y de la Santa Sede. <b>Solimán</b> acrecentó de forma notable las patentes de corso y se enfrentó directamente a España, donde <b>Carlos I</b>, que había sido coronado en 1518, estaba proyectando su reinado hacia un imperio intercontinental, veinte años después de la conquista de América.En aquella época, los corsarios y piratas berberiscos estaban liderados por los hermanos <b>Barbarroja</b>: <b>Arouj primero</b> y <b>Keir-Ed-Din</b> después, crearon poderosas flotas corsarias con base en los puertos del norte de África, que inicialmente operaban en aguas del Mediterráneo central y occidental, pero que pronto ampliaron su campo de acción y pasaron a hostigar las costas españolas. En 1519, el joven rey <b>Carlos I</b> comprobó personalmente la destrucción que una incursión berberisca llevó a cabo en Barcelona y que asoló los barrios cercanos al puerto. Los ataques se hicieron cada vez más frecuentes y, el 13 de junio de 1527, llegaron a perpetrar un asalto a gran escala en Badalona (localidad muy cercana a Barcelona), cuando <b>Kara Hassan</b>, lugarteniente de <b>Keir-Ed-Din Barbarroja</b>, desembarcó en la desembocadura del río Besòs, rodeó la ciudad y entro en ella a cuchillo. <b>Barbarroja</b> se convirtió en el enemigo marítimo número uno para España, sobre todo cuando se dedicó a atacar los intereses cristianos en el Mediterráneo al servicio directo y sin tapujos de<b> Solimán</b>.<br />
Los berberiscos llegaron a perfeccionar hasta tal punto sus escaramuzas, que en algunas zonas del litoral Mediterráneo se les llegó a considerar invencibles y se les temía enormemente. Atacaban por sorpresa con una doble finalidad: conseguir el botín y secuestrar a jóvenes cristianos que luego eran canjeados por un rescate o convertidos en esclavos. Estos corsarios encontraron en las costas españolas la frecuente colaboración de los moriscos (musulmanes españoles obligados a convertirse al cristianismo para evitar el exilio), y también obtuvieron de los comerciantes genoveses muchas de las armas modernas que utilizaban en sus ataques. Los genoveses se comportaban de forma contradictoria: por un lado, deseaban la erradicación del Islam, pero, por otro, vendían armas a los corsarios con gran beneficio económico, a la vez que perjudicaban el comercio español, principalmente en la zona del estrecho de Gibraltar.<br />
Los berberiscos utilizaban rápidas galeras ligeras, llamadas galeotas, de a lo sumo 16 ó 20 remos por banda con tan sólo un remero en cada uno, además de algunos cañones pequeños. Los remeros eran habitualmente esclavos secuestrados, bastante bien tratados en tierra para que conservaran un buen estado de salud y fortaleza física. Los patrones corsarios de estas galeras operaban desde sus bases de Argel, principalmente, y de Orán, a cuyos bajás daban cuenta de los botines capturados. A mediados del siglo XVI, los bajás se quedaban con un esclavo de cada ocho y con una parte del botín, previa negociación con los corsarios. Las fortunas que así se llegaron a acumular, tanto por parte de los bajás como de los corsarios, fueron tan monumentales que el propio sultán, al que los bajás rendían vasallaje, llegó a preocuparse de su creciente poder.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La toma de Túnez</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5dPgTqKyqIuTgc8vtebfuMwAFrZAbebagfW_TskriXKTNweqI2uyXmLO4B0TOfsXj22lDb74Djh8gazz9c8KqM5fQFXI_SoI6j2kHMMscefbP6Q7N0U8fdZoA7qTecSFIeWlXLepnoYCw/s1600/Juli%C3%A1n+007.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5dPgTqKyqIuTgc8vtebfuMwAFrZAbebagfW_TskriXKTNweqI2uyXmLO4B0TOfsXj22lDb74Djh8gazz9c8KqM5fQFXI_SoI6j2kHMMscefbP6Q7N0U8fdZoA7qTecSFIeWlXLepnoYCw/s320/Juli%C3%A1n+007.jpg" width="247" /></a></div>
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;"><b>Andrea Doria</b> representado como Neptuno por el pintor <b>Agnolo Bronzino</b>. El gran almirante genovés fue uno de los personajes decisivos en la historia marítima del siglo XVI.</span></i><br />
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En 1534, <b>Barbarroja</b> conquistó Túnez deponiendo a <b>Muley Hassan</b>, vasallo de España. <b>Carlos I</b> decidió recuperar la plaza y apresar definitivamente al pirata. El emperador español contó con la ayuda de los portugueses, de los caballeros de la orden de Malta y de la escuadra de galeras de Génova de <b>Andrea</b> <b>Doria</b>; este último era un almirante genovés que, después de prestar sus servicios a Francia (aliada por entonces de los turcos y enfrentada a España), había firmado un acuerdo con el monarca español de 14 de junio de 1528. a lo largo de un año, una gran flota se fue concentrando en Barcelona y, el 30 de mayo de 1535, zarparon más de 400 embarcaciones. Entre ellas se encontraban: una escuadra de 15 galeras españolas de la Armada del Mediterráneo, al mando de don <b>Álvaro de Bazán el Viejo</b>; 10 galeras sicilianas al mando de <b>Berenguer de Requesens</b>; 6 galeras napolitanas capitaneadas por <b>Don García de Toledo</b>; 19 galeras genovesas de <b>Andrea Doria</b>; 12 galeras de los Estados Pontificios, 4 de ellas de la orden de Malta, bajo el mando de <b>Virginio Ursino</b>; un gran galeón y 20 carabelas portuguesas del <b>Infante</b> <b>Luis</b>, 42 naos españolas de la escuadra del Cantábrico, 60 urcas de la escuadra de Flandes y 150 embarcaciones de transporte a vela de la escuadra de Málaga. En total, la gran flota transportaba 25.000 infantes y 2.000 jinetes con sus caballos.<br />
El 3 de junio hicieron escala en Mahón, y luego en Cagliari. <b>Carlos I </b>en persona pasó revista a la flota, la mayor que España había convocado nunca. La Armada navegó hacia el sur, recalando cerca de las ruinas de Cartago, apresando antes dos barcos franceses que habían avisado a <b>Barbarroja</b> del ataque. El ejército desembarcó sin excesivos problemas y sitió la fortaleza de La Goleta, que cayó en apenas dos semanas. El 21 de junio de 1535, el gran ejército tomó sin dificultad la ciudad de Túnez, con el apoyo de los cautivos cristianos presos en la alcazaba de la plaza, que se habían sublevado. Pero el éxito militar de la operación se vio enturbiado por la huida de <b>Barbarroja</b>, que con 15 galeras, se dirigió probablemente a Argel.<br />
<b>Carlos I</b>, reunido con sus generales, planificó la toma de Argel, lo que supondría el golpe definitivo para la piratería en el Mediterráneo occidental. Sin embargo, no halló el soporte unánime de sus aliados, quienes desconfiaban del mal tiempo del final del verano después de que una violenta tormenta dispersara buena parte de su flota.</div>
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-6396140484111702372012-06-07T13:42:00.000-07:002012-09-29T14:31:43.422-07:00España y Portugal se reparten el mundo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7uFx8iBr0cbvls3QGEwrWVV1mKyrFVaCunmrAKgU-NFv96PhlTk79-PfGC26G-WqF0gj0E-39CvBt53wKyTeX3wPJk74TdzlkSXSnn28gMQ03QvMN5aUB9XhljWPjFjyV4Spn4b9DebS3/s1600/Imagen+558.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" fba="true" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7uFx8iBr0cbvls3QGEwrWVV1mKyrFVaCunmrAKgU-NFv96PhlTk79-PfGC26G-WqF0gj0E-39CvBt53wKyTeX3wPJk74TdzlkSXSnn28gMQ03QvMN5aUB9XhljWPjFjyV4Spn4b9DebS3/s320/Imagen+558.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>Grabado que representa la flota de Vasco de Gama doblando el cabo de Buena Esperanza en el mes de diciembre de 1497.</em></span></div>
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<br /></div>
<div align="justify">
Tras el viaje de <strong>Critóbal Colón</strong>, España había abierto una supuesta ruta a las Indias por el oeste, obligando a Portugal a acelerar su avance por el este, hasta que <strong>Vasco da Gama</strong> llegó a la India. Antes que los españoles supieran que <strong>Colón </strong>había llegado a un nuevo continente, ambas potencias entraron en una disputa sobre las tierras que se iban descubriendo, en lo que iba a ser la colonización del "Nuevo Mundo".</div>
<div align="justify">
Antes de arribar a Palos al regreso de su primer viaje, <strong>Colón</strong> se entrevistó en Lisboa con Juan II, decisión que desagradó sobremanera a los <strong>Reyes Católicos</strong>. El monarca portugués le advirtió de que, de acuerdo con Tratado de Alcaçovas - Toledo, firmado el 4 de septiembre de 1479, por el cual Castilla reconocía los derechos territoriales de la expansión potuguesa por África, las tierras que acababa de descubrir <strong>Colón</strong> se hallaban al sur del paralelo de las Canarias y, por lo tanto, pertenecían a Portugal.</div>
<div align="justify">
Esta advertencia generó un nuevo conflicto entre Portugal y España, que durante los últimos años estaban emergiendo como las dos grandes potencias de la época. Los portugueses pretendían que el paralelo de las Canarias sirviera de límite a las conquistas de ambos reinos; por su parte, los <strong>Reyes Católicos</strong> rechazaban esta pretensión y trataban de conseguir que los portugueses se quedaran con África y dejaran para los españoles las nuevas tierras descubiertas.</div>
<div align="justify">
<br /></div>
<div align="justify">
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Bulas papales y el Tratado de Tordesillas</span></div>
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<br /></div>
<div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPgrpXXMPwXILPHsYg_v589Ep0mtmSd9ohdosfRPoqoO2qtImozQIcJ4yDR4gqvLfeuOyRQ7PXKsc-PJJD5-LF4AegYnaE_oqz6-5gDPJee0gSQrGWqFU3Z-ebA4x-FHCZ5z5ClKCdvl1w/s1600/Imagen+559.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" fba="true" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPgrpXXMPwXILPHsYg_v589Ep0mtmSd9ohdosfRPoqoO2qtImozQIcJ4yDR4gqvLfeuOyRQ7PXKsc-PJJD5-LF4AegYnaE_oqz6-5gDPJee0gSQrGWqFU3Z-ebA4x-FHCZ5z5ClKCdvl1w/s320/Imagen+559.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>Carta náutica de 1502, atribuida a Amerigo Vespucio, en la que se muestran sus hallazgos en la costa sudamericana.</em></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="justify" style="text-align: justify;">
Los monarcas españoles presionaron a la Santa Sede para que se cambiaran las demarcaciones impuestas por el Tratado de Alcaçovas - Toledo. El hecho de que el papa <strong>Alejandro VI</strong> (el papa Borja) fuera español pareció favorecer las pretensiones de los <strong>Reyes Católicos</strong>. Este papa publicó en 1493 tres bulas pontificias de forma consecutiva: el 3 de mayo, la <em>Inter Caetera</em> y la <em>Eximiae Devotionis</em>, y el 26 de septiembre, la <em>Dudum Siquiedem</em>. En estos documentos, el Papa no sólo legitimaba la posesión de la totalidad de las tierras descubiertas a los españoles, sino que también les otorgaba grandes ventajas en la asignación de las nuevas tierras por descubrir. Las razones que se esgrimían para justificar la dcisión del papa eran que con los españoles se garantizaba la propagación de la fe cristiana en los nuevos mundos; en realidad, la decisión papal estaba relacionada con la promesa de los <strong>Reyes Católicos</strong> de facilitar apoyo militar a la Liga de Venecia, de inspiración papal, en su lucha contra Francia. <strong>Juan II</strong> de Portugal se opuso radicalmente a esta decisión y ambos reinos tuvieron que iniciar nuevas conversaciones. <strong>Juan II</strong> propuso que en lugar de un meridiano divisorio, tal como proponían las bulas papales, se trazara un paralelo, reservando a los portugueses la zona sur y dejando la zona norte para los españoles. Los<strong> Reyes</strong> <strong>Católicos</strong> insistieron en la propuesta del meridiano y ofrecieron establecerlo más hacia el oeste que la propuesta de <strong>Alejandro VI</strong>: hasta 250 leguas e incluso 350 desde Cabo Verde; pero <strong>Juan II</strong> logró que se acordara una distancia de 370 leguas.</div>
<div align="justify" style="text-align: justify;">
El acuerdo final llevó a la firma del Tratado de Tordesillas, el 7 de junio de 1494. Corroborado por el Papa, en este documento se especifica que las tierras descubiertas o las que llegaran a descubrirse al oeste de dicho meridiano, correspondiente a las 370 millas de distancia, serían de Castilla, y las situadas a este, de Portugal. De este modo, en líneas generales, los españoles se aseguraban la conquista de las nuevas tierras descubiertas por <strong>Colón</strong>, y Portugal se reservaba la ruta marítima del Índico.</div>
<div align="justify" style="text-align: justify;">
La nueva línea de separación que marcaba el tratado caía sobre la desembocadura del Amazonas, lo que permitió la ocupación de Brasil por parte de Portugal. El empeño de <strong>Juan II</strong> por conseguir el paralelo, o al menos un meridiano tan alejado de Cabo Verde, hace suponer lo historiadores que el monarca portugués tenía ya referencias concretas de la existencia del actual Brasil.<br />
<br />
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El segundo viaje de Cristóbal Colón y los planes de Manuel I</span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbak1ag1npl3bNQKsG2KYGsbe06BSNSNBzZx3a3-b75-EeB7zjBesp7n1Qu62nMhYxdE3hME3CrIVGsIU0267bGibS-QcFElcorB3ngo8Jh4kaWfJS7HL3h_OkWq_tcrDWR3EOFJMMS4Fz/s1600/Imagen+560.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbak1ag1npl3bNQKsG2KYGsbe06BSNSNBzZx3a3-b75-EeB7zjBesp7n1Qu62nMhYxdE3hME3CrIVGsIU0267bGibS-QcFElcorB3ngo8Jh4kaWfJS7HL3h_OkWq_tcrDWR3EOFJMMS4Fz/s320/Imagen+560.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div align="justify">
<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><i>Mapa de la isla Hispaniola (La Española), conquistada por Colón en su segundo viaje, realizado en el siglo XVI.</i></span><br />
<br />
Cuando se firmó el Tratado de Tordesillas, ya hacía más de ocho meses que <b>C</b><span style="text-align: left;"><b>olón</b> había partido en su segundo viaje. Había zarpado el 25 de septiembre de 1493 con 17 barcos y 1.200 hombres, la mayoría de los cuales eran soldados, lo que había dejado a las claras las intenciones conquistadoras de la expedición. Entre las 17 naves se encontraba <i>La Capitana</i>, que pertenecía a <b>Antonio de Torres</b>, que fue rebautizada <i>Santa María</i> como su predecesora. La flota salió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493. El rumbo dispuesto por <b>Colón</b> era oeste un cuarto al sudoeste, a fin de alcanzar las islas del Caribe. Esta ruta discurría por la zona de los vientos alisios, que lo condujeron a su destino en sólo tres semanas. Primero avistaron la isla que bautizaron como Dominica, luego Puerto Rico y el 27 de noviembre desembarcaron en La Española; allí no encontraron rastro alguno de los hombres de la guarnición que había dejado un año antes. Más tarde llegaron a Cuba y a La Isabela. Una parte de la expedición volvió a España en 1494, mientras <b>Colón</b> intentaba controlar los desmanes con los indios cometidos por la tripulación. El 10 de marzo de 1496, casi cuatro años después de emprender su segundo viaje, <b>Colón</b> salió de La Isabela con rumbo a Castilla. El 11 de junio fondeaban en Cádiz <i>La India</i> y <i>La Niña</i>, con 225 españoles y 30 indios cautivos.</span><br />
<span style="text-align: left;">En 1495, <b>Juan II</b> murió de hidropesía, sucediéndolo en el trono <b>Manuel I</b>. El nuevo monarca se dispuso a acelerar el avance hacia oriente que había logrado <b>Bartolomeu Dias</b> al descubrir el cabo de Buena Esperanza y, con ello, la ruta navegable hacia la India por el este.</span><br />
<span style="text-align: left;"><br /></span>
<span style="color: #0b5394; font-size: large; text-align: left;">Cristóbal Colón sigue en su error</span><br />
<span style="text-align: left;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwxf52PDu0c5F2R5vddBtKGD90vrgoum16-EShUq4cHC2wSRQ0dKJmUd_yyGESup35wUhoAOTJ7CVlBjpX1Y-PKi8MGk0R56CxOtWyQHvJjmYeIPcF5L1xhtPehoT0dCGLBlXGkVta3gOH/s1600/Imagen+563.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="174" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwxf52PDu0c5F2R5vddBtKGD90vrgoum16-EShUq4cHC2wSRQ0dKJmUd_yyGESup35wUhoAOTJ7CVlBjpX1Y-PKi8MGk0R56CxOtWyQHvJjmYeIPcF5L1xhtPehoT0dCGLBlXGkVta3gOH/s320/Imagen+563.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="text-align: left;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small; text-align: left;"><i>Carta de los territorios del Nuevo Mundo dibujada por Juan de la Cosa en 1500, tras sus expediciones con Cristíbal Colón y Rodrigo de Bastidas al continente americano.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: left;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: left;">Mientras <b>Manuel I</b> planificaba la nueva ruta hacia el este, <b>Cristóbal Colón</b> regresó de su segundo viaje el 20 de abril de 1496. Había navegado por las costas del continente sudamericano hasta llegar cerca del Amazonas, donde descubrió una zona periférica que mantuvo en secreto. Los historiadores dan como probable que <b>Américo Vespucio</b>, el florentino afincado en Sevilla que había decidido dedicarse a la navegación para descubrir nuevos mundos, le acompañara como cartógrafo. <b>Colón</b> había descubierto muchas islas, pero aún no había circunnavegado Cuba, por lo que siguió empeñado en que se trataba de Catay; de hecho, hizo levantar un acta notarial en la que se testificaba que Cuba era una península. Esta farsa, aireada al regresar de su segundo viaje, junto a los problemas en la Hispaniola, dejaron en evidencia a <b>Colón</b> y su falta de rigor científico, lo que fue el comienzo de su descrédito en la corte española. <b>Colón</b> seguía pensando que se encontraba en algún lugar del continente asiático; este error fue la causa de que, hasta 1500, los españoles siguieran buscando por Centroamérica el paso hacia la India.</span><br />
<span style="text-align: left;"><br /></span>
<span style="color: #0b5394; font-size: large; text-align: left;">Vasco da Gama abre la Ruta del Este</span><br />
<span style="text-align: left;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVM65IPptnuv7Peigwp3F4-2mt7-VFHeb9TNGQyOPQu5hHpquLl3kf1wTeK153CiopFIXJxR9GHeuSz_WXKRUkGBq3FyJyfqqlsLiuomNM5AZaWtwWv54_IvNx2aSNrRHyY4LKGWAt0IBE/s1600/Imagen+564.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVM65IPptnuv7Peigwp3F4-2mt7-VFHeb9TNGQyOPQu5hHpquLl3kf1wTeK153CiopFIXJxR9GHeuSz_WXKRUkGBq3FyJyfqqlsLiuomNM5AZaWtwWv54_IvNx2aSNrRHyY4LKGWAt0IBE/s320/Imagen+564.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="text-align: left;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #990000; font-size: x-small; text-align: left;"><i>Grabado del siglo XIX que muestra la partida de Vasco da Gama de Lisboa, el 8 de julio de 1497. Su objetivo era alcanzar la India por la Ruta de Este.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: left;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: left;">Mientras tanto, <b>Manuel I</b> puso a <b>Vasco da Gama</b> al mando de una flota de cuatro barcos con la orden precisa de alcanzar la India por la ruta abierta por <b>Dias</b>. Ya en plena carrera con España, la corte portuguesa no reparó en gastos y la flota se formó con cutro buques: el <i>São Gabriel</i>, una robusta nao armada con 20 cañones al mando de <b>Da Gama</b>; su gemela, la<i> São Rafael</i>, comandada por su hermano <b>Paulo da Gama</b>; el <i>Berrio</i>, una carabela de una 100 toneladas que había sido aligerada para ser utilizada como barco de exploración rápida, y un transporte de unas 300 toneladas, en cuya espaciosa bodega se estibaron las provisiones y los materiales de repuesto.En total, <b>Vasco da Gama</b> tuvo a su disposición y bajo su mando a unos 200 hombres.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: left;">El 8 de jujlio de 1947, la expedición partió de Lisboa en olor de multitudes. <b>Da Gama</b> alcanzó el extremo sur de África tras una audaz travesía por el Atlántico Sur, que le convirtió en el primer marino en recorrer la distancia más larga sin recalar: 4.500 millas. Tras costear el este de África hasta la ciudad de Malindi, <b>Da Gama</b> atravesó el Índico hasta alcanzar la costa de Malabar, unas 50 millas al norte de Calicut, el 8 de mayo de 1498. La travesía duró 27 días, lo que significa una media de 100 millas diarias, algo excepcional para la época. <b>Da Gama</b> había abierto definitivamente la Ruta del Este.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: left;">Sin embargo, las gestiones comerciales y diplomáticas de los expedicionarios portugueses no tuvieron los resultados esperados. Fueron recibidos inicialmente por el zamorín (regidor hindú de Calicut) de forma muy amistosa, pero al poco tiempo las relaciones se deterioraron. Los portugueses no fueron bien informados sobre el tipo de comercio y de bienes existentes en la zona y presentaron obsequios y objetos para el intercambio que, si bien en la costa occidental de África hubiesen constituido una valiosa ayuda, eran muy poco apropiados para Calicut. El zamorín se sintió ofendido por las baratijas que se le ofrecían, a lo que hay que añadir la hostilidad de los comerciantes musulmanes hacia los portugueses; todo ello contribuyó a enrarecer el ambiente. La tensión fue creciendo hasta que <b>Vasco da Gama</b> se vio obligado a abandonar Calicut. Zarpó a finales de agosto, en la época en que soplaban los vientos desfavorables del suroeste, por lo que la travesía del Índico hasta África les llevó tres penosos meses, durante los cuales, debido a la falta de vegetales frescos, sufrieron los estragos del escorbuto, una enfermedad que, en su fase avanzada, era desconocida hasta entonces. Cuando llegaron a Malindi, buena parte de la tripulación había muerto y el navegante portugués ordenó quemar el <i>São Rafael</i> al no disponer de suficientes marineros para gobernarlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-align: left;">Después de doblar el cabo de Buena Esperanza, <b>Paulo da Gama</b> (hermano de <b>Vasco</b>) enfermó a la altura de Guinea y murió en las Azores. <b>Vasco da Gama</b> arribó a Lisboa a finales de agosto, unos 24 meses después de su partida y habiendo recorrido 27.000 millas y perdido unos 110 hombres. Pese a que comercialmente su viaje no había resultado rentable, se le hizo un recibimiento festivo y multitudinario, y el rey <b>Mnuel I</b> le prodigó todos los honores, lo recompensó con 3.000 ducados, le nombró Almirante de la India y le otorgó el uso del <i>dom</i> delante de su nombre. <b>Manuel I</b> escribió en tono jactancioso a los <b>Reyes Católico</b></span><span style="background-color: white; text-align: left;"><b>s</b>, explicándoles todas las maravillas que sus navegantes habían visto, aunque evitó referirse al escorbuto, a las numerosas bajas y al relativo fracaso de la misión diplomática y comercial que sus hombres habían padecido.</span><br />
<span style="background-color: white; text-align: left;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-size: large; text-align: left;">John Cabot y el tercer viaje de Colón</span><br />
<span style="background-color: white; text-align: left;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSK4dQBSUg0gpL7nuC5WhMQSriAClpFUEhPurwPBSXcLjADtuVsU7vU8qtRkLj4qtOoQd-HZXob0JdWC5jxIsM9740UqPgA7rtOwcXzgRRaiFjgTBlcxJ4BJFlfWBZfdRMQwKyjvlJBMP_/s1600/Imagen+565.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSK4dQBSUg0gpL7nuC5WhMQSriAClpFUEhPurwPBSXcLjADtuVsU7vU8qtRkLj4qtOoQd-HZXob0JdWC5jxIsM9740UqPgA7rtOwcXzgRRaiFjgTBlcxJ4BJFlfWBZfdRMQwKyjvlJBMP_/s320/Imagen+565.jpg" width="200" /></a></div>
<span style="background-color: white; text-align: left;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #990000; font-size: x-small; text-align: left;"><i>Página de un libro de barcos portugués ilustrada con las cuatro naos de la expedición de Vasco da Gama. En la parte inferior aparece el transporte incendiado tras doblar el cabo de Buena Esperanza.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; text-align: left;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; text-align: left;">Cuando <b>Vasco da Gama</b> zarpaba de Lisboa, hacía unas tres semanas que el genovés <b>Giovanni Caboto</b>, al que se le conoce por su nombre inglés <b>John Cabot</b>, había desembarcado en Terranova y la costa norteamericana.<b> Cabot </b>había zarpado del puerto británico de Bristol con el <i>Matthew</i>, el 20 de mayo de 1497, en un viaje financiado principalmente por los comerciantes de esta ciudad inglesa. <b>Cabot</b> se proponía llegar al Cipango que supuestamente había alcanzado <b>Colón</b>, pero por una nueva ruta por el norte del Atlántico. Su proyecto había sido rechazado por los portugueses y por los españoles, principalmente porque, cuando lo expuso, los primeros ya habían alcanzado el cabo de Buena Esperanza y estaban concentrados en la ruta hacia la India; los españoles, por su lado, ya tenían abierta la supuesta Ruta del Oeste gracias a <b>Colón</b>. <b>Cabot</b> regresó a Bristol el 6 de agosto de 1497, cuando <b>Vasco da Gama</b> se hallaba en mitad del Atlántico, pero la noticia de su hallazgo trascendió muy poco en las cortes española y portuguesa. Los ingleses, por su parte, tampoco sacaron provecho inmediato del viaje de <b>Cabot</b>, quien también, como <b>Colón</b>, creyó que había alcanzado Cipango. <b>Cabot</b> desapareció en su segunda travesía y, salvo un supuesto viaje de su hijo, <b>Sebastien</b>, poco hicieron los ingleses durante las décadas siguientes por aventurarse de nuevo en el océano. Durante la primera mitad del siglo XVI, a las zonas exploradas por <b>Cabot</b> sólo acudieron los navegantes portugueses <b>Miguel</b>, <b>Gaspar</b> y <b>Vasqueanes Corte-Real</b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; text-align: left;">Mientra <b>Vasco da Gama</b> realizaba su viaje, <b>Colón</b> logró de los <b>Reyes Católicos</b> apoyo para una tercera travesía, pese a que se había formado en Sevilla un núcleo de navieros con intereses comerciales en las nuevas tierras que estaban abiertamente enfrentados a él. En los ocho navíos de la expedición se embarcaron unos trescientos hombres, la mayoría aventureros y maleantes que se hicieron pasar por colonizadores. <b>Colón</b> envió tres barcos directamente a La Española y él arrumbó mucho más al sur para descender hasta el paralelo 5. La travesía resultó excepcionalmente dura debido a los días de calor tórrido que tuvieron que soportar. Llegó hasta las bocas del Orinoco y siguió hacia el golfo de Paria. Luego puso rumbo a La Española, donde su hermano <b>Bartolomé</b> había fundado Santo Domingo, la capital de la colonia. Allí se encontró con que estaba a punto de declararse una rebelión. Consiguió contenerla, pero no pudo impedir que las protestas llegaran a la Corte, donde el ambiente en su contra había crecido durante su ausencia. El 21 de mayo de 1499, los <b>Reyes Católicos</b> firmaron su destitución como Virrey y nombraron a <b>Francisco de Bobadilla</b> como sustituto. <b>Colón</b> regresó a España encadenado junto a sus dos hermanos y un grupo de fieles partidarios, a primeros de octubre de 1500. Pero los <b>Reyes Católicos</b> ordenaron liberarlos y, tras una entrevista en Granada, decidieron restituirle algunos de sus derechos económicos, pero ninguno de los políticos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Álvares Cabral y la expansión portuguesa hacia Oriente</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcDqpgF0L2Ro9rw8ymNrphllz4k2v7RCWt-XcfeSdgpJddTDNYP7ijx1_KV_9skpM9Y61W2NhzAL2_MZnsCqI8kr4Vq_6R2RuK5xPSLI0epUZgybDWoUm_B2o5Dqx2nxrS-omli-ED2BS3/s1600/Imagen+566.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="295" kea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcDqpgF0L2Ro9rw8ymNrphllz4k2v7RCWt-XcfeSdgpJddTDNYP7ijx1_KV_9skpM9Y61W2NhzAL2_MZnsCqI8kr4Vq_6R2RuK5xPSLI0epUZgybDWoUm_B2o5Dqx2nxrS-omli-ED2BS3/s320/Imagen+566.jpg" width="320" /></a></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Derrota de los viajes de ida y vuelta de Vasco da Gama en su primer viaje a la India. Fue el mayor viaje marítimo realizado hasta entonces.</span></em></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Siete meses antes de la llegada de <strong>Colón</strong> de su tercer viaje, <strong>Manuel I</strong> de Portugal puso al mando de <strong>Pedro Álvares Cabral</strong> una expedición con 13 barcos y 1.500 hombres. El destino de tan importante flota era seguir la ruta abierta por <strong>Vasco da Gama</strong> y establecer lazos comerciales con la India. <strong>Cabral</strong>, de 32 años, no era un marinero experimentado, sino un aristócrata con dotes de mando y experto en diplomacia, cuyos hermanos eran consegeros del rey. Los portugueses planificaron muy bien el viaje, alistando a los mejores navegantes, entre ellos a <strong>Bartolomeu Dias</strong>, y trazaron una derrota que ampliaba el gran arco realizado por<strong> Vasco da Gama</strong> para descender por el Atlántico, llevándolo mucho más hacia el oeste. De este modo, divisaron las costas de Brasil a las seis semanas de viaje. Los historiadores ven en este hecho una confirmación de lo que se sospechó en el Tratado de Tordesillas cuando <strong>Juan II</strong> insistió en desplazar el meridiano divisorio a 370 leguas de Cabo Verde: que los portugueses ya sabían de la existencia de esta tierra cuando <strong>Colón</strong> realizó su primer viaje. <strong>Pedro Cabral</strong> envió un barco con la noticia del descubrimiento a Lisboa y tomó posesión de la nueva tierra, a la que llamó "Terra da Santa Cruz".</div>
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Desde Brasil, <strong>Cabral</strong> zarpó enseguida hacia el Sur de África para continuar hacia la India, pero a la altura del cabo de Buena Esperanza se desencadenó un súbito y terrible temporal que causó la pérdida de cuatro barcos y todas sus tripulaciones, entre los que se encontraba el de <strong>Bartolomeu Dias</strong>, que desapareció en el naufragio; el destino quiso que el descubridor del cabo de Buena Esperanza muriese en aquellas mismas aguas 13 años después. <strong>Cabral</strong> consiguió llegar a Calicut seis meses después de haber zarpado de Lisboa. Allí, el portugués usó sus dotes diplomáticas y logró una audiencia con el renuente zamorín, que tenía un mal recuerdo de la visita de <strong>Vasco da Gama</strong>. Sin embargo, <strong>Cabral</strong> logró firmar un acuerdo comercial. Pero, nuevamente, los comerciantes musulmanes presionaron al zamorín y organizaron una revuelta contra los portugueses, que se vieron obligados a regresar a sus naves. <strong>Cabral</strong> atacó a los mercantes musulmanes y bombardeó la ciudad como represalia, para luego dirigirse a Cochin, al Sur de Calicut. En Cochin, <strong>Cabral</strong> logró un acuerdo comercial con el gobernante local y sentó las bases de lo que sería la primera colonia comercial portuguesa en la India. <strong>Cabral</strong> regresó a Lisboa el 31 de Julio de 1501 con sólo siete barcos de los trece con que había partido, pero con un cargamento de especias que se calcula podía llegar a las 150 toneladas. La expansión portuguesa en la India quedaba abierta, aunque la estabilidad de este nuevo mercado era incierta, ya que se hallaba seriamente comprometida por la hostilidad de los comerciantes árabes y por el ahoque de civilizaciones que suponía la llegada a la zona de ambiciosos cristianos, dispuestos a todo.<br />
<b>Manuel I</b> envió otras dos expediciones consecutivas a la India, que regresaron con las bodegas llenas. Portugal abrió plazas de cambio en Europa y el comercio creció vertiginosamente. Para organizar y establecer una estructura política en las colonias comerciales de la India, <b>Manuel I</b> creó la figura del Virrey de la India. El noble <b>Francisco de Almeida</b> fue el primero en ostentar este nuevo cargo y, en 1505, <b>Manuel I </b>le proporcionó una poderosa flota para regular el comercio y abrir nuevas colonias. <b>Almeida </b>devastó Mombasa y otros puertos índicos de África antes de dirigirse a la costa Malabar, donde se dedicó a atacar los barcos y los emplazamientos musulmanes y a fortificar las bases portuguesas. En los tres años de su mandato como Virrey, Almeida logró expulsar el comercio árabe de la India y asentar las bases del portugués, que iba a expansionarse definitivamente más hacia el este.<br />
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El fin de la época colombina y el definitivo enfrentamiento hispano-portugués</span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_gyg0wAMpbpm6qD8E5uYZf5gJLqK7vaBe4OxdXzBVyLSGRmNlqTK09mWSShzYnDc0ai6JQ2M64OQzHQ4JV7S7QotQcU5nBepzQohNjXBgOu0B8OVa33arPCSVXb4rgBOtlUljuobfS0cv/s1600/Imagen+569.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_gyg0wAMpbpm6qD8E5uYZf5gJLqK7vaBe4OxdXzBVyLSGRmNlqTK09mWSShzYnDc0ai6JQ2M64OQzHQ4JV7S7QotQcU5nBepzQohNjXBgOu0B8OVa33arPCSVXb4rgBOtlUljuobfS0cv/s320/Imagen+569.jpg" width="226" /></a></div>
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<i><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Retrato de Vicente yáñez Pinzón, capitán de La Niña en el primer viaje de Colón y probablemente el primer europeo en alcanzar Brasil en 1500.</span></i><br />
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El descrédito que <b>Colón</b> había cosechado tras su tercer viaje, lo apeó definitivamente de la expansión española por las nuevas tierras descubiertas al oeste. <b>Los Reyes Católicos</b> y la corte española promovieron otras expediciones. En 1499, aún cuando <b>Colón</b> no había regresado de su viaje, enviaron a <b>Américo Vespucio </b>y a <b>Juan de la Cosa</b> a explorar la costa Norte de Sudamérica. Ambos llegaron a la actual Venezuela y, al alcanzar Guyana, <b>Vespucio </b>se separó del grupo y descendió hasta el cabo de San Agustín, en las costas de Brasil; regresó pasando por la desembocadura del Orinoco y Haití.<br />
A finales del mismo año, <b>Vicente Yáñez Pinzón</b> y <b>Diego de Lepe</b> alcanzaron los 8º de latitud en la costa del Brasil, cruzando el golfo de Paria y llegando luego a las Bahamas; por ello, el descubrimiento de Brasil por parte de <b>Cabral</b> no es del todo compartido por los historiadores, ya que la expedición española había llegado unos meses antes. En 1500, mientras <b>Cabral</b> navegaba hacia Calicut, Rodrigo de Bastidas recibía el encargo del gobierno español de explorar la costa norte de Sudamérica hacia el oeste, junto al piloto y cartógrafo <b>Juan de la Cosa</b> y el aventurero vasco <b>Núñez de Balboa</b>. Los españoles llegaron al río Magdalena, la costa de la actual Colombia y la de Panamá. Nuevamente, en 1508, <b>Vicente Yáñez Pinzón</b> viajó junto con <b>Solís </b>a América de Sur, muriendo probablemente dos años más tarde durante la exploración. <b>Colón</b> hizo un cuarto viaje de 1502 a 1504, pero, un cúmulo de incidentes desastrosos, logró tan sólo alcanzar la costa de Honduras en un intento de encontrar un paso hacia la India. A su regreso a España se encontró con su principal mecenas, la <b>Reina Isabel</b>, moribunda y se retiró a Valladolid, donde murió siete meses después, convencido de que había llegado al extremo oriental del continente asiático.<br />
Antes del cuarto viaje de <b>Colón</b>, <b>Vespucio</b> cartografió todos sus descubrimientos e intentó convencer a la corte española para realizar un nuevo viaje hacia el golfo de Bengala. Los españoles, a causa del Tratado de Tordesillas, se negaron, y el florentino acudió entonces a <b>Manuel I</b>, quien lo respaldó abiertamente. <b>Vespucio</b> se embarcó en mayo de 1501 en una expedición al mando de <b>Gonzalo Coelho</b> para explorar las Molucas, pero alcanzaron la costa de Brasil y decidieron adentrarse en las nuevas tierras. Arribaron a la bahía de Río de Janeíro, y es probable que siguieran descendiendo hasta alcanzar la actual Patagonia. <b>Vespucio </b>comprobó que las tierras descubiertas no eran una prolongación de Asia, como se creía a raíz de los informes distorsionados de <b>Colón</b>, sino un nuevo continente. La noticia se difundió rápidamente por Europa y el cartógrafo alemán <b>Waldseemüller</b> consideró erróneamente que el continente hallado por <b>Américo Vespucio</b> era otro diferente, separado del encontrado por <b>Colón</b> y le dio el nombre de "América" en su honor. Portugal y España iban tomando posiciones y su rivalidad aumentaba en una carrera expansionista de pronóstico incierto, aunque de perspectivas políticas y comerciales inmensas.<br />
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Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-12665493425140589132012-02-29T14:25:00.003-08:002012-06-06T13:03:16.796-07:00Las codiciadas Indias<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe1ek3eXzbJl2jDQwVuAVVpRH4xG4qBcokyGWt89aTqO3yLhSFKKGDF0Nrs0gx6aJROswrDlwq1OyWgwnS9tat54AEGfLE0_ElivkvEh_TxNsexxxoYu6Y3ugnqBbuiV1Jy8chyphenhyphenZEYTqXU/s1600/Imagen+213.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe1ek3eXzbJl2jDQwVuAVVpRH4xG4qBcokyGWt89aTqO3yLhSFKKGDF0Nrs0gx6aJROswrDlwq1OyWgwnS9tat54AEGfLE0_ElivkvEh_TxNsexxxoYu6Y3ugnqBbuiV1Jy8chyphenhyphenZEYTqXU/s320/Imagen+213.jpg" uda="true" width="320" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;"><span style="color: #990000;"><em>Las tres naves del primer viaje de Colón: las carabelas</em> La Pinta <em>y</em> La Niña <em>y la nao</em> Santa María<em>.</em></span></span></div>
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Los países del sur de Europa recuperaron las antiguas narraciones de <strong>Herodoto</strong>, que describía un paso por el sur de África hacia el Este, para llegar a las codiciadas India, Catay y Cipango descritas por <strong>Marco Polo</strong>. Portugal, gracias a su situación geográfica, a su desarrollo naval y a la iniciativa de <strong>Enrique el Navegante</strong>, fue el primer país que se lanzó a la búsqueda de esta ruta. En 1488, <strong>Bartolomeu Días</strong> descubrió el cabo de Buena Esperanza, que abría las puertas del Indico. España siguió a Portugal en su búsqueda de la ruta hacia las Indias, pero con dirección oeste. En 1492, <strong>Cristóbal Colón</strong>, financiado por los <strong>Reyes Católicos</strong>, alcanzó el continente americano a través del Atlántico.</div>
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La caída de Constantinopla provocó un impacto enorme en los países europeos cristianos. El Islam, que estaba a punto de ser derrotado en la península Ibérica, redoblaba su ímpetu expansionista en Europa Oriental, de la mano del imperio Otomano, que se lanzó a la conquista de la península Balcánica. De este modo, la segunda mitad del siglo XV se inició con un Mediterráneo islámico en el sur y el este, y cristiano en el norte y el oeste. Lo más significativo de esta situación es que por el este quedaban cerradas las rutas comerciales hacia Asia o, por lo menos, permanecían en poder del imperio Otomano. Por otro lado, el poder de Bizancio no había podido impedir que durante las últimas décadas los musulmanes bloquearan el Mar Negro. La potencia más perjudicada por estos hechos fue Venecia, cuya talasocracia quedaba bloqueada por los otomanos al este, por los árabes al sur y por los catalanes y castellanos al oeste. En 1469, se dio un hecho que iba a resultar fundamental en el devenir de la historia: el matrimonio entre <strong>Isabel de</strong> <strong>Castilla</strong> y <strong>Fernando de Aragón</strong>, una unión de estado que supuso el nacimiento de España como nación, aunque este término no se utilizó hasta casi un siglo después.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El gran reto comercial del siglo XV y el paso por el sur de África</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKW6XLSeQ7nmUH2oP4aFjWyojXKhfYNkoqZb4YT1jsz8vD9ex9QLL_EPF21GF3hWq57IWv7qTAsmFP_HpBPJ3QazW987_zAIAnGJFX_zuF3NMvemTBygTDLWLGS4buazJsYsLEGvCtmsmw/s1600/Imagen+214.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKW6XLSeQ7nmUH2oP4aFjWyojXKhfYNkoqZb4YT1jsz8vD9ex9QLL_EPF21GF3hWq57IWv7qTAsmFP_HpBPJ3QazW987_zAIAnGJFX_zuF3NMvemTBygTDLWLGS4buazJsYsLEGvCtmsmw/s320/Imagen+214.jpg" uda="true" width="320" /></a></div>
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<em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado del siglo XVII que despliega la fantasía sobre los descubrimientos del Nuevo Mundo, con monstruos marinos e indígenas producto de la imaginación de los ilustradores, que se guiaban por los relatos de marinos y exploradores.</span></em></div>
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Ocupados en concluir la reconquista de la península Ibérica con la expulsión de los árabes de Granada, los <strong>Reyes Católicos</strong>, que así llamaron a <strong>Isabel</strong> y <strong>Fernando</strong>, no se ocuparon seriamente de la necesidad de expansión comercial de la nación, que siempre había seguido la estela de Venecianos y genoveses; sin embargo, en el reino de Portugal la situación se vivió de forma diferente. Los portugueses se habían liberado de los musulmanes hacía tiempo y veían con preocupación su estancamiento económico en el extremo oeste de Europa. Por otra parte, la náutica y la pesca portuguesa habían progresado; su carpinteros de ribera construían excelentes barcos, especialmente carabelas, y sus navegantes se encontraban entre los de mayor prestigio del continente. </div>
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Por aquel entonces, las expectativas de enriquecimiento de las potencias de Occidente estaban relacionadas con las rutas comerciales hacia Asia; sus fabulosas mercancías fueron ya descritas por <strong>Marco Polo</strong> a finales del siglo XIII, principalmente las de la India, China y la prometedora y misteriosa Cipango, de la que muy poco se sabía. El desarrollo y asentamiento del Islam provocó una parálisis en las relaciones de Europa con estos países, que neutralizaban la posibilidad de expansión. La única posibilidad para establecer relaciones de libertad comercial era encontrar el mítico paso por el sur de África para alcanzar Asia, circunnavegando el continente africano. Durante la Edad Media, los geógrafos europeos se habían olvidado de las narraciones de <strong>Herodoto</strong> que describían el viaje de los fenicios, patrocinado por el rey egipcio <strong>Necao</strong>, alrededor de África. Esta historia demostraba que el Atlántico y el Indico estaban conectados a través del "último cabo", el extremo meridional del continente africano, que no era ni más ni menos que el actual cabo de Buena Esperanza. A mediados del siglo XV, para los navegantes europeos, todo lo que existía más allá de Canarias y al sur del cabo Bojador eran mares desconocidos y tenebrosos, objeto de las más terroríficas leyendas y en los que ningún marino en sus cabales se adentraría jamás.</div>
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Portugal, situado en el extremo Atlántico de Europa y, sobre todo, liberado de su lucha con los árabes, era el país más adecuado para tomar la iniciativa e intentar encontrar la ruta alternativa. En el norte de Europa terminaba la guerra de los Cien años, y Francia e Inglaterra estaban demasiado debilitadas y preocupadas por solucionar sus problemas internos como para pensar en asuntos de ultramar; por otra parte, en el Mediterráneo occidental, tanto los catalanes como Venecia y las demás repúblicas italianas, no disfrutaban e una salida libre al Atlántico, y Castilla concentraba todas sus fuerzas en la lucha contra el califato de Córdoba. En 1419, poco después de la conquista de Ceuta, el portugués <strong>Juan Gonçalves Zaro</strong> descubrió la isla de Madeira por pura casualidad, al ser desviado su barco por un temporal. Portugal se encontraba en una situación excelente para empezar a explorar hacia el sur.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Enrique el Navegante</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTqS4h0dDVx9zRau5xAjkd0dQjMOhZkPYbj3eV8z4Wb1AVVdb6YtmUa3QSe7al1l-D-DtStYXQXdsxo4pCSI4yNX9Yz1knNmVesHLppYLaJLWz51rSNioyCwmVJuO0zwH40dQA5GwYtNwd/s1600/Imagen+216.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTqS4h0dDVx9zRau5xAjkd0dQjMOhZkPYbj3eV8z4Wb1AVVdb6YtmUa3QSe7al1l-D-DtStYXQXdsxo4pCSI4yNX9Yz1knNmVesHLppYLaJLWz51rSNioyCwmVJuO0zwH40dQA5GwYtNwd/s320/Imagen+216.jpg" uda="true" width="252" /></a></div>
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<em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Mapamundi del siglo XIII que muestra la concepción bíblica del mundo que tenían algunos geógrafos al final de la Edad Media: Jerusalén aparece como el centro de la Tierra.</span></em></div>
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A mediados del siglo XV, surgió en Portugal un personaje que iba a resultar decisivo para alentar las exploraciones hacia Oriente: el príncipe <strong>Enrique</strong>, hijo del rey <strong>Juan I</strong>, quien consagró su vida y buena parte de su fortuna a impulsar estas exploraciones. Dotado de una curiosidad intelectual típicamente renacentista, pero todavía imbuido de obsesiones medievales, era gran maestre de la orden de Cristo, heredera de la en otros tiempos poderosa orden del Temple, que le proporcionó un cuantioso patrimonio y le permitió financiar y preparar nuevas exploraciones. <strong>Enrique</strong> era un apasionado de la astronomía y la cartografía, aunque, paradójicamente, nunca se había embarcado para efectuar viajes largos por mar. Centró su interés en el objetivo de conseguir, antes de que lo hiciera Castilla, encontrar nuevas rutas comerciales hacia el sur de África. Para tal fin, construyó un castillo en las inmediaciones del promontorio de Sagres, muy cerca del cabo San Vicente, y reunió allí a un grupo de astrónomos y cartógrafos para proyectar conjuntamente las expediciones a ultramar. Enseguida se ganó el apodo de "<strong>El Navegante</strong>".</div>
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La primera expedición organizada y financiada por <strong>Enrique el Navegante</strong> fue la de <strong>Gil Eannes</strong>, en 1433, quien recibió una única instrucción del príncipe: navegar más allá del cabo Bojador y regresar. En el siglo XV, pese al espíritu renacentista que ganaba terreno, los europeos seguían inmersos en el pensamiento oscurantista medieval en lo relativo al mar, y muchos todavía sostenían una concepción bíblica del mundo, creyendo que Jerusalén era el centro de la Tierra. Era popular la creencia de que unos cientos de millas más allá de Finisterre o de San Vicente, el mar se convertía en un lodazal causado por la desaparición de la Atlántida. También se creía que estaba infestado de pulpos gigantes y de todo tipo de terribles monstruos que devoraban a los marinos sin remisión. Hacia el sur, el cabo Bojador era el punto máximo al que los europeos medievales habían descendido, y se creía que al doblar este cabo el sol hacía arder las velas en lo alto de los palos y los barcos caían finalmente en un abismo infinito.</div>
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Eannes, superando los miedos de la época, logró convencer a su tripulación para descender unas millas más allá del cabo, hasta lo que en la actualidad es el Sahara Occidental. Se encontró con una tierra desértica en la que apenas crecían algunos matorrales. Dos años después, en 1435, <strong>Enrique</strong> envió de nuevo a <strong>Gil</strong> <strong>Eannes</strong> y a <strong>Alfonso Gonçalves</strong> con la orden expresa de descender aun más hacia el sur. Lo hicieron 50 leguas más allá del cabo Bojador y lograron encontrar huellas en las dunas que reflejaban inequívocamente la presencia de seres humanos. Esta noticia originó la organización de varias expediciones a la zona y, en 1441, <strong>Antão Gonçalves</strong> y <strong>Nuno Tristão</strong> capturaron a los primeros prisioneros entre los indígenas, que fueron llevados como muestra a Portugal. Esta captura inició la era del tráfico de esclavos, que tuvo su apogeo en los siglos XVII y XVIII.</div>
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Al descender por el litoral africano, los portugueses fueron colocando <em>padrões</em>, que eran unas cruces, de madera al principio y de piedra después. Estas cruces eran colocadas en los cabos y en los promontorios e islotes más significativos, para que sirvieran de referencia visual a los navegantes que llegarían después. En 1457, las expediciones lusitanas habían sobrepasado las 1.300 millas por debajo del cabo Bojador, hasta llegar al sur de la actual Sierra Leona.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">El descenso más allá del Ecuador</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhLhn-licE1JcuO8pX5B4Ov3V8yMvMSOf80VODDjRYrjcAUj-cKnsVzNKpiXeqnJl_skMUwgjWhweNPKtO7dlTpcDQj084CgW4vGGYf1O8QDeXEQ-QlC_BMR2IzEpCHVXszf68F-vgq1DG/s1600/Imagen+218.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhLhn-licE1JcuO8pX5B4Ov3V8yMvMSOf80VODDjRYrjcAUj-cKnsVzNKpiXeqnJl_skMUwgjWhweNPKtO7dlTpcDQj084CgW4vGGYf1O8QDeXEQ-QlC_BMR2IzEpCHVXszf68F-vgq1DG/s320/Imagen+218.jpg" uda="true" width="213" /></a></div>
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<em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Ilustración del siglo XIX que muestra a Enrique el Navegante (1394-1460) y a sus ayudantes en el observatorio de Sagres, esperando el regreso de una expedición a África.</span></em></div>
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Desde su castillo de Sagre,<strong> Enrique el Navegante</strong> se sintió movido por el interés de combatir al Islam en el norte de África; un objetivo más lejano era alcanzar el mítico reino del Preste Juan (una leyenda que se había difundido entre los cristianos a finales de la Edad Media a causa de la constante amenaza del expansionismo islámico). Se decía que el Preste Juan, un rey que presuntamente gobernaba un remoto y riquísimo reino cristiano en algún lugar desconocido de África o Asia, era el azote de los musulmanes y los había derrotado en repetidas ocasiones. <strong>Enrique el Navegante</strong> (que era a su vez gobernador de la orden de Cristo, heredera de la en otros tiempos poderosa orden del Temple), creía que el legendario reino se hallaba cercano a las fuentes del Nilo y pretendía alcanzarlo por mar, ascendiendo por un supuesto brazo del río que debía desembocar en el Atlántico.</div>
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Enrique el <strong>Navegante murió</strong> en 1460, en pleno reinado de <strong>Alfonso V</strong> (1438-1481). hasta entonces, los portugueses habían navegado por el golfo de Benin y habían iniciado el negocio del tráfico de esclavos, que proporcionaba excelentes dividendos.<strong> Alfonso V</strong> no mostró demasiado interés en continuar las exploraciones emprendidas por el infante <strong>Enrique.</strong> Sin embargo, fue durante su reinado cuando los portugueses lograron cruzar el Ecuador. En 1470,<strong> Juan de Santarem</strong> y <strong>Pedro de Escobar</strong> llegaron al golfo de Biafra, y al año siguiente, <strong>Fernando Poo</strong> descubrió las islas del golfo de Guinea. La trata de negros, admitida por la Santa Sede desde 1454, era un acicate económico que sostenía parcialmente las expediciones desde un punto de vista financiero.</div>
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<strong>Alfonso V</strong> continuó la obra de colonización. En Lagos, al sur de Portugal, había creado la Casa de Mina, que, a la muerte de <strong>Enrique</strong>, fue trasladada a Lisboa; posteriormente, se la conoció como Casa de la India, al estilo de la Casa de Contratación de Sevilla. En 1471, <strong>Ruy de Sequeira</strong> traspasó por vez primera la línea ecuatorial, logro desbaratar las teorías que afirmaban que se trataban de regiones inhabitables. En 1474, Portugal inició una guerra contra los reinos unificados de Castilla y Aragón, principales potencias de la península Ibérica y serios competidores contra los intereses de Portugal. Durante esta guerra, <strong>Alfonso V</strong> suspendió las expediciones a África, que se reemprendieron después de firmar la paz de Alcáçovas en 1479.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Bartolomeu Días descubre el "último cabo" y abre la ruta al Indico</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFiJzZJwz2ScJpiDszepzorRpj6pzgEhLzMZpG_jultJRMK_ixW-rnKobV37K5E7KNx0NJ5i0bI_sRNRIO4O0cMIJVMc78N1HBifXIBrm-pC9MZgH7yBiWgvD9ISjlxkP57U4iRdmBG3aF/s1600/Imagen+219.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFiJzZJwz2ScJpiDszepzorRpj6pzgEhLzMZpG_jultJRMK_ixW-rnKobV37K5E7KNx0NJ5i0bI_sRNRIO4O0cMIJVMc78N1HBifXIBrm-pC9MZgH7yBiWgvD9ISjlxkP57U4iRdmBG3aF/s320/Imagen+219.jpg" uda="true" width="307" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;"><span style="color: #990000;"><em>Imagen del legendario</em> <strong>Preste Juan</strong><em>, tal como aparece en un mapa del siglo XV.</em></span></span></div>
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Consciente de los beneficios que comportaría para Portugal encontrar por fin el buscado paso al Indico, <strong>Juan II</strong> se propuso reemprender con renovado ímpetu las expediciones en pos del ´(último cabo). En 1482, el rey ordenó a <strong>Diego de Azambuja</strong> la creación de una fortaleza en la costa de Guinea, en São Jorge da Mina, que sirviera como puerto comercial y como base para futuras expediciones. Envió una expedición compuesta por diez carabelas y dos urcas, un numeroso grupo de artesanos y 500 soldados que transportaron desde Portugal buena parte de los materiales para la construcción. La nueva fortaleza, último lugar de abastecimiento, hizo posible que en 1486<strong> Diego Cão</strong> avanzara 1.450 millas más y llegara a la desembocadura del río Congo; lo exploró y siguió navegando hasta la actual Namibia. A medida que avanzaban por la costa, los portugueses iban colocando cruces de maderas en los cabos, promontorios e islotes más significativos del litoral africano. Se trataba de los <em>padrões</em>, cuya finalidad era servir de referencia a los navegantes que vendrían después. Con la inclemencia de los elementos, los <em>padrões</em> se deterioraban notablemente y algunos llegaron a desaparecer en tan sólo 15 años. A partir de entonces, se hicieron de piedra; el <em>padrão</em> que<strong> Diego Cão</strong> dejó en el cabo Cross, 50 millas al norte de la bahía de Walvis, fue el primero de piedra caliza. En 1487, <strong>Juan II</strong> decidió organizar una gran expedición que, definitivamente, lograra alcanzar el extremo sur de África y permitiera encontrar la ruta hacia el Indico. A primeros de agosto del mismo año, después de diez mese de preparación, zarparon de Lisboa dos carabelas de 50 toneladas y un barco de transporte. Al mando de la expedición iba <strong>Bartolomeu Días</strong>, quien ya había acompañado en 1481 a <strong>Diego de Azambuja</strong> en una expedición a la costa del oro. <strong>Juan II</strong> proporcionó una dotación de más de 50 hombres para los tres navíos. <strong>Días</strong> bajó por el Atlántico, costeando y siguiendo los padrões colocados por sus antecesores y avituallándose en la fortaleza de São Jorge da Mina. tras doblar el cabo Cross, llegó a 50 millas de la desembocadura del río Orange, donde se vio obligado a dar una bordada mar a dentro que le alejó de los peligrosos arrecifes costeros. Los tres navíos no tuvieron otra alternativa que emprender la ruta contra el viento, cada vez más alejada de la costa africana; esto, finalmente, les hizo virar y doblar el extremo sur de África sin verlo.</div>
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A primero de febrero de 1488, divisaron de nuevo la costa africana y <strong>Días</strong> se apercibió de que se hallaba a unas 2.000 millas al este del cabo Bojador y en un punto que correspondía aproximadamente a la zona intermedia entre el golfo de Sirte y Alejandría. Siguieron navegando hacia el este y sobrepasaron la bahia de Algora. Al regresar, a requerimiento de la tripulación, Dias colocó un <em>padrão</em> marcando al que nombró como cabo de las Tormentas. A su vuelta, <strong>Juan II</strong> cambió este nombre por el más estimulante de cabo de Buena Esperanza. Se había descubierto el extremo sur del continente africano y la ruta del Índico quedaba abierta.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Confusión sobre la forma de la Tierra</span></div>
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Por aquel entonces, la concepción geográfica del mundo se encontraba cuestionada por parte de astrónomos y navegantes. Durante el siglo XV, para una buena parte de los geógrafos, se iba confirmando que la tierra era esférica. Los datos aportados por los navegantes portugueses en su avance por la costa africana y de los mercaderes que viajaban por tierra a Oriente, corroboraban la concepción ptolemaica del mundo, y se creó una importante corriente de pensamiento que trataba de recuperar las ideas de Ptolomeo. Sin embargo, nadie se ponía de acuerdo de acuerdo en conceptos básicos como el tamaño de la Tierra, la extensión de los mares y continentes, el problema de los habitantes de las antípodas, que debían vivir en posición invertida, y la dimensión real de las distancias entre el mundo conocido y las tierras descritas por los viajeros.</div>
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Los inconvenientes que presentaba la idea de la esfericidad eran varios y notables. Por un lado, el avance científico estuvo constantemente entorpecido por la fuerte tradición e influencia del pensamiento cristiano, que negaba cualquier teoría o suposición que contradijera sus creencias básicas. Por otra parte, el trauma que el poder del Islam había provocado en el pensamiento cristiano occidental provocó un cerramiento político y social que se alejaba por completo de la necesidad de abrir otras puertas a Oriente. También generaban una notable confusión toda una serie de ideas absurdas basadas en leyendas delirantes, como la existencia del paraíso terrenal más allá del mundo conocido o la del reino del <strong>Preste Juan</strong>, el guardián del cristianismo, aparte de otras leyendas populares sobre monstruos (animales y humanos) que habitaban en el océano desconocido.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">La revisión de la obra de Ptolomeo</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbYkNiEccawnVwFVfDzHTUSSwIkNQYJEtSaDsVsW9c8BkJbf5jw5vJdNei6zzWMdCltUfyMeHG5ic_c684ZFaRo4o60l9E3QwPYveBCAwDoIyS3JZyO53wDkAJGMm7oSQEpw_O8SUx_bhe/s1600/Imagen+221.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="215" qba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbYkNiEccawnVwFVfDzHTUSSwIkNQYJEtSaDsVsW9c8BkJbf5jw5vJdNei6zzWMdCltUfyMeHG5ic_c684ZFaRo4o60l9E3QwPYveBCAwDoIyS3JZyO53wDkAJGMm7oSQEpw_O8SUx_bhe/s320/Imagen+221.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>La enorme rosa de los vientos de 43 metros de diámetro situada en la explanada central de la fortaleza de Sagres, cuya construcción fue ordenada por Enrique el Navegante.</em></span></div>
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Las teorías de <strong>Ptolomeo </strong>empezaron a recuperarse en Occidente en el siglo XIII, gracias a la obra <em>De</em> <em>Sphaera Mundi</em>, del misterioso astrónomo <strong>Johannes Sacrobosco</strong>; era un tratado que presentaba los datos y cálculos efectuados por el astrónomo greco-egipcio. Sin embargo, sus informaciones presentaban enormes inexactitudes respecto a las distancias que mesuraban la Tierra, pues, por ejemplo, daba como cierto un perímetro del globo de 29.000 Km, frente a los 40.000 reales. También Asia se prolongaba hacia el este mucho más allá de sus dimensiones reales, puesto que <strong>Ptolomeo</strong> asignó una longitud de 180º desde las islas Canarias al Extremo Oriente, cuando en realidad es de sólo 130º. También sostenía que África no era una <em>terra finita</em> por el Sur y que la zona tórrida no era en absoluto habitable, inexactitudes que se iban evidenciando a medida que los portugueses descendían por África, y también gracias a otros viajeros que iban hacia Oriente e informaban de lo que encontraban; éste es el caso del veneciano <strong>Nicolo di Conti</strong>, cuyas aventuras por tierras recónditas de Asia fueron muy leídas por comerciantes, navegantes, astrónomos y eruditos.</div>
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La <em>Geographia</em> de <strong>Ptolomeo</strong> consideraba que el continente africano se prolongaba hacia el Sur en lo que el astrónomo greco-egipcio denominó <em>Terra Incógnita</em>. Según su teoría, esta tierra se extendía hacia el fondo del mundo por las antípodas y llegaba a unirse con el extremo de Asia, rodeando totalmente el océano Índico. Esta inmensidad de terreno era, según él, un enorme y plano desierto, inhabitable por s torridez e imposible de traspasar. Estaconcepción del mundo fue superada por los innumerables datos y confirmaciones de los marinos portugueses, que aportaron a los geógrafos de la época pruebas irrefutables, como el descubrimiento del cabo de Buena Esperanza y la confirmación de que África se terminaba por el Sur y el Atlántico se comunicaba con el océano Índico. Esta circunstancia llevó a la revisión de la obra de <strong>Ptolomeo</strong> por sus propios divulgadores, con mayor o menor exactitud. Durante el siglo XV, los estudiosos partían de conocimientos acumulados durante el siglo XIV por los cartógrafos mediterráneos. Una de las escuelas de cartografía más prestigiosas fue la de Mallorca, cuyos discípulos más sobresalientes fueron <strong>Abraham </strong>y <strong>Jafuda Cresques</strong>, autores del mundialmente famoso <em>Atlas Catalán</em>, que constituyó una de las referencias más importantes para navegantes, militares y eruditos.</div>
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Los más importantes críticos de <strong>Ptolomeo</strong> fueron <strong>Eneas Silvio Piccolomini</strong>, que después sería nombrado Papa, con el nombre de <strong>Pio II</strong>, y <strong>Fran Mauro</strong>, un monje cartógrafo veneciano; ambos influyeron notablemente en el pensamiento de mediados delsiglo XV. <strong>Piccolomini</strong>, en su obra <em>Historia rerun ubique</em> <em>gestarum</em>, afirmó que África podía circunnavegarse, y <strong>Fran Mauro</strong>, en su famoso planisferio realizado en 1459, mostraba el continente africano reducido a una península y estimaba que el perímetro de la Tierra era de 38.000 Km, 9.000 más que los propuestos por Ptolomeo, pero aún 2.000 menos de los que tiene en realidad.</div>
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Sin embargo, casi coincidiendo con las revisiones ptolomaicas de <strong>Piccolomini </strong>y <strong>Fran Mauro</strong>, en 1480 se publicó en Lovania una obra que exponía con claridad la posibilidad real de atravesar el Atlántico para encontrar el extremo de Asia. Setrataba de la famosa <em>Imago Mundi</em>, una recopilación de conocimientos cosmográficos escrita por el cardenal <strong>Pierre d´Ailly</strong> en 1410. En ella, el autor recogía la teoría de que se podía navegar a través del Atlántico hacia el extremo oriental de Asia en pocos días si los vientos eran favorables.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Los cálculos de Toscanelli y de Cristóbal Colón</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5TmqVkFJTfInlVpJdcvnPLOIlvyzxKEMTSb4FFGDsufYQXl7q5YRqVGUx_n8D1Xp4743e3mfsohfe3ARtwsNlouWpPFZ2gRyXw7uhQJRgqOEMsdXHPCemiuJmbLzbd1Y5-vYuzCJsGpgu/s1600/Imagen+224.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" qba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5TmqVkFJTfInlVpJdcvnPLOIlvyzxKEMTSb4FFGDsufYQXl7q5YRqVGUx_n8D1Xp4743e3mfsohfe3ARtwsNlouWpPFZ2gRyXw7uhQJRgqOEMsdXHPCemiuJmbLzbd1Y5-vYuzCJsGpgu/s320/Imagen+224.jpg" width="320" /></a><span style="font-size: x-small;"><span style="color: #990000;"><em>Facsímil de un planisferio del siglo XV que muestra el mundo tal como lo describió Ptolomeo en su obra</em> Geographia.</span></span>Pero no fue hasta 1474 cuando se realizaron cálculos concretos sobre los datos de <strong>Ptolomeo</strong> por parte del cartógrafo y astrónomo <strong>Paolo Toscanelli</strong>. El erudito florentino envió al rey de Portugal, por entonces <strong>Alfonso V</strong>, <em>Correspondencia y mapa</em>, un informe en el que se hacía referencia a Cipango (la actual Japón) como una isla separada del continente unas 375 leguas. La obra de <strong>Toscanelli</strong> también hacía referencia a Catay, Mangi y Ciamba, países citados por <strong>Marco Polo</strong>, y los situaba respecto a Cipango con gran concreción.</div>
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El sabio florentino también aportaba datos sobre la extensión del Atlántico hacia el Oeste y opinaba que la distancia marítima entre los extremos occidental de Europa y oriental de Asia no era tan extensa y podía navegarse fácilmente. <strong>Ptolomeo </strong>había asignado 180º de los 360º que forman la esfera de la Tierra a la extensión continental entre Portugal y China o al extremo de Asia, viajando (como <strong>Marco Polo</strong>) de oeste a este. <strong>Toscanelli</strong> los aumentó hasta 230º, con lo cual Portugal, navegando a través del Atlántico hacia el Oeste, distaría sólo 130º de la esfera de las costas orientales de Asia.</div>
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Entre 1480 y 1482, <strong>Toscanelli</strong> mantuvo correspondencia periódica con un navegante supuestamente genovés, estudioso del <em>Imago Mundi</em> de <strong>D´Ailly</strong>, con quien compartía enteramente la idea de atravesar el Atlántico:<strong> Cristóbal Colón</strong>. <strong>Colón</strong> y <strong>Toscanelli</strong> sostenían la convicción de la esferidad de la Tierra y la idea de que había que intentar la navegación hacia el Oeste. <strong>Colón</strong>, por su parte, afirmaba que había que aplicar dos correcciones a los cálculos de <strong>Ptolomeo</strong>: los 230º que sostenía el florentino no comprendían, según <strong>Colón</strong>, las tierras del Extremo Oriente citadas por <strong>Marco Polo</strong>, que se extendían más allá, unos 28º, y también consideraba que si la navegación hacia occidente se emprendía desde las Canarias, las Azores o Cabo Verde, la distancia a navegar se acortaba todavía más. Colón disponía de un ejemplar de la <em>Historia</em> <em>rerum ubique gestarum</em> de <strong>Eneas Silvio Piccolomini</strong> y otro ejemplar de <em>Imago Mundi</em> de <strong>Pierre d´Ailly</strong>, libros que se conservan actualmente en la Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla, donde pueden apreciarse las numerosas anotaciones que el propio <strong>Colón</strong> hizo sobre párrafos enteros de ambas obras.</div>
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Una vez preparado el proyecto del viaje, <strong>Colón </strong>lo presentó al rey de Portugal, <strong>Juan II</strong>, solicitando su apoyo para tal empresa. Para poder respaldar sus teorías, decidió hacer mediciones de distancias sobre la Tierra por su cuenta; viajo a Guinea y volvió, pero los datos que aportó no deslumbraron a los portugueses. La corona portuguesa encargó a una comisión el estudio del proyecto; esta comisión estaba compuesta por el obispo de Ceuta, <strong>Diego Ortiz de Villegas</strong>, matemático y cosmógrafo, <strong>Josef Vizinho</strong>, médico de <strong>Juan II</strong> y cosmógrafo, y el maestro <strong>Rodrigo das Pedras Negras</strong>, quien, etre otras aportaciones, había perfeccionado el astrolabio. Era el año 1486 y los portugueses estaban conentrados en la ruta hacia el Índico que tanto les estaba costando abrir, pero desestimaron la idea de <strong>Colón</strong>. Al año siguiente, éste se traslado a España y, en el monasterio de la Rábida, expuso sus teorías a clérigos de gran influencia en la corte de los <strong>Reyes Católicos</strong>. También recabó información de algunos navegantes españoles que se habían adentrado en el Atlántico con los portugueses y habían llegado a lo que hoy se denomina mar delos Sargazos. El monasterio de la Rábida, situado sobre una pequeña colina en la confluencia de la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel, en el golfo de Cádiz, estaba en aquella época cerca de la frontera con Portugal, y se había convertido en un centro de estudio donde acudían eruditos sevillanos y cordobeses.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Colón llega a la corte española</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbu_wnJy91mYtkdNrzjJFpuJKvu8-5qRx_U6Y3Ox-4YD8ObnOeO-eIaqrkVS9iM8ekRYf0e_evhCLp3d2ww3E33N2P1jo4nZAv2gI203AdR-fvYhERlY_zY5QfxnrlTgm30YHReWQs_pQm/s1600/Imagen+554.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="195" qba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbu_wnJy91mYtkdNrzjJFpuJKvu8-5qRx_U6Y3Ox-4YD8ObnOeO-eIaqrkVS9iM8ekRYf0e_evhCLp3d2ww3E33N2P1jo4nZAv2gI203AdR-fvYhERlY_zY5QfxnrlTgm30YHReWQs_pQm/s320/Imagen+554.jpg" width="320" /></a><span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>El monasterio de la Rábida, donde ristóbal Colón recibió acogida y apoyo para su proyecto.</em></span>Con el apoyo de los frailes de La Rábida, Colón se dirigió a Córdoba y Sevilla, donde estaban los <strong>Reyes</strong> <strong>Católicos</strong>, a fin de entrevistarse con ellos. En 1486, a instancias del conde de Medinaceli, <strong>Colón</strong> logró exponer a los Reyes su plan de llegar a Extremo Oriente navegando a través del Atlántico. Aunque<strong> Isabel</strong> y <strong>Fernando</strong> se encontraban plenamente ocupados en concluir la expulsión de los musulmanes de Granada, escucharon sus ideas. La reina quedó tan favorablemente impresionada que, al poco tiempo, creó un comité de expertos presidido por el teólogo fray <strong>Hernando de Talavera</strong>, obispo y consejero de la corona, para estudiar el proyecto. Durante algunos meses, la idea fue sometida a estudio e inicialmente rechazada, puesto que los cosmógrafos llegaron a la conclusión de que las distancias estimadas en los cálculos de <strong>Colón</strong> eran erróneas.</div>
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">
<strong>Colón</strong> no se dio por vencido e insistió en su estrategia de ganar adeptos entre los miembros de la Corte cercanos a los Reyes y, en especial, los allegados a <strong>Isabel</strong>. Hay indicios de que, al mismo tiempo, intentó un nuevo acercamiento a <strong>Juan II</strong> de Portugal. Sin embargo, por aquel entonces, <strong>Bartolomeu Dias</strong> había alcanzado el cabo de Buena Esperanza, y la ruta del Este hacia el Índico se había convertido en una prioridad para los portugueses. En el mes de agosto de 1489, la reina <strong>Isabel </strong>recibió a <strong>Colón</strong> y le prometió considerar de nuevo su proyecto cuando se lograra la victoria definitiva en Ganada. <strong>Colón</strong> estaba en una situación límite; agotadas las ayudas, sobrevivía pintando cartas de marear que vendía a los navegantes. A finales de 1491, el genovés estaba decidido a abandonar Castilla, pero fray <strong>Juan Pérez</strong>, prior del convento de La Rábida,y <strong>Garci-Hernández</strong>, médico y cosmógrafo de Palos, consiguieron disuadirle y lograron, tras otra gestión en la Corte, más dinero y una orden para que Colón acudiera a Santa Fe, donde se hallaban los <strong>Reyes Católicos</strong>. El 21 de enero de 1492, Granada cayó y a <strong>Colón </strong>se le abrieron las puertas de la corte española.</div>
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">
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<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">
<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Las capitulaciones de Santa Fe</span></div>
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">
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<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: justify;">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKGRrum6WBFNE0tFuBIyAX78J6FQO5y4y028tOiNt5ZjPPfIHyCyhUJljhofCs-Fo8-ZqGtOLcvQIiK4aT-ohfzTEZ4Z-tuC3g1nwka8I5lcCnoOgLrUKKX7U9B3FC-tl5Fy4WziltS6w4/s1600/Imagen+555.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKGRrum6WBFNE0tFuBIyAX78J6FQO5y4y028tOiNt5ZjPPfIHyCyhUJljhofCs-Fo8-ZqGtOLcvQIiK4aT-ohfzTEZ4Z-tuC3g1nwka8I5lcCnoOgLrUKKX7U9B3FC-tl5Fy4WziltS6w4/s320/Imagen+555.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>Óleo que muestra a Cristóbal Colón en el monasterio de La Rábida explicando su proyecto de navegar hacia Cipango y Catay a través del Atlántico.</em></span></div>
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El proyecto de<strong> Colón</strong> fue sometido de nuevo a una junta que se mostró reticiente ante sus pretensiones. El navegante solicitaba el almirantazgo de todas las islas y tierras firmes que descubriera, título que heredarían sus sucesores; también pedía el virreinato y gobernación dedichas tierras, así como la décima parte de los productos obtenidos, una octava parte en cuantos navíos se armasen para nuevos descubrimientos y el disfrute de igual proporción en las ganancias. La junta se resistió a las pretensiones de <strong>Colón</strong>, pero <strong>Luis de</strong> <strong>Santángel</strong>, administrador del rey <strong>Fernando</strong> y hombre de gran prestigio en la corte, decidió intervenir personalmente. <strong>Santángel</strong> ideó un ingenioso plan, que resolvía dos problemas a la vez: si financiaba el viaje de Colón y éste conseguía llegar a las Indias, se utilizarían los bienes de las tierras descubiertas o conquistadas para pagar las los hidalgos que habían participado en la toma de Granada. La idea de <strong>Santángel </strong>fructificó y, tras otra audiencia con los <strong>Reyes Católicos</strong>, <strong>Colón </strong>vio por fin aprobado su viaje, el 17 de abril de 1492, fecha en la que se firmaron entre <strong>Cristóbal Colón</strong> y la corona las Capitulaciones de Santa Fe. En ellas se especifica que <strong>Colón </strong>recibiría las recompensas que había solicitado y que tantas reticencias habían despertado en la corte: título hereditario de virrey y gobernador de todas las tierras que descubriera; el rango de almirante del Océano, que le adjudicaría automáticamente la jurisdición sobre asuntos legales y administrativos de los territorios de Ultramar; una décima parte de las piedras preciosas y metales encontrados en las nuevas tierras y una octava parte de los beneficios del comercio.</div>
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La financiación del proyecto corría a cargo de la <strong>reina</strong>, de <strong>Santángel</strong> y de varios banqueros y comerciantes genoveses y florentinos, que prestaron quinientos mil maravedíes a <strong>Colón</strong>. La Corona creó un impuesto especial para cubrir los sueldos de los marineros, y la suma total invertida fue de unos dos millones de maravedíes, cifra por debajo de los ingresos anuales de un marqués español. <strong>Colón</strong> debía recibir tres barcos, cada uno de ellos con una tripulación experta y con provisiones suficientes para cubrir un año de navegación y mercancías atractivas para los indígenas.</div>
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<br /></div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">Costosos preparativos</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPM7VAOlfjVxIPTwfFndqeg80SxwZgSoodYu64UlNubNPIVOrkrvW61ijSIr24rmIhp7VxJ8b88gaNY1vJ_MWf_eB20s33x9gF0xky3SsaM7qEtUks7rKQnZu5WtsyeEFz2Ir7cWCvbE53/s1600/Imagen+556.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="205" rba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPM7VAOlfjVxIPTwfFndqeg80SxwZgSoodYu64UlNubNPIVOrkrvW61ijSIr24rmIhp7VxJ8b88gaNY1vJ_MWf_eB20s33x9gF0xky3SsaM7qEtUks7rKQnZu5WtsyeEFz2Ir7cWCvbE53/s320/Imagen+556.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>Réplica de las tres naves con las que Colón realizó su primer viaje:</em> <strong>la Santa María</strong><em>,</em> <strong>La Pinta</strong><em> y</em> <strong>La Niña</strong><em>. Se encuentran expuestas en el Muelle del Descubrimiento de Palos de la Frontera, en el mismo lugar de dónde zarpó la expedición.</em></span></div>
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<br /></div>
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El 22 de mayo de 1492, llegó al puerto de Palos un mandato real ordenando que el municipio debía contribuir con dos carabelas. No obstante, debido a la gran cantidad de impedimenta, fue necesario arrendar un barco. La orden establecía que las naves debían estar listas en diez días, pero se necesitaron diez semanas para concluir los preparativos. Los marinos de la zona se mostraron reticentes a embarcarse en un viaje que consideraban arriesgado; sin embargo, gracias a las gestiones y al prestigio de los hermanos <strong>Yáñez Pinzón</strong>, <strong>Martín Alonso</strong>, <strong>Francisco</strong> y <strong>Vicente</strong>, también conocidos como "los<strong> Pinzones</strong>", se pudo completar la tripulación, que finalmente quedó establecida en poco más de cien hombres.</div>
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En el puerto de Palos de la Frontera, los <strong>Pinzón</strong> y los <strong>Niños</strong>, otra familia de navegantes andaluces, proporcionaron dos carabelas: <em>La Pinta</em>, un navío rápido con velas cuadras y de unas 60 toneladas, propiedad de <strong>Cristóbal Quintero</strong>, pero que sería comandada por<strong> Martín Alonso Pinzón</strong>, y la <em>Santa Clara</em> o <em>La Niña</em>, una embarcación de menor eslora y con aparejo latino, de unas 55 Tn, propiedad de <strong>Juan Niño</strong>. La tercera embarcación se trataba en realidad de una nao redonda, la <em>Santa María</em>, fletada por <strong>Juan de la Cosa</strong>, célebre marino y cartógrafo cántabro.</div>
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Finalmente, el 3 de agosto de 1492, partieron del puerto de Palos las tres naves, <em>la Santa María</em> al mando de <strong>Colón </strong>y <em>La Pinta</em> y <em>La Niña</em>, capitaneadas respectivamente por <strong>Martín Alonso Pinzón</strong> y <strong>Vicente</strong> <strong>Yáñez Pinzón</strong>. Los reyes entregaron a Colón cartas para el<strong> Gran Khan</strong> de Tartaria, y en la tripulación iba como intérprete un Judío converso, <strong>Luis de Torres</strong>, que conocía las lenguas de Oriente.</div>
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Los tres barcos arribaron en 10 días a la isla de Gran Canaria. Allí aprovecharon para reparar el timón de <em>La Pinta</em> y cambiar el aparejo latino de <em>La Niña</em> por uno redondo, más efectivo y manejable para navegar con vientos portantes. Este arreglo llevó más de seis semanas, tiempo que también emplearon para aprovisionarse convenientemente.</div>
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<span style="color: #0b5394; font-size: large;">36 días surcando el océano</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirOjZqhv_tRIvTK1azL-nYB9Dv9X97gywtqKGAELgVwfrWwKLDTgUhhAySCt2qjZ1wsb42UN6Xs1U4KlsgiRChss9CEDVCKY_SXQENqrcCfD67lRB5Uz2SSsD8_rwPX1ZqLUmI_L-YFTnl/s1600/Imagen+557.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" fba="true" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirOjZqhv_tRIvTK1azL-nYB9Dv9X97gywtqKGAELgVwfrWwKLDTgUhhAySCt2qjZ1wsb42UN6Xs1U4KlsgiRChss9CEDVCKY_SXQENqrcCfD67lRB5Uz2SSsD8_rwPX1ZqLUmI_L-YFTnl/s320/Imagen+557.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>Grabado de Théodore de Bry que muestra el desembarco de Colón en la isla de San Salvador, el 12 de octubre de 1492.</em></span></div>
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El 6 de septiembre de 1492, las tres naves zarparon rumbo al oeste; tras una travesía de 36 días, alcanzaron, el 12 de octubre, la actual isla Watling, en las Bahamas, que Colón bautizó como San Salvador.. El viaje había sido muy conflictivo; <strong>Colón </strong>tuvo que afrontar un motín, que superó gracias a la ayuda de los <strong>Pinzones</strong>, y la expedición estuvo a punto de fracasar por culpa de diversos errores de cálculo.</div>
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<strong>Colón</strong> tomó posesión, en nombre de los <strong>Reyes Católicos</strong>, de lo que creía que era un archipiélago cercano a Cipango, y pasó 15 días explorando las actuales Bahamas. Siguiendo las descripciones de los nativos de San Salvador, <strong>Colón</strong> navegó hacia la actual Cuba, creyendo todavía que se trataba de Cipango o Catay.</div>
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Unos días más tarde, descubrió la Hispaniola y, tras el relato de un cacique local, partió de nuevo a la búsqueda de Cipango. Sin embargo, la <em>Santa María</em> embarrancó n los arrecifes, perdiéndose irremediablemente. <strong>Colón </strong>construyó con sus maderas una fortaleza en tierra, dejando en ella una dotacion de 39 hombres mientras proseguía el viaje. El 16 de enero, agotados sus hombres por diversos enfrentamientos con los agresivos indios, y teniendo en cuenta que las dos carabelas hacían aguas, decidio regresar a España tomando él personalmente el mando de la Niña.</div>
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El viaje de regreso fue muy accidentado, y en un fuerte temporal ambas carabelas perdieron el contadto, creyéndose respectivamente desaparecidas, Después de recalar en las Azores y en el puerto portugués de Restello, <strong>Colón</strong> arribó a Palos el 15 de marzo de 1493 tras 7 meses y 12 días de viaje. <em>La Pinta</em> llegó al mismo puerto de Palos unas horas más tarde que <em>La Niña</em>, estando <strong>Martín Alonso Pinzón</strong> en la creencia de que la nave de<strong> Colón</strong> se había hundido. Cristóbal Colón viajó a Barcelona y, tras ser acogido con todos los honores por los Reyes recibió </div>
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</div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-31554028760218323892012-02-27T14:40:00.004-08:002012-02-29T11:31:24.309-08:00La era de los descubrimientos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTF5ARJvrQ7-zTzYLRd5IpJ1mL3iB1oXzA99lDDELyXzW7M0K_TbymzU1WYR9aVEBLURqzlY8Pl9pMFi4gwjYBtuJ3xPhFrfwBlwSNHzDeBFBuuaEQARM1-U8I-ujxfB63qPJt4WfjHCul/s1600/Imagen+204.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTF5ARJvrQ7-zTzYLRd5IpJ1mL3iB1oXzA99lDDELyXzW7M0K_TbymzU1WYR9aVEBLURqzlY8Pl9pMFi4gwjYBtuJ3xPhFrfwBlwSNHzDeBFBuuaEQARM1-U8I-ujxfB63qPJt4WfjHCul/s320/Imagen+204.jpg" uda="true" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;">Tras la caída de Constantinopla, las rutas comerciales del Este quedaron en manos del Islam, cuyo dominio se extendía al norte de África, Oriente Medio y se adentraba en la península de los Balcanes. Esta circunstancia hizo posible que las potencias marítimas emergentes, Portugal y la recién creada España, se interesaran por rutas alternativas a las del Mediterráneo y se centraran en el océano Atlántico como vía de expansión. El extraordinario desarrollo de los barcos y de las técnicas de navegación que se produjo durante el siglo XV permitió a los portugueses y españoles explorar el océano; se inició así la más profunda transformación del mundo conocido en toda su historia, con el nacimiento del poder naval como elemento indispensable para la expansión política y militar.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Cambios sustanciales en el siglo XVI</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKUtUtZvFzJNJhQfaaA_XAsvFLAx0Ya9Z-bZmGYmATDtVdpZKiRXl1N4mVhwumzb7B783-NvrBcRj7qaej4aoUQj6c0agNSUQVryjRl85GDU9pOf2vbLNleriWEg3YfO31mTcT_FBjN3hV/s1600/Imagen+205.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="206" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKUtUtZvFzJNJhQfaaA_XAsvFLAx0Ya9Z-bZmGYmATDtVdpZKiRXl1N4mVhwumzb7B783-NvrBcRj7qaej4aoUQj6c0agNSUQVryjRl85GDU9pOf2vbLNleriWEg3YfO31mTcT_FBjN3hV/s320/Imagen+205.jpg" uda="true" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Detalle de un mapa de 1482 en el que aparecen una galera, en primer término, y una carabela, a la izquierda, ambas de bandera portuguesa.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Durante el siglo XIV y la primera mitad del XV, en el Mediterráneo occidental se registró un espectacular desarrollo de la navegación y de las embarcaciones. Al poder de las Repúblicas Italianas, encabezadas por Venecia, que era prácticamente dueña de todo el Mediterráneo, se añadió el poder emergente del reino Catalano-Aragonés y de Castilla; mientras, Portugal, concluía la expulsión de los musulmanes de su territorio, se planteaba su expansión más allá de las fronteras marítimas.</div><div align="justify">Durante la primera mitad del siglo XIV, ocurrió otro hecho trascendental en Europa: la aparición y desarrollo de las armas de fuego, que comenzó con la artillería de tierra, pero que pronto se incorporó a los barcos. Con el tiempo y de forma gradual pero imparable, el uso del cañón se hizo imprescindible en todas las embarcaciones, tanto en las mercantes como en las galeras militares. Fue, principalmente, la necesidad de defensa ante los piratas berberiscos, lo que obligó a armar cualquier barco que transportara mercancías valiosas; al mismo tiempo, las galeras incorporaron la artillería como factor fundamental de su poder ofensivo. Al principio, los cañones eran elementos añadidos en los barcos; sin embargo, ya en el siglo XVI, obligaron a alteraciones en el diseño, que modificaron sustancialmente los cascos de las naves.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Las carabelas: naves oceánicas</span></div><div align="justify"><br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-4h_AvEMrkB8cGLt5f2Pf6-4K9IgtlquxAZTAnG2l7ex0HqLxa_2wriHVll3mutYi53KD-NgBTq5h8UtVZrtAxwzwfYToD1rswGgFwdmpvehH9FMrpVGXWC9PXfI4TRpvITkdT687jKi3/s1600/Imagen+210.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-4h_AvEMrkB8cGLt5f2Pf6-4K9IgtlquxAZTAnG2l7ex0HqLxa_2wriHVll3mutYi53KD-NgBTq5h8UtVZrtAxwzwfYToD1rswGgFwdmpvehH9FMrpVGXWC9PXfI4TRpvITkdT687jKi3/s320/Imagen+210.jpg" uda="true" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><span style="font-size: x-small;"><span style="color: #990000;"><em>La carabela era, en principio, una gran barca de pesca de origen eminentemente mediterráneo. La fotografía muestra una réplica de</em> La Niña<em>, una de las carabelas con las que Colón navegó en 1492 en su famoso viaje del Descubrimiento.</em></span></span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Los barcos del final de la Edad Media no sólo ganaron en poder destructor sino que aumentaron su capacidad para la navegación de altura, una necesidad que hasta entonces había quedado limitada a las distancias del Mediterráneo y a las rutas hacia el mar del Norte o el Báltico. Fue en Portugal, un país que dispone de cerca de dos mil kilómetros de costa, donde creció el interés por el Atlántico y en el que la pesca había alcanzado un notable desarrollo, donde apareció la embarcación que iba a protagonizar la gran revolución naval de la historia: la carabela.</div><div align="justify">La carabela fue el primer barco europeo realmente oceánico después de las naves vikingas, y es el buque que se asocia históricamente con el Renacimiento naval. Su origen no se puede establecer con exactitud, aunque está generalmente aceptado que se desarrolló en el sur de la península Ibérica a partir de embarcaciones de pesca de altura portuguesas y castellanas. Su nombre procede de la palabra árabe "carabo", y proliferaron como barcos de gran polivalencia. Su casco, ligero y de poco porte, supuso un gran avance al mostrar por vez primera una asimetría longitudinal, de proa a popa: en la mitad de popa, las formas eran planas y la línea de flotación transcurría casi paralela a la línea de crujía, uniéndose a ésta casi perpendicularmente; en la mitad de proa, el casco formaba una V cada vez más aguda a medida que la obra viva se aproximaba a la roda. Este casco, más alargado que el de las naos de su época, añadía algo fundamental: la capacidad para pasar el oleaje y una mayor estabilidad con viento y mar de popa, sin que con ello el espacio de carga quedara mermado; por el contrario, había más superficie para toneles y sacas.</div><div align="justify">Los portugueses llevaron este concepto a su máximo desarrollo, convirtiéndose al final de la Edad Media en el primer país europeo con capacidad para la navegación oceánica. Las carabelas ganaron pronto reputación de barcos fiables y marineros, asombrando a los navegantes de todo el mundo, especialmente a los venecianos, quienes por entonces dominaban el Mediterráneo. Para la navegación de altura, los portugueses pronto sustituyeron la vela latina, con la que inicialmente nacieron las carabelas, por la cuadra, esta última mucho más maniobrable en alta mar; así nació la carabela redonda, nave que resultó fundamental para las grandes travesías que se avecinaban.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Eclosión de la construcción naval</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRTQT3b4wd2ZMrWqHmQHMS_JFLvpADQHnIl7DsGjd_Txrpwkgz5AAGmL7WaHmdsPJeD03_WwPY5XPtRsH7acXez-cA4Gk0b8owS6rkP-Yg37eQr-EFF-URhHYerZRzUo8pXsA6XYDzctHI/s1600/Imagen+203.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="206" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRTQT3b4wd2ZMrWqHmQHMS_JFLvpADQHnIl7DsGjd_Txrpwkgz5AAGmL7WaHmdsPJeD03_WwPY5XPtRsH7acXez-cA4Gk0b8owS6rkP-Yg37eQr-EFF-URhHYerZRzUo8pXsA6XYDzctHI/s320/Imagen+203.jpg" uda="true" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Retablo realizado con piezas de cerámica policromada pintadas a mano, que muestra diversas embarcaciones portuguesas de los siglos XV y XVI con su correspondiente nombre en la parte superior. Conservado en el museo Marítimo de Lisboa.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Paralelamente al desarrollo de las carabelas, se produjo en Portugal un notable incremento de la construcción naval. Los carpinteros de ribera portugueses pronto adquirieron fama por la exquisita manufactura de sus barcos y por la alta resistencia de éstos a los temporales. No sólo construían carabelas, sino también naos y galeras, que pronto fueron muy apreciadas por los venecianos, genoveses y catalanes, sus principales clientes. Todo ello transcurría en una época de intensa actividad naval en el Mediterráneo occidental, lo que, debido a la gran variedad de influencias, sobre todo la árabe, generó una enorme diversificación de embarcaciones. Las carracas fueron una creación portuguesa que se desarrolló como fusión de algunas características de las naves del norte de Europa con las naos de gran porte de mediados del siglo XV. Las carracas, dotadas de altos castillos a proa y a popa, se armaban con gran cantidad de cañones, lo que las convertía en naves temibles, aunque poco marineras. Otra nave muy notable fue la tarida veneciana, la embarcación que relevó durante un tiempo a la nao en la navegación de altura. La tarida era muy ancha de manga y, por tanto, de gran capacidad, por lo que se usó militarmente para transportar soldados, caballos y toda clase de impedimenta. Las taridas se propulsaban a vela, pero también se ayudaban de remos en las calmas y en las maniobras de puerto. Algunas veces iban remolcadas por galeras. Se mantuvieron en activo hasta el siglo XV, cuando la nao, principalmente, las desplazó de forma definitiva. Otra nave de gran importancia militar fue el leño, desarrollado a partir del <em>lembos</em> griego, una nave de transporte con velas latinas que, al igual que la tarida, incorporaba algunos remos. En Cataluña, el rey <strong>Jaime</strong> <strong>I</strong> había empleado taridas, galeras y leños para la conquista de Mallorca en el siglo XIII, lo que indica que estas naves eran muy utilizadas al final de la Edad Media, cuando las carabelas y las naos adquirieron su gran protagonismo. Las naos dedicadas al comercio en el Mediterráneo estaban tripuladas por marinos profesionales, quienes se encargaban de las labores de navegación y maniobras; sin embargo, en muchas ocasiones, también se embarcaban mercaderes, que a veces eran los mismos propietarios o bien los que habían fletado la nave para sus negocios: muchos de ellos habían alcanzado gran destreza en las artes marineras. Las naves venecianas solían navegar en convoyes de cinco a ocho naos.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La nao, el germen del gran barco de vela</span></div><div align="justify"><br />
</div><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWRf_hzDw63TXennkYanLDbZSBdWVOwO9-KY5JbRHcb_V2eEEkgnaNzIVDIuJuOr-YuL9wbxL35KKXd_56hQUn9OaoFBgMYIvyq5XWWrzEoBTTn2o_hyphenhyphentQMjfp7OcYAH-fO02jNLSIPzt4/s1600/Imagen+208.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="228" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWRf_hzDw63TXennkYanLDbZSBdWVOwO9-KY5JbRHcb_V2eEEkgnaNzIVDIuJuOr-YuL9wbxL35KKXd_56hQUn9OaoFBgMYIvyq5XWWrzEoBTTn2o_hyphenhyphentQMjfp7OcYAH-fO02jNLSIPzt4/s320/Imagen+208.jpg" uda="true" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><span style="color: #990000;"><em>Maqueta de la nao</em> Santa María<em>, la capitana de Cristóbal Colón en su primer viaje, con 23,60 m de eslora y una superficie vélica de 515 m2</em></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mientras Portugal utilizaba las carabelas para sus campañas en el norte de África contra los musulmanes, como la toma de Ceuta en 1415, en el resto del Mediterráneo la nao se consolidó como barco mercante, mucho más capaz que las galeras debido a la ausencia de remos. El término nao se afianzó en la península Ibérica durante el siglo XV, aunque tuvo significados diversos en el resto de los países mediterráneos. Durante ese siglo, la nao mediterránea evolucionó de forma significativa desde el modelo medieval que había imperado en el siglo XIII. Éste tenía un solo palo, colocado en el centro de la embarcación, y una verga de longitud casi igual a la quilla, en la que se largaba una vela de notables dimensiones.</div><div style="text-align: justify;">Durante el final de la Edad Media, se aplicó a las dimensiones del casco la regla denominada del "as, dos, tres", que relacionaba la manga, la longitud de la quilla y la eslora en cubierta del siguiente modo: a cada codo de manga le correspondían dos de quilla y tres de eslora de cubierta. Esta regla también se aplicaba en la cuaderna maestra implicando al puntal: a cada codo de puntal, dos de manga y tres de quilla. Esta forma de medir y de calcular las dimensiones proporcionales de los barcos fue un desarrollo portugués y español y tuvo una trascendencia fundamental en la evolución de la navegación europea occidental, siendo utilizada habitualmente por lo menos hasta el siglo XVIII. Siguiendo estos mismos conceptos en cuanto a dimensiones, en el siglo XIV aparecieron las naos de dos palos, con una mayor cuadra y una mesana latina. Este tipo de nao aparece representada por primera vez en la famosa carta náutica de los hermanos <strong>Pizzigani</strong> de 1367, y fue casi exclusiva del Mediterráneo. Se dispone de una excelente referencia de este tipo de buque en la famosa (Nao de Mataró) o (Coca de Mataró), un modelo de 1450 realizado con gran maestría y que se encontró como exvoto en la ermita de Sant Simón, en Mataró, localidad del litoral catalán cerca de Barcelona.</div><div style="text-align: justify;">A mediados del siglo XV, en el norte de Europa apenas se conoció la nao de dos palos, ya que los barcos pasaron directamente de un palo a tres, configuración que permitía un mejor reparto del velamen en condiciones climáticas muy duras. En un manuscrito de lord <strong>Hastings</strong>, de 1450, aparecen representadas naos de tres palos con trinquete, mayor, cuadras y mesana latina. También aparece una nao de tres palos en un sello de <strong>Louis de Bourbon</strong> de 1466, y existen representaciones gráficas de naos de tres y cuatro palos en dos relieves del monasterio de Helsingör, datadas hacia 1430. Esta configuración (trinquete y mayor con velas cuadras y el palo de mesana con vela latina) se asentó en todas las naves de mediano a gran porte y fue el aparejo básico con el que se desarrollaron los grandes barcos oceánicos y de guerra durante los tres siglos siguientes.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La influencia de las técnicas del norte de Europa en el Mediterráneo</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaQ-1avy1Zx9l66-J6AGZDRSKsuY4eyQbNFXIBsiZA5UunPgYcT3EvIWjL99h3o9NcGZIG_T9gNtVI1spdyR4huTNrFYVOuZ1QgBEyVVa1tqDi3qG6JE65VJ45rof1nzOark31u_OYZjFu/s1600/Imagen+209.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaQ-1avy1Zx9l66-J6AGZDRSKsuY4eyQbNFXIBsiZA5UunPgYcT3EvIWjL99h3o9NcGZIG_T9gNtVI1spdyR4huTNrFYVOuZ1QgBEyVVa1tqDi3qG6JE65VJ45rof1nzOark31u_OYZjFu/s320/Imagen+209.jpg" uda="true" width="264" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra una carabela de cuatro palos con el trinquete redondo. Las carabelas rara vez llegaron a arbolar cuatro palos</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="justify" style="text-align: justify;">Los navegantes mediterráneos conocieron las cocas nórdicas en 1304, cuando varias de ellas, procedentes de Bayona, atravesaron el estrecho de Gibraltar para ejercer la piratería por todo el Mediterráneo occidental. El conocimiento de estas naves fue un hecho histórico de gran trascendencia para los carpinteros de ribera mediterráneos, pues les permitió, aparte de conocer el timón axial, que pronto copiaron, entrar en contacto con los sistemas de construcción y el aparejo de los norteños. El mestizaje fue inmediato, ya que los genoveses, venecianos y catalanes que dominaban las artes de construcción naval en la zona mediterránea, estaban muy interesados en aumentar la capacidad de comercio con barcos que les permitieran llegar más lejos y establecer nuevas conexiones para el intercambio y venta de distintos productos; así, a la vez, aumentaban también su poder militar naval, aprendiendo de los sólidos marineros buques del norte de Europa. Con las nuevas técnicas se llevaron a cabo viajes con un grado de seguridad mucho mayor y con una reducción notable de los gastos.</div><div align="justify" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="justify" style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Notables diferencias entre las cocas y las naos</span></div><div align="justify" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPVBOw6j6YHj2ZMw4g7Z6vGnehslTIRF50CLfSq9gCNgxgIbBKhWSxL5K-hU0ljmW2GomRC8ahoTG_7yYEKRX_XYUYfQckYv3M9kjbfirU3m1FZljTL119lS9_vZYRzKlgh4ZocruwhRrx/s1600/Imagen+211.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPVBOw6j6YHj2ZMw4g7Z6vGnehslTIRF50CLfSq9gCNgxgIbBKhWSxL5K-hU0ljmW2GomRC8ahoTG_7yYEKRX_XYUYfQckYv3M9kjbfirU3m1FZljTL119lS9_vZYRzKlgh4ZocruwhRrx/s320/Imagen+211.jpg" uda="true" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Detalle de la jarcia del palo mayor en una reproducción de la coca de Mataró, un modelo fidedigno de las naos de la primera mitad del siglo XV.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="justify" style="text-align: justify;">Aparte del timón axial, la construcción con el sistema de tingladillo fue la principal característica diferencial de los barcos construidos en el norte de Europa con relación a los mediterráneos. La tablazón del forro de estos barcos se montaba con el tradicional sistema de colocar las tablas unas a continuación de las otras unidas por sus extremos. Sin embargo, había otras diferencias notables: las cocas del norte tenían la vela cuadra en un palo colocado verticalmente, sin inclinación, con la cofa redonda y relativamente baja, mientras que las naos tenían el palo ligeramente caído a proa, con la cofa en forma de cesto alargado por la cara de popa del palo, y una única vela latina. Asimismo, las naves del norte tenían iguales arrufos a proa y a popa, y la roda con un notable lanzamiento, al contrario de las mediterráneas, que presentaban casi todo el arrufo a popa y la roda prácticamente no tenía lanzamiento. Los castillos de proa de las cocas nórdicas eran grandes y en ocasiones tan altos como el de popa; sin embargo, en las naos, el castillo de proa era muy pequeño y, a veces, inexistente.</div><div align="justify" style="text-align: justify;">Así estaban definidas las distintas tendencias a principios del siglo XIV. La incorporación de la artillería en los barcos fue una de las causas de que la fusión entre los distintos conceptos constructivos se acelerara en el siglo XV, época en que en el norte de Europa sufrieron nuevos avances, como las velas con rizos y los castillos (concebidos como superestructuras unidas al casco formando parte intrínseca de él y no simplemente superpuestos). Estos castillos fueron aumentando de tamaño, ya que estaban destinados, fundamentalmente, a albergar más unidades de piezas artilleras a medida que aumentaba la rivalidad en el mar. Las vergas que sostenían las velas eran ya de una sola pieza, lo que les daba mayor robustez y facilidad de maniobra. En el Mediterráneo, en lugar de rizos aparecieron las bonetas, que eran unas piezas de tejido que se largaban cuando hacía ventolina y se retiraban cuando arreciaba, mientras que las vergas y las entenas de las velas latinas continuaron siendo de dos piezas. A finales del siglo XV, se fusionaron las características del norte y del sur europeos; de ello resultó el tipo de nao antecesora del galeón y del navío, los barcos protagonistas de la era de la colonización ultramarina que estaba a punto de iniciarse por parte de España y Portugal.</div><div align="justify" style="text-align: justify;"><br />
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</div><div align="justify" style="text-align: justify;"></div></div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-23743157185292811072012-02-07T14:39:00.009-08:002012-02-27T11:35:07.600-08:00La Baja Edad Media<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh581u2HOhSWE-OxwcSmNm_g4kete4LjB9GutPqAFLuhWKaz0AplBfG68YBUDsL8p85qOo98bV7IX5B3KPb-0_FZwutOlsBq6InqQqraIH5vafuGjkL9e5RLm3k65D4TAW7xXrM7MfY8DMu/s1600/Imagen+177.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh581u2HOhSWE-OxwcSmNm_g4kete4LjB9GutPqAFLuhWKaz0AplBfG68YBUDsL8p85qOo98bV7IX5B3KPb-0_FZwutOlsBq6InqQqraIH5vafuGjkL9e5RLm3k65D4TAW7xXrM7MfY8DMu/s320/Imagen+177.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Combate naval en aguas de Constantinopla que enfrentó a los genoveses con una alianza de catalanes, venecianos y bizantinos, en 1352.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Durante la Baja Edad Media, periodo que abarca desde el siglo X al XV, la navegación se desarrolló de forma muy diversa en el norte de Europa y en el Mediterráneo. En el norte, la vela desplazó casi totalmente al remo, y los <em>knorr</em> vikingos evolucionaron hacia la "coca" mercante, que llegó a su máxima expresión con la Liga Hanseática; sus naves de guerra fueron utilizadas básicamente para el transporte de tropas; esto fue así hasta la aparición de las armas de fuego.</div><div align="justify">En el Mediterráneo, donde el remo siguió siendo protagonista en la guerra naval, aparecieron tres zonas de influencia: la latina, con las ciudades-estado italianas rivalizando entre sí, y con el reino catalano-aragonés; la bizantina, en franca decadencia, y la islámica, con el poder turco en expansión.</div><div align="justify">Tras la época de esplendor de la navegación vikinga y del desarrollo de marinas de guerra, como la de Inglaterra, los países ribereños del mar del Norte y del Báltico aprovecharon la estabilidad de finales del siglo X para iniciar una intensa actividad comercial basada en el transporte marítimo. En el sur de Europa, el Imperio bizantino y los emergentes estados italianos, constantemente amenazados por la expansión islámica, siguieron construyendo y desarrollando tanto galeras de guerra como embarcaciones comerciales, luchando por su superioridad en el Mediterráneo.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Las naves de guerra del norte de Europa</span></div><div align="justify"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4m0f8fMB73dsmlfwWWPJ9TcAHAkKgxAYLStfOtvF9wmlBm-p_ZdtrHe02DRGbaP7WqNpwpyLvxVlDReUGermqScFSHZ-Cho3P8-OCpziJDFEc3pJPOw1GvyYgN-Pa5UWlKaQj6dhGHtgq/s1600/Imagen+178.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4m0f8fMB73dsmlfwWWPJ9TcAHAkKgxAYLStfOtvF9wmlBm-p_ZdtrHe02DRGbaP7WqNpwpyLvxVlDReUGermqScFSHZ-Cho3P8-OCpziJDFEc3pJPOw1GvyYgN-Pa5UWlKaQj6dhGHtgq/s320/Imagen+178.jpg" width="216" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Ilustración perteneciente a un manuscrito francés que muestra el sitio de Constantinopla por los turcos antes de su caída en 1453.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">La evolución de los barcos en el norte de Europa fue muy significativa y de suma importancia en su aplicación militar para la Marina. Las primeras referencias a las naves de este periodo se encuentran en los numerosos sellos de ciudades portuarias como La Rochelle, Lübeck, Poole, Winchelsea, Hastings y Sandwick. Si se observan con detalle, se aprecia una transición hacia formas propias, nunca vistas hasta entonces: en los barcos de La Rochelle y Lübeck todavía se distingue el clásico casco vikingo de formas alargadas pero sin ninguna superestructura; sin embargo, en las imágenes de los sellos de otros puertos aparecen los primeros castillos para los combatientes. En el tope del palo se aprecian las primeras cofas, que servían de puesto de vigía y para situar un par de arqueros si convenía.</div><div align="justify">En los barcos de Winchelsea y Hastings, los baos de la cubierta asomaban por el forro lateral como en las naves mediterráneas. El timón todavía era de espadilla en la aleta de estribor, y las velas de algunas naves, como las representadas en los sellos de Hastings y La Rochelle, llevaban rizos para poder reducir su superficie en plena navegación.</div><div align="justify">Estas naves, eminentemente guerreras, fueron evolucionando: los castillos se colocaban más a proa y más a popa, al tiempo que se iban transformando progresivamente en auténticas fortalezas; el objetivo de éstas era proteger a los guerreros en el caso de eventuales ataques, más que servirles para atacar a otras naves; este tipo de estrategia no se practicaba durante la época medieval en la Europa nórdica.</div><div align="justify">Los barcos eran usados como fortalezas flotantes, y a los castillos se les llamó así por la sencilla razón de que imitaban las características fortalezas terrestres. Desde el punto de vista militar, el castillo de sólidos muros de piedra era la base de la estructura defensiva de la Europa medieval, por lo que, consecuentemente, esta forma apareció reflejada en los barcos de guerra de la época.</div><div align="justify">Al trasladar este tipo de construcción a las primeras naves que se construyeron, los carpinteros de ribera se encontraron con que debían resolver el problema de compaginar la estabilidad del barco y su maniobrabilidad con su solidez defensiva, debido a las exigencias del tamaño de estas superestructuras que, cada vez mayores, encargaban los señores feudales para sus flotas.</div><div align="justify">De este modo, en la Europa del norte, los barcos militares fueron perdiendo la capacidad marinera de sus ancestros vikingos, de forma similar a lo que ocurrió con la caballería. Las protecciones de los caballeros, enfundados en pesadas armaduras, les hacían perder gran parte de la agilidad que distinguía a la caballería de la época romana. A causa del exceso de impedimenta, estos barcos de guerra se desestabilizaban con frecuencia y, debido a ello, sufrieron numerosos naufragios por vuelco, algo que rara vez había ocurrido anteriormente. Estas circunstancias preocupaban mucho a los marinos y, por ello, en las crónicas de la época se narra este tipo de accidentes de forma cada vez más frecuente. Con cascos tan alterosos, la capacidad para la navegación de altura disminuyó de forma preocupante. Los barcos no podían prácticamente navegar de bolina, y con un viento y oleaje medianamente intenso veían seriamente comprometida su estabilidad. Este detalle técnico es importante para entender la posterior evolución del barco de guerra durante la época del Renacimiento.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Las Cruzadas: el contacto con Oriente</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQxKL88g7B9aw-v5t_Og1rnL3R8p9vTGwfiX2iO-ODm-rxt6ASKubvP67PGM8jf6mPR9OdW2_RT3bFVoDsTbT2ZeWqOuewVDxhi7p1WkX3D7XjqcNrCaMqDC95kSXXQ9Ubh2sb75IXdMp5/s1600/Imagen+179.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="261" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQxKL88g7B9aw-v5t_Og1rnL3R8p9vTGwfiX2iO-ODm-rxt6ASKubvP67PGM8jf6mPR9OdW2_RT3bFVoDsTbT2ZeWqOuewVDxhi7p1WkX3D7XjqcNrCaMqDC95kSXXQ9Ubh2sb75IXdMp5/s320/Imagen+179.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Mapa medieval de la ciudad de Constantinopla, capital de Bizancio, hacia 1300.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">En el Mediterráneo, el Imperio bizantino llegó a su máximo esplendor con el emperador <strong>Basilio II</strong>. En 1025, después de su muerte, Bizancio comenzó su decadencia, acosado por sus numerosos enemigos: por el norte, los varegos (vikingos que se habían asentado en Rusia), por el oeste, los longobardos, y por el este y el sur, los musulmanes. De hecho, la presión musulmana sobre Bizancio se fue incrementando a medida que aumentaba el poder de los turcos selyúcidas (los posteriores fundadores del Imperio otomano).</div><div align="justify">En 1054, ocurrió otro hecho trascendental en Europa: el enfrentamiento filosófico y cultural entre latinos y bizantinos culminó en un cisma religioso entre la Iglesia de occidente, con sede en Roma, y la de oriente, con sede en Constantinopla. Esta circunstancia corría paralela a la rivalidad política y comercial que mantenían con Bizancio las potencias emergentes del Mediterráneo Occidental: las ciudades-estado italianas, principalmente Génova y Venecia, el reino catalano-aragonés y los propios Estados Pontificios. Uno de los hechos militares más significativos de la Baja Edad Media fueron las Cruzadas. A partir del siglo XI, la expansión del Islam tuvo en la dinastía de los turcos selyúcidas su principal valedor. El avance turco contra Bizancio provocó la caída de Jerusalén en 1070; un año más tarde, se produjo la batalla de Manzikert, en la que los selyúcidas derrotaron a los bizantinos, arrebatándoles después la mayor parte de Asia Menor e instalándose a orillas del Bósforo, a escasos kilómetros de la capital, Constantinopla.</div><div align="justify">La caída de la Ciudad Santa en poder del Islam causó una gran conmoción en el mundo cristiano; el papa <strong>Urbano II</strong> hizo un llamamiento para acudir a liberar los santos lugares de los musulmanes. El resultado de esta petición fue la Primera Cruzada, que se organizó en 1099. Fueron muchos los caballeros que se enrolaron bajo el mando de <strong>Godofredo de Bouillon</strong>, duque de la Baja Lorena (Países Bajos), para viajar a Palestina. Los barcos que los transportaban precisaron, al entrar en el Mediterráneo, de la ayuda de las galeras de Pisa, Génova y Venecia, ciudades-estados con un poder marítimo y militar cada vez más influyente.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">El enriquecedor contacto naval</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuySms0tHlIYTh42jC8S8jvLU8oxhAhCy0AidpsrrLIETPlpxxx5vCU6tdFKB1R0331pwOm4kc_TNTSLwpEoW72PBKDOp5v7RDC6leuJP3yKlKNLC_SO8ZnBn-956CWAziYjyvOsn7oQ8U/s1600/Imagen+180.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="159" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuySms0tHlIYTh42jC8S8jvLU8oxhAhCy0AidpsrrLIETPlpxxx5vCU6tdFKB1R0331pwOm4kc_TNTSLwpEoW72PBKDOp5v7RDC6leuJP3yKlKNLC_SO8ZnBn-956CWAziYjyvOsn7oQ8U/s320/Imagen+180.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Ilustración de la Crónica del Imperio de Jerusalén de 1467, que muestra a los cruzados de Godofredo de Bouillon embarcándose para viajar a Palestina. El miniaturista flamenco Guillermo Vrelant, que trabajaba para el duque de Borgoña, Philippe le Bon, es el autor de todas las ilustraciones del libro.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Estos hechos significaron un primer contacto, después de las incursiones vikingas, de los barcos del norte de Europa con los del sur. Este intercambio originó modificaciones en la forma de construir los buques en ambas zonas. En occidente, el timón todavía consistía en una espadilla en la aleta de estribor; sin embargo después de conocer las naves de Oriente, a finales del siglo XII, apareció la gran revolución del timón axial. Este timón, articulado al codaste, obligó a efectuar cambios en el diseño de la forma de las extremidades de proa y de popa, que dejaron de ser simétricas, como era obligado en los barcos vikingos. Desapareció, pues, el concepto de las dos rodas (la de proa y la de popa) y apareció el codaste a popa, sobre el que iba montada la pala del timón. A partir de entonces, el término "roda" sólo se aplicaría al extremo de la proa. Con el timón axial no sólo se reformaron las rodas, sino también las formas de la popa. Éstas tuvieron que cambiarse con la finalidad de dar más aguas al timón para su correcto funcionamiento. En este sentido, las tablas de la popa se curvaron hacia el codaste, dando forma a lo que se denominó (popa redonda), uno de los aspectos fundamentales del casco de las embarcaciones que surgieron en la época: las naos. Estas popas redondas siguieron construyéndose hasta el siglo XVI, cuando se adoptó la forma plana o de espejo, dicha forma apareció por vez primera en las carabelas.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Las tres primeras Cruzadas</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO0KIOhsWwubeXH9uPH_n2b3LJ2gy70zw6I8c1LBo7v_jYSii7cSoEtbCIjDRH780XstBTUs6x5C34G47jgh8GVHwX7LIseaCSsec6462Mgeg482SwnoMDAo1zbR2ifoC-erVRztOvSBuP/s1600/Imagen+181.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="202" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO0KIOhsWwubeXH9uPH_n2b3LJ2gy70zw6I8c1LBo7v_jYSii7cSoEtbCIjDRH780XstBTUs6x5C34G47jgh8GVHwX7LIseaCSsec6462Mgeg482SwnoMDAo1zbR2ifoC-erVRztOvSBuP/s320/Imagen+181.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado del siglo XIX que muestra la llegada de la flota cruzada a Constantinopla, con el objetivo de destronar al emperador y coronar a Alejo IV.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">La primera Cruzada se organizó en un momento en que el Mediterráneo vivía una época convulsa e inestable, debido, principalmente, a la presión de la expansión musulmana y a la feroz rivalidad entre Bizancio, los países latinos y los de la Europa occidental. El cisma de 1054, con un trasfondo político y social, puso en evidencia la escisión entre dos formas de entender el mundo; dicha ruptura se había estado gestando desde la segunda mitad del Imperio Romano, y se había afianzado tras su caída y la formación de los reinos europeos occidentales.</div><div align="justify">En su obligado contacto con el expansionismo del Islam, Bizancio había creado lazos diplomáticos, principalmente con los turcos; la irrupción de las Cruzadas, con su filosofía conquistadora y feudal, fue vista con frialdad y distancia, y no hizo más que incrementar la separación entre el mundo latino y el bizantino. A este hecho hay que añadir la rivalidad comercial que se había establecido entre los bizantinos y los comerciantes del oeste del Mediterráneo: venecianos, genoveses, amalfitanos y catalanes, cuyos intereses eran la causa principal que les impulsaba a apoyar las Cruzadas.</div><div align="justify">Por todo ello, el fenómeno de las Cruzadas fue visto por los bizantinos como una intromisión latina, que actuaba por interés propio y claramente en contra de la hegemonía de Constantinopla. Las tres primeras Cruzadas atravesaron las tierras de Bizancio sin apenas conflictos, pese a que los cruzados estaban obligados a someter los territorios conquistados para su emperador, orden que ejecutaban a regañadientes de forma evidente. Cumplieron sus objetivos de forma desigual: la primera Cruzada, de 1096 a 1099, logró la conquista de la Ciudad Santa, y se creó el Reino de Jerusalén, de marcado carácter feudal; sin embargo, en esta expedición también se produjeron diversos desastres militares. La segunda Cruzada, en la que participaron el rey <strong>Luis VII</strong> de Francia y el emperador germánico <strong>Conrado III</strong>, se organizó en 1146; en ella se produjeron graves desavenencias entre las tropas francesas, germánicas y bizantinas, que acabaron en un desastre militar que provocó la desprotección del Reino de Jerusalén, formado por Palestina y parte del desierto del Negev hasta Aqaba. La tercera Cruzada se inició, precisamente, debido a la caída de Jerusalén en 1187 en manos del ejército de <strong>Saladino</strong>, lugarteniente del sultán <strong>Nur ad-Din</strong>. Perder de nuevo la Ciudad Santa conmocionó al mundo cristiano; el papa <strong>Gregorio VIII</strong> convocó esta tercera Cruzada, que contó con la entusiástica respuesta de la monarquía occidental: <strong>Ricardo I Corazón de León</strong>, por Inglaterra, <strong>Felipe II</strong> de Francia y el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, <strong>Federico I Barbarroja</strong>. Los cruzados ingleses y franceses viajaron por mar, en una expedición de complicada logística, y lograron tomar Acre, en la costa de Palestina, el 13 de julio de 1191 tras una terrible matanza protagonizada por el ejército de <strong>Ricardo Corazón de León</strong>. La expedición germánica fue desafortunada: el emperador <strong>Barbarroja</strong> murió de un síncope tras bañarse en un río de aguas gélidas y sus hombres se disgregaron, llegando a Antioquía tan sólo un pequeño grupo. <strong>Felipe II</strong> de Francia regresó a su país y<strong> Ricardo</strong> quedó al mando de la Cruzada. Llegó a las puertas de Jerusalén, pero, con el ejército diezmado, pactó con <strong>Saladino</strong> una tregua que permitiera la libre circulación de peregrinos por la ciudad. <strong>Ricardo</strong> regresó a Inglaterra y murió en 1199. La situación de los reinos francos mediterráneos quedó seriamente amenazada. La tercera Cruzada concluyó en 1192 sin resultados militares concluyentes y con un gran derramamiento de sangre.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La cuarta Cruzada: cristianos contra cristianos</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixxAOUoVIoQrcHVXKtaGb3nQ9zxaZpfTIjtMTwf_WVa6cuTTLdrORvLjFJiDTJCKTQrHMgqL3fdbb89fU2nH2Jrrmm1Z4DWNEFMJjXK_FQtJ5C28pWpDIhMw2g4-xE2c22vq5xNK3RY5iD/s1600/Imagen+183.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="255" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixxAOUoVIoQrcHVXKtaGb3nQ9zxaZpfTIjtMTwf_WVa6cuTTLdrORvLjFJiDTJCKTQrHMgqL3fdbb89fU2nH2Jrrmm1Z4DWNEFMJjXK_FQtJ5C28pWpDIhMw2g4-xE2c22vq5xNK3RY5iD/s320/Imagen+183.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Óleo del siglo XIX, de autor desconocido, que representa la entrada de los cruzados en Constantinopla, el 12 de abril de 1204.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Tras casi siete años de calma, durante los cuales los estados francos se habían convertido en auténticas colonias comerciales italianas, el papa <strong>Inocencio III</strong>, obedeciendo sin duda a las presiones de éstos, en 1199 organizó una nueva Cruzada. La estrategia que había planeadoera atacar a los musulmanes desde Egipto, donde éstos eran más débiles, y luego entrar en Palestina. El llamamiento fue secundado por unos cuantos nobles franceses, quienes organizaron una expedición a la que se adhirieron algunos italianos y alemanes. Una flota veneciana fue preparada para transportar 4.500 caballeros con sus respectivos caballos y 9.000 infantes. La expedición partió el 24 de junio de 1201 y los venecianos se encargaron de la logística, que incluía unas 50 galeras de combate para proteger el enorme convoy. Las dificultades comenzaron cuando los cruzados no pudieron afrontar el coste de los fletes, que ascendía a 85.000 marcos. Pagaron a los venecianos 50.000 marcos y el jefe de la cruzada, <strong>Bonifacio de Montferrato</strong>, pactó con el dux de Venecia, <strong>Enrico Dandolo</strong>, la conquista de Zara, ciudad veneciana de la costa dálmata, que había sido ocupada por los húngaros a cambio de los 35.000 marcos restantes. Finalmente, partieron de Venecia el 10 de noviembre y, dos días después, Zara fue tomada y destruida; los húngaros, recién convertidos al cristianismo, fueron masacrados. El papa se indegnó y excomulgó a los cruzados, pero éstos hicieron caso omiso. En lugar de dirigirse a Egipto, viajaron a Constantinopla para intervenir en las luchas de la familia imperial de los Ángelos. <strong>Alejo IV</strong> <strong>Ángelo</strong>, pretendiente al trono, prometió a los cruzados 35.000 marcos y un ejército de 10.000 hombres para proseguir la Cruzada si éstos le ayudaban a deponer al emperador <strong>Alejo III Ángelo</strong>. Desde Corfú, donde la flota cruzada estaba concentrada tras la toma de Zara, los cruzados navegaron hasta Constantinopla. Derrocaron a <strong>Alejo III</strong>, y subió al trono <strong>Alejo IV</strong>, que fue coronado en agosto del año 1203. Las tropas permanecieron en la ciudad a la espera de que éste les pagara lo acordado. Como el emperador se retrasaba en el pago, los cruzados, que eran cada vez más despreciados por la población, decidieron destronarlo e instaurar el Imperio Latino en Bizancio. El 2 de abril de 1204, los jefes cruzados autorizaron a sus soldados para que se lanzaran al pillaje. El saqueo de Constantinopla fue terrible y de consecuencias funestas; el papa se escandalizó y condenó de nuevo la Cruzada, pero los caballeros cruzados se repartieron el imperio y coronaron a <strong>Balduino de Flandes</strong> como emperador. El botín que consiguieron los cruzados con el saqueo fue inmenso: expoliaron muchas obras del arte bizantino y robaron las arcas imperiales. Establecieron un sistema de gobierno feudal que destruyó la meticulosa y efectiva organización heredada de los tiempos del Imperio romano. La cuarta Cruzada no hizo sino empeorar la situación de los estados francos de Palestina: por un lado, les privó de refuerzos militares y, por otro, provocó la emigración de muchos cruzados y nobles, que abandonaron las colinas costeras atraídos por las posibilidades de la nueva Constantinopla.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La Liga Hanseática</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisgTkJuypncOz39p9bQjKkcL8EsA2L-Gn2vRA62E6q8LHMmEV-vZgD4ZU5MZKqhE26qhyphenhyphenmIX-fYtjyZOOm949lbeWeqPy2EKAymCAd8G4JQ2nJ9ZAZW7Hhiq53MBruaDa9qTuKX3Q-j5uV/s1600/Imagen+185.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="199" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisgTkJuypncOz39p9bQjKkcL8EsA2L-Gn2vRA62E6q8LHMmEV-vZgD4ZU5MZKqhE26qhyphenhyphenmIX-fYtjyZOOm949lbeWeqPy2EKAymCAd8G4JQ2nJ9ZAZW7Hhiq53MBruaDa9qTuKX3Q-j5uV/s320/Imagen+185.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Dibujo a lápiz del edificio Steel Yard, a orillas del Támesis, sede de la Liga Hanseática en Londres.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Mientras las ciudades del Mediterráneo se veían afectadas por las Cruzadas y la presión del Islam, en el norte de Europa la estabilidad política contribuyó al florecimiento del comercio. Este periodo de tranquilidad culminó, a comienzos del siglo XIII, con la eclosión de las ciudades mercantiles germanas, que, aprovechando los veintitrés años (de 1250 a 1273) en que no hubo emperador en el Sacro Imperio Romano Germánico, se asociaron para defenderse de la creciente piratería y para incrementar el comercio. Se creó así la Liga Hanseática (de hansa "liga" en alemán antiguo), que fue una compleja asociación político-comercial centralizada en la ciudad de Lübeck.</div><div align="justify">Se creó una gran inestabilidad política a causa del fallido intento de <strong>Federico II de Hohenstaufen</strong> de reconstruir en el norte de Europa un imperio opuesto al Papa, al rey de Francia y a su sobrino <strong>Carlos de Anjou</strong>. Alarmados por dicho clima, los mercaderes de Gotland convocaron a treinta ciudades para fundar la Liga. Al poco tiempo, ésta monopolizó el comercio en casi todos los puertos del mar del Norte y del Báltico. La organización estaba dirigida por una junta compuesta por representantes de todas las ciudades que formaban parte de la Liga y, desde el comienzo, se establecieron acuerdos de mutua protección entre sus miembros.</div><div align="justify">La Liga adquirió una enorme influencia y, en 1293, ya dominaba el comercio europeo desde los puertos rusos hasta los del norte de Francia, creando una vasta red de establecimientos que iba más allá de los puertos, con sucursales en toda Europa: Londres, Brujas, Génova o Venecia, y en zonas tan lejanas como la ciudad rusa de Novgorod. Las rutas más importantes para este comercio aprovechaban los viajes hacia el oeste de Europa, que era abastecido de grano por los mercaderes alemanes, quienes, a su vez, lo obtenían de Polonia; al mismo tiempo, comerciaban con madera de Rusia y los arenques del sur de Suecia. De vuelta hacia el este, los barcos transportaban telas flamencas, vino francés y sal marina bretona, esta última muy apreciada y necesaria para la creciente industria de salazón de pescado. También se comerciaba con plata alemana, lana inglesa, hierro y cobre sueco, pieles rusas, bacalao y aceite de ballena noruegos, arenques y otras salazones del Báltico. Todas estas actividades comerciales se combinaban perfectamente, por lo que, en un principio, se utilizaron diversos tipos de naves; sin embargo, poco después se generó un barco más especializado, humilde pero tremendamente sólido y eficaz, que se impuso y marcó un hito en la historia de la arquitectura naval de todo el mundo: la coca o <em>cog</em>.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La "coca" hanseática</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWTybP8NEkqUL6mnpFCKMUUGz7jWh7LG0N3zpBXjoTD73yBstS0FugCXh1FyEWOaUfS-BEYUDmt6wej9_TUUINsNJOxg574DnP3opGcpmXEVW_om0MWOJSHTUsgZm39zsIWVtW8QCOnk5D/s1600/Imagen+186.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWTybP8NEkqUL6mnpFCKMUUGz7jWh7LG0N3zpBXjoTD73yBstS0FugCXh1FyEWOaUfS-BEYUDmt6wej9_TUUINsNJOxg574DnP3opGcpmXEVW_om0MWOJSHTUsgZm39zsIWVtW8QCOnk5D/s320/Imagen+186.jpg" width="228" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Ilustración miniada de 1497 que representa la actividad comercial del puerto hanseático de Hamburgo. Archivo Estatal de Hamburgo.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Las primeras representaciones de cocas hanseáticas se encuentran en los sellos de Elbing Wimar y Harderwijk, y datan de mediados del siglo XIII, aproximadamente. El detalle más destacado del aspecto externo de las cocas respecto a las naves vikingas es su roda recta en contraste con la curvada. El ángulo de la roda de las cocas es aproximadamente de unos 50º respecto a la horizontal, y su quilla es recta. El codaste, a su vez, está situado a 75º de inclinación respecto a la superficie del mar y soporta un timón axial totalmente evolucionado, cuya caña se proyecta en el interior del castillo de popa o en la cubierta de éste. Las cocas solían tener una eslora de 25 a 30 metros, una manga de 6 a 7,20 m y un calado de 2,5 a 3 m: su superficie vélica alcanzaba por término medio los 185 m<span style="font-size: xx-small;">2</span>. Para la jarcia se empleaba cabullería de cáñamo.</div><div align="justify">Las cocas eran barcos muy sólidos, que navegaban con fiabilidad incluso con mal tiempo. Su elevado francobordo (el más alto de los construidos hasta la época) les permitía aguantar los embates del oleaje y navegaban perfectamente con el viento de través; para ello, incorporaban bolinas en la vela cuadra para halar la relinga de barlovento y evitar que la vela flameara en exceso.</div><div align="justify">Las cocas de la Liga hanseática se construían siguiendo el método de tigladillo tradicional en el norte de Europa. Las cabezas de los baos asomaban por los costados, y los castillos de proa y de popa estaban incorporados a la estructura del casco. Con el tiempo, el castillo de proa se fue haciendo cada vez más puntiagudo y empezó a sobresalir más allá de la roda, lo que obligó a añadir un botalón móvil. A finales del siglo XIII, apareció la serviola en el ancla, un robusto pescante de madera que sobresalía simétricamente por cada lado, fuera de la borda y cerca de las amuradas, y que servía para elevar el ancla; de este modo, ésta quedaba dispuesta para ser fondeada de nuevo o para ser estibada durante la navegación.</div><div align="justify">Las cocas también eran muy utilizadas para transportar caballos y tropas, que podían intervenir en escaramuzas y combates si era necesario. Aunque en el norte de Europa la mayoría de los enfrentamientos se resolvían con el abordaje directo, la solidez de estos castillos facilitaba la disposición de numerosos arqueros y tropas. Estos soldados permitían una mejor defensa contra los ataques de los piratas, a los que tampoco les era fácil asaltar la elevada cubierta superior de las cocas.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La crisis de la Baja Edad Media y la peste negra</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguPFxvjAZ2SHGXBhGVsP8EgRDUu0PSdPX176Ze9P5UVU72mXSUZ0BwcnoB6eyxzydMC99dODMeA0kWjeON77hGspc9r9EIZ9tkYLc1dJfBJtqh-hA1HefkVoljDNhpVR1e-_gSi03bKsM_/s1600/Imagen+187.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" lda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguPFxvjAZ2SHGXBhGVsP8EgRDUu0PSdPX176Ze9P5UVU72mXSUZ0BwcnoB6eyxzydMC99dODMeA0kWjeON77hGspc9r9EIZ9tkYLc1dJfBJtqh-hA1HefkVoljDNhpVR1e-_gSi03bKsM_/s320/Imagen+187.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Ilustración medieval que muestra uno de los momentos de la batalla de La Enclusa en la ciudad flamenca del mismo nombre.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="justify" style="text-align: justify;">Desde un punto de vista político y social, durante los siglos XIV y XV Europa occidental vivió una extraordinaria crisis. Este periodo se caracterizó por una sensible recesión demográfica y económica que produjo graves agitaciones sociales y una gran tensión internacional. A finales del siglo XIII, hubo un grave problema de abastecimiento agrario, que se vio agravado por una epidemia de peste negra que se inició en 1347 y envió a la tumba a unos 25 millones de personas, cerca de un tercio de la población del continente. Los historiadores son de la opinión de que la peste llegó a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Kaffa (actual Teodosia) fue asediada por los mongoles, portadores de la enfermedad. Los colonos refugiados de Kaffa trasladaron la peste a los puertos mediterráneos, principalmente Messina, Génova y Venecia. Las autoridades de estas ciudades no sabían qué hacer cuando los barcos arribaban con centenares de muertos (se cuentan casos de buques a la deriva con toda la tripulación muerta), y empezaron a dictarse normas de cuarentena que no sirvieron de nada, pues la epidemia la transmitían las ratas negras. Desde Italia, la peste se extendió por Europa afectando a Francia y a los reinos de Aragón y Castilla; en junio de 1348, llegó a Inglaterra, Alemania y Escandinavia, y al noroeste de Rusia a mediados de 1351. La epidemia empeoró cuando se fueron exterminando los gatos, pues se creía que eran transmisores de la enfermedad. En cuanto se descubrió que era la rata negra la causante de la epidemia, se volvieron a criar gatos, que se embarcaban como preciosos tripulantes. Las dimensiones de la catástrofe llevaron a la convicción de que la peste era un castigo divino por los pecados de la humanidad, y se produjo una crisis de fe religiosa. Como la mayoría de los infectados eran pobres que vivían en precarias condiciones de higiene y nutrición, comenzaron las agitaciones sociales, con numerosos asaltos a los castillos feudales y a las iglesias. Se buscaron culpables y víctimas para calmar la ira divina. Los judíos fueron acusados de contaminar los pozos y se desencadenó una ola de violencia contra ellos. También se exterminaron muchos leprosos y otros enfermos sospechosos de propagar la enfermedad. Se desconfiaba de todos los extranjeros, así que las ciudades y las aldeas cerraron sus murallas para protegerse de la enfermedad, y en los puertos, las normas de cuarentena se cumplían a sangre. Durante medio siglo, la peste se constituyó en una epidemia endémica que se reactivaba cada cuatro o cinco años, hasta que remitió y desapareció hacia mediados del siglo XV.</div><div align="justify" style="text-align: justify;">En este contexto, el bloqueo económico y el retroceso demográfico repercutieron gravemente en la sociedad feudal. Ante el imparable descenso de sus rentas, los nobles incrementaron la presión sobre el campesinado, provocando su sobre explotación; por otra parte, decidieron unirse a las empresas bélicas de las monarquías con la intención de convertir la guerra en un medio para asegurar su amenazada posición dominante y, en última instancia, intentaron el asalto a las instituciones del Estado. Durante el primer tercio del siglo XIV, después del periodo de bonanza que había dado pie a la creación de la Liga Hanseática, la guerra reapareció con fuerza en Europa. Las monarquías occidentales combatieron entre sí: los reinos de Francia e Inglaterra iniciaron un enfrentamiento bélico de dimensiones europeas que se conoce como la guerra de los Cien Años. Los reinos ibéricos alternaron las luchas dinástico-territoriales en la Península y el enfrentamiento contra los musulmanes en la batalla del Estrecho, además de su decisiva participación en el conflicto anglo-francés. Por último, la corona catalano-aragonesa prosiguió su expansión en el Mediterráneo, iniciada en el siglo XIII.</div><div align="justify" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="justify" style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La guerra de los Cien Años</span></div><div align="justify" style="text-align: justify;"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib0al4HU0DSmZAeZACC7S6_BUzZNsDwg1oU2Gql_KE8sPNsMckNGBaQhoG_TxLTVqs19sV7OwNADkf4yQIu88364RZxNpUQJUl-QESwI4IOQfk6OmjIAn7iEkmcknDsvl-4ukq9N9kpScw/s1600/Imagen+189.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" lda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEib0al4HU0DSmZAeZACC7S6_BUzZNsDwg1oU2Gql_KE8sPNsMckNGBaQhoG_TxLTVqs19sV7OwNADkf4yQIu88364RZxNpUQJUl-QESwI4IOQfk6OmjIAn7iEkmcknDsvl-4ukq9N9kpScw/s320/Imagen+189.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Naves de la Armada francesa de la época de la guerra de los Cien Años. Ilustración de un libro miniado medieval.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Al morir<strong> Carlos IV</strong> en Francia, <strong>Eduardo III</strong> de Inglaterra reivindicó el trono francés en contra del sucesor, <strong>Felipe VI de Valois</strong>. Ésta fue una de las causas del duro conflicto que enfrentó a Inglaterra y Francia en la que se denominó guerra de los Cien Años (en realidad fueron 116 años, de 1337 a 1453), y que, junto con la peste negra, asolaron Europa y culminaron la gran crisis de la Baja Edad Media. Hubo muchas más causas para la guerra además de la lucha por el trono; se sumaron al conflicto el control de los extensos territorios que la nobleza inglesa tenía en Francia, así como la rivalidad entre ambos países, que se remontaba al ascenso de <strong>Guillermo de Normandía</strong> al trono de Francia en 1066. La dinastía normanda inglesa había logrado crear una gran nación, pero los reyes normandos eran considerados por los reyes de Francia como vasallos. La hostilidad anglo-francesa se agudizó por culpa de varios conflictos periféricos, como el apoyo francés a Escocia contra la hegemonía inglesa y el control del estratégico ducado de Bretaña. </div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, la chispa del conficto se encendió en Flandes, que vivía una contradicción: por una parte, dependía económicamente de la importaciones de lana inglesa para su manufactura textil, la más importante del país, y, por otra, estaba subordinada a la Corona francesa. Esta circunstancia generó una profunda división entre los flamencos: la nobleza era profrancesa, mientras que la burguesía industrial era proinglesa. En algunas ciudades flamencas se produjo una rebelión que fue sometida en 1328. En 1336, el conde de Flandes <strong>Luis de Nevers</strong> y <strong>Felipe VI</strong> de Francia, se aliaron en perjuicio de los intereses textiles ingleses. A ello respondió el rey inglés <strong>Eduardo III</strong> con el embargo de las exportaciones de lana inglesa a Flandes, arruinando a los artesanos textiles. Un año después, <strong>Felipe VI</strong> se anexionó Gascuña. Fue entonces cuando <strong>Eduardo III</strong> reclamó el trono de Francia. De este modo, la única oportunidad que tenía Inglaterra de recuperar el territorio era que <strong>Eduardo III</strong> fuera reclamado rey de Francia, y así fue como estalló la guerra.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La batalla de La Enclusa</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Al principio se produjeron algunas escaramuzas, hasta que, en 1339, los flamencos se rebelaron contra el conde francés y reclamaron la presencia del monarca inglés. <strong>Eduardo III</strong> desembarcó en Flandes y se proclamó rey de Inglaterra y Francia. <strong>Felipe VI</strong> sabía que <strong>Eduardo III</strong> planeaba una gran invasión, ya que había reunido una flota de unos 200 buques que comandaba personalmente. El monarca francés reunió unos 190 barcos y puso al mando al almirante <strong>Hue Quiéret</strong> y al condestable <strong>Nicolás Béhuchet</strong>. Una buena parte de la flota francesa estaba formada por galeras genovesas que navegaban bajo el mando de <strong>Egidio</strong> <strong>Boccanegra</strong>, también llamado <strong>Barbanegra</strong> (al que no se debe confundir con el pirata del siglo XVII), con una fuerte dotación de expertos arqueros y ballesteros. La flota inglesa zarpó el 22 de junio de 1340 del puerto de Orwell, a orillas del Támesis, y se dirigió hacia la costa sur de Flandes, donde se le unieron otros 50 navíos. La tarde del 23 de junio, la flota inglesa fondeó en Blankenberge, puerto flamenco situado a 25 millas al suroeste de la rada de La Enclusa (Sluys en flamenco), un brazo de mar situado a 20 millas de La Haya siguiendo la línea de la costa. Los espías ingleses informaron que dentro de la ensenada de La Enclusa había una gran flota francesa. Pese a que <strong>Boccanegra</strong> aconsejó a <strong>Quiéret</strong> zarpar a mar abierto para no caer en una encerrona, los barcos franceses formaron tres líneas paralelas, con los barcos amarrados entre sí y los mayores en vanguardia. Al amanecer del día 24, la flota inglesa irrumpió en la bahia de Sluys y se colocó a barlovento con el sol a sus espaldas. <strong>Eduardo III</strong> ordenó dos líneas y arriar las velas, con lo que consiguió que el sol deslumbrara a los franceses. La primera línea de buques ingleses atacó a los franceses, al tiempo que la segunda línea de dividía en dos secciones, que envolvieron las líneas francesas de retaguardia. La batalla se convirtió en un frenesí de abordajes, mientras los barcos aún distantes, se lanzaban lluvias de flechas. La lucha fue durísima y se prolongó durante todo el día hasta el amanecer del siguiente. La batalla terminó con la destrucción total de la flota francesa y un escalofriante recuento de víctimas: entre 20.000 y 30.000 soldados franceses. De las pérdidas inglesas no hay datos fehacientes. Las fuentes inglesas señalan que <strong>Hue Quiéret</strong> murió en combate, mientras que <strong>Béhuchet</strong> fue colgado del palo mayor por orden del rey <strong>Eduardo III</strong>. <strong>Egidio Boccanegra</strong> consiguió escapar, no sin haber capturado antes dos buques ingleses que transportaban oro y plata para financiar la campaña terrestre en el continente.</div><div style="text-align: justify;">La destrucción de las fuerzas francesas en La Enclusa debilitó al ejército de <strong>Felipe VI</strong>, que sufrió las posteriores derrotas de Crecy, en 1346, Burdeos, en 1355, y Poitiers, en 1356, donde el sucesor de <strong>Felipe</strong> <strong>VI</strong>, <strong>Juan II el Bueno</strong> fue capturado. En 1360, Francia se vio obligada a firmar el Tratado de Brétigny, que cedía a <strong>Eduardo III</strong> todas las tierras que exigía, ecepto el ducado de Normandía.<strong> Juan el Bueno</strong> falleció en 1364, sucediéndole en el trono <strong>Carlos V</strong>, quien, en 1369, retomó la guerra. En 1372, gracias a la alianza con la Corona de Castilla, la flota inglesa fue destruida en La Rochelle; esta circunstancia permitió a <strong>Carlos</strong> <strong>V</strong> planear asaltos a numerosos puertos entre 1377 y 1380, año en que el almirante mayor de Castilla, <strong>Fernando Sánchez de Tovar</strong>, remontó el Támesis hasta Gravesend, muy cerca de Londres, , junto a la flota francesa comandada por <strong>Jean de Vienne</strong>. La situación dio un giro radical a favor de Francia, que fue recuperando sus territorios y logró una importante victoria en la batalla de Patay, con el liderazgo de <strong>Juana</strong> <strong>de Arco</strong>. En 1449, los franceses recuperaron Normandía y Guyena. En 1453, tras la pérdida de Aquitania por parte de Inglaterra, la guerra finalizó con la victoria de los franceses. Inglaterra tan sólo conservó la plaza de Calais en territorio francés, que, finalmente, perdió <strong>María Estuardo</strong> en 1557. La guerra de los Cien Años fue el primer gran conflicto bélico entre las dos primeras potencias occidentales, que luchaban por cuestiones dinásticas e imperativos industriales. Este tipo de conflicto internacional se repetiría en Europa una y otra vez durante los tres siglos venideros.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Las Repúblicas marítimas italianas</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKtJD4Yk9lYjgHwnsnhTjzJTSpmlS05iuO_VdOhxOkesmhtooOaD32xzoo5gLa3uJnN-6kN-meCdNXLlK29e8D3LJIWuSiYhdEIZSQxQg5MTLMo8EnTqhixSPywtLYbRvGKBIFcbowxggn/s1600/Imagen+190.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="275" lda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKtJD4Yk9lYjgHwnsnhTjzJTSpmlS05iuO_VdOhxOkesmhtooOaD32xzoo5gLa3uJnN-6kN-meCdNXLlK29e8D3LJIWuSiYhdEIZSQxQg5MTLMo8EnTqhixSPywtLYbRvGKBIFcbowxggn/s320/Imagen+190.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Detalle de un grabado alegórico de Venecia del siglo XV. Esta república italiana experimentó un extraordinario desarrollo durante aquella época.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">En el convulso Mediterráneo de la Baja Edad Media, la hegemonía bizantina empezó a declinar durante el siglo XI, con el afianzamiento de las repúblicas italianas de Venecia, Génova, Pisa y Amalfi. El desarrollo de la Serenísima República de Venecia fue fulgurante, y su puerto pronto sustituyó al de Constantinopla como nexo de unión entre los mundos de Oriente y Occidente. En aquella época, Oriente lo constituían los países islámicos y los de los extremos orientales de Asia, mientras que Occidente lo formaban los países de Europa, con una cultura totalmente distinta. La debilidad del imperio Bizantino hizo posible que Venecia se anexionar Creta y Eubea. Más tarde, en 1489, se hizo con el estado cruzado de Chipre.</div><div align="justify">A principios del siglo XV, los venecianos comenzaron su expansión por la península itálica. Hacia 1410, Venecia controlaba la mayor parte del Véneto, incluyendo ciudades como Verona y Padua, y se convirtió en el centro del comercio mundial y la mayor ciudad portuaria del mundo, con más de 200.000 habitantes. Los palacios, muchos de ellos construidos tomando como modelo los orientales, eran cada vez más lujosos. Se levantaban otros nuevos, decorados por artistas como <strong>Tintoretto</strong>, <strong>Veronese</strong>, <strong>Ticiano</strong> y <strong>Giorgione</strong>. La ciudad en la que se construyeron 150 canales y 400 puentes, alcanzó su máximo esplendor.</div><div align="justify">Las Repúblicas italianas surgieron como un poder contrapuesto a la dominación normanda. De hecho, la primera república que se constituyó fue la de la ciudad de Pisa, que, a partir del siglo VII, fue liberándose del yugo de Bizancio y de sus directos opresores, los longobardos. A partir del siglo XIV, Pisa fue perdiendo poder hasta ser absorbida por la vecina Florencia en 1406. Otra república de gran importancia fue la Amalfitana, que también surgió de la rebelión contra el dominio longobardo. Amalfi creó una importante flota de galeras; éstas formaban el grueso de la escuadra de la Liga Campana, que derrotó las naves musulmanas en la batalla de Ostia. Sin embargo, la República Almafitana comerció activamente con Oriente a partir del siglo X, y propició significativos avances en la por entonces caótica situación del derecho que regulaba todo lo relacionado con el mar; esto fue gracias a la creación en esta ciudad del famoso Tribunal Marítimo, que en 1135 compiló sus sentencias en una colección que se denominó <em>Tabla Amalfitana</em>, cuyos criterios fueron aplicados en toda la cuenca del Maditerráneo e incluso en Constantinopla.</div><div align="justify">Los marinos amalfitanos lograron también importantes avances en la navegación. Fueron los primeros europeos en usar la aguja magnética, cuya aplicación en los barcos desarrolló <strong>Flavio Gioia</strong> en 1302. Probablemente, fueron los chinos los primeros en usarla para orientarse en el mar, pero los amalfitanos la perfeccionaron y fueron sus divulgadores en el Mediterráneo. Construyeron también bellas y poderosas galeras, con dos palos, velas latinas y tres filas de remos, con las que alcanzaron su hegemonía a principios del siglo XIII. La invasión normanda marcó la decadencia política de la República Amalfitana.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Génova, Pisa y Venecia en el siglo XIII</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">En la baja Edad Media, la ciudad de Génova fue aumentando su poder marítimo hasta equiparlo al de Venecia. Ambas ciudades rivalizaron en el Mediterráneo junto con la república de Pisa. Los intereses de las tres repúblicas empezaron a chocar en el siglo XIII, dando lugar a graves conflictos. Génova derrotó a Pisa en 1284 y luego decidió atacar Venecia. El mayor enfrentamiento entre genoveses y venecianos se produjo en 1298, en la batalla de Curzola, en la que las galeras venecianas fueron derrotadas por las genovesas. Las dos potencias firmaron el cese de las hostilidades en 1299. La paz entre ambas repúblicas duró cerca de 50 años, durante los cuales el comercio continuó desarrollándose con intensidad, especialmente con Constantinopla y el Próximo Oriente. La guerra estalló de nuevo entre ambas ciudades, en 1350 y en 1389, en aguas del Egeo, con una nueva característica: los dos contendientes utilizaron por primera vez el fuego artillero, al instalar los primeros cañones en sus poderosas galeras de guerra, embarcaciones que deriban directamente del dromón bizantino.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La decadencia del imperio Bizantino</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM29MgiN49Q7EHnPgwjQwY3cZwwf2opsUJttKPEzap177P6rshdPOc9o-lvDRI1-jRVPxy_CzSL909zHeVzfhTJJ6wVghttBoBuCG_lXg6kp3c64ROrQaQ_WroPygLWo7m7ugPX8XxZAQ5/s1600/Imagen+198.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" lda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM29MgiN49Q7EHnPgwjQwY3cZwwf2opsUJttKPEzap177P6rshdPOc9o-lvDRI1-jRVPxy_CzSL909zHeVzfhTJJ6wVghttBoBuCG_lXg6kp3c64ROrQaQ_WroPygLWo7m7ugPX8XxZAQ5/s320/Imagen+198.jpg" width="250" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Intento de desembarco de la flota genovesa, coaligada con venecianos y catalanes, al pie de las murallas de Constantinopla, en 1352, en uno de los múltiples enfrentamientos entre Génova y Bizancio.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Después del desastre del imperio Latino, el poder político, económico y militar de Bizancio quedó muy debilitado. En 1261, cuando <strong>Miguel VIII Paleólogo</strong> reconquistó Constantinopla, que estaba en manos del emperador <strong>Balduino II</strong> (nombrado por los cruzados), poco quedaba ya del antiguo esplendor del imperio Bizantino. La magnífica y eficiente estructura administrativa de antaño había desaparecido, el comercio había disminuido a favor de las potencias latinas y su poder militar había menguado considerablemente. La Armada había perdido sus mejores unidades y los dromones que aún quedaban estaban en muy malas condiciones de mantenimiento. El emperador <strong>Miguel VIII</strong> sabía que, durante el ataque de la cuarta Cruzada, habían quedado patentes los puntos débiles de las fortificaciones de la capital, y una de las primeras acciones de gobierno del nuevo emperador fue reforzar las murallas del litoral y las defensas de los numerosos puertos del amplio frente marítimo de Constantinopla. Con el tiempo, estas defensas llegaron a ser más necesarias y significativas: si Constantinopla tenía que abrirse de nuevo al mar, precisaba hacerlo de una forma segura. Uno de los puntos estratégicos era el Cuerno de Oro, el brazo de mar que separaba la capital de la villa de Pera por el norte, que puede considerarse como un barrio de la capital. En la bocana del Cuerno de Oro se tendió una descomunal cadena de hierro que cruzaba el canal, de forma que ningún navío pudiera pasar sin la autorización de la guardia que permanentemente custodiaba el estratégico lugar con dromones. Las poderosas murallas del oeste de la ciudad se reforzaron muy poco, pues había resistido durante siglos los más duros ataques; por ello se las llamaba "bastiones de Oriente", puesto que Bizancio había salvaguardado siempre la civilización romana y cristiana del Mediterráneo.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">El poder otomano</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSzxwHoUq5uBmRn8w5tRfL9FLlsdDUSUmn03pngY4Iw01e-bLGdqnXsXUhV97Cn_xZDwHe0MIpzzlzyfqroeLT6eA_kt8BiMNlRdIKdSIQito10SGBNDPmTyntf9OqX6ykx2qJGdmeVPc5/s1600/Imagen+197.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="142" lda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSzxwHoUq5uBmRn8w5tRfL9FLlsdDUSUmn03pngY4Iw01e-bLGdqnXsXUhV97Cn_xZDwHe0MIpzzlzyfqroeLT6eA_kt8BiMNlRdIKdSIQito10SGBNDPmTyntf9OqX6ykx2qJGdmeVPc5/s320/Imagen+197.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Retablo del siglo XIV, en el que se aprecian las murallas de Constantinopla antes de su caída en 1453.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Sin embargo, a mediados del siglo XIII, la amenaza turca volvió con fuerza renovada. A los selyúcidas les sustituyeron los otomanos, que se convirtieron en una auténtica amenaza para Europa. Los otomanos procedían de pueblos nómadas desplazados por los mongoles hasta Asia Menor; éstos tuvieron en <strong>Osmán </strong>el caudillo que los organizó como nación independiente de los selyúcidas en 1326. Los cristianos pronunciaron su nombre <em><strong>Otman</strong></em>, de donde procede "otomano", sustantivo con el que se nombra a los turcos.</div><div align="justify">En 1326, <strong>Orkán</strong>, hijo de <strong>Osmán</strong>, conquistó buena parte de Anatolia e instauró la capital en Brusa, a las puertas del Bósforo. <strong>Orkán</strong> creó un cuerpo de élite, los jenízaros, que pronto se hizo famoso y temido por sus enemigos, especialmente por los cristianos. Los jenízaros eran reclutados entre los niños y adolescentes capturados a los cristianos en las conquistas turcas. Se les seleccionaba por sus aptitudes fisicas, se les daba formación islámica y se les entrenaba duramente en las artes de la guerra. Los jenízaros constituyeron el gran pilar en el que se basó el poder militar otomano. Estos soldados estaban muy vigilados, ya que no tenían conexión de raza ni de familia con sus amos; de hecho, a lo largo de la historia otomana, las rebeliones de los jenízaros causaron no pocos problemas al imperio.</div><div align="justify"><strong>Orkán</strong> tuvo dos hijos, <strong>Suleimán</strong> y <strong>Murat</strong>. <strong>Suleimán</strong> fue el primer otomano que cruzó el Bósforo y realizó la primera incursión en la ribera europea del Helesponto. Lo hizo con una docena de armadías y un comando de 60 jenízaros, capturando unos cuantos dromones bizantinos que constituyeron la primera flota de guerra turca. En 1354, los otomanos llegaron a la península de Gallípoli, en la boca sur de los Dardanelos, en la que se asentaron. Esta zona se convirtió en la base estratégica para su expansión en Europa.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">El desmembramiento de Bizancio</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLGVdm3LjhRidlUcs1G2UKE1v3ada_05_mVXkUIt0iZ7f8Jdt_OxSFE0JTJJKGaRXuwv4uh1cmD8CGnHkGzfN2Il2ahz_5nI1UqVDCHq4OfQKeUgNmG_n2hI4kQBzXP8Y-ZgNdJdLaF5j7/s1600/Imagen+200.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" lda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLGVdm3LjhRidlUcs1G2UKE1v3ada_05_mVXkUIt0iZ7f8Jdt_OxSFE0JTJJKGaRXuwv4uh1cmD8CGnHkGzfN2Il2ahz_5nI1UqVDCHq4OfQKeUgNmG_n2hI4kQBzXP8Y-ZgNdJdLaF5j7/s320/Imagen+200.jpg" width="216" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado con diversas escenas del saqueo de Constantinopla por parte de los turcos. La pareja que aparece en el umbral de la puerta del palacio imperial es la del emperador <strong>Constantino XI</strong> y su esposa.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">En 1361, <strong>Murat</strong> tomó Adrianópolis, a 200 km al oeste de Constantinopla, y la convirtió en la capital de su ya poderoso imperio, conquistando seguidamente gran parte de Tracia. Constantinopla quedaba cercada, y el emperador <strong>Juan V Paleólogo</strong> no tuvo más remedio que convertirse en vasallo de los otomanos. La alarma llegó al mundo cristiano; el papa <strong>Urbano II</strong> convocó una fuerza de coalición de varios estados cristianos, que fueron derrotados de forma estrepitosa en diversas confrontaciones entre 1361 y 1386.</div><div align="justify">La expansión de los otomanos hacia el oeste les costó un fuerte choque con los serbios; éstos opusieron una gran resistencia, hasta que fueron derrotados en la llanura de Kosovo en 1389, donde murió <strong>Murat</strong>, quien por entonces ya había heredado el sultanato. <strong>Bayaceto I</strong>, sucesor de <strong>Mura</strong>t, inició su reinado eliminando a todos sus hermanos para evitar luchas por el trono. En 1393, Bosnia y Bulgaria cayeron bajo el dominio otomano y, tres años más tarde, <strong>Bayaceto</strong> condujo a los jenízaros a una aplastante victoria contra la que se denominó Cruzada de Nicopólis, una coalición de húngaros y franceses alentada por el papa. Esta victoria facilitó la toma de Atenas y Esmirna entre 1396 y 1397. Serbia y Bulgaria fueron conquistadas por<strong> Bayaceto</strong> en 1398. Por aquellas fechas, el antiguo imperio Bizantino quedaba reducido a Constantinopla, una porción de Morea, en el Peloponeso, y Tesalónica.</div><div align="justify">En 1391, <strong>Manuel II Paleólogo</strong> subió al trono de Bizancio. <strong>Bayaceto</strong> condujo a su ejército hasta los muros de Constantinopla, pero los otomanos tuvieron que abandonar el sitio para enfrentarse a los mongoles, dirigidos por su caudillo <strong>Tamerlán</strong>, que había invadido el imperio Otomano por el este. <strong>Bayaceto</strong> murió después de haber sido hecho prisionero por <strong>Tamerlán</strong>, quien exigió el vasalleje de todos los otomanos. El imperio turco vivió un periodo de luchas internas entre los hijos de <strong>Bayaceto</strong> disputándose el trono. <strong>Mohamed I</strong> se impuso a sus hermanos en 1413, y el nuevo sultán se dedicó con gran empeño a la reunificación del país. Al morir en 1421, su sucesor, <strong>Murat II</strong>, se lanzó sobre Constantinopla y le puso cerco. El papa <strong>Eugenio IV</strong> organizó una cruzada al mando del húngaro <strong>Juan Hunyadi</strong>, que fue derrotada por los otomanos en Varna en 1444.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La artillería de Orbán</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLWD4cGFs9cnLMUTxdrWUcuyQ6-95jhULMctaxM5vZSNUpgPv_YoDVsP4RDYgu6T-dxZo1bYSmr3Z-YU_UqBaoEsnt0Tmqfz4MzNe1XzQQhgjYl5wGJfPFeBeEZowmmlyfIJ5z0BVNDfiD/s1600/bombarda_fort_nelson%5B1%5D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" lda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLWD4cGFs9cnLMUTxdrWUcuyQ6-95jhULMctaxM5vZSNUpgPv_YoDVsP4RDYgu6T-dxZo1bYSmr3Z-YU_UqBaoEsnt0Tmqfz4MzNe1XzQQhgjYl5wGJfPFeBeEZowmmlyfIJ5z0BVNDfiD/s1600/bombarda_fort_nelson%5B1%5D.jpg" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Gran cañón de broce turco construido en 1453. Con esta pieza de gran calibre, los turcos derrumbaron los muros de la capital de Bizancio en los ataques previos a la caída de la ciudad.</span></em></div><br />
<div style="text-align: justify;">En 1448, <strong>Constantino XI Paleólogo</strong> sucedió en el trono de Bizancio a <strong>Juan VIII</strong>. <strong>Constantino</strong> era una figura popular gracias a sus éxitos militares en el Peloponeso, pero era un ferviente defensor de la conciliación de las iglesias oriental y occidental, lo que causaba desconfianza no sólo entre el clero bizantino, sino también entre la buena parte del pueblo. Por otra parte, <strong>Murat II</strong>, sután del imperio Otomano, murió en 1451, sucediéndole en el trono su joven hijo <strong>Mohamed II</strong>, quien prometió no atacar el territorio bizantino. Pero tras un conflicto con <strong>Constantino</strong> a causa de unos rehenes, <strong>Mohamed</strong> decidió emprender la conquista definitiva de Constantinopla. Para conseguirlo, consciente de que sus antecesores habían fracasado al desestimar el frente marítimo, decidió construir una gran flota para bloquear todo tráfico por mar y ahogar los recursos de la gran capital. También el sultán jugó a fondo otra baza determinante: la artillería pesada. Por aquellas fechas, los primeros grandes coñones estaban aún en fase de experimentación. <strong>Mohamed</strong>, que poseía profundos conocimientos científicos, aceptó la propuesta del metalúrgico húngaro <strong>Orbán</strong> ((un cristiano renegado que había experimentado con piezas de más de cinco metros de longitud) de construir grandes cañones; los otomanos los emplazaron frente al Bósforo para bloquear la entrada norte del Helesponto. En el mes de noviembre de 1452, lograron hundir una galera veneciana con estos cañones, sembrando la inquietud entre los bizantinos. <strong>Orbán</strong> convenció a <strong>Mohamed</strong> para construir un cañón de casi nueve metros y 20 toneladas de peso, que disparaba proyectiles de piedra de 400 kilos con cargas de 220 kg de pólvora. Una vez forjada, la colosal pieza fue llevada a las cercanías de Constantinopla, empujada por varios cientos de bueyes y por un contingente de 100 hombres que avanzaban a razón de 2 km por día. El cañón fue situado apuntando hacia la gran puerta de San Roman, al oeste de la ciudad, en la parte central de la gran muralla de Teodosio. Los bizantinos, aterrorizados, lo llamaron Basilisco, nombre que se le daba a un monstruo mitológico griego muy famoso en la Edad Media. <strong>Constantino</strong> había organizado la evacuación de civiles, que partían por mar desde los muelles del Cuerno de Oro. Constantinopla, en cuyas calles había llegado a vivir casi un millón de personas, estaba poblada escasamente por cincuentamil bizantinos cuando <strong>Mohamed</strong> levantó el cerco. <strong>Constantino</strong> disponía de tan sólo 7.000 soldados para la defensa de más de 22 km de almenas; sus fuerzas navales se reducían a dos galeras venecianas, cinco dromones en muy mal estado y algunos barcos requisados que no tenían una tripulación profesional. La principal fuerza con operatividad anfibía con que contaban los bizantinos eran las naves genovesas, que habían llegado en enero de 1453 para incorporarse a la defensa de la ciudad; se trataba de dos galeras con 700 guerreros de élite comandados por <strong>Giovanni Giustiniani</strong>, quien fue nombrado por el <em>protostator</em> comandante en jefe de las fortificaciones. Los genoveses combatían junto a los griegos de Bizancio, así como junto a los venecianos, catalanes y napolitanos que se vieron atrapados por el conflicto. <strong>Constantino</strong> esperaba la ayuda de los cristianos de Europa, pero éstos estaban sumidos en el gran conflicto del Cisma de Occidente y dejaron a los bizantinos a su suerte. Fue el genovés <strong>Giovanni Giustiniani</strong>, experto en defensa de ciudades y católico fervoroso, el único que les prestó ayuda. Desde <strong>Juan V</strong>, los emperadores de Bizancio siempre habían acudido al papa romano en busca de alianzas, e incluso con <strong>Constantino</strong> había proclamado la unión religiosa que tanto había disgustado al pueblo griego. Después de promulgar la unión de ambas iglesias, una parte de la población y el clero de Constantinopla empezaron a llamar a <strong>Constantino</strong> apóstata, gritando por las calles "antes el turbante turco que el <em>capello</em> cardenalicio".</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Sitio y caída de Constantinopla</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNYw2Ahr3WOYwUO0obWAp4_pm6ktFTkBU1R3810IL30mdpjA8-REeBV44yBMKu6CeLEOrUmhyphenhyphenGVWaGYqjdxkijmqWNjwfYF3biDSBF0shGeu-t3LlmabbitGuKGd2fWRpv8QmAc53xAPRD/s1600/Imagen+201.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNYw2Ahr3WOYwUO0obWAp4_pm6ktFTkBU1R3810IL30mdpjA8-REeBV44yBMKu6CeLEOrUmhyphenhyphenGVWaGYqjdxkijmqWNjwfYF3biDSBF0shGeu-t3LlmabbitGuKGd2fWRpv8QmAc53xAPRD/s320/Imagen+201.jpg" uda="true" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Momento final del sitio de Constantinopla: el ejército otomano entra en la ciudad el 28 de mayo de 1453.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">El 6 de abril de 1453, <strong>Mohamed II</strong> ultimaba el emplazamiento de tropas para sitiar la ciudad. El sultán acampó con un ejército de 150.000 hombres, montando una impresionante ciudad militar frente a las murallas de Teodosio. Él mismo llegó, precedido por una gran fanfarria, tres días más tarde, escoltado por 12.000 jenízaros. <strong>Mohamed</strong>, siguiendo los preceptos coránicos, instó al emperador de Bizancio, <strong>Constantino</strong>, a rendirse; al obtener una respuesta negativa, ordenó comenzar el ataque.</div><div align="justify">El 10 de abril, el cañón Basilisco atronó por primera vez, con un estruendo que jamás un oído humano había percibido hasta la fecha. A partir de ese momento, el gigantesco cañón disparó ocho veces cada día; allí donde acertaba, el proyectil producía una enorme grieta. A los diez días, los otomanos habían abierto veinte brechas en los muros; sin embargo, los asediados rechazaban los ataques y reparaban los daños a una velocidad sorprendente. <strong>Mohamed </strong>se dio cuenta de que por tierra no era posible el asalto, y que la única solución era conseguir que su flota entrara en el Cuerno de Oro para atacar las murallas portuarias, mucho más débiles. Pero la cadena, celosamente guardada por los dromones de Bizancio, se lo impedía.</div><div align="justify">El Sultán ingenió entonces un ardid asombroso. Hizo construir desde el canal del Bósforo hasta el Cuerno de Oro dos pasadizos de vigas y tablas untados de grasa. Los otomanos compraron buena parte de las maderas, las cuerdas y la grasa a los genoveses neutrales de Pera, lo que fue considerado una traición por sus propios compatriotas, como el comandante <strong>Giustiniani</strong> y sus hombres, quienes combatían en el interior de la capital. Durante la noche del 21 al 22 de abril, los jenízaros transportaron 80 naves, algunas arrastrándolas, otras empujándolas sobre carros, a través de las colinas y valles al noroeste de Pera. Por la mañana, los bizantinos observaron estupefactos la flota turca, con los gallardetes desplegados, ocupando buena parte de la ribera norte del Cuerno de Oro. Sin embargo, cuatro barcos genoveses y un bizantino, alentados desde las murallas de la ciudad, lucharon contra una parte de la flota otomana, la que se hallaba más cerca de la cadena de la bocana, infligiéndoles una severa derrota. Los turcos perdieron varios barcos y 12.000 hombres. Pese a la victoria, el desaliento y el cansancio cundió entre los bizantinos. Los jenízaros se agruparon para el asalto final ante las debilitadas murallas, al tiempo que <strong>Mohamed II</strong> ofreció clemencia a cambio de la rendición. Al ser ésta rechazada, el 29 de mayo de 1453 el sultán encabezó él mismo el asalto. El último emperador de Bizancio, <strong>Constantino XI Paleólogo</strong>, murió luchando en las murallas. <strong>Mohamed II</strong> entró en la ciudad y se dirigió directamente a la basílica de Santa Sofía. Al día siguiente, el almuecín convocó a los fieles a la oración en la mezquita de Constantinopla.</div><div style="text-align: justify;"><br />
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</div></div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-55800621896587243872012-02-07T10:58:00.000-08:002012-02-07T10:58:23.140-08:00Drakkars y Knorrs, la exquisitez naval vikinga<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2yQzwwymaN-N0YyYdMUMB2BySXo06MIZ-6LOsD5SznVgj8dZx-fKtvUlY_yzSH1cFBkx0jnq2eUBEsxpPjFGflL1snNrEKKI4M3KCYQmemaOhYW1vkFyGDGSKst82SLWRocPb4ZLJAdnt/s1600/Imagen+171.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="295" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2yQzwwymaN-N0YyYdMUMB2BySXo06MIZ-6LOsD5SznVgj8dZx-fKtvUlY_yzSH1cFBkx0jnq2eUBEsxpPjFGflL1snNrEKKI4M3KCYQmemaOhYW1vkFyGDGSKst82SLWRocPb4ZLJAdnt/s320/Imagen+171.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Alzado de un drakar, un modelo representativo de las naves vikingas.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">El <em>drakkars</em> fue en realidad la primera nave construida por el hombre, concebida y debidamente preparada para afrontar largas travesías en las más duras condiciones meteorológicas. Los <em>drakkars</em> eran ligeros, resistentes y muy polivalentes. Su aparejo estaba concebido con un gran sentido de la funcionalidad, ya que se podía abatir el palo para navegar exclusivamente a remo y maniobrar en la costa independientemente de la fuerza del viento. Existen diversas descripciones de <em>drakkars </em>en las que se reseña una tripulación de 80 remeros, por lo que se supone que las naves debían sobrepasar con facilidad los 45 metros. El maderamen presentaba unas 16 hiladas fijadas con remaches, calafateadas con cabo y pelo de animal embreados. La quilla era una pieza única de madera, de 17 a 20 metros de longitud. Los <em>drakkars</em> generaron el barco de combate puro, que no apareció claramente definido hasta el siglo XI en Normandía. Estas naves eran notablemente alargadas y de formas finas, capaces de alcanzar a vela puntas de velocidad de hasta 12 nudos, característica que los hacía muy temibles en las incursiones de combate.</div><div align="justify"><em>El Knorr</em> estaba preparado para el transporte oceánico. Era un barco relativamente ancho, en el que primaba la estabilidad sobre la velocidad. Su diseño se perfeccionaba constantemente gracias a las frecuentes travesías de altura, especialmente entre Islandia y Groenlandia. Su gran capacidad permitía transportar varias familias de colonos en solo barco, con todos sus pertrechos y animales, en viajes a miles de millas de distancia. Por lo general, un <em>Knorr</em> tenía una eslora de 24 metros de longitud por 5,5 metros de manga, aunque los había de distintos tamaños. Era un auténtico barco mercante que, pese a ser sensiblemente más lento que los de guerra, podía llegar a alcanzar de 8 a 10 nudos.</div><div align="justify">Con la admirable construcción de los <em>Knorr</em> y <em>drakkars</em>, los maestros de ribera vikingos llegaron a su máximo esplendor. El maderamen solía ser de pino, probablemente procedente del sur de Noruega; la quilla y las varengas eran de roble, y las cuadernas y baos de tilo. Disponían de un alto francobordo, lo que, unido a la considerable anchura y redondez del casco, les confería unos interiores muy amplios, capaces de albergar espacios para el ganado, los enseres pesados y la tripulación. Disponía de medias cubiertas a proa y a popa, por lo que el centro quedaba abierto a modo de gran bodega. El mástil era, como siempre, abatible, y soportaba una vela cuadra con una verga de entre 12 y 15 metros de longitud. En todos los barcos vikingos, la quilla era un modelo de solidez y sentido práctico. En los barcos posteriores al de Gokstad, la quilla se afianzó como pieza fundamental del barco. Era sólida y sabiamente diseñada para permitir as varadas en las playas con facilidad, de modo que protegía las tablas más bajas del roce constante de la arena. Estaba cubierta por una sobrequilla que soportaba las varengas y los genoles. El maderamen típico de los barcos grandes consistía en 16 hiladas montadas en tingladillo. Las ocho hiladas inferiores iban sujetas a las varengas por medio de pasadores distribuidos a lo largo de ellas. El resto de las tablas superiores iba simplemente clavado. La carlinga del palo se apoyaba en seis baos, lo que le confería una gran solidez. Los remos iban colocados en chumaceras circulares o cuadradas practicadas en los costados, y los remeros se sentaban sobre sus propios cofres de enseres personales o, en algunos casos, sobre banquetas móviles. Poseían altos guindastes que permitían extender una gran lona que cubría a la tripulación para protegerla del frío, la lluvia y la nieve.</div></div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-66693119695984193072012-02-06T14:17:00.000-08:002012-02-06T14:17:16.519-08:00La perfección del sistema en tingladillo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwBhZgO8izYhFclKTHAl2-oinNKCB93FfMxWbg0s9EFVcmacg5TgJx0Qg8O_6e_zohUmkCO5D5LKSCCghsLmsUSYCl6uDhzKnqCzsKrfEhhFMGFc7MWEdTx0RttJwPk-LONndFp2Ql0fiS/s1600/Imagen+164.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="196" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwBhZgO8izYhFclKTHAl2-oinNKCB93FfMxWbg0s9EFVcmacg5TgJx0Qg8O_6e_zohUmkCO5D5LKSCCghsLmsUSYCl6uDhzKnqCzsKrfEhhFMGFc7MWEdTx0RttJwPk-LONndFp2Ql0fiS/s320/Imagen+164.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Las secciones a nivel de la cuaderna maestra de los barcos encontrados en Hjörtspring (siglo III a.C.), Nydam (300 d.C.), Oseberg (800 d.C.) y Gokstad (900 d.C.).</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">El sistema del tingladillo, que supone la construcción de la tablazón de la nave a base de hiladas (filas de tablas) superpuestas (lo contrario que en el sistema mediterráneo, en el que las hiladas se empalman por los topes y bordes), llegó a la perfección gracias a los vikingos. En el barco hallado en Hjörtspring, del siglo III a.C., se puede observar una estructura previa al tingladillo. Esta estructura estaba construida con tablas de madera de tilo cosidas con mimbre de tejo y atadas a unas incipientes y ligeras cuadernas. Disponía de una rudimentaria quilla, especialmente concebida para poder ser arrastrada por la arena, y la estructura se completaba con 10 bancadas asentadas sobre puntales. Se trataba de una embarcación ligera diseñada para el asalto costero. En el barco de Nydam (300 d.C.) la tablazón se componía de cinco hiladas por banda, y la quilla estaba constituida por una sola tabla de sección transversal en forma de T; este tipo de construcción se puede considerar como la base sobre la que se desarrolló la técnica nórdica del tingladillo; proporcionaba estructuras muy sólidas, con una alta resistencia al quebranto, lo que permitió a estas embarcaciones afrontar retos marineros en la navegación de altura. El periodo culminante de su desarrollo llegó en los siglos IX y X, tal como demuestran los hallazgos arqueológicos de Oseberg y Gokstad, en los que aparecieron dos barcos atribuidos a los años 800 y 900 respectivamente, que sirvieron de sepulcro a sus dueños. Son dos barcos muy diferentes, que confirman la existencia de la gran cantidad de modelos distintos que se fabricaban en Escandinavia, no sólo en cuanto a tamaño, sino también en estructura y diseño. Los expertos han llegado a la conclusión de que el barco de Oseberg es un <em>karfi</em> o <em>karv</em>, un tipo de nave que se puede considerar la primera embarcación de recreo de la historia, idónea para navegar en las abrigadas aguas de los fiordos, pero no para aventurarse en alta mar. La arboladura mostró que el problema de la vela no estaba aún solucionado: el palo estaba situado en un pequeño tintero a modo de carlinga, asentado sobre las dos cuadernas centrales y sujeto por otro palo más delgado; este palo se había roto y había sido separado con grapas de hierro. Un análisis detenido del aparejo deja muy clara la imposibilidad de que una estructura como la de la arboladura del barco de Oseberg fuera capaz de sostener las fuertes tensiones provocadas por el velamen. El desarrollo de la vela tuvo lugar en la época del barco de Oseberg o, como mucho, de 50 a 100 años más tarde; esto se puede apreciar claramente en el barco hallado en Gokstad, que muestra una solución fiable al problema de la arboladura. En pocos años, la producción de veleros oceánicos. El barco de Gokstad estaba construido totalmente en madera de roble y, con 23 m de eslora, era mayor que el barco de Oseberg. El maderamen presentaba 16 hiladas fijadas con remaches y calafateadas con cabo y pelo de animal embreados. El francobordo, de 1,8 m, también era más alto que el de Oseberg. La quilla era una pieza única, de 17 m de longitud, y estaba ligeramente curvada hacia abajo, de forma que la zona de mayor calado correspondía a la parte central del barco. Ello obedecía a la necesidad de reducir el quebranto, de aumentar la capacidad de flotación del casco y de facilitar la virada y la sensibilidad del timón. De los extremos de la quilla salían piezas de madera que ensamblaban la roda y el codaste. El palo, de 12,2 m de altura, soportaba una vela cuadra y descansaba en una carlinga de una sola pieza de roble, amarrada a las cuatro cuadernas centrales. La sujeción de la arboladura tenía en cuenta la compresión y los esfuerzos laterales.</div></div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-86949456658227230012012-01-30T14:23:00.000-08:002012-02-06T15:02:06.802-08:00Los vikingos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6xBH4VJVEtiQCOl082Q7zSeAgmrWS_KHShRlPbJp2a3etEDjxxIGm5AyoahnjbpzdelqySUh9MNgdWwL5tccfwTfcoutm4_vL3PfhqlBgqGKySuvAE7XwLuD_E5-VDxiy3iAXgyj7pWea/s1600/Imagen+160.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gda="true" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6xBH4VJVEtiQCOl082Q7zSeAgmrWS_KHShRlPbJp2a3etEDjxxIGm5AyoahnjbpzdelqySUh9MNgdWwL5tccfwTfcoutm4_vL3PfhqlBgqGKySuvAE7XwLuD_E5-VDxiy3iAXgyj7pWea/s320/Imagen+160.jpg" width="229" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Óleo que muestra la llegada de la expedición del vikingo Torfinn Karlsefni, que desembarcó en las costas del continente norteamericano, cerca de la actual Newport.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Tras la caída de Imperio Romano, se empezó a desarrollar en el norte de Europa una sólida cultura marítima basada en una tradición muy antigua que había permanecido oculta. Ésta culminó con los vikingos, el pueblo marítimo por antonomasia de la historia de la humanidad. Los vikingos dominaron el mar del Norte durante la Edad Media, desde el siglo V hasta el X.</div><div align="justify">Fueron los primeros marinos con vocación claramente oceánica, lograron grandes hazañas, como el desembarco en América y la travesía fluvial desde Rusia hasta el mar Negro. Sus barcos fueron los mejores que hasta entonces se habían construido.</div><div align="justify">El primer contacto de Roma con los navegantes del norte de Europa lo tuvo <strong>Julio César</strong>, en sus campañas en el norte de la Galia y Britania. En sus crónicas, el gran conquistador romano hace referencia a las sorprendentes canoas de piel de origen celta y a las robustas embarcaciones de roble y velas de cuero de los vénetos hacia 56 a.C. Luego, los romanos establecieron en el siglo I d.C. la denominada <em>Classis</em> <em>Britannica</em>, una flota con base en Britania cuya principal misión era la de mantener el comercio a ambos lados del canal de la Mancha, amenazado por los piratas. De hecho, durante esa época, las embarcaciones nórdicas estaban desarrollándose y no alcanzaron su plenitud hasta la caída del Imperio Romano. La primera evidencia arqueológica que se tiene de ellas son los restos del barco hallado en el yacimiento de Hjörtspring, en Dinamarca. Se trata de una canoa escandinava del siglo III a.C., una embarcación de guerra a remo, del tipo canalete, que se debió depositar como ofrenda junto a gran cantidad de armamento. Tenía una eslora de 13 metros y una manga de 1,80; es decir, una relación de eslora a manga de seis a uno, un barco (largo) si se le compara con los que habían navegado hasta el momento en el Mediterráneo. La canoa estaba construida con tablas de madera de tilo cosidas con mimbre de tejo y atadas a ligeras cuadernas. Contaba ya con una rudimentaria quilla especialmente concebida para poder ser arrastrada por la arena, y la estructura se completaba con 10 bancadas asentadas en puntales que servían para que unos 20 remeros-guerreros tomaran asiento y bogaran. Era una embarcación ligera diseñada para el asalto costero.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La gran migración germánica</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-s57qOmy6v28x58MYjUsb9YVO_TPqQvP0FZNn33z9960dSoN31500w_7pBxk84SKhs7Yq0gbmVw2_ND2I2RV9uMYkq1ZsiBirZuDnaeWXbBjrEoKHYcE0OYvAb5KpXWib5A4rbBSQAJ4q/s1600/Imagen+162.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="222" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-s57qOmy6v28x58MYjUsb9YVO_TPqQvP0FZNn33z9960dSoN31500w_7pBxk84SKhs7Yq0gbmVw2_ND2I2RV9uMYkq1ZsiBirZuDnaeWXbBjrEoKHYcE0OYvAb5KpXWib5A4rbBSQAJ4q/s320/Imagen+162.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Pinturas rupestres (realzadas con pintura roja para mejorar su visualización) que representan las alargadas embarcaciones del norte de Europa, similares, aunque anteriores, a la hallada en Hjörtspring. Las líneas sobre el casco representan a los remeros.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">En el siglo IV, mientras la presión de los pueblos germánicos se incrementaba de forma asfixiante, los romanos se vieron obligados a levantar fortalezas a lo largo de la costa este de Inglaterra; fueron las denominadas <em>saxon shore</em>, que se utilizaron hasta el siglo V, cuando las invasiones germánicas desmoronaron las fronteras del Imperio Romano de Occidente. Entonces, los pueblos sajones, anglos, jutos y frisios emigraron masivamente a Britania. Estos cuatro pueblos vivían volcados al mar desde que se asentaron en el norte de Europa. Los sajones habitaban la zona norte de la actual Alemania; en el istmo de la península de Jutlandia habitaban los anglos y los jutos, y los frisios se asentaban en la actual Holanda. Eran pescadores y ganaderos que se beneficiaban de los extensos y excelentes robledales que poblaban sus tierras y de los que obtenían las maderas de una calidad muy superior a las que se habían utilizado hasta el momento en la construcción de barcos.</div><div align="justify">En realidad, este gran movimiento migratorio germánico fue una colonización en sentido estricto, en la que familias enteras, con sus enseres y animales, incluyendo los caballos, navegaban en barcos muy sólidos, costeando para evitar las fuertes corrientes contrarias, hasta llegar a la altura de la actual Caláis. Atravesaban después el canal de la Mancha por la zona más estrecha y desembarcaban cerca de la actual Dover. Con los restos arqueológicos de estos barcos, como el que se halló en Nydam, en la actual localidad danesa de Schleswig, situada en el istmo de la península de Jutlandia, se ha podido estudiar la estructura de estas embarcaciones con las que estos audaces remeros viajaron a Britania en grupos de unas tres familias por nave.</div><div align="justify">Este barco mostró un alto nivel de desarrollo del sistema de construcción en tingladillo, que, por aquella época, era totalmente desconocido en el Mediterráneo, y que llegó a su máximo perfeccionamiento con las embarcaciones vikingas unos tres siglos más tarde.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Los vikingos</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwSwPg0Cm2ZHDgqjefUZQF3vspDqhR5kRWTMrOgWhRtoB4QquJLhio3_KT4IimeNqNjjwUZnCruhJNIw2ar5n-JcL1UeXVE59lt3-EoW7VqB3r8dsPLnnvXjEP6tRyBQIHpDi-0wVPR4rz/s1600/Imagen+163.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="262" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwSwPg0Cm2ZHDgqjefUZQF3vspDqhR5kRWTMrOgWhRtoB4QquJLhio3_KT4IimeNqNjjwUZnCruhJNIw2ar5n-JcL1UeXVE59lt3-EoW7VqB3r8dsPLnnvXjEP6tRyBQIHpDi-0wVPR4rz/s320/Imagen+163.jpg" width="320" /></a></div><br />
<span style="color: #990000; font-size: x-small;"><em>Desembarco vikingo a su estilo habitual, es decir, varando las naves en la playa.</em></span><br />
<br />
<div align="justify">Mientras los pueblos germánicos emigraban en masa a las islas Británicas, en Escandinavia, un pueblo marinero había desarrollado excelentes naves a remo, fruto de una tradición milenaria. Se trataba de los vikingos, un pueblo que vivía en la costa de la península escandinava y de la actual Dinamarca y que compaginaba la agricultura y la ganadería con la pesca y el comercio marítimo. Los vikingos habían desarrollado el arte de la navegación a vela y estaban construyendo las que iban a ser las mejores naves de altura que nunca habían surcado los mares. El origen del término vikingo es oscuro. Algunos historiadores sostienen que procede del sajón <em>vik in</em>, que significa "bahía adentro", y que hace referencia a sus famosos asaltos varando las naves en las playas; otros lo relacionan con la palabra latina <em>vicus</em>, "lugar de mercado"; también hay quien prefiere la creencia de que están relacionados con la región geográfica de Vik, en Noruega; y son muchos los que afirman que "vikingo" significa simplemente "hombre del norte" en el lenguaje nórdico antiguo. Fuera de Escandinavia, a los vikingos se les conocía con distintos nombres; los griegos les llamaron <em>varegos</em>, en referencia al mar Báltico (mar Varego), y en el resto del imperio Bizantino se les conoció como <em>rus</em>; sin embargo, en la Europa occidental se les llamó <em>normandos</em>, un término de origen franco que literalmente significa "hombres del norte". La tradición marinera vikinga se remonta a 4.000 a.C., cuando ya existían asentamientos de población, como queda probado por los grabados rupestres hallados en Escandinavia. Hacia 2.000 a.C. ya existía una notable actividad naval, y los historiadores sostienen que, hacia 1.500 a.C., los antecesores de los vikingos comerciaban con las islas Británicas intercambiando pedernales y ámbar. Las embarcaciones más primitivas estaban constituidas por un armazón de ramas de árbol forradas de piel, una tradición que aún se conserva hoy en día en los <em>Kayaks</em> y <em>umiaks</em> de Alaska y Groenlandia construidos con pieles de foca. También se han encontrado pruebas de que en Escandinavia hubo muchas canoas monóxilas realizadas con los excelentes troncos del fresno nórdico. Este comercio experimentó un notable avance hacia 200 a.C., cuando aparecieron los primeros cascos construidos totalmente de madera. Sobre esta fecha están datados los restos encontrados en la isla danesa de Als, al sur de Jutlandia, que muestran la construcción de una embarcación con el casco en tingladillo de unos 13 metros de eslora por 1,8 de manga. La tablazón de esta nave estaba ensamblada con mimbre de tejo, de forma muy similar a las representadas en las pinturas rupestres de 1.800 años antes; estaba concebida para varar sobre playas de arena y disponía de 10 bancos en los que tenían cabida un máximo de 20 remeros.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Los vikingo exploran el mar</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">En el siglo VI, los vikingos se atrevieron a salir de la costa y arriesgarse a la navegación de altura. Fue una decisión similar a la tomada por los fenicios: la intrincada orografía y las montañosas costas, especialmente las noruegas, hacía muy difícil la comunicación por tierra, por lo que se vieron impulsados a navegar: Su experiencia les llevó a un notable incremento de la navegación comercial en toda la península escandinava y en Jutlandia. Paralelamente a su actividad de carácter económico, a finales del siglo VII, los vikingos comenzaron a ser conocidos por su fama de violentos y sanguinarios, a causa de los audaces y rápidos <em>raids</em> navales, que afectaron también a las zonas en las que no comerciaban.</div><div align="justify">La violencia de estas incursiones contrastaba con la estructura social de un pueblo tranquilo que practicaba la agricultura del cereal, la ganadería y, sobre todo, la pesca, que era su principal fuente de nutrición. Comerciaban con pieles y productos derivados de la caza de la ballena y de las focas, pero sobre todo pedernal, que se utilizaba para fabricar puntas de lanza y arpones, además de como generador de chispas para encender el fuego. Su estructura social se basaba en las familias; éstas formaban grupos diseminados que vivían bajo el control de los <em>jarls</em> (literalmente, condes), quienes tenían esclavos capturados en sus incursiones por el sur. Los barcos hallados en las excavaciones realizadas en 1890 y 1904 en Gokstad y Oseberg formaban parte de las ceremonias funerarias de los vikingos: los reyes, los <em>jarls</em>, los señores de la guerra y otros vikingos principales eran enterrados generalmente en túmulos de arcilla roja, acompañados de grandes fastos y ceremonias. Pero a menudo, y para desgracia de los arqueólogos e historiadores, el fallecido era quemado en el interior de su propio barco.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La gran expansión vikinga</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXwqChqHV6uaIxdDUKLqy0Pb9Lm_mxq37p7fQkAj7x8jU8niuMi2nbHjTSf6qxO3ryEu-159lecvFTgrYMAkCuJo3QWXosWEOJAbmDoND_FYOVIRFN4rWGGDGb_9t3aYxRJybmatC8wqL0/s1600/Imagen+165.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="244" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXwqChqHV6uaIxdDUKLqy0Pb9Lm_mxq37p7fQkAj7x8jU8niuMi2nbHjTSf6qxO3ryEu-159lecvFTgrYMAkCuJo3QWXosWEOJAbmDoND_FYOVIRFN4rWGGDGb_9t3aYxRJybmatC8wqL0/s320/Imagen+165.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Desembarco vikingo en Francia. Los frecuentes ataques vikingos se convirtieron en una pesadilla para <strong>Carlomagno</strong> y sus sucesores. Finalmente, las tropas invasoras del norte consiguieron la cesión del ducado de Normandía por el rey de Francia <strong>Carlos III</strong>.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">En el siglo VIII, la población vikinga creció y se expandió hacia el Báltico de forma pacífica. Al mismo tiempo, se inició una constante emigración hacia el oeste en búsqueda de nuevas tierras donde asentarse; los vikingos noruegos fundaron asentamientos en las islas Shetlands, las Orcadas, las Hébridas, Islandia, Groenlandia e incluso en Terranova. Esta expansión fue posible gracias al desarrollo que habían alcanzado sus extraordinarios barcos y a sus profundos conocimientos de las artes de la navrgación. Estos asentamientos hacia el oeste llegaron a su mayor desarrollo en el siglo IX, cuando el aumento de población en las costas vikingas coincidió con una etapa de escasez de recursos. También fue un periodo de numerosas luchas internas entre clanes familiares de Escandinavia, lo que motivó que muchos de ellos viajaran en busca de nuevas tierras.</div><div style="text-align: justify;">La primera referencia histórica a las incursiones guerreras vikingas hacia el oeste data del año 793, cuando llegaron por mar al monasterio de Lindisfarne, situado en una remota isla del norte de Inglaterra, para asaltarlo y saquearlo. Éste fue el primero de una serie de ataques a otros monasterios; en 794, fueron saquedos los de la isla escocesa de Iona, los de Jarrow y Monkwearmouth en la costa inglesa y el de Inishboffin en Irlanda, cuyas importantes riquezas eran presa fácil para los guerreros vikingos. Dos años más tarde llegaron a Irlanda, y poco después a la costa francesa, primero la del norte y luego la del sudoeste. Su fama de sanguinarios salteadores comenzó a extenderse por el norte de Europa. El rey danés <strong>Godofredo </strong>atacó y arrasó las costas de Frisia y las del sur del Báltico. Los daneses también tomaron York en 867, creando un asentamiento permanente. Durante el siglo X, los vikingos lucharon en numerosos territorios de Inglaterra y crearon un reino vikingo alrededor del mar de Irlanda, cuyas principales ciudades eran Jorvik (la actual York) y Dubhlinn (la actual Dublín).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La creación de Normandía</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3Hfz4vzT7qL1R4ipy-o8BIo9D7pYkPMMoj_gvjKtb0F07sN_Lr1Cy_2rd1kDo-xGSMC814le55AEIFtW6Bn66Y4VyvuNEmSCoivVR5oy93n-H9351tZD5HEBSucMVDSewu0R53Euk2J3v/s1600/Imagen+166.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="206" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3Hfz4vzT7qL1R4ipy-o8BIo9D7pYkPMMoj_gvjKtb0F07sN_Lr1Cy_2rd1kDo-xGSMC814le55AEIFtW6Bn66Y4VyvuNEmSCoivVR5oy93n-H9351tZD5HEBSucMVDSewu0R53Euk2J3v/s320/Imagen+166.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Una nave vikinga navegando por el Sena antes del ataque a París. La ciudad franca sufrió numerosas incursiones vikingas durante el siglo IX.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los ataques a la costa norte de Francia fueron la pesadilla del imperio Carolingio durante todo el siglo IX. Los vikingos realizaron sus primeras incursiones en Francia en 799, controlando la zona del canal de la Mancha. El propio <strong>Carlomagno</strong> tuvo que armar una flota para tratar de proteger sus costas, sin obtener el éxito deseado. Las incursiones aumentaron y, en 820, una flota de 13 barcos vikingos remontó varias millas el río Sena saqueando todo lo que encontraban de valor. En 845, los guerreros del norte alcanzaron por primera vez París, y dos años más tarde realizaron un raid en Burdeos. La ribera del Loira, que solían remontar sin problemas, también sufrió numerosos ataques, y los vikingos establecieron un asentamiento en una isla junto a la desembocadura del río, que se convirtió en una base permanente e inexpugnable para los soldados francos durante mucho tiempo. Los vikingos se aprovecharon de las guerras civiles en Aquitania para instalarse en la desembocadura del Ardour. En el 862 lograron la máxima penetración en el sur de Francia, llegando hasta Tolosa. El rey <strong>Carlos el Calvo</strong> se vio obligado a tomar medidas excepcionales para proteger los estuarios y puertos, pero estas preocupaciones no lograron controlar la invasión. Los vikingos no fueron claramente derrotados hasta la década de 880, por una coalición de duques de Bretaña, que lograron expulsarlos de sus tierras. Sin embargo, en 885, liderados por el noruego <strong>Hrolf Ganger</strong>, también conocido como <strong>Rollon el Caminante</strong>, los vikingos atacaron de nuevo París, que tuvo que pagar un alto rescate para evitar el saqueo y la ocupación; poco después, en 886, saquearon Borgoña.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Rollon</strong> atacó de nuevo los territorios franceses en 911. Presionó tanto al rey de Francia, <strong>Carlos III el Simple</strong>, que le obligó a firmar el Tratado de Santa Clara de Epte, por el que logró la cesión del Condado de Ruán, del País de Caux y del País de Dieppe. A consecuencia de este tratado, <strong>Rollon</strong> se casó con <strong>Gisela</strong>, una hija ilegítima de<strong> Carlos III</strong>, y él y sus hombres se convirtieron al cristianismo. Con los amplios territorios cedidos por el rey formaron el ducado de Normandía, nombre que significa "país de los normandos", calificativo con el que ya eran conocidos en toda Francia. El asentamiento principal de los vikingos se estableció en Ruán. Este fue el principio de una dinastía ducal que llegaría, a partir de <strong>Guillermo I</strong> <strong>el Conquistador</strong>, a dominar Inglaterra en el año 1066.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">El sur de Europa, el Mditerráneo y los ríos rusos</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394;"><br />
</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSbtuewVaVoRF08PQTLsuh0MAXUFgEJ_yfnrgmN4zQ1ZqcMlPQv0Qo_kQV1TX1t4hLt50qbJRfNyy22bBlpKA6SBvsYmSytIEZnencUl_0sGeDp199QQJAmxR_lgUvzVr5hEbvwjDxV_G2/s1600/Imagen+167.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="224" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSbtuewVaVoRF08PQTLsuh0MAXUFgEJ_yfnrgmN4zQ1ZqcMlPQv0Qo_kQV1TX1t4hLt50qbJRfNyy22bBlpKA6SBvsYmSytIEZnencUl_0sGeDp199QQJAmxR_lgUvzVr5hEbvwjDxV_G2/s320/Imagen+167.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Asalto a las murallas de París llevado a cabo por las fuerzas vikingas comandadas por <strong>Rollon</strong> en el año 885. El líder vikingo fue nombrado, posteriormente, duque de Normandía.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">A mediados del siglo IX, los vikingos descendieron por la costa oeste de Francia con 62 barcos y unos 3.800 hombres, atacando, en el norte de la península Ibérica, al rey <strong>Alfonso III</strong> de Asturias y luego las tierras de la actual Galicia. A continuación, descendieron por la costa portuguesa, donde fundaron una colonia en la actual Póvoa de Varzim, en el norte de Portugal, y saquearon Lisboa. En 844 alcanzaron el golfo de Cádiz, por aquel entonces bajo el dominio del Califato de Córdoba, remontaron el Guadalquivir y saquearon Sevilla. Los árabes los nombraron Madjus, es decir, "brujos" o "hechiceros", y no pudieron evitar que se apoderaran de la ciudad durante más de un mes. A principios del siglo X se repitieron los ataques y, como consecuencia de ellos, <strong>Abderramán III</strong> ordenó ampliar el puerto de Sevilla y aumentar la flota de vigilancia marítima. Hacia el año 859, los vikingos atacaron las Baleares, Barcelona, Marsella y las costas del actual golfo de Génova. Más hacia el este, invadieron Sicilia y la zona de Calabria, donde se asentaron desde 900 a 1100.</div><div style="text-align: justify;">Los vikingos suecos , por su parte, comenzaron sus incursiones hacia Rusia a finales del siglo VIII y las continuaron hasta mediados del XI. Navegaban por los ríos, y cuando era imposible seguir, transportaban los barcos arrastrándolos por tierra de cauce a cauce. Surcaron casi todos los ríos rusos y llegaron, por el Dnieper, hasta el mar Negro y Constantinopla, la capital del Imperio Bizantino. Por el Volga entraron en el mar Caspio y lo atravesaron hasta Gurgan; desde allí llegaron, según parece, por tierra, hasta Bagdad. Fundaron la ciudad de Kiev y el país de Rusia; de hecho, el nombre proviene del témino<em> rus</em>, con el que los bizantinos designaban a los vikingos suecos. Las rutas comerciales que los vikingos marcaron, desde el Báltico al mar Nrgro a través de los ríos rusos, fueron luego de una gran importancia económica para el comercio de Europa con las naciones del Este.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La gran Epopeya del Atlántico Norte</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXNioB7m85oL_T4BD2IaRZ57eRkmrc6TppDmhkYL5kGbprI5ttE4uI3XMQi2K5zs2GmaqhDDhOEX_bpjCrbv9ZGA4BGuOT_WCeYeRDSN8wryupdqtFqB9Z1UMrxAXwo3AoVHFb8gVikhGc/s1600/Imagen+168.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXNioB7m85oL_T4BD2IaRZ57eRkmrc6TppDmhkYL5kGbprI5ttE4uI3XMQi2K5zs2GmaqhDDhOEX_bpjCrbv9ZGA4BGuOT_WCeYeRDSN8wryupdqtFqB9Z1UMrxAXwo3AoVHFb8gVikhGc/s320/Imagen+168.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Los vikingos suecos transportando sus naves por tierras rusas. De esta forma consiguieron pasar de las cuencas fluviales bálticas a las del mar Negro, atravesando Rusia a finales del siglo VIII.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La expanxión y las conquistas hacia el este y sur de Europa fueron las que tuvieron mayor transcendencia económica para los vikingos, pues se abrieron rutas muy activas, revitalizando su comercio. sin embargo, la expansión hacia el oeste y el norte del océano Atlántico fue la de mayor importancia y llegó a constituir una autentica epopeya histórica desde todos los aspectos de la navegación.</div><div style="text-align: justify;">Los vikingos llegaron a Islandia hacia 860 y allí establecieron una importante colonia. El asentamiento prosperó; se desarrollaron la pesca y la industria de la salazón, la ganadería y la industria textil basada en los tejidos de lana y pelo de animal de caza; comerciaron con colmillos de morsa, plumas de aves y grasa; cultivaron la tierra, y la población creció hasta llegar a los 60.000 habitantes a principios del siglo XI. Los viajes a Islandia se realizaban en los robustos y capaces <em>knorr</em>, barcos diseñados para la navegación oceánica, que podían realizar la travesía desde Noruega en cinco o seis días como máximo. En estos viajes, los vikingos recalaban en las islas Feroe, una importante base de su expansión hacia el norte y el oeste del Atlántico.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">El descubrimiento y la colonización de Groenlandia</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikL-mN1ohyK4CxLxzL8cYL3FmIbnj4B-0T4wHOLPfU29fT09bHtFMkN2fsMCDPG_wol08JFM8q3vFo-aNDS3j4cNMq735V3FAPoN22MobIjdXFAuMRV9vkgsX9jAxP98O0LRyXTz1PRIo-/s1600/Imagen+170.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="236" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikL-mN1ohyK4CxLxzL8cYL3FmIbnj4B-0T4wHOLPfU29fT09bHtFMkN2fsMCDPG_wol08JFM8q3vFo-aNDS3j4cNMq735V3FAPoN22MobIjdXFAuMRV9vkgsX9jAxP98O0LRyXTz1PRIo-/s320/Imagen+170.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra una nave vikinga navegando cerca de la helada costa de Groenlandia. Los vikingos colonizaron la costa sudoeste de esta gran isla a finales del siglo X.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde sus bases en las islas Feroes e Islandia, distantes entre sí 230 millas, los vikingos disponían de una excelente plataforma para atreverse a explorar el vasto mar que se extendía hacia el misterioso oeste y el temible norte. En el año 982, se produjo el primer gran salto marítimo hacia lo desconocido. En Islandia, un vikingo llamado <strong>Erik Thorvaldsson</strong>, conocido como <strong>Erik el Rojo</strong> por el color de su cabello, había sido juzgado por el asesinato de un hombre y condenado al destierro. Esto significaba salir de Islandia obligatoriamente por mar, y <strong>Erik</strong> planeó dirigirse hacia el oeste, a una tierra vagamente descrita por un navegante compatriota suyo que había sido arrastrado por un temporal y la había avistado. Con la ayuda de algunos parientes y amigos que le fueron fieles, armó su <em>knorr</em> (un tipo de nave preparada para recorrer grandes distancias), y se adentró en las aguas del océano. Encontró tierra a una distancia más cercana que las islas Feroe; dicho territorio presentaba una costa muy accidentada, helada y desolada. <strong>Erik </strong>la fue explorando hacia el sur, hasta llegar a un punto en que la línea de la costa empezaba a dirigirse hacia el oeste y, poco después, hacia el noreste. Allí encontró una zona de tierra que, al recibir corrientes marinas relativamente cálidas, no había placas de hielo durante el verano. Recaló en un abrigado fiordo, con suficiente extensión de hierba para poder criar ganado; bautizó este lugar con el nombre de Eriksfjord (el fiordo de Erik), actualmente Tunugdliarfik. El jefe vikingo bautizó el asentamiento como <em>Gonland</em> (Tierra Verde), la actual Groenlandia. Ese nombre prometedor lo eligió con la intención de animar a sus compatriotas islandeses a realizar el viaje, y no para describir la realidad de una zona climáticamente muy rigurosa.</div><div style="text-align: justify;"><strong>Erik</strong> pasó tres años en Eriksfjord y luego regresó a Islandia. Tras explicar a sus compatriotas las excelencias de las nuevas tierras, organizó una expedición con toda su familia y otros colonos convencidos. Reunió una flota de 25 <em>knorrs</em>, que zarparon en el verano de 985. De todos ellos, tan sólo 14 barcos llegarían a Groenlandia. Ante los terribles temporales que se desencadenaron durante la travesía, algunos dieron media vuelta y unos pocos se perdieron. Con sus animales y todos los enseres necesarios para fundar una colonia, los que arribaron a Eriksfjord fundaron Brattahlid (Pendiente Violenta), una colonia que pasó el primer invierno viviendo de la pesca, de la mantequilla y el queso que obtenían de sus vacas y de la caza de la ballena. Con estos productos pensaban comerciar. A finales de la primavera siguiente, algunos barcos regresaron a Islandia para dar noticia de su situación.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Los primeros europeos en Norteamérica</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuoI22ALKSE-RVsxFndnCteyAjW7PCS7LKOrHi5N93SjKW56BDRq7vjIQms13203cXiYQ4o44z3v-evo9PzO22naKCmjlDXT_BA9rkj2md2pq4Jgunk3IuClkzsTAYUeebgt_DVqTeUtp6/s1600/Imagen+169.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuoI22ALKSE-RVsxFndnCteyAjW7PCS7LKOrHi5N93SjKW56BDRq7vjIQms13203cXiYQ4o44z3v-evo9PzO22naKCmjlDXT_BA9rkj2md2pq4Jgunk3IuClkzsTAYUeebgt_DVqTeUtp6/s320/Imagen+169.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Un drakkar, barco vikingo del siglo VIII, alejándose de los fiordos noruegos para iniciar una travesía de altura.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Uno de los islandeses que se sintió atraído por la nueva colonia fue <strong>Bjarni Herjulfson</strong>, quien zarpó en el verano del año siguiente (986) hacia Brattahlid. Pero el barco del vikingo se vio sometido a una terrible tormenta que le arrastró hacia el oeste. <strong>Herjulfson</strong> descubrió una tierra boscosa y llena de glaciares, que con toda probabilidad correspondía a algún punto de la costa de la actual península del Labrador o de la isla de Terranova. A su regreso a Groenlandia, el marino vikingo narró su descubrimiento, lo que provocó que <strong>Leif Erikson</strong>, el hijo de <strong>Erik el Rojo</strong>, decidiera comprarle el barco, un<em> knorr</em> de 25 metros de eslora, y organizar una expedición para la búsqueda de nuevas tierras.</div><div style="text-align: justify;">En la primavera del año 1000, <strong>Leif</strong> partió de Groenlandia con una tripulación de 35 hombres. Navegó remontando la costa oeste de Groenlandia, llegó a la isla del norte de Canadá (la actual isla Resolutión) y descendió por la costa de la península del Labrador, atravesando el estuario del río San Lorenzo hasta Terranova, donde pasó el invierno. Desde allí descendió aún más por la costa este de EE UU hasta la que era posiblemente la costa del actual estado de Maine. Estas tierras fueron bautizadas por los exploradores como Vineland (la Tierra del Vino), ya que encontraron en ellas uvas silvestres. Los vikingos fueron los primeros europeos en hallar el continente americano. Este hecho fue tardíamente reconocido por los historiadores; de hecho hasta los descubrimientos arqueológicos realizados en la costa este norteamericana durante el siglo XX, no se reconoció el hecho de que fueran los vikingos los primeros europeos en desembarcar en el continente americano, contraviniendo las clásicas teorías de la historia de la navegación. <strong>Leif</strong> regresó a Groenlandia con un cargamento de madera y uvas. La noticia conmocionó a la comunidad vikinga, despertando su espítu conquistador y aventurero. <strong>Thorvald</strong>, hermano de<strong> Leif</strong>, fue el primero en partir hacia el oeste dos años más tarde. Siguó la misma ruta que <strong>Leif</strong>, pero al remontar el curso del San Lorenzo se encontró con un grupo de indios hostiles. En una de las escaramuzas, <strong>Thorvald</strong> encontró la muerte y el <em>knorr</em> regresó a Groenlandia sin su jefe.</div><div style="text-align: justify;">La noticia de la existencia de una nueva tierra llegó a la colonia vikinga de Islandia y, durante el año 1000, tres <em>knorr</em> con 160 vikingos en total, cargados con ganado y enseres agricolas, partieron con ánimo de colonizar las tierras del oeste. Al mando de la expedición iba <strong>Torfinn Karlsefni</strong>, quien la guió hasta las costas de la actual Newport. La creación de un asentamiento en la zona fracasó a causa de fuertes divisiones entre los expedicionarios y al hostigamiento feroz de los indios. <strong>Karlsefni</strong> decidió regresar, perdiendo un barco durante la travesía de vuelta a Islandia.</div><div style="text-align: justify;">Terranova fue colonizada por los vikingos de Groenlandia e Islandia. Pero estos asentamientos no perduraron, debido a que las distancias a cubrir eran muy extensas para mantener rutas comerciales estables y productivas, y también a causa de la fuerte resistencia de las tribus indígenas. Tan sólo se han encontrado restos de una colonia en L´Anse aux Meadows, al norte de la isla de Terranova, que pertenecen al siglo XI. Este asentamiento se mantuvo durante unos 30 años; aunque se desconocen las causas de su desaparición, lo más probable es que los colonos retornaran a Groenlandia debido a las dificultades de supervivencia. Una cámara que sobresalía notablemente. Estos barcos eran muy marineros: permitían varar en las playas y maniobrar con relativa precisión en radas reducidas; gracias a sus características, posteriormente sirvieron de modelo para el diseño de los mercantes y navíos de altura griegos y romanos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">Grandes marinos y guerreros</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWKHGmHZmEq6cY8lk5ZhfbUNVvmXYcg9YE7HXfdHWn6XRoY1E9rbFDm03GV8GUA8uA-DV5cwAVHSWsPOrS0v4r4x5Zejle4EYkmTtzlHrYDva0vrdxR73HZ6N-5-CxE7PVD4B5jC3dTURK/s1600/Imagen+172.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWKHGmHZmEq6cY8lk5ZhfbUNVvmXYcg9YE7HXfdHWn6XRoY1E9rbFDm03GV8GUA8uA-DV5cwAVHSWsPOrS0v4r4x5Zejle4EYkmTtzlHrYDva0vrdxR73HZ6N-5-CxE7PVD4B5jC3dTURK/s320/Imagen+172.jpg" width="242" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra a un drakkar vikingo disponiéndose a varar en una playa de Normandía. Las incursiones de los vikingos en el norte de Francia fueron un azote para el Imperio Carolingio.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Los mares por los que navegaban los vikingos son los más peligrosos e inhóspitos del hemisferio Norte, y son terriblemente duros para los marinos. Los vikingos eran hombres tremendamente fuertes y resistentes al frío, a la humedad y al cansancio. Eran hábiles en las maniobras marineras de todo tipo y conocedores a fondo de sus barcos, que dominaban tanto a vela como a remo. En los mares de las latitudes septentrionales, desde finales del verano hasta bien entrada la primavera siguiente, se dan unas condiciones muy poco favorables para la navegación a vela. Las borrascas atlánticas desencadenan violentos temporales del oeste y del sudoeste, con irrupciones de aire gélido de origen polar. Cuando no hay borrascas, se generan densas y traicioneras nieblas y la navegación se vuelve casi imposible debido a la presencia de hielos flotantes y fuertes corrientes capaces de arrastrar a cualquier embarcación contra las costas rocosas. Durante el largo periodo invernal, la falta de luz y el hielo, que bloqueaba los barcos en los fiordos y hacía inoperante el aparejo de fibras textiles, imposibilitaban la navegación de altura. Por ello, aunque no planeaban expediciones durante esta época, los vikingos se dedicaban a la pesca bajo el hielo y, los que habitaban en latitudes más australes, podían desbloquear sus barcos y navegar durante largas noches para pescar; fue así como llegaron a adquirir un amplio conocimiento de las estrellas, además de eficaces remedios contra la hipotermia y los problemas de congelación, tan habituales entre sus tripulantes. Los vikingos navegaban largas distancias alimentándose fundamentalmente de pescado en salazón, galletas secas de avena y algas dulse (<em>palmaria palmata</em>), que masticaban mientras navegaban o realizaban largas caminatas; esto les hacía inmunes al escorbuto, gracias al alto contenido en vitamina C de estas algas. Sus expediciones eran muy audaces, ya que muchas veces no sabían cuándo iban a encontrar tierra. Durante los largos viajes en los que se aventuraban más hacia el oeste, llevaban a bordo cuervos, y cuando las provisiones menguaban hasta la mitad, los soltaban; si al cabo de un par de días los pájaros no volvían, ponían rumbo hacia el punto del horizonte por donde habían desaparecido.</div><div style="text-align: justify;">La expansión vikinga hacia el norte y el sur de Europa se realizó sin agujas magnéticas, ya que éstas no llegaron a Europa hasta el siglo XIII, procedentes de Asia. Por este motivo, la navegación de altura vikinga se realizaba únicamente a partir de la observación de los astros. Controlaban la latitud mediante la altura de la estrella polar o del Sol sobre el horizonte. Con cielo cubierto podían determinar la dirección del Sol mediante el <em>solarsteinn</em>, una pieza de doble refracción, probablemente de feldespato (un tipo de turmalina), que, por la polarización de la luz, permitía hallar el acimut del sol simplemente apuntando a las nubes y observando la refracción de la luz sobre ella. Sin embargo, se cree que llegaron a tener un conocimiento intuitivo tan agudo que eran capaces de adivinar la altura del Sol y, por consiguiente, el mediodía, incluso en un día nublando, algo que ningún marino de los tiempos modernos es capaz de conseguir. Los vikingos, como la mayoría de navegantes de las épocas tempranas de la navegación de altura, no variaban mucho de latitud, por lo que con el cielo nublado podían situar la altura aproximada del Sol sin disponer de ningún método fiable para calcular la longitud real.</div><div style="text-align: justify;">Los vikingos fueron maestros en el arte de navegar a estima gracias al profundo conocimiento que tenían del abatimiento de sus barcos, de la deriva de las corrientes y de la relación entre la dirección del viento, el oleaje y las estaciones. Disponían de una rosa en la que habían marcado ocho divisiones espaciadas de tres en tres horas a partir de la medianoche, que correspondían a las ocho direcciones cardinales e intercardinales con un margen de error máximo de una hora según la temporada. Con ella trazaban rumbos en combinación con la "piedra solar". Sus estimaciones sobre la longitud también se realizaban de forma intuitiva, estimando las millas navegadas y el rumbo. Aun teniendo en cuenta el alto grado de inexactitud de estos métodos, lograron llegar a América y regresar con muy pocas bajas. Los vikingos rara vez combatieron en el mar barco contra barco, por la sencilla razón de que no había naves rivales. Utilizaban sus <em>drakkars</em> para los asaltos en tierra, después de desembarcar, y en estas operaciones habían logrado una destreza inigualable. Entraban en las radas a toda velocidad y, aprovechando la solidez de sus naves, varaban en la arena casi sin frenarlas, al tiempo que saltaban por las bordas. De este modo se beneficiaban del factor sorpresa y causaban grandes estragos entre los desafortunados nativos. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La invasón normanda de Inglaterra</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWAth5ORKRbjHCj2nz6Fe-2ZLqbNWWJ-PeXRvxDrnLDZA54VOA8w9a3et79ZMNoD5Y3rIOvtAugqRNR5Gm-Attk_h5_T6aX1BFmo8NIOdLJbXjfZxA0AsMphQIBPfRpGvpDvUw64J-uS4g/s1600/Imagen+174.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="247" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWAth5ORKRbjHCj2nz6Fe-2ZLqbNWWJ-PeXRvxDrnLDZA54VOA8w9a3et79ZMNoD5Y3rIOvtAugqRNR5Gm-Attk_h5_T6aX1BFmo8NIOdLJbXjfZxA0AsMphQIBPfRpGvpDvUw64J-uS4g/s320/Imagen+174.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Grabado que muestra a dos de los barcos de la expedición de Torfinn Karlsefni entrando en la rada de la actual Boston en el año 1000.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Después de lograr la posesión de los territorios de Normandía merced al tratado de Santa Clara de Epte, los vikingos crearon en la zona una poderosa flota de naves que suponía una notable evolución en relación a las anteriores, y a las que se puede considerar como antecesoras de las hanseáticas de la Edad Media. Estas naves estaban construidas de acuerdo con la tradición vikinga: un sólido casco en tingladillo, con 16 remos por banda, un palo arbolado en el centro con vela cuadra y la clásica espadilla para gobernar en la aleta; tenían poco calado, como las del resto de la flota normanda, característica que facilitaba los desembarcos en la costa. Una cabeza de león y una espiral decoraban la parte alta de la proa y de la popa. También disponían de un francobordo notablemente bajo para facilitar el embarque y desembarque de los caballos y de la carga. Esta característica, junto con la ausencia de empavesadas defensivas en la borda, caracterizó los barcos de guerra del norte de Europa: se concibieron como naves para el transporte de tropas que debían batallar en tierra y no en el mar, situación que prácticamente nunca se llegó a producir.</div><div align="justify">La historia medieval de Normandía está marcada por la figura del rey <strong>Guillermo I</strong>, quien, según los historiadores, fue el último de una gran saga de reyes vikingos propiamente dichos. <strong>Guillermo I</strong>, confiado por el poder naval que él mismo había creado, proyectó lo que había sido un gran sueño para los vikingos: la invasión de Gran Bretaña. El reino de Inglaterra estaba gobernado por <strong>Harold II</strong>, sucesor de <strong>Eduardo el</strong> <strong>Confesor</strong>, quien había logrado unificar el sur de la isla y restaurar la dinastía sajona. El rey <em>Harold II</em> había sido coronado el 5 de enero de 1066, fecha en la que <strong>Guillermo I</strong> ya estaba preparando la construcción de una gran flota como no se había visto hasta el momento.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #0b5394; font-size: large;">La batalla de hastings</span></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify" class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJmozFIYCMvNkDE_xfbh9qO7r-Pz2ZVjZx1zG7XNaYDkEhfddGqMgQp0anwr0342dk-GfwtcS_k3rKYvpkJAefsr38-OGmmlRL-8fEZ9huZyHUYjMncRDs23AagYki-_V5O3stEvqHPona/s1600/Imagen+176.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJmozFIYCMvNkDE_xfbh9qO7r-Pz2ZVjZx1zG7XNaYDkEhfddGqMgQp0anwr0342dk-GfwtcS_k3rKYvpkJAefsr38-OGmmlRL-8fEZ9huZyHUYjMncRDs23AagYki-_V5O3stEvqHPona/s320/Imagen+176.jpg" width="201" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #990000; font-size: x-small;">Miniatura del siglo XIV que representa y describe la invasión normanda de Inglaterra en 1066. Se conserva en el British Museum de Londres.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">A principios de septiembre de 1066, el rey normando <strong>Guillermo I</strong> concentró a más de 60.000 hombres, unas 700 naves de transporte y más de 1.000 embarcaciones menores en el puerto de Saint Valéry. La flota, encabezada por el buque insignia <em>Mora</em> (un regalo de la esposa de <strong>Guillermo</strong>, la reina <strong>Matilde</strong>), se convirtió en la mayor concentración naval de la historia del norte de Europa hasta la fecha. Los normandos aguardaron a que soplara viento favorable del sudoeste y cruzaron el canal de la Mancha el 27 de septiembre. La flota recorrió las 64 millas entre Saint Valéry y la costa inglesa sin ninguna dificultad, pues, por aquel entonces, la fuerza naval de los ingleses era prácticamente inexistente. Fue un desembarco espectacular que tuvo lugar cerca de la actual localidad de Pevensey. Los invasores organizaron en tierra su ejército para lograr, el 14 de octubre, la victoria en la batalla de Hastings contra el ejército del rey anglosajón <strong>Harold</strong>. <strong>Guillermo I</strong> fue coronado rey de Inglaterra el día de Navidad de 1066, y con él se inició un periodo de 88 años de gobierno normando en la isla.</div><div align="justify">Después de <strong>Julio César</strong>, <strong>Guillermo I</strong> había conquistado Inglaterra por última vez en su historia. Todas las grandes potencias intentaron posteriormente repetir esta hazaña, aunque sin conseguirlo: <strong>Felipe II</strong>, en el siglo XVI, con la Armada Invencible;<strong> Napoleón</strong>, antes del desastre de Trafalgar, y <strong>Hitler</strong> durante la Segunda Guerra Mundial. La invasión de Inglaterra fue la última conquista militar atribuible a los vikingos. A partir de entonces, el norte de Europa vivió un periodo de calma que propició la aparición de las primeras embarcaciones concebidas para el comercio. La cultura marítima vikinga arraigó profundamente en la zona, creando excelentes naves y generaciones de grandes marinos.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/cvro0iCv0wE?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/KnWUmrz1qqs?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/4ER4pin6Cp4?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div></div><div align="justify"><br />
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</div></div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-17858149882269050302012-01-30T12:26:00.000-08:002012-01-30T12:26:05.940-08:00La transición del forro a las cuadernas.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgk_2yFIqoGY0Q-0cU4H2BWL2tg6Wx_NSFN8d05B9mOhILo1HCGCQbmCQEPtmRwJ_Q-hiwXpPpMQl75IJuDiQjoqe6XtlRiLcWoM6wLizKT3Ra5fXr77j_snAzBearkg9pu_bvnfssVcmPi/s1600/Imagen+159.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gda="true" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgk_2yFIqoGY0Q-0cU4H2BWL2tg6Wx_NSFN8d05B9mOhILo1HCGCQbmCQEPtmRwJ_Q-hiwXpPpMQl75IJuDiQjoqe6XtlRiLcWoM6wLizKT3Ra5fXr77j_snAzBearkg9pu_bvnfssVcmPi/s320/Imagen+159.jpg" width="244" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">En el casco del barco de yassi Ada aparecen menos espigas entre las tablas, y éstas sólo tienen la función de mantener el maderamen en su lugar para dar forma al casco antes de instalar las cuadernas. Por ello, se supone que representa la transición del sistema del forro al de las cuadernas.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">Con la decadencia del Imperio Romano, la construcción de barcos con la técnica del forro empezó a desaparecer. Esta técnica había prevalecido en el Mediterráneo durante 3.500 años, y consistía en una evolución del antiguo sistema egipcio, con el que se construía el casco dándole forma "a ojo del carpintero", es decir con las tablas unidas por los bordes y sujetas con espigas, hasta que se colocaban las cuadernas. Este sistema, que los expertos en construcción naval han definido como (empezando por el forro) o simplemente de (el forro), era muy costoso y ésta es la causa de que se sustituyera por el método (empezando por las cuadernas) o de (las cuadernas), que comenzó a aparecer simultáneamente a la desaparición del sistema del forro a finales del imperio de occidente. Por aquel entonces, se estaba produciendo en la sociedad romana la transición de una economía de esclavos a un sistema similar al de la economía de libre mercado, en el que tanto el trabajo como los materiales se encarecieron; esto llevó a la necesidad de elegir un sistema que ahorrara tiempo y madera, y el de las cuadernas era de 5 a 10 veces menos costoso.</div><div align="justify">Que el sistema del forro perdurara tanto tiempo no deja de ser un misterio. Una posible explicación sería que este tipo de construcción proporcionaba, al parecer, barcos más duraderos. En los barcos romanos que utilizaban espigas para unir las tablas del forro, la compresión que mantenía la imprescindible estanqueidad se lograba mediante la hinchazón de las tablas al contacto con el agua; de este modo, las espigas y las cabillas que las atravesaban quedaban sólidamente aferradas en las muescas de las tablas que, a su vez, quedaban comprimidas. En este tipo de barcos, una cuaderna podrida no era un hecho fatal para la supervivencia de la embarcación, pues no comprometía su estanqueidad. La cuaderna se sustituía por otra y el barco continuaba navegando. Por el contrario, el tipo de barco que había sido construido empezando por las cuadernas, sí dependía de ellas, ya que si las cuadernas fallaban, el calafateado de la tablazón era incapaz de mantener la estanqueidad al perder toda consistencia. Parece evidente que lo primero que se pudría de la madera de un barco era la parte superior de las cuadernas, y la putrefacción avanzaba de arriba abajo. Si el agua penetraba por la cubierta, la zona más propensa a la podredumbre era la de los extremos superiores de las cuadernas; las maderas bajo la línea de flotación lo eran mucho menos. </div><div align="justify">El sistema de construcción de las cuadernas permitió que, hacia el año 1000, por vez primera en la historia, la construcción de barcos empezara a ser un proceso industrial. Hasta entonces, los barcos antiguos sólo se habían podido construir de uno en uno, y a partir de mediciones muy simples. El sistema que empezaba por las cuadernas requería que el carpintero supiera proyectar la forma final de un barco y armar las cuadernas que se tenían que haber construido antes. Para hacerlo, tenía que saber dibujarlas a tamaño real en el suelo o establecer los patrones de inclinación de los listones de proa a popa; a partir de ellos, se podían hacer los dibujos que permitiesen la construcción de las cuadernas. Era una forma primitiva del método del alzado usado en la actualidad. Fue el primer paso que se dio hacia el concepto de (plano), el diseño sistematizado y exacto de una embarcación que facilitaba su construcción con ahorro de tiempo y materiales.</div><div align="justify">El mejor referente arqueológico de la transición del método del forro al de las cuadernas son los restos de un mercante bizantino que se hundió en 626 d.C. al sur de la isla de Yassi Ada. Era un barco pequeño que transportaba cargas inferiores a las 50 toneladas. En su construcción hay muchas menos espigas entre las tablas, y éstas sólo tienen la función de mantener el maderamen en su lugar para dar forma al casco antes de instalar las cuadernas.</div></div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6817118794659040562.post-36015018275758599252012-01-29T14:16:00.000-08:002012-01-29T14:16:54.438-08:00La Edad Media<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_7zG9OTd2JHNhuNBLq2yh4hAChLxkyJ5iYKvF8E9tBhdmFZ_sIFlbDFiElO1YJxzhJ87PixPo9QRTETfL7E5_eqIJXJ0fTpZWYIowrcpEWlgjDUR2XQm9rz0EZoDws4KDrAhVu3LTevKh/s1600/Imagen+157.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gda="true" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_7zG9OTd2JHNhuNBLq2yh4hAChLxkyJ5iYKvF8E9tBhdmFZ_sIFlbDFiElO1YJxzhJ87PixPo9QRTETfL7E5_eqIJXJ0fTpZWYIowrcpEWlgjDUR2XQm9rz0EZoDws4KDrAhVu3LTevKh/s320/Imagen+157.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify">La Edad Media abarca un periodo de aproximadamente 1000 años, los transcurridos entre la caída el Imperio Romano de Occidente (476 d.C.) y la desaparición del Imperio Romano de Oriente (mas conocido como el Imperio Bizantino), tras la caída de Constantinopla en poder del Imperio Otomano en 1453. Durante esta larga época, Bizancio fue la potencia hegemónica del Mediterráneo, que resistió duramente por tierra y por mar el ataque de los pueblos del norte y del este de Europa y, finalmente, del Imperio Otomano. Para la historia de la navegación, la Edad Media fue un periodo poco brillante en Occidente, mientras que en Oriente destacó la talasocracia bizantina y, en el norte, los grandes marinos vikingos.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">La caída del Imperio Romano</span></div><div align="justify"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqPdWYP0uMks6GkHsIcynAO51ke45pjl7v1PS87i0CMyDTu-cx4KzAmwteTFPVTpaxZyE6gRSVy2uIM8nDXQL8KjsOY41t1MismObWpOzS7ZDXF819R4h2o5e6jS6ftoPanmjJ8Xi5CbkM/s1600/Imagen+156.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gda="true" height="217" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqPdWYP0uMks6GkHsIcynAO51ke45pjl7v1PS87i0CMyDTu-cx4KzAmwteTFPVTpaxZyE6gRSVy2uIM8nDXQL8KjsOY41t1MismObWpOzS7ZDXF819R4h2o5e6jS6ftoPanmjJ8Xi5CbkM/s320/Imagen+156.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div align="justify"><em><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Pergamino con el mapa de Constantinopla, la capital de Bizancio, durante la época medieval.</span></em></div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify">En el siglo III d.C. empezó el periodo de decadencia del Imperio Romano. Los historiadores señalan como principal causa de ello la gran estabilidad a la que se había llegado tras la pax romana, que provocó la relajación de las costumbres, un descuido político creciente y la pérdida del sentido elitista de "ciudadanía romana", ya que ésta se otorgaba a cualquier vecino del imperio desde el siglo III d.C. Por otra parte, la creciente presión que ejercían desde el norte los pueblos germánicos creó incertidumbre y evidenció la impotencia de las otrora invencibles legiones romanas para hacer frente a las amenazas de invasión. Por este motivo, en 286, para poder hacer frente a esta amenaza de una forma más efectiva, el emperador <strong>Diocleciano</strong> dividió el imperio en dos partes, la occidental y la oriental, para facilitar una defensa más eficaz ante las amenazas de los germanos y de los persas. Con el tiempo, hubo dos capitales: Roma en el oeste y Constantinopla en el este.</div><div align="justify"><br />
</div><div align="justify"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">El dominio de Bizancio en el Mediterráneo</span></div><div align="justify"><br />
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</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhX8v7RYh5aZL3unFFSliTrROTA2c7KjGrOgEiawKvd-KJrLFtIPOlja9jTQVKPpbCF7Iv0zOE3hKZS0L02kLOxUnqF9yu38_Vn6NaHMHsA7jFkL3ZRcAIAFKFBiICFizTSbrFVqtWv5cO2/s1600/Imagen+158.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" gda="true" height="267" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhX8v7RYh5aZL3unFFSliTrROTA2c7KjGrOgEiawKvd-KJrLFtIPOlja9jTQVKPpbCF7Iv0zOE3hKZS0L02kLOxUnqF9yu38_Vn6NaHMHsA7jFkL3ZRcAIAFKFBiICFizTSbrFVqtWv5cO2/s320/Imagen+158.jpg" width="320" /></a></div><br />
<div style="text-align: justify;"><em><span style="color: #cc0000; font-size: x-small;">Ilustración alegórica que muestra a Euclides y Ptolomeo. Ambos sabios griegos fueron las máximos exponentes del conocimiento de la astronomía, las matemáticas y la física durante la época antigua. Sus hallazgos constituyeron la base científica con que la cultura mediterránea inició la Edad Media.</span></em></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El Imperio Romano de Occidente fue incapaz de detener las invasiones de la Galia, Hispania y el norte de África, hasta que sucumbió definitivamente en 476. Esta situación fue precedida por una derrota naval de grandes proporciones, de la que se dispone de pocas referencias históricas. Aconteció en 468, cuando la flota del Imperio Romano de Oriente zarpó de Constantinopla para dirigirse a Cartago y Sicilia, zonas dominadas por aquel entonces por los vándalos. La campaña se organizó para expulsarlos y restituir el poder a los compatriotas occidentales. La flota constaba de 111 unidades y, tras sucesivos combates, fue diezmada, de forma que tan sólo unas pocas naves lograron regresar. Tras la caída del imperio occidental, el imperio oriental pasó a denominarse Imperio Bizantino. Los bizantinos lograron derrotar a los vándalos en Cartago, en el año 553, y recobraron el dominio del mar, perdido 60 años antes. De este modo, Bizancio fue, a inicios de la Edad Media, el símbolo de la civilización mediterránea y basó su poder en una talasocracia similar a la que siglos atrás habían constituido Creta y Grecia, potencias que basaban su poder en el dominio del mar. La flota bizantina no dejó, prácticamente en toda la Alta Edad Media, de contener una invasión tras otra, desde los vikingos hasta las escuadras de <strong>Genserico</strong>, rey de los vándalos y de los alanos.</div><div style="text-align: justify;">Paradójicamente, no se conservan muchas reproducciones o restos de los barcos bizantinos, por lo que no se conoce a ciencia cierta su diseño y estructura. El dromón (galera típica bizantina) fue el más famoso, pero ha resultado casi imposible para la arqueología encontrar huellas de esta efectiva arma naval. El dromón era birreme y armaba un centenar de remos, 25 en cada orden. Era un barco notablemente largo (medía 40 metros de eslora por 7 de manga) que aparejaba velas cuadras. Se cree que, debido a la influencia de las naves asiáticas, las velas cuadras evolucionaron hacia las latinas (triangulares y de cuchillo), que se largaban en dos y hasta tres palos.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #3d85c6; font-size: large;">El oscuro norte y este europeo</span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Mientras Bizancio asentaba su poder en el Mediterráneo y en el oriente europeo, en el resto de Europa se vislumbraban otras fuerzas que todavía luchaban en sus propios territorios: los sajones, anglos y justos habían invadido Gran Bretaña y los francos se configuraban como la gran potencia de la Europa occidental. En la península ibérica, anteriormente ocupada por vándalos y alanos, los visigodos acabaron imponiéndose; respetaron las leyes y las tradiciones romanas y adoptaron el cristianismo, por lo que pronto iniciaron contactos comerciales con Bizancio y el resto del Mediterráneo. Esta apertura fue una excepción que contrastó con el aislamiento que prevaleció en Bretaña, Galia Lombardía y Alemania durante la Alta Edad Media.</div><div align="justify"><br />
</div></div>Julián Jaramillohttp://www.blogger.com/profile/15367237646859758840noreply@blogger.com0